N/A: Adivinen quien volvió XD

Mu bufo irritado, los supresores estaban haciendo efecto, pero ahora le dolía la cabeza

-¿Seguro que estas bien? Si quieres puedes irte a casa-le sugirió Camus ofreciéndole una botella de agua fría

-Estaré bien harán efecto pronto-

-Sabes que no tengo inconveniente con que vayas a casa-

-Lo sé, pero estaré bien te lo juro mis celos no son muy intensos-

-De acuerdo, pero iré a dejarte a casa al salir y no aceptare un no como respuesta-

-Gracias- Mu sonrió sonrojado, adoraba a su jefe, era tan amable, rara vez había conocido a un superior que fuera tan considerado respecto a su condición de omega-No debí tomar los supresores- pensó dándole vueltas a la fantasía que se había vuelto recurrente, Camus seguramente era beta y podía ayudarlo con sus celos, si no hubiera tomado sus supresores tal vez sus feromonas lograría afectarle y consumaría su fantasía, suspiro sintiéndose un tonto, no debería estar pesando en seducir a alguien con su celo, dio un largo trago de agua y se decidió a volver a ponerse en modo trabajo

El fin del turno llego y Mu esperaba que Camus terminara su llamada para poder irse, estaba nervioso, era la primera vez que estarían solos desde que la idea de seducirlo se había cruzado por su mente

-¿Listo?-pregunto Camus poniéndose su abrigo

-Si-

Salieron a la calle, caminaron lentamente Mu no vivía lejos así que no tenían que tomar ningún transporte, pero era más peligroso para Mu caminar

-¿Cómo te sientes ahora?-

-Bien, te dije que la medicina haría efecto pronto-

-Me alegra oírlo aun así deberías considerar tomarte los días si no te sientes bien, de verdad yo no tengo ningún problema-

-Gracias Camus, eres muy considerado-

-No te preocupes-

Llegaron hasta la puerta del departamento del pelilila

-¿Quieres pasar?-ofreció Mu como si nada tratando de no evidenciar su nerviosismo

-Tal vez otro día, deberías descansar-

-De acuerdo, gracias por acompañarme, nos vemos mañana-

-Nos vemos-

Mu entro a su departamento, pero no cerró la puerta hasta que vio su silueta desaparecer al doblar la esquina

-¿Por qué tiene que ser tan guapo?-se cuestionó en el interior mordiéndose el labio y suspirando tratando de frenar a su hiperactiva imaginación...

Camus doblo la esquina subiéndose el cuello de la gabardina, el aire estaba algo frio, pero no quería tomar un taxi, prefería disfrutar de la caminata, su teléfono vibrándole en el bolsillo lo regreso a la realidad

-Hola Ma- dijo nada más descolgar al haber visto el número en el identificador de llamadas

-¿Cómo estas cariño? ¿Todo bien?- la voz calmada de Degel como de costumbre le provocaba sentimientos encontrados

-Si todo bien, voy de regreso a casa del trabajo-

-Vendrás el fin de semana, es el cumpleaños de Shaka y estamos organizando algo pequeño, estoy seguro que le encantaría que vinieras-

Camus suspiro pensando en la primera excusa con la cual evadir el compromiso, pero hace mucho que no veía a Shaka y estaba seguro que Milo también querría asistir así que se mordió la lengua

-Estoy seguro que poder hacer un espacio en mi agenda-cedió-¿Es el sábado verdad?-

-Sí, si llegan a eso de las 5 sería perfecto, asumo que vendrás con Milo-

-Sí, estaremos por allá a esa hora-

-Perfecto, te paso a tu padre que quiere saludarte-

-Vale-

-Hola Camie, ¿cómo estás?-

La voz animada de Kardia y el apelativo cariñoso con el que solo él tenia permitido llamarlo le sacaron una sonrisa inconsciente

-Bien pa con mucho trabajo ¿y tú?

-También con trabajo, vendrás el fin de semana-

-Si ya le confirmé a mama-

-Perfecto porque tiene siglos que no te veo, se te extraña -

-Yo también te extraño apa-

-Pues no me extrañes y ven a verme-

Camus sonrió con ironía por lo lógico de aquel razonamiento-Nos veremos el fin de semana-

-Vale que sí pero podrías venir más a menudo-

El acuariano sintió su estómago revolverse, no es que no apreciara a sus padres, pero a veces no podía soportar ver a Degel a los ojos, se sentía terrible por juzgar tan duramente a su madre y respecto a Kardia el trato tan cariñoso que este tenía para con él siempre le había provocado sentimientos encontrados.

-Lo intentare, a veces el trabajo no me lo permite-

-Y que lo digas, pero está bien, te veo el fin de semana, saluda a Milo de mi parte-

-Lo haré-

-Te paso a tu madre-

-Mejor que no, me está entrando otra llamada-

-Ok, te cuelgo entonces, te amo-

-Y yo a ti- vacilo- A los dos-

-Adiós-

Camus cortó la llamada y contesto la que lo había salvado de volver a tener que ponerse al teléfono con su madre

-Hola Camus, estás ocupado- La voz alegre y cantarina de Sorrento le provocaron una sonrisa, su amistad con él le parecía de lo más bizarra porque a pesar de no tener una buena relación con sus cuñados si la tenía con las parejas de estos

-No que pasa-

-Te apetece ir a tomar un café mañana, tengo algunas cosas que contarles a ti a y Afrodita y aunque a él lo veo en casa preferiría que nos tomáramos un café-

-Vale a las 4 te viene bien-

-Perfecto, me acercaré a tu oficina-

-¿Afrodita también viene?-

-Tiene una sesión de fotos pero dijo que se daría una escapada, así que espero que si-

-Vale entonces te veo mañana-...

Camus entró a la cafetería a la hora acordada, no tardó en ubicar a Sorrento que en cuanto lo vio agito su mano en el aire para saludarlo

-Me da gusto que pudieras venir-lo saludó efusivamente dándole un beso en cada mejilla

-También me alegra verte-saludó tratando de no ser tan frío con el otro omega que era todo ternura -¿Afrodita si vendrá?-

-Está en camino, acaba de mandarme mensaje, pero pidamos algo en lo que llega-

Nuevamente Sorrento agito su mano en el aire pero esta vez para llamar al mesero, Sorrento ordenó algo para Afrodita también

-¿Y cómo está mi omega rebelde favorito?- pregunto Sorrento en modo juguetón

-Estoy bien, tú eres quien tenía algo que contar-

-Sí, pero no seas impaciente Afrodita debe estar por llegar-

Como si lo hubiese invocado la puerta de la cafetería se abrió Camus adivino que se trataba de Afrodita por la cantidad de cabezas que se giraron para ver al otro omega, pero no podía culparlos, Afrodita era la encarnación del estereotipo de omega perfecto, su cuerpo curvilíneo y su aroma floral llaman la atención de cualquiera, contrario a su imagen tan pulcra el omega se desploma en la silla sin delicadeza.

-Estos tacones me están matando-se quejó sobándose las pantorrillas-Perdona Camus es un gusto verte-le da dos besos en las mejillas y hace lo mismo con Sorrento

-Bueno y qué es eso que tienes que decirnos que no puedes hacerlo en casa- Cuestiono Afrodita dándole un largo trago a su bebida

Sorrento tiene una sonrisa que casi le parte el rostro a la mitad