-No quiero pasar por esto-

Milo acaricio la espalda de Camus abatido, lamentaba no poder hacer nada por su mejor amigo, pero era una situación que se salía por completo de su control

-Cálmate Camus, no va a ser tan malo, actualmente hay muchos métodos para controlarlo-

-¿Pero si mi celo es inestable? Este es el primero y afortunadamente empezó mientras estoy en casa pero, si después me llega de pronto, en medio de cualquier lugar, no quiero ni pensar en lo que podría pasar-

Milo suspiro, podía prometerle a Camus que estaría siempre con él para protegerlo pero sabía que era una promesa que no podía cumplir, en ese instante el mismo estaba peleando contra sus instintos, el olor de Camus era indescriptible, cálido, profundo, enviciante. Había llegado a esa choza donde guardaban los artículos de jardín solo guiado por su olor. Definitivamente el celo de Camus seria intenso, y tenía razón podría ser peligroso si era inestable, había muchos alfas desconsiderados que usando sus instintos como excusa acosaban e incomodaban a los omegas más jóvenes aun cuando estos utilizaran supresores.

-Va a ser horrible Milo-Continuo desahogándose el pequeño en medio de profundos sollozos-No podre tener una vida normal a partir de ahora, tengo solo 14 años joder-se limpió las lágrimas con rabia. Mírame ahora, estoy aquí sentado en el suelo con un charco entre las piernas, es repugnante-Camus separo ligeramente las rodillas que mantenía pegadas a su cuerpo para mostrarle su semi erección y lo húmedo que estaba, Milo tuvo que morderse los labios para resistirse a la sugerente imagen que su compañero le mostraba, miro hacia otro lado e intento aguantar la respiración para evitar que las feromonas nublaran mas sus sentidos

-No es para tanto-casi jadeo al decirlo pero Camus pareció no notarlo

-Tú no te imaginas lo que es, no puedes saberlo, imaginar que cualquiera podría tomarme solo por lujuria me hace sentir furioso, impotente, a partir de hoy estoy atenido a un celo primitivo que me puede arruinar la vida sabes, es humillante imaginarme suplicándole a alguien que me haga suyo solo porque no puedo controlar esta mierda, lo único que me salvaría es que...-

Camus alzo lentamente la vista, sus ojos se encontraron con los de Milo, el moreno trago saliva imaginándose al instante lo que el otro iba a pedir

-Tienes que marcarme...-susurro Camus sonrojado llevando sus manos hasta el rostro de Milo acariciándole los labios

El griego se relamió nervioso, no es como que la idea le desagradara, al contrario siempre imagino que ese era su destino pero... Ya lo había mencionado Camus tenían 14 años y su amigo no estaba del todo bien, no se lo estaba pidiendo por amor, lo estaba pidiendo por miedo, por miedo a que de no ser el fuera cualquier otra persona, ese miedo era peligroso.

Pero aún más peligroso que el miedo son los instintos, Milo lo sabía bien porque no pudo resistirse, en cuanto Camus se descubrió el cuello sujetando su cabello el movimiento libero más de aquella embriagante fragancia y no pudo contenerse, beso aquel blanco cuello disfrutando insanamente del escalofrió que eso provoco en su mejor amigo, disfrutando de su sonrojo, de su respiración entrecortada, definitivamente el cuerpo de Camus estaba clamando ser poseído. Sonrió contra la blanca piel sintiendo un cosquilleo en todo su cuerpo, sintiendo como la saliva se le acumulaba en la boca por la expectación y el deseo.

-Quédate quieto-le pidió al oído rozándole la mejilla con la nariz, Camus permaneció expectante, aquella voz, más profunda que como normalmente Milo le hablaba lo hizo temblar, era una voz de dominio a la que no podía ni quería desobedecer, estaba confundido ¿Era su celo lo que lo tenía ahí a merced de su mejor amigo?¿Eran los deseos más recónditos de su corazón en los que no había querido profundizar hasta ahora?¿Era el miedo a lo desconocido y la confianza que le proporcionaba el saber que estaría a merced de la persona en la que más confiaba? No lo supo en ese momento pero un suspiro escapo de sus labios cuando sintió más besos a lo largo de su clavícula y su cuello.

Milo se puso de pie para después arrodillarse detrás de él rodeándolo con sus brazos

-¿Estás seguro de esto?-el griego no tenía dudas, quería hacer aquello, todo su cuerpo lo ansiaba, sus colmillos afilados ansiaban sentir la carne, su corazón acelerado, su piel erizada, incluso la semi erección que aquella situación le había provocado, todo pedía a gritos por el cuerpo de Camus.

-Haazlo-aquella palabra fue mitad gemido mitad afirmación Camus tomo las manos de Milo profundizando aquel abrazo, era vulnerable lo sabía, pero aquella decisión le daría fuerza en todos los sentidos, lo ataría pero lo haría libre al mismo tiempo, quería, añoraba, deseaba ser devorado por él.

N/A: Estoy de vuelta!!! Esta historia avanzara un poco mas lenta por que me esta costando horrores escribir, pero sepan que han sido sus comentarios los que me han animado a publicar aunque no este tan avanzada la historia como me gustaría XD El omegaverse es un genero en el que tiene tiempo que quería incursionar, y ya que el autor puede moldearlo a su gusto espero les guste mi visión de el. Si requieren alguna aclaración conforme vaya avanzando la historia háganmelo saber. Como siempre gracias por leerme prometo no tardar tanto en continuar...