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— Bienvenidos caballeros — dijo un chico de piel acaramelada
— Nam, espero que hayas cocinado mucho, tengo un hambre voraz — dijo Jungkook chocando los puños con él
— Sí, junto a Jin hicimos mucha comida... bueno él solo, yo no hice mucho — dijo él sonriendo haciendo que vea sus ojuelos — tú debes de ser Taehyung — dijo viéndome de arriba hacía abajo — pasa, no te quedes afuera —
— G-gracias — dije pasando con timidez
Dentro de la casa se escuchaba mucho ruido, todo era muy bonito, y rosado.
— ¡Un humano! — escuché a un niño exclamar — ¡Mira Kyungsoo!, ¡Un humano! — exclamó un pequeño conejito
Atrás de él estaba un niño más pequeño, el niño pequeño solo asomó sus ojos y se escondió, no sé que es lo que pensarán los híbridos conejos de nosotros los humanos, pero al parecer a todos les causamos miedo, u odio.
— Niños, presentensé — dijo apareciendo un joven cargando a cuatro bebés, dos adelante de él y otros dos atrás, tenía una cangurera, algo así
— Bu-buenas — dije haciendo una reverencia
— Hola, soy Seokjin, pero puedes llamarme solo Jin — dijo acercándose a mí — me alegra conocerte, en el mercado había escuchado cosas sobre tí —
— Espero que cosas buenas — dije viendo a los pequeños conejitos bebés, eran muy tiernos
— Para nada — dijo él riéndose — todos decían que eras una amenaza y que si no fuera porque los Jeon te protegen ya te hubieran... —
— Jin basta — dijo Jungkook apareciendo — Nam dice para comer de una vez porque Sooyeon no deja de molestar... por favor vamos a comer, tiene hambre — dijo Jungkook renegando mientras venía con una niña en brazos
— Esa niña siempre queriendo comer — dijo Jin riéndose de manera escándalosa — se parece a mí —
— Te ves pálido — dijo Jungkook riéndose al verme
— ¿To-todos me quieren matar? — pregunté con miedo, temía salir ahora
— No todos... — dijo con una mueca — vamos a comer — dijo para irse y yo siguiéndolo
Estábamos en una mesa enorme, habían varios niños que no dejaban de hacer ruido, algunos reían y otros lloraban, eran todos conejos, era gracioso verlos.
— Como podrás ver Taehyung, tenemos muchos niños — dijo Jin sonriendo
— Sí, son muchos... demasiados — dije haciéndole caras raras al bebé que estaba cerca mío
— ¿Te gustan los niños? — me preguntó Jungkook
— Son lindos y lucen más lindos con orejas de conejos, no me puedo resistir — dije queriendo apapachar a uno
— Tenemos muchos porque con cada camada nacen cuatro — dijo el amigo de Jungkook, Namjoon
— ¿Entonces tú tienes hermanos? — le pregunté a Jungkook
— Los tengo — dijo Jungkook — de hecho viste a uno hoy —
— ¿Así? — pregunté pensando en quien sería
— Bueno no lo viste, pero él si te vio — dijo riéndose — pero era mi hermano menor, mi madre en cada camada tuvo a dos bebés y solo tuvo dos camadas alrededor de su vida —
— Yo tengo doce hijos — dijo Jin — con cada camada tuve cuatro y hasta ahora he tenido tres camadas, nada más —
— Y la última porque sabes que no está permitido tener más de quince cachorros — dijo Jungkook comiendo
— Tal vez tú tengas más Jungkook, Yerim siempre dice que su sueño es tener quince hijos, exactos — dijo Jin haciendo que Jungkook lo mire mal
— Yo solo quiero uno, tener muchos hijos es un problema — dijo a la vez que uno de los conejitos le jalaba una oreja, Jungkook se veía molesto por eso
— Eso dices ahora — dijo Namjoon riéndose — luego querrás más y más —
— Papi, Sana no deja de peñiscarme — se quejó un niño
— Sana, deja tranquilo a Woombin — dijo Jin regañándola
— Sí, seguro — dijo Jungkook arrugando la nariz
— Taehyung, ¿Tú tienes algún omega esperándote allá en tu casa? — me preguntó Jin, haciendo que todos se quedaran en silencio
— Bu-bueno... — dije poniéndome rojo al ver que todos me miraban, incluso los niños — yo-o no tengo a nadie — dije bajando la mirada
— Humm — dijo Jin — yo conozco a una omega que tal vez quiera salir contigo, claro que el problema es que tú eres un humano — dijo con una mueca
— Él no necesita pareja, él pronto se irá de aquí y tal vez nunca más lo volvamos a ver — dijo Jungkook viéndome fijamente, de manera penetrante — se irá junto a su gente, con los humanos, es donde pertenece —
— Tienes razón Jungkook, los humanos no pueden quedarse aquí — dijo Namjoon — los humanos envejecen un poco más rápido que nosotros y también son diferentes, ellos son más libres... —
— ¿Libr-bres? — pregunté sin entender
— Nosotros lo híbridos debemos cazarnos en nuestra etapa más reproductiva, a los veinticinco máximo ya debemos de estar casados, en cambio ustedes hasta puede que ni siquiera se casen —
— Además ustedes tienen muchos lugares que visitar, nosotros estamos encerrados en éste bosque — dijo Jin con una mueca — claro que hace mucho no era así, pero ahora casi todo el mundo está habitado por ustedes —
— Eso es cierto — dije mordiéndome el labio
— Me gustaría ir alguna vez a la playa — dijo Jin suspirando — escuché que ahí comían algo llamado helado —
— Es rico, pero si lo comes rápido da dolor de cabeza — dije haciendo una mueca a una de las bebés
— ¿Quieres cargarla? — me preguntó Jin
— ¿Puedo? — pregunté emocionado
— Claro, no pareces una amenaza en lo absoluto, si te hubiera visto a lo lejos hubiera pensado que eras un omega — dijo riéndose — bueno, aunque tu altura y tu masa corporal me afirma que eres un alfa —
— Bueno... en donde vivía me decían que parecía un beta — dije suspirando — tuve una novia hace mucho, pero solo duramos dos días porque yo no sabía que hacer — dije recibiendo al bebé — uy, pero que pequeño — dije agudizando la voz — pareces un peluchito hermoso y esponjoso — dije viendo al bebé sonreír
Estuvimos hablando un rato más hasta que ya en la tarde tuvimos que volver.
— El almuerzo fue bueno — dijo Jungkook mientras volvíamos — les caíste bien —
— ¿En-en serio? —
— Claro, un padre no deja que cualquiera cargue a su hijo, y ellos dejaron que cargaras a todos — dijo viéndome fijamente
— Oh... a mí también me cayeron bien — dije sonriendo
— Hoy iré con mi padre, en la noche — dijo viendo al frente — te lo digo para que no salgas, no somos los únicos habitantes por la zona y también porque parece que hoy lloverá —
— Lo entiendo — dije viendo su espalda
— Si mi padre habla contigo no le cuentes lo que pasó —
— ¿Hum? — pregunté frunciendo el ceño al no entender a qué se refería
— Del beso, de que casi... tú ya sabes que pasó, ¿No? — preguntó volteando a verme, fue ahí que pude notar sus mejillas rojas, como las de un tomate
Él es más alto que yo, tiene más músculo y es un alfa mucho más intimidante y varonil que yo, pero no pude evitar pensar lo lindo que se veía de esa manera.
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