—Te digo que se piró re mal, siete años de novios y dos de casados y nunca jamás la vi así. Estaba ciega, furiosa, tenía los ojos inyectados en sangre, y eso fue solo al principio, cuando me tiró el teléfono por la cabeza. Después fue peor, se cambió de ropa y la mirada se le transformó en algo más turbio todavía, bien psicópata, te juro que me dio miedo. Si no supiera que Ale es la mujer más tierna del planeta hubiera salido corriendo cuando la vi con el hacha en la mano. ¡Un hacha! ¿Entendés la locura que carga esta mujer? Yo ahora no sé si llamar a la policía o qué

—¿Y qué le vas a decir a la policía? ¿Que tu esposa vio un chat tuyo con una ex, se vistió con el traje de Caperucita sexy que usó para la despedida de soltera y salió corriendo de la casa con un hacha? ¿Quién te va a creer, amigo? Pensalo dos segundos.

—Pará, pará, que me está mandando un mensaje.

—¿Y? ¿Qué dice?

—Que trae la cena. Estoy preocupado, muy preocupado.