En un rincón olvidado del bosque, donde los árboles susurraban y el musgo cubría sus troncos, Rosa, con su curiosidad infantil, encontró a  un hada que brillaba con la luz de las estrellas capturadas en su mirada. El hada, con una sonrisa que escondía más de lo que revelaba, prometió a Rosa aventuras y secretos jamás contados. La niña, deslumbrada, siguió al hada más y más profundo en el bosque, hacia un lugar donde la luz del sol no se atrevía a penetrar.

El hada le mostraba maravillas: flores que cantaban al amanecer, piedras que cambiaban de color con el humor de quien las tocaba y ríos que fluían con aguas de puro cristal. Pero a medida que avanzaban, Rosa comenzó a notar un cambio en su amiga. La sonrisa del hada se tornó menos frecuente, sus juegos más crueles, y sus historias, una vez llenas de magia y esperanza, ahora hablaban de venganza y oscuridad.Una tarde, cuando el cielo pintaba tonos de cobre y la sombra de la noche empezaba a envolver el mundo, el hada condujo a Rosa a un claro del bosque donde no crecía la hierba y los árboles formaban un círculo perfecto. "Este es el lugar más mágico de todos", susurró el hada, su voz ya no era dulce, sino helada como el viento antes de la tormenta.Rosa, con el corazón latiendo de miedo y fascinación, vio cómo el hada comenzaba a transformarse. Sus alas se oscurecieron, su sonrisa se torció y sus ojos perdieron toda luz. La niña quiso correr, pero sus pies se hundieron en la tierra como si esta la reclamara. El hada, revelando su verdadera naturaleza, susurró con voz que parecía venir de las profundidades de la tierra, "No todo lo que brilla en este bosque es bueno, y no todas las historias tienen un final feliz."Rosa intentó gritar, pero el bosque absorbió su voz, y el hada, ahora un ser de sombras y desesperanza, cumplió su promesa de revelar un último secreto, uno que la niña nunca podría contar. La oscuridad se cernió sobre el claro, y cuando se disipó, de Rosa no quedaba más que un eco, una advertencia susurrada entre los árboles para aquellos tentados por la promesa de magia en los rincones más oscuros del bosque.Y así, el bosque guardó un misterio más, de una niña llamada Rosa y un hada que no era lo que parecía, un recordatorio eterno de que no todas las luces guían a lugares seguros, y no todos los que ofrecen maravillas desean el bien.