Capítulo 47 "Lucha"
Benicio está manejando cuando su celular empieza a sonar y le pide a Emilia que vea quien es. Ella le hace caso y mira a su pareja.
-Es el abogado de Facundo. -Seria.
El abogado miro por un segundo a la rubia y no piensa dos veces, se hace a un lado y estaciona el coche. Agarra el celular y atiende la llamada, pone la llamada en altavoz para que ambos escuchen.
-Buenos días.
-Buenos días Ben, te llame para informarte que Facundo firmo la solicitud de divorcio pero sigue insistiendo con que quiere ver a Emilia.
Se miran en silencio y la mujer se queda pensativa mientras Benicio se niega. Está feliz con la noticia de saber que al fin ese desgraciado dejo en libertad a Emilia pero no va a dejar que este lo vea, menos que ahora se ve el embarazo.
No quiere ni imaginar lo que es capaz de hacer ese loco cuando se entere de la verdad.
-De ninguna manera, ella no lo va a ver.
-No le hará nada si es eso lo que te preocupa, solo pide verla y te doy mi palabra que no va a insistir más.
La mujer traga saliva y empieza a hablar, lo que sorprende a Ben.
-Está bien, mañana iré a verlo. -Suspira.
-El horario de visita empieza a las 10 de la mañana, ¿te parece ir a esa hora?
Ella se atreve a mirar a su novio, quien la mira con temor y se muerde los labios.
-No tengo problema, adiós.
Corta la llamada y él toma sus manos, tratando de hacerla entrar en razón.
-No quiero que vayas a verlo, mi amor. -Asustado. -Es peligroso.
- ¿Qué puede hacer? Ya está en la cárcel. -Apoya las manos en las mejillas del hombre. -Por favor amor, no me va a hacer nada. -Tranquila. -Lo importante es que ya me firmo el divorcio y que no tiene escapatoria.
No dice nada, es consciente de todo lo que dice su amada pero tiene un extraño presentimiento y no le gusta nada que se exponga.
-No quiero que te vea embarazada.
-Si quieres podemos ver como cubro el embarazo. -Besa sus labios para tranquilizarlo y lo escucha jadear. -Soy una mujer divorciada, mi amor. ¿No es lo que queríamos?
Lo mira desde cerca y observa su sonrisa contagiosa, ella le sonríe en respuesta y juntan sus frentes.
-Gracias a Dios ese desgraciado te dio el divorcio. Qué gran día, ¿no? -Mirandola con amor. -Dos niñas y estoy frente a una mujer divorciada.
Se ríen a carcajadas y permanecen abrazados.
Desde su dulce hogar, Victoria está revisando su email y suspira con tristeza al ver que todavía no hay respuesta sobre la solicitud de adopción. Traga saliva al sentir un nudo en el pecho y apaga la computadora enseguida. Apoya los codos sobre la mesa y cubre el rostro con sus manos.
Sabe muy bien que el camino hacia la adopción es muy lento pero le rompe el corazón no tener respuesta.
Se pone de pie y mira la hora que es, es la primera mañana en la que Adrián no está en la casa por el trabajo y no tiene idea de cuanto la morena lo necesita.
De pronto, el timbre empezó a sonar y camina lentamente hasta la puerta, la abre y se encuentra con sus amigos. Su expresión cambia y recibe un reconfortante abrazo de ellos.
- ¿Cómo les fue? ¿Saben el sexo? -Ansiosa.
La pareja cruza miradas entre si y luego miran a Vicky.
-Vas a ser tía de dos niñas.
Victoria escucha a su amiga y se queda con la boca abierta, empieza a saltar y los abraza.
-Ay dios mío. -Contenta. -Que felicidad chicos, ¿está todo bien con tu salud, Emi?
-Por suerte sí. -Dice Ben y mira con una sonrisa a su mujer. -Y hay otra cosa.
- ¿Cuál?
-Facundo le dio el divorcio, estamos muy contentos con la noticia pero el tipo sigue insistiendo con que quiere verla.
-Es una broma.
-No. -Contesta Emilia. -Pero se que no hará nada, igualmente voy a tomar mis precauciones.
-Emi... no tienes porque hacerlo.
-Ya se Vicky pero ya quiero terminar con todo esto. El ya no va a salir, se va a pudrir en la cárcel por muchos años y ya no me puede hacer daño.
-Pero cuídate, ¿sí?
Emi asiente enseguida y Victoria los acompaña hasta la sala.
Toman asiento y la pareja le pregunta a la abogada si sabe algo de la adopción.
-Nada. -Cabizbaja. -Todavía no hay respuesta.
-El sistema de adopción de este país es lamentable. -Suspira Ben. -Pero se que lo lograran.
-Eso espero.
Emilia traga saliva y se sienta al lado de su amiga para abrazarla.
-Ben tiene razón, estamos seguros que esa gran bendición va a llegar a sus vidas.
Victoria observa a sus amigos con los ojos llenos de lagrimas y asiente lentamente.
Más tarde, Adrián regresa a la casa y su novia lo está esperando con la merienda lista. Se saludan con un gran beso y el guardaespaldas la extrañaba tanto que no quiere soltarla.
- ¿Cómo estás, mi vida?
-Más o menos. -Se queja. -No hay respuesta con la solicitud de adopción y te extrañe tanto.
-Yo también te extrañe. -La besa de nuevo. -Y sabes que hay una enorme lista para adoptar, hay que tener paciencia mi amor.
La abraza con fuerza y la morena se calma al sentir su calidez.
-Hay que tener fe, mi amor.
-Es que todavía tengo tanta rabia... -Llorando. -Como odio a Laura por todo lo que ha hecho.
-Lo se mi vida pero no sirve de nada... -Suspira. -Te hace muy mal seguir sintiendo odio. -Acaricia su cabello largo. -Míranos, somos felices gracias al amor que nos tenemos y Laura no pudo hacer nada para terminar con este gran amor...
Victoria asiente y apoya la cabeza en su hombro, cierra los ojos y trata de respirar hondo.
-Se que vamos a ser recompensados si tenemos paciencia y fe, te lo prometo. -Susurra en su oído.
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