Capítulo 27 "Panico"
-No puede estar acá. -Intercede Benicio. -Lárguese.
-No hasta que hable con la señorita.
- ¿Qué quieres? -Seria.
-Vengo en son de paz, solo a pedirte que tu cliente anule la denuncia a mi hijo.
-Sabes que eso es imposible, ¿no? Ya nos van a dar la fecha del juicio y eres consciente que ese violador ira a la cárcel.
-No te creas Victoria, corres un grave peligro si sigues encaprichada en vengarte de mi te va a ir muy mal.
Ella se queda con la boca abierta y larga una carcajada.
- ¿Piensas que me estoy vengando de vos? AY por favor Federico. -Molesta. -Solo estoy defendiendo a esa pobre chica porque tu hijito la violo, merece estar preso. -Firme.
-Es una lastima porque mi hijo no va a ir preso porque no vas a llegar al juicio.
Escuchar eso hizo reaccionar a Adrián y este lo toma del cuello de la camisa.
-No se lo voy a permitir. -Furioso.
- ¿Se atreve a amenazarla frente a dos testigos? -Pregunta el abogado.
-No me importa. -Tranquilo. - ¿Cómo va la causa de tu intento de asesinato? ¿Agarraron a alguien? -Se burla.
-Pero acá me ves, viva y deseosa de ver a tu hijo tras las rejas por lo que hizo. Y te lo advierto, voy a demostrar que mandaste a alguien para matarme y vos también te vas a pudrir en la cárcel.
-Eso va a ser cuando estés tres metros bajo tierra. -Furioso.
-Ya me canse, te vas de aquí.
Adrián lo lleva a la rastra a la calle y lo tira en la vereda. Cierra la puerta con fuerza y su respiración es profunda.
-Es un hijo de puta. -Furioso.
-Se habrá enterado que van a poner una fecha al juicio. -Dice el abogado.
-Es lo que suponía. -Ella se tranquiliza. -Por eso vino, está asustado por su hijito pero está loco si piensa que sus amenazas me asustan.
-Hay que tener cuidado Victoria. -Dice su novio y se lo nota asustado. -Estás corriendo peligro.
-Me preocupa la chica... tengo miedo que esto le haga daño. -Asustada. -Voy a hablar con ella. Nos vemos mañana Ben.
El abogado asiente y se despide de la pareja. Ambos salen del lugar y Adrián la acompaña hasta el auto. Solo desea que este tormento termine porque no quiere que su mujer corra peligro.
Mira por ambos lados y le abre la puerta a su novia, la cierra cuando esta se sienta y va al asiento del conductor. Enciende el motor y acelera en dirección a la casa.
Benicio agarra su celular y le manda un mensaje a Emilia para saber si sigue en su lugar de trabajo.
"Ya estoy por salir".
El abogado sonríe feliz al leer el mensaje y agarra sus cosas antes de contestarle.
"Esperame en Santa fe y Parana".
Guarda el celular y se apura para cerrar el estudio.
Después de unos minutos, la encuentra en donde dijo y estaciona el auto. Ella se sube enseguida y la recibe con un beso. Ambos disfrutan de sus labios y este muerde ligeramente su labio.
-Te extrañe, mi amor. -Embobado.
Emilia lo mira con los ojos iluminados y se dan otro beso antes de emprender el viaje.
Tardaron un rato en llegar al Tigre y caminan por el Puerto de frutos, se sientan a comer en el puerto y al leer la carta para pedir lo que quieren a la mujer se le revuelve el estomago y arruga el rostro al sentir asco.
- ¿Estás bien, mi amor? -Preocupado.
-Si. -Se hidrata con agua. -Solo que no tengo mucho de apetito para comer pescado.
-Es que se te ve más blanca. -Acaricia su cabello. - ¿En serio estás bien?
-Si... no te preocupes tanto, mi vida. -Sonríe. -Creo que pediré algo de carne.
Ben asiente pero la mira con atención, sospechando de su malestar.
Más tarde, caminan con las manos entrelazadas y disfrutan del paseo. El abogado está tan feliz de poder compartir este día hermoso con la mujer que ama y se compran un helado. Se sientan en un banquito y el hombre no puede dejar de admirarla en silencio.
-Estás más hermosa.
Besa sus labios y ella se derrite al sentir la lengua dentro de su boca. Emilia deja de besarlo y se apoya en el antes de comer el helado.
-No sabes lo que paso. -Dice Ben. -Federico se atrevió a entrar al estudio y la amenazo en nuestra presencia, Adrián casi lo asesina.
-Ese tipo no tiene cara. -Molesta. - ¿Y cómo está?
-Estaba asustada, quiere mostrarse fuerte para no preocupar a nadie pero la conozco y se que lo está.
-Lo sé. -Suspira. -Mañana iré a visitarla.
-Le hará bien. -Juega con sus bucles. -Y a mi también me hará bien que estés en mi casa.
-Eres insaciable. -Rie.
-Es que con vos nunca me canso. -Susurra en su oreja. -Y tengo nuevas ideas para que la pongamos en práctica.
Ella se ruboriza y lo mira con una mirada encendida, las palabras de su amante provocan que se mojara y respira hondo para tranquilizarse.
Se les está haciendo tarde y caminan hasta el estacionamiento del predio, el celular del abogado empieza a sonar y atiende enseguida.
- ¿Hola?
- ¿Usted es Benicio? -Escucha la voz de un hombre.
-Si... soy yo, ¿necesita algo?
-Va a tener que cuidar a la mujerzuela de su amante si no quiere que le pase nada como a su amiga.
El hombre se paraliza al escuchar eso y mira a Emilia, la preocupación es latente en su cuerpo y se apura en abrirle la puerta para que entre.
- ¿Qué pasa? -Preocupada.
-Entra. -Le ruega.
Ella le hace caso y Ben sigue al teléfono.
-Mira nada más, saliendo con una mujer casada.
El abogado mira para todos lados para ver si alguien los está observando y no encuentra a nadie.
-Le tocas un pelo y va a ser lo ultimo que hagas. -Furioso. - ¿Me escuchaste?
-Eso queda en tus manos, si sigues defendiendo a esa chica tu perra va a pagar las consecuencias.
La llamada se corta y deja al hombre peor de lo que estaba. Se sube al auto enseguida y la rubia lo mira con miedo.
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