Lisa se encontraba nerviosa mientras caminaba de un lado a otro, ¿En serio lo había hecho? ¿Y si se burlaba de ella? ¿Y si la publicaba y hasta su abuela que no usa redes sociales lo veía?

—Aun puedo sacarla de su casillero, ¿No?

—Lili, ya por fin te decidiste hacerlo deberías de dejar que pasen las cosas—dijo Sorn cansada de ver como daba mil vueltas. — ¿Podrías clamarte?

—No puedo, ¡Estoy a poco de ser el hazmerreír de toda la escuela! ¿Por qué me dejaste hacer esto?

—Si te vas a estar quejando por eso mejor vamos, saquemos la carta esa y sigue sufriendo en silencio—Lisa hizo un puchereo, pero no se quejó, prefería estar muriendo por dentro por el amor que sentia por su crush que pasar más vergüenza.

—Apúrate, se va a acabar el receso—dijo Lisa caminando más rápido y respiro hondo cuando estuvo en frente del casillero de su crush, Ryujin. Esa hermosa chica de pelo corto que se paseaba elegantemente por el pasillo haciendo que todas suspiraran por ella.

Se había flechado de ella luego de las vacaciones de segundo año, cuando ella le había elogiado por un collar que llevaba que las hizo hablar por unos minutos, la pudo ver de cerca, oler su dulce perfume, ver desde cerca su sonrisa y cayo redondita como la colegiala que era.

Luego de un año de suspiros desde lejos tuvo un arranque de valentía, escribió una carta sin poner el nombre de ella ni el suyo, solo sus sentimientos en un papel y le pidió a Sorn, su mejor amiga, que lo pusiera en su casillero.

—Aqui es—dijo Lisa y agradecido que no tenía candado, así que lo abrió, pero sin encontrar nada. —No esta... ¡No esta! ¿Qué voy a hacer ahora?

Por su lado Sorn estaba sudando frio, Lisa iba a matarla.

— ¿No viste a nadie detras de ti o cerca que pudiera tomar la carta?

—Yo... ¡Lo siento, Lili! —Lisa vio como Sorn se arrodillaba en frente suyo y frunció el ceño, ¿Su amiga se había vuelto loca? —Me equivoque de casillero

— ¿¡Que tú que?!

—Es que me distraje—puchereo, la historia que estaba leyendo fue más interesante que preocuparse por dejar la carta en el lugar correcto.

— ¿Dónde la dejaste?

—No recuerdo

— ¡¿Ahora tenemos que adivinar?! ¡Párate y ayúdame a encontrarla!

Sorn se levantó deprisa rogando por encontrar la carta, pero muchas tenían candado y las que podían abrir no la tenían.

—Estoy jodida, estoy completamente jodida—susurro derrotada y Sorn negó.

—Tengo una idea, en la carta escribiste que se reunieran detras de la escuela, ve allí y le dices que era una broma, por suerte no escribiste el nombre de Ryujin

— ¿Y si no me cree?

—Haz parecer que en verdad lo es y que no te importa que lo publique, ahí entenderá que lo fue

— ¿Segura?

—Segurísima, ahora volvamos que falta mucho para que se acaben las clases

Lisa estaba dudosa de que funcionara y Sorn le tenía mucha fe porque lo había leído en una de sus historietas y había funcionado, nada podría salir mal.

Luego de las clases Lisa se olvidó de su crush que incluso la había saludado y corrió hacia el punto de encuentro con la persona que tenía su carta, ¿Realmente le creería si le decía que era una broma? ¿Quién tenía su carta? ¿Y si era Yura? Era la más cercana a Ryujin.

Ultima vez que se dejaba guiar por un arranque de valentía.

Se detuvo justo cuando vio a alguien de espalda, mantenía la carta en sus manos que estaban también detras de su espalda baja, se balanceaba lentamente y miraba a los lados tratando de buscar la persona de la carta.

Trago sus nervios y termino de caminar para poder tocar el hombro de aquella chica, se quedó estática cuando se volteo y le dio una sonrisa. Su cabello era castaño, piel pálida, cara redonda, pero la hacía ver tierna, mejillas rellenas y sonrojadas, juagaba con la carta entre sus manos y de vez en cuando echaba su cabello largo hacia atrás.

— ¿Es tuyo?

Hasta su voz era armoniosa.

Lisa apenas pudo asentir.

—Te la devuelvo, se ve que es personal y sé que nadie me escribiría una carta como esa—le extendió la cara y Lisa lo tomo devuelta. —Lo siento por leerla

—No importa—dijo doblando la carta. —Y dudo que nadie haya escrito una carta para ti, tal vez no tienen la valentía para dártela, pero sé que te mereces lo que dice la carta y mas

Las mejillas de la castaña se encendieron más y no pudo evitar dedicarle una gran sonrisa, que una chica tan linda como Lisa le dijera eso le hacía feliz.

—Soy Rosé

—Soy Lisa, es un gusto conocerte, aunque no esperaba que fuera así

—El destino es extraño, pero nunca se equivoca 

Yoongi apenas podía respirar como una persona normal, eso de tener sexo con una bebé en la otra habitación era algo en el que tanto Seokjin como Yoongi se habían tenido que acostumbrar. Antes tenían la libertad de hacerlo hasta en el patio, pero no querían traumas para su pequeña hija así que si ella estaba allí al pálido le tocaba morder una almohada y si no estaba, eran libres de hacer escándalos.

La vida de padres no era fácil. Su pequeña hija era un poco berrinchuda, a veces era de sueño ligero y las otras veces era de sueño pesado, no le gustaba comer ciertas cosas y le encantaba quitarse las vendas de la cabeza al igual que sus pequeños moñitos que Yoongi se dedicaba en hacerle. La única forma de que era tranquila era en la hora del baño, pero el sacarla de allí era una tortura.

Era difícil, pero amaban vivir cada experiencia con su hija.

— ¿Que estás haciendo? —susurro Yoongi al escuchar el típico sonido de la envoltura de un condón.

— ¿Acaso dije que sería una vez?

—Seokjin, tengo que trabajar mañana no estoy bromeando—gruño, apenas podía verlo de reojo ya que ni tenía fuerzas para moverse de su posición, estaba boca abajo con una almohada debajo para poder mantener su trasero alzado ya que luego del primer asalto su cuerpo quedo tembloroso. — ¿Estoy hablando solo?

—Te estoy escuchando, gatito, pero creo que no me estas escuchando a mi—dijo divertido pasando sus manos por sus hombros dándole un pequeño masaje y bajando lentamente sus manos por su espalda hasta llegar a su trasero donde amaso con cuidado. —Tengo un mes sin tocarte, he aguantado demasiado viéndote por ahí con pantalones cortos o cuando usas mi ropa, no me pidas que me detenga

—Pero... —susurro, aunque sabía muy bien de que hablaba, lo había provocado todo ese tiempo ya que también le hacía falta, pero al no ver respuesta de su parte se resignó. —No tengo la misma resistencia de antes

—Siempre y cuando pueda escucharte lo otro no me importa así que no me digas que me pare, te hare mío toda la noche

Yoongi trago duro, eso significaba que le iba a doler el trasero horrores mañana, pero, ¿A quién le importaba eso teniendo un esposo que le hablaba al oído mientras arremetía en su interior sin piedad? Aunque le doliera iba a disfrutar toda la noche.

—Quiero que me montes—Yoongi estaba en otro maldito mundo tratando de no atragantarse con su saliva y sus jadeos incontrolables cuando escucho lo que dijo. Apenas pudo reaccionar cuando Seokjin lo ayudaba a cambiar de posición como si fuese un pequeño muñeco de trapo, ¿Y cómo no? Su esposo no solo lo jodia hasta quedar saciado si no que jodia su cerebro. —Eres tan hermoso, gatito

El pálido sonrió embobado y con la poca fuerza que le quedaba beso sus labios siendo arrasado por los gruesos contrarios quienes le recordaron el por qué había decidido compartir su vida con aquel hombre.

Empezaron de forma extraña, peleaban, aprendieron a amarse, tenían sexo y peleaban cada que podían. Aun con todo lo malo que podía enumerar allí estaban, entregándose mutuamente, amándose cada día y dedicados a criar a su hija.

No querían nada más. 

Cuanto tiempo, yo no se para que me pongo adecir que voy hacer extras si luego me cuesta hacerlos.

Espero que no se hayan olvidado de esta historia, estaba planeando escribirlo pero ya ven que me tardo asi que elegi DM y un poco de narrado. Faltan dos mas, lo har elo mas rapido que pueda.

Mi intento de lemon con el Jinsu da pena, pero disfruten.

Kim se despide, por ahora. Gracias por el apoyo, los amo.

—Kim ♪