} C i e n { [Narrado]
Chae Young se encontraba sentada en la cama de Mina mientras devoraba con sus palillos la exquisita comida china. A esta le encantaba este tipo de alimentos. — ¿No pruebas este trozo?, ¡Es riquísimo! — Le decía.
Mina echó una pispeada rápida al rostro de la contraria y negó. — Lo siento cariño, no tengo hambre.
La otra solo soltó un bufido; estaba cansada de la actitud de esta. Y si tenía que confrontarla para averiguar que era lo que estaba pasando realmente, lo haría en ese instante. — Es porque no te he tocado la otra vez, ¿verdad? Por eso has perdido interés en mí y estas más fría conmigo. — Agarró un poco de la comida asiática con los palillos y se lo mandó a la boca para tragarlo directamente, sin darle alguna masticada.
— N-no. — La joven dio un suspiro y miró fijamente a los ojos de su amada. — Es por mi salud.
— ¿Qu-qué tiene tu salud? — Chae Young empezaba a ponerse nerviosa. Soltó una mueca de disgusto y, aunque estaba amenazada de que si contaba algo le rompían la espalda, no dudo dos veces en decirle lo que sabía a Mina. — Me dijeron que no estas tomando los medicamentos, ¿eso esta afectando a tu salud?
La más alta esta vez dirigió su mirada al techo. Sus ojos empezaban a cristalizarse, haciendo preocupar más a su chica. — Mamá esta organizando mi viaje a Japón. Dice que este país me esta agotando mucho. — Dijo con una sonrisa falsa. — Me iré en dos días.
Chaeng sintió como algo por dentro se rompía; como si fuera su pequeño y blando corazón. Negó con su cabeza mientras trataba de analizar bien las palabras que había entrado por sus oídos. — Pe-pero...
— Lo siento, Son.— Murmuró con un nudo en su garganta. — Tenía ganas de preguntarte si querías ser mi novia, de que si querías ser mi cura en este mal momento... Pero todo se ha acabado aquí. No soporto las relaciones a larga distancia.
— ¡No te dejaré ir! — Elevó la voz, haciendo un eco en todo la habitación. — Y menos que menos con tu condición, ¡diablos Mina!
— Chaeng, por favor...
— ¡¿Acaso tu madre no se da cuenta que estas así por no tomar los medicamentos?!, ¡El país no tiene nada que ver!
— No hagas esto más difícil. — Habló seriamente. La menor al escuchar eso último tiró los palillos al suelo y apoyo su rostro contra sus manos para llorar desconsoladamente. Ese acto hizo ver a la pequeña Chae Young un poco más débil, haciendo que Mina la mirase con los ojos cristalizados y le dieran ganas de darle un fuerte abrazo. Pero no lo hizo. Si lo hiciera, no se podría despegar de ella nunca más. Así que solo se quedo viéndola en silencio y con pena. — Lo sie-siento...
Sin dudas, sería una larga noche para ambas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro