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@rhearipley_wwe 💙🩵 YEET!

♥️ 9371, 738 💬 900 comentarios  ↗️

@uceyjucey Te amo 💙
🔁 @rhearipley_wwe 🥹💙

@archerofinfamy Esperen queeee?

@biancabelair Contexto Plis 🥹

@americannightmarecody Necesito contexto de esto o no dormiré 😭

@yaonlylivvonce 🙄🙄🙄🙄

@trinity_fatu te amo? 😳

@jonathanfatu Esoooo vv 😭
Se lo dijo, se lo dijo 😭💙

@snm_buddy le ha gustado tu publicación ♥️

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POV JEY USO

Jey se dirigía hacia el apartamento de Rhea. Después de haberle enviado ese mensaje, las cosas entre ellos se habían suavizado, pero sabía que el mensaje no era suficiente. Necesitaba decírselo de frente. Ese "te amo" no podía quedarse atrapado en una pantalla.

El viento fresco de la noche le azotaba el rostro mientras caminaba por la calle, el sonido de sus pasos marcaba un ritmo constante, casi como los latidos de su corazón, que se aceleraban con cada paso que lo acercaba a ella. A pesar de que Rhea había respondido al mensaje de la mejor manera posible, la conversación en persona aún le daba nervios. ¿Y si la discusión aún estaba presente? ¿Y si no encontraba las palabras correctas?

Al llegar a la puerta de su apartamento, respiró hondo, sacudió los hombros como si estuviera a punto de subirse a un ring, y tocó el timbre.

Rhea abrió la puerta con una pequeña sonrisa, que él interpretó como una señal de que, tal vez, las cosas no estaban tan mal como pensaba. Ella lo dejó entrar sin decir mucho, ambos un poco tensos, sabiendo que había cosas pendientes por hablar.

Se sentaron en el sofá, el silencio entre ellos no era incómodo, pero sí lleno de significado. Jey sentía el peso de lo que estaba por decir. Su corazón latía con fuerza, como si cada latido lo empujara a hablar.

Finalmente, Jey rompió el silencio. "
— Rhea... lo que te dije por mensaje... No fue solo por lo que pasó. Lo he estado sintiendo desde hace mucho tiempo". — La miró a los ojos, esta vez decidido a no huir de lo que sentía.
— Te amo. Y no quería esperar más para decírtelo en persona —

Rhea lo observó, sus ojos brillando con sorpresa y algo de emoción. No esperaba que él fuera a decirlo tan pronto después de la pelea. Hubo un breve instante en que el tiempo pareció detenerse. Jey podía sentir su respiración agitada, como si acabara de terminar una pelea.

Ella se inclinó hacia él, poniendo su mano sobre la de él.
— Yo también te amo, Uso — dijo suavemente, pero con una firmeza que le dio a él la certeza que necesitaba.

Jey sintió que una enorme carga se había liberado de su pecho. Se inclinó hacia ella, sus frentes se tocaron, y en ese instante no existía nada más que ellos dos. Habían tenido una discusión, sí, pero en ese momento, todo quedaba atrás. Lo único que importaba era el hecho de que ambos estaban dispuestos a luchar por lo que sentían.

Sin pensarlo dos veces, como si el impulso hubiera nacido de lo más profundo de su corazón, Jey se inclinó hacia adelante. Sus labios encontraron los de Rhea en un beso suave al principio, pero lleno de una emoción contenida que finalmente había encontrado su salida.

El beso fue su forma de decir todo lo que aún no había podido expresar con palabras. Todo el miedo, el arrepentimiento por la pelea, pero también el amor profundo que sentía por ella. Rhea respondió al beso, apretando ligeramente su mano, y Jey la abrazó con más fuerza, sintiendo que ese simple gesto sellaba algo entre ellos.
El beso entre Rhea y Jey comenzó a intensificarse. Lo que había empezada como un gesto suave y lleno de ternura ahora crecía con la pasión contenida de días, que no habían expresado.
Jey la abrazó con más fuerza, y ella le devolvió el abrazo inclinándose hacia el, mientras el mundo a su alrededor comenzaba a desvanecerse.
Sus labios se movían con urgencia, como si el calor entre ellos no pudiera esperar más. Cada beso era más profundo que el anterior, y la energía que se encendía entre ellos iba en aumento. Jey pasó una mano por la cintura de Rhea, acercándola aún más, mientras sentía cómo el corazón le latía con fuerza, esta vez no por nervios, sino por el deseo que surgía con cada momento que compartían. Rhea respondió de la misma manera, sus manos deslizándose por el cuello de Jey, como si quisiera que el espacio entre ellos desapareciera por completo.

Pero de repente, justo cuando el beso comenzaba a alcanzar un punto más intenso, el sonido agudo del celular de Rhea rompió el hechizo. El tono de llamada vibró por el apartamento, y ambos se detuvieron de golpe, sus respiraciones entrecortadas mientras el eco del sonido llenaba el silencio que había quedado entre ellos.

Rhea se separó un poco, todavía con las mejillas sonrojadas y el aliento agitado.

—Lo siento... — susurró, riendo nerviosa mientras buscaba el teléfono en el bolsillo de su pantalón. Su sonrisa temblorosa mostraba que la llamada los había sorprendido tanto como interrumpido.

Jey, aún con la adrenalina corriendo por su cuerpo, rió también, inclinándose hacia atrás en el sofá y pasándose una mano por el cabello para despejarse.
— No te preocupes — dijo, respirando hondo.
— Aunque el timming del celular es... impresionante —

Rhea lo miró con una sonrisa cómplice mientras veía quién llamaba.
— Es mi hermana... le dije que le llamaría más tarde, pero parece que se le olvidó. —

Jey se inclinó hacia ella y, con un tono juguetón, susurró:
— ¿Le vas a contestar o podemos seguir donde lo dejamos? —

Rhea soltó una carcajada, poniendo el dedo sobre los labios de Jey.
— Primero, la familia — dijo con una sonrisa mientras descolgaba la llamada.

Mientras Rhea hablaba por teléfono, Jey la observaba. La tensión entre ellos se había aliviado, pero el fuego de ese momento seguía latente, esperando. Él sabía que, aunque el momento había sido interrumpido, había algo mucho más profundo que los unía. Ambos lo sabían. Y cuando Rhea terminó de hablar, le lanzó una mirada que decía lo que las palabras no podían: aún no hemos terminado aquí.

Rhea terminó la llamada, soltando un suspiro largo mientras dejaba su teléfono a un lado.
Se quedó en silencio un momento, sintiendo el calor del momento anterior.

— ¿Todo bien con tu hermana? — pregunto el aún que en su tono había una implícita. Sabía que ambos estaban en la misma sintonía.

Rhea se giró hacia él con una sonrisa traviesa.
— Todo bien — respondió en un susurro acercándose lo suficiente rozando sus labios con los de el, como una invitación a continuar.
Sin perder más tiempo ella se inclinó a hacía el, retomando el beso Justo donde lo habían dejado.
Esta vez no había interrupciones, sus labios se encontraron con una urgencia renovada, el calor entre ellos encendiéndose rápidamente.
Jey la tomó de la cintura atrayéndola hacia su regazo mientras el beso se volvía más profundo.
Rhea se acomodó sobre el, sus piernas rodeándolo mientras sus manos recorrían su cuello y cabello. El ritmo de sus respiraciones se aceleraba al mismo tiempo que sus cuerpos se acercaban más y más. Jey respondió a cada movimiento de Rhea con la misma pasión, sus manos recorriendo su espalda y luego deslizándose hacia su cadera apretándola contra el.
Los susurros suaves y los pequeños gemidos de Rhea se mezclaban con el sonido de sus respiraciones agitadas.
Jey inclinó a Rhea hacia atrás, sus labios recorriendo su cuello, mientras sus manos exploraban cada parte de ella. Rhea arqueó su espalda, disfrutando de cada toque. Todo a su alrededor se desvanecía, lo único que importaba era el momento que estaban compartiendo.
Los movimientos de ambos se hicieron más fluidos, más naturales, mientras se dejaban llevar completamente por el deseo.
El sofá crujía bajo el peso de sus cuerpos entrelazados, pero ninguno de los parecía notarlo, estaban demasiado absortos el uno del otro. Los besos de Jey se volvieron más intensos, sus manos explorando cada rincón del cuerpo de Rhea, mientras ella se aferraba a él.

Finalmente después de lo que parecieron horas, ambos quedaron en el sofá recostados, jadeando, sus cuerpos aún entrelazados, las pieles brillando por el calor compartido.

Rhea aún recostada sobre el pecho de Jey acarició suavemente su rostro

— Esto era lo que necesitábamos — susurro con una sonrisa satisfecha
— Definitivamente — sonrió, dándole un beso en la frente

Rhea con los ojos cerrados y una sonrisa satisfecha, acariciaba el pecho de Jey, sobre todo por qué le encantaban sus tatuajes samoanos.

— Otra ronda? — pregunto Rhea con una sonrisa divertida, levantando la ceja.

Jey le devolvió la sonrisa con un brillo juguetón en sus ojos

— Contigo nunca es suficiente — susurro inclinándose hacia a ella para besarla nuevamente

— Tienes energía para más? — bromeó mientras sus manos comenzaban a explorar de nuevo su cuerpo.

Jey no respondió, en lugar de eso sus manos se deslizaron por su cintura, levantándola suavemente para cambiar de posición quedando el sobre ella, esta vez.
Rhea al principio había pensando en descansar , ahora se dejaba llevar por el deseo que seguía creciendo. Sentía el cuerpo de Jey sobre el suyo. Era como si la energía entre ellos no se agotara.
Las manos de Rhea recorrían la piel de Jey.

— No me aburriría de estar así siempre eh — le dijo ella, mientras sonreía
— A mi tampoco me molestaría — respondió el
Rhea sonrió dejo que Jey la llevara al límite, perdiéndose en el momento en la conexión profunda que compartían, cada momento, cada abrazo, cada beso, solo era una confirmación de lo que sentían.

Y mientras sus cuerpos se entrelazaban una vez más, ambos sabían que esa ronda sería tan intensa como la primera.

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Nota: Buddy apareció 👀
Y hubo algo de contenido entre Jey y Rhea 😏

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