Rosa que vio sus pétalos caer en un momento que jamás pensó que vendría. Quedó al descubierto, su tristeza hacia presencia mientras que sus lágrimas trataban de vestir su corazón que desnudo quedó, que desconocía la sensación tan extraña que lo oprimía y de repente se cuestionaba: ¿Porqué? sí tanto tiempo me dediqué a embellecer su jardín, a llenarlo de alegría y ahora lo que creía era a largo plazo se desvanece, desaparece y se evapora. Mi vida no tiene sentido, y en versos tristes creo escuchar sus latidos a ritmos inexplicables y es cuando me doy cuenta que también sufre la ausencia de la belleza de aquella rosa que en sus manos sus pétalos perdió.

Lloró, miro al cielo y en esos momentos deseó ver el tiempo retroceder para volverlo hacer bien, para que esa bella rosa que en sus cercanías contemplaba regresará y que sus pétalos recuperara, lo mejor de todo es que con sigo trajera esas emociones que en la inmensidad la hacía tan ella. Su rosa, Su estrella que hoy añoró más que todos los días, anhelando esos días que la tenía en las cercanías y que en alejanias la soledad tenía. Es el adiós, es un suspiro al viento cuando sentir que devengo el sentimiento más patético que por lo que sea ve será eterno.