Uno
Las luces del espejo solían incomodarle un poco, por eso prefería cerrar los ojos mientras aquellas maquillistas trabajaban en su rostro. Cuando su manager le dijo que tenía que presentarse en un programa de entrevistas no estaba muy seguro, sin embargo, lo convencieron y justo estaba preparándose para ese momento.
—Es hora, señor Oh —una de las asistentes se acercó hacia él y le mostró el micrófono tenía que usar.
—Disculpa… —La joven pudo ver la duda en la cara de Sehun.
—Ya está en el público como ordenó —confirmó sonriente.
—¿Firmaste la confidencialidad? —La chica asintió.
Cuando se trataba de guardar la privacidad de sus seres queridos no bromeaba, incluso sus empleados de limpieza, manager, editores, todos los cercanos a él en su ámbito laboral tenían que firmar esos papeles.
Lo dirigieron por el pasillo y vió por la cortina. Allí en el público como muy rara vez estaba el amor de vida, por eso, empezó a buscar con la mirada, pero no pudo encontrarlo.
—Bueno, sé que muchas de ustedes están emocionadas —empezó el presentador—. Este libro está siendo un éxito por ser demasiado hermoso y tocar un tema aún delicado para nuestra sociedad. La homosexualidad aun no es bien vista porque la gente es tonta —el público aplaudió—. Sin embargo, este libro "Mi primer amor" es el mejor vendido en lo que va del año. Además, cuando mujeres y, claro, hombres vieron el atractivo escritor detrás de aquellas hermosas palabras se vieron aún más interesados y hoy está con nosotros. Un fuerte aplauso para recibir a Oh Sehun.
Él chico entró y saludó a los que pudo, para después sentarse a lado del presentador.
—Bienvenido.
—Muchas gracias, es un honor estar aquí contigo.
—El mundo está enamorado de este libro y claro del autor. —Nuevamente todos aplaudieron.
—Gracias, pero tengo a alguien que puede ponerse un poco celosa por eso —contestó tímidamente.
—Sehun, por lo que sabemos eres casado, tu libro nos deja eso en claro.
—Sí, estoy felizmente casado.
—Entonces cuéntanos, Sehun ¿Tú pareja no se molestó al saber el origen del libro?
—Mi esposa es el amor de mi vida y lo sabe, no tiene por qué molestarse —sonrió al público.
—Me parece mágica su relación ¿Alguna vez la conoceremos?
—Me gusta mantener su privacidad intacta, como sabrás algunos medios no son agradables. Tú eres la excepción.
—Cuéntanos un poco de Han, el chico del libro.
—¿Me das permiso? — Nadie tenía mucha idea a quién se dirigía entre el público, sin embargo, cuando Sehun vió el asentimiento sonrió—. Han fue mi primer amor, la persona que más he amado en mi vida y mi inspiración. Lo conocí...
Tiempo atrás...
Acababa de cobrar su primer sueldo, la mecánica era algo que le gustaba y conseguir ese trabajo de medio tiempo lo hizo feliz como nunca. Cuando vió el dinero lo primero que se le ocurrió fue comprarle la cena a su madre, además de darle unas flores. Su madre lo crió sola y siempre juró trabajar y estudiar para darle un mejor futuro. Quien pensaría que entrar a esa florería cambiaría su vida.
Caminaba por la pequeña florería viendo cada uno de los arreglos, no se decidía por ninguno, todos eran hermosos.
—¿Buscas algo en especial?
—Sí, busco... —Cuando giró para ver al dueño de la voz nunca se sintió tan contrariado con las emociones que su mente y corazón estaban sintiendo.
Detrás del mostrador estaba un chico, podría jurar que era un adolescente porque su rostro era fino y joven, cabello rubio y ojos brillantes como si de dos luceros se tratara.
—¿Está bien?
—Bus...bus… —Sehun se obligó a sacudir su cabeza a ver si con eso se le quitaba el aturdimiento—. Busco un arreglo de flores para mi madre.
—Oh, ¿es su cumpleaños?
—Solo quiero sorprenderla.
—Le haré un ramo y apuesto que le gustara muchísimo.
Se acercó al mostrador para ver cerca a tan preciosa criatura y es que parecía tan irreal que muchas veces tuvo que apretar los puños para evitar intentar tocarlo. Su piel parecía porcelana y sus labios, podría jurar que estaban tapizados de terciopelo, todo en él se veía delicado y hermoso.
—¿Vives por aquí? —El chico ni siquiera volteaba a verlo, estaba concentrado en las flores que cortaba y acomodaba con suma delicadeza.
—No, pero trabajo cerca.
—Nunca te ví por acá ¿Te gusta cómo está quedando?
Ni siquiera estaba interesado en ver las flores porque su mirada solamente estaba dirigida a aquel hermoso chico que en su mente parecía un ciervo. El chico lo miró nuevamente y esta vez le sonrió, Sehun no sabía cómo lucía el cielo, pero estaba seguro que ni siquiera el cielo era tan hermoso como la imagen que su mente acababa de guardar.
—Ten —dijo entregando el ramo—. Son 16 000 mil wons.
—¿Podrías darme una rosa aparte?
—Claro —el chico inmediatamente se giró y sacó una rosa de aquel florero, para después envolverla— ¿Quieres una tarjeta? —asintió.
—¿Cómo te llamas? —preguntó Sehun.
—Han, Lu han ¿Qué quieres que diga tu tarjeta?
—Para la persona más hermosa del mundo.
—Bien, aquí tienes.
Se dirigieron a la caja y Sehun pagó por las flores.
—Espero que hayas quedado satisfecho y pronto vengas a comprar otras.
—Toma —Han se sintió confundido cuando le estiro la rosa—. Esta es para ti.
—Pero...
—La flor más hermosa, Lu han. —Con un evidente sonrojo, el chico aceptó aquel hermoso detalle.
🌹
—Entonces lo conociste en la florería.
—Sí, fue algo mágico al instante, de esas veces que sabes que no van a volver a suceder.
—Seré sincero, si yo fuera tu esposa estaría muy molesta. —El público río.
—Todos los caminos dirigen a un solo lugar y tal vez mi destino era conocer a Han para después ser feliz a lado de ella.
—Supongo que no fue la última vez que lo viste —preguntó el presentador.
—Claro, mira...
🌹
Llegó a su casa con una sonrisa en la boca e incluso le dio el arreglo a su madre sin decirle nada.
—Sehun, valoro mucho las flores, pero...
—Estoy enamorado —soltó sin decir más.
—¿Ah? —su madre lo miró confundida.
—Conocí a alguien, entre a comprarte unas flores con mi primer sueldo y traje la cena, pero Mamá ví al hombre más hermoso en la tierra.
—¿Hombre? —Se interesó aún más por lo que su hijo le dijo.
—Sí, tiene una cara hermosa y una voz, ¡necesito saber más de él!. Se llama Lu Han.
—A ver, bebé ¿Le pediste su número?
—No.
—Bueno, sabía que eras muy tonto, pero no sabía cuánto.
—Regresaré.
—El chico creerá que lo estas acosando, espérate mañana o dos días más.
Así lo hizo. Entró al baño del taller y trató de limpiarse un poco la grasa de la cara y las manos, por un momento se avergonzó de acordarse de que así lo había visto por primera vez.
Cuando entró en la florería esperaba verlo detrás de aquel mostrador, pero no estaba él, había una mujer mayor y para no quedar como tonto decidió pedir una rosa. La mujer le sonrió y eligió una rosa al azar, le preguntó lo mismo que Han le había preguntado acerca de su tarjeta, quería salir de la florería, pero la duda no lo dejaría dormir.
—Disculpe —la mujer lo miró y no pudo evitar sonrojarse— ¿Hoy descansa el otro chico?
—¿Luhan?
—Me dijo que se llamaba Han.
—Juntamos su nombre con su apellido, pues suena mejor y resolviendo tu duda hoy tuvo que ir a hacer unas cosas —la mujer vio la decepción en la cara del joven—. ¿Eres su amigo?
—Yo... —El evidente sonrojo hizo que la mujer sonriera.
—Ven a las 8 de la noche, el cerrará el local.
🌹💕
Luhan estaba algo cansado pues se tuvo que levantar muy temprano y solo estaba rogando porque el reloj marcara las 8 de la noche y pudiera irse a casa de su abuela.
Él era chino y solo fue a Corea para cuidar a su abuela quien desde hace un año ya vivía ahí. Du madre no estaba muy feliz con su decisión, sin embargo, lo apoyó y es por eso que ya tenía al menos un año ahí.
Siempre supo que era diferente a los otros niños, porque a él no le gustaba jugar con coches o los deportes, a él le gustaban las flores y saber muchísimo más de ellas, y cuando conoció a Minseok a los 15 años supo que su corazón quería algo diferente a lo que la sociedad dictaba, su madre tardó en comprenderlo, pero lo hizo, su amor adolescente por Minseok fue solo eso y ahora con 19 años no se había fijado en nadie hasta hace unos días.
Su cara de seriedad mientras miraba que arreglo elegir le pareció interesante, además de tener un perfil hermoso y llamativo, de repente giró y era demasiado atractivo. Luhan sabía que no todos eran como él, incluso había gente que aun odiaba a "los de su clase" así que siempre estaba dispuesto a fingir, pero cuando la flor se plantó en su cara no pudo evitar sentirse halagado e incluso avergonzado ante tal detalle. Lo único malo de toda esta situación era que no sabía cuándo lo volvería a ver.
El reloj marcó las ocho de la noche y apagó las luces del lugar, salió y cerró con llave. Al girar se asustó porque sintió a alguien cerca, pero era él sosteniendo una rosa nuevamente.
—Hola, yo solo pasaba por aquí.
—Hola —Luhan tomó la rosa y la olió—. ¿Cómo sabías a qué hora salgo?
—La señora me dijo.
—¿Te gustaría ir a cenar? —Sehun abrió los ojos y se vio aún más nervioso.
—Yo quería darte esto y acompañarte a casa si tu querías.
—Bien, yo quiero invitarte a cenar si es posible.
Ambos se sonrieron y quedaron fascinados con la sonrisa contraria, porque si bien Luhan parecía ser un regalo del cielo, Sehun parecía un regalo del universo. Esa noche la luna fue testigo de cómo dos almas que estaban destinadas a encontrarse se enlazaron con ese pequeño intercambio. La vida siempre se encarga de unir a la gente que estaba destinada de una u otra manera, no importaba si era en esta vida, una pasada o una futura, tal vez ellos eran amantes de vidas pasadas y por eso su corazón latió como uno desde el momento que se vieron.
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