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Capítulo tres:
Alguien familiar.

Jinyoung estaba paralizado, el Omega tenía su quijada por los suelos. En frente suyo tenía al Alfa aquel personaje que en algún momento de su vida llamó: «Familia»; el hombre que le sonreía ahora con una tranquilidad indescifrable y se rascaba la cabeza con tanta normalidad, acciones que lo ponían en alerta máxima.

Tembló cuando le escuchó pronunciar su nombre, su ritmo cardíaco estalló e instintivamente pensó en proteger a su cachorro por lo que terminó por posicionarlo detrás de sí, como muestra de protección.

—Papá... ¿Quién es él? —repitió un muy confundido Jimin, ¿Por qué ese señor que sonreía estaba en su casita?

El Omega no encontraba su voz, su respiración estaba muy agitada, el instinto lobuno rasguñaba en su interior rogando por poner a salvo a su cría, se sentía en desventaja frente al Alfa. No quería que nada le pasara a su bebito.

—Cálmate Youngie, no vengo a hacerte daño ni a tu pequeño —pronunció despacio el Alfa en un intento de mantener la situación a raya—, solo respira, confía en-

—¡No vengas pedirme que me calme! Mucho menos en que confíe en ti después de lo que hiciste. Lárgate ―ladró en un soso intento de ahuyentar al más alto, sus ojos cambiaron a un violeta brillante y los del contrario a un esmeralda profundo.

—No eres bienvenido en mi casa, Park Seojoon —habló esta vez con su voz de Omega harto de la presencia del intruso.

Seojoon suspiró, agachando la mirada mientras cerraba sus ojos para evitar ser dominado por la ira y empeorar la situación. Ya más tranquilo volvió a hablar usando el mismo tono suave.

—Sé que no soy bienvenido, que no soy digno de siquiera mirarte a la cara y lo mucho te asfixia mi presencia Jinyoung, solamente vine a decirte que... Papá y mamá están muy enfermos.

El olor del Alfa se volvió más denso a causa de la tristeza que lo dominaba tras aquella revelación y sin poder evitarlo gruesas lágrimas salieron por sus poros. Elevó la mirada aún llorando y la fijo en el Omega que se había quedado pasmado.

—Los doctores dijeron que no tienen probabilidades. No sabemos cuándo, pero morirán.

Los ojos de Jinyoung volvieron despacio a su café natural. Y dio un par de pasos posicionándose frente al Alfa. Se mordía el labio inferior mientras lo veía derramar sus lágrimas, Jinyoung dirigió su mirada detrás suyo para ver a su cachorro quien observaba todo sin entender.

—Jimin, ve a tu cuarto un segundo —le ordenó en voz baja. El pequeño no cuestionó nada y se retiró a su habitación como le había dicho su progenitor.

Una vez que su cachorro estuvo fuera de su vista, se acercó más a Seojoon y lo abrazó envolviéndolo con su suave aroma. Repartió caricias por sus hebras oscuras, tal y como hacía cuando eran niños.

—Y-yo les dije que no lo hicieran, que n-no, que no se involucraran con esa familia de mierda y ahora... Ahora solamente me quedas tú, Jinyoung, tengo tanto que contarte y explicarte... Pero, por favor no me eches ahora hyung —suplicó Seojoon, dejándose mimar por el mayor.

Jinyoung descubrió que también estaba llorando cuando sintió la humedad en sus mejillo, ni supo el momento exacto de este hecho. Volvió a morderse el labio inferior, maldijo un par de veces a su instinto de Omega... para posteriormente dejar un beso la frente de su hermanito menor.

Por un momento decidió olvidar el dolor junto con el ayer y pensar en el ahora. Por mucho que él lo fuese dañado y lastimado, seguía siendo su pequeño hermano.

—Seonie, bebé, no llores, aquí estoy. Respira, y después podremos hablar de lo que quieras ¿sí? —murmuró limpiando las mejillas enrojecidas de su menor.

Sorbió su nariz y asintió—. Está bien, hyung.

Jimin quien había salido de su habitación con algo de tímidez dio pasitos hacia los mayores, había cambiado su uniforme por una pijama de color celeste, y dando un saltito se unió al abrazo.

Bueno, más bien, se abrazó a las piernas del par de hermanos.

—Entonces, papi —dijo Jimin con una sonrisa—, ¿este señor que daba miedo pero ahora está llorando... es mi tío? —dijo el menor ayudando a limpiar la cara de su anteriormente desconocido tío Seojoon.

Los Park mayores rieron y se separaron un poco.

—Eso creo pequeño... Me llamo Park Seojoon, un gusto pequeñín —dijo Seojoon bajando la mirada al menor—. ¿Cómo te llamas? Tu padre jamás me contó que... —Jinyoung le advirtió con la mirada que no dijese una palabra más.

—Park Jimin, y soy un niño grande —afirmó—. ¿Verdad, que Jimin no es un pequeñín, papi?

—Sí, pollito, no eres un pequeñín.

Jimin se sentía en su interior que las cosas mejorarían. ¡Ahora tenía un tío! Milagrosamente su familia de dos se había agrandado.

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—¡Bebés hora de la cena! —llamó a los menores, bajo la queja de Seojoon alegando que ya estaba muy mayorcito para que le dijeran "bebé", muy diferente a Jimin quien sonrió ante el llamado. Él amaba aquel mote dulce de su papi.

Se habían pasado lo que restaba del día viendo televisión y jugando en la sala. Jinyoung se había enterado de un par de cosas, como que su casero le había permitido la entrada al departamento y que el menor tenía semanas de andar deambulando por la ciudad.

Se sentaron a la mesa empezando a degustar su comida, y cuando estaban terminando Jinyoung dijo—. Al terminar de cenar, acomodan lo que usaron e irán a asearse para luego dormir.

Jimin brincó contento, él amaba bañarse y limpiar el baño al mismo tiempo, claro que el niñito de seis años todo lo tomaba como un juego, mientras que para la mayoría limpiar el baño pareciese un quehacer tedioso e incluso asqueroso para Jimin era un reino atacado por bacterias mutantes y él nada menos que el valiente héroe que salvaba a todos con sus habilidades de higiene.

—¡Hora del baño! —dicho eso se fue corriendo, quitándose su ropa en el camino, dejando a la vista de los dos adultos su retaguardia.

Por supuesto que recibiría una amonestación de su padre por tal comportamiento.

—¡Park Jimin no corras desnudo!

—¡Lo siento! —chilló el menor desapareciendo de la vista de los mayores en dirección al baño.

Una vez solos, le dirigió una mirada filosa a su hermano cómo si le dijera: “Sí, me puse cursi hace un rato, sin embargo mi confianza en ti, pende de un hilo”.

—Y tú Seojoon... Después de que Jimin, vamos a hablar.

[N/A]

Notita vieja:

CHAMOS WAAAA. Me quedó re corto pero, bueno. Primero vamo' a celebrar que el fic ya llegó a +200 leídas uwu. ¡Gracias niñxs! Segundo, a ver quienes pensaron que el Alfita sería el padre de Jimin ¿Nomás yo? Que sad. Disculpen si hay algún error.

Y también algo sumamente importante y parte de mi felicidad de hoy ¡NACIÓ MI PRIMITA ALLÁ EN EL LEJANO Y BELLO PERÚ! Ya tenemos una peruana preciosa en la familia uwu. In love uwu. Uwuwuwu. Personitas de Perú, saluditos desde mi patria Venezuela.

Niñxs les quiero 💖😢💜

Nos leemos uwu~

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Este capítulo no alcanzaba ni las 1000 palabras, por eso lo hice un poquis más largo. ¿Qué negocios tendrán los Park?

⎯ɴᴇᴄʜɪ.