-Jungkook

-Mmmm.

-No me estás besando, ¿verdad?

Jungkook levantó un poco la cabeza y lo miró. La inclinación de sus cejas denotaba cierta confusión, y la expresión de sus ojos, cierta alarma. Sin embargo, Jungkook no vio ni un rastro de ese deseo que a él le palpitaba en el vientre y que comenzaba a provocarle una erección.

-No - le contestó, y se incorporó - si te estuviera besando, te darías cuenta.

-Bien. No quiero que te hagas ilusiones.

-¿Que me haga ilusiones sobre qué? -preguntó Jungkook, aunque ya se imaginaba a qué se refería.

Jimin se incorporó y se apoyó en los talones. Una súbita corriente de aire hizo ondear unos mechones de su pelo húmedo.

-Te agradezco que hayas salvado a Baby, pero tú y yo nunca...

Bueno, ahí estaba, una fría bofetada que enfrió la pasión que corría por su sistema. Un mensaje: Jungkook era lo bastante bueno para salvarle el culo, pero no para besarlo. Por lo menos era sincero.

-Querido, no te des tanta importancia -replicó Jungkook, levantándose y poniendo los brazos en jarras. Le dolían las costillas otra vez, y los cortes de la frente le escocían -yo no me involucro con nadie. Ni siquiera lo haría por tí.

Al saltar por Baby, Jimin había perdido los binoculares y el espejo. Y aunque no estaba seguro del todo, sospechaba que había herido los sentimientos de Jungkook. Se sentó en la cubierta y se tapó con la manta que Jungkook le había tirado.

-Estoy agradecido contigo, de verdad, por haber salvado a Baby -le aseguró, protegiéndose los ojos con una mano. El pelaje húmedo del perro le rozó el pecho y él abrazó su pequeño cuerpo tembloroso.

Jungkook no respondió y comenzó a quitarse el vendaje frío que le envolvía el pecho.

-Y a mi también -añadió Jimin.

Jimin nunca fue un buen nadador. A pesar de ello, en
circunstancias normales, habría sido capaz de llegar al barco.
Sin embargo, ver a Baby ahogándose, le había quitado el
aliento. Y aunque hubiera conseguido llegar a la plataforma, Baby estaría muerto si Jungkook no se hubiera zambullido para salvarlo. Jimin estaba bastante seguro de haberlo insultado, después de lo que había hecho por él, Jungkook se merecía algo mejor que eso.

-Siento mucho haber insinuado que estabas aprovechando la
situación para besarme.

Finalmente Jungkook levantó la cabeza y tiró el vendaje sobre
el asiento al lado de Jimin.

-La próxima vez que hiperventiles, dejaré que te desmayes.

Sí, lo había insultado y había herido sus sentimientos. O lo que
tuviera Jungkook por sentimientos, porque él no estaba seguro de que ese hombre experimentara emociones humanas. No quería pensar en Jungkook como un ser con sentimientos. No quería considerarlo un ser humano. Ese hombre era el responsable de la situación en que se encontraba y de ponerlos, a él y Baby, en peligro.

El perro saltó de los brazos de Jimin y se abrió camino a través
de los pliegues de la manta hasta que pudo saltar al suelo. Se
sacudió y se acercó a los pies de Jungkook. Por una vez, no ladró.
Mientras se había encontrado debajo de Jungkook en la
plataforma de baño intentando controlar la respiración, Jimin
tuvo la certeza de que él había estado a punto de besarlo.

Percibió el calor de sus labios y el deseo en sus ojos. Jimin era
lo bastante mayor y había estado con suficientes hombres para
reconocer las señales.

Bueno, tal vez se había equivocado. Era obvio que lo ayudó a controlar la respiración, y se sintió un poco tonto y
avergonzado por malinterpretar sus intenciones. Levantó la
mirada y vio las largas piernas de Jungkook, los dedos que
desabrochaban los botones de la bragueta, los pulgares que se
metían en la cintura de los pantalones y los empujaba hacia
abajo.

-Siento mucho haberte malinterpretado. No sé qué...

-Olvídalo -lo interrumpió Jungkook.

Los calzoncillos mojados parecían una segunda piel. Jimin
apartó la vista, pero sólo después de echarle una ojeada, tan
buena que tuvo que obligarse a no mirar de nuevo.

-Dime una cosa, ¿qué hacías de vacaciones solo en Dolphin
Cay? -le preguntó, y Jimin tuvo la sensación de que él deseaba
cambiar de tema tanto como él.

-¿Porqué?

Jungkook tendió los pantalones en la borda.

-Por curiosidad.

-Quería alejarme de todo durante unos días.

-¿En Dolphin Cay?

Jimin le sostuvo la mirada, temeroso de mirar por debajo de sus hombros y que Jungkook se quitara esos calzoncillos.

-Exacto.

-Yo habría pensado que un chico como tú preferiría pasar tiempo en un club exclusivo... - hizo una pausa y se pasó las manos por el pelo, unas gotas de agua resbalaron por su cuello- entonces, ¿qué hacías en esa minúscula isla con tu perro como única compañía?

-No tenía ganas de estar rodeado de gente.

-¿Porqué?

-No tenía ganas de ser señalado y observado.

-¿Es que todavía no te acostumbras? Seguro que un modelo famoso como tú siempre es el blanco de todas las miradas.

-La situación ha cambiado desde que esas fotografías aparecieron en internet.

-¿Qué fotografías?

¿Era posible que existiese alguien en este planeta que no hubiera visto sus fotos, que ni siquiera hubiera oído hablar de ellas? No sólo se habían difundido en la prensa amarilla, sino que la televisión había hecho un festín con su desgracia.

-¿Qué fotografías? -preguntó Jungkook otra vez.

Jimin no quería hablar de eso con él. Lo más probable era que le hiciera un comentario desagradable por lo estúpido que había sido al dejarse tomar las fotos.

Jungkook se acercó a la silla y se acomodó. Parecía un pirata. Después pensó que nada que le dijera lo escandalizaría, seguro él había hecho cosas peores.

-Las de la página web de Sam.

-¿Quién es Sam?

-Mi ex novio. Subió unas fotos bastante comprometedoras para mí.

-¿Fotos desnudo?

-Sí.

-¿Primeros planos?

-Planos bastante cercanos.

La brisa le hizo revolotear la camisa desabrochada a la altura del pecho y el estómago. Estaba abierta casi hasta el ombligo y empezó a abotonarla.

-¿Y porqué son tan incómodas?

-No importa.

-¿Sales bailando mambo horizontal?

-¿Qué?

-Montándotelo. Haciéndolo. Practicando sexo.

Jimin levantó la vista y lo miró, luego volvió a centrar su atención en los botones de la camisa.

-No.

-¿Estabas actuando en solitario?

Jimin tardó unos momentos en entender a que se refería.

-No.

-Entonces a él, ¿le estabas...?

-¡No! - lo interrumpió antes de que esa mente obsesa siguiera entrando en detalles -estaba encima de una bicicleta de ejercicios besando un pirulí.
Jungkook se quedó callado, pero cuando habló sonó decepcionado.

-¿Eso es todo?

-Sí.

Jimin lo miró de nuevo y se dio cuenta de que Jungkook tenía la mirada fija en la actividad de sus dedos. Bajó las manos rápidamente. Entonces, Jungkook, con lentitud exasperante, recorrió su cuello, su mentón y su boca hasta que llegó a los ojos.

-¿Estabas solo o con tu novio? -le preguntó, con la voz un poco más grave.

-Solo.

Jimin volvió a colocarse la manta sobre los hombros protegiéndose de su mirada. De nuevo le sorprendió que su escrutinio no le resultaba desagradable. En realidad no le parecía desagradable en absoluto. Más bien era inquietante. Inquietante por ese negro de sus ojos donde percibía su deseo. De repente él parpadeó y el deseo desapareció como si nunca hubiera existido.

-No me parece tan terrible 9-dijo Jungkook encogiéndose de hombros.

Jungkook no se mostraba sorprendido por lo que había hecho, eso lo sorprendió.

-Era un pirulí gigante -le explicó.

Jungkook arqueó una ceja, como diciendo «¿y qué?».

-La verdad era que no lo estaba besando, exactamente.

-¿Y qué estabas haciendo, exactamente?

-Mi imitación personal de *Lola Lovelace. *(Famosa actriz porno que protagonizó la película "Garganta profunda " donde el personaje tenía ubicado el clítoris en la garganta)

Las comisuras de los labios de Jungkook dibujaron una sonrisa totalmente masculina que se extendió hacia sus negros ojos.

-¿Imitas a Linda Lovelace?

-No me lo recuerdes. ¿O acaso quieres más detalles?

-¡Dios, sí!

Jimin se rió.

-Olvídalo.

-¿Y se te lo pido muy amablemente?

-No.

-Eres un aguafiestas, Jiminito -le reprochó.

Baby saltó al asiento que había al lado de Jimin y él le quitó el collar empapado.

-¿Cómo se llama esa página de internet?

-¿Porqué? ¿Es qué vas a pagar para poder ver las fotos?

-Me has despertado la curiosidad por el pirulí gigante -le contestó encogiéndose de hombros.