Capítulo 6
Parecía un chico normal, algo extraño pero no que fuera un rebelde.
—¿No te dicen nada tus padres?.
—¿Padres?...vivo solo.
—Oh...lo siento –levantó su mirada de inmediato, me miró un poco confundido.
—¿Porqué lo sientes?.
—Solo que...se suele decir eso en este tipo de situaciones.
—¿Pero...realmente lo sientes?.
—Supongo que si...
—No, no lo sientes, la gente suele decirlo pero yo no lo entiendo, ¿Porqué pedir disculpas si no lo saben?.
—Bfff...yo tampoco lo entiendo, pero supongo que es por educación.
—Educación...
—Tú ni siquiera entras a clases, que sabes de educación –bufé un poco el me siguió riéndose un poco.
—Tienes mucho por lo que pasar...
—¿Y crees que eso está bien?.
—¿Qué cosa?.
—No asistir a clases.
—Creo que...–se comenzó a acercar, mientras yo retrocedía- Está...todo bien.
Si esto continúa así, no sé como terminará.
—¿Q-Qué haces?.
—Shh –al hacer ese gesto con sus labios comenzaba a embobarme con ellos, eran perfectos.
Me gustaba como su respiración fría congelaba mis labios y sus ojos afilados solo miraban los míos, su nariz rozaba con la mía como buscando una posición exacta para aproximarse, pero esto no puede pasar, aunque... no quiero negarme.
Ese dulzor comenzaba a llegar a mi lengua que se hacía agua al roce de nuestros labios, sus ojos ya no me miraban estos estaban fijos observando como mis labios temblaban y me jugaban en contra mostrando mi nerviosismo, sonrió de lado liberando una ligera risa que en vez de burlesca sonaba como un leve gemido atrayente para mis oídos, comenzaba a gustarme, lo hacía.
El vaivén de sus labios con los míos me descolocaba, sabía que el primer beso de alguien debía ser algo especial, pero nunca esperé que fuera a ser con un hombre, menos con alguien que recién conozco.
Sus labios delataban su falta de atención, sabía que no era debido pero estos me llamaban, cerré mis ojos y tomando su camisa con mis manos hechas puños junté mis labios con los suyos, entre el roce sentí como sus labios se arqueaban en una sonrisa.
Sus manos que eran igual de frías pero suaves, se encontraban acariciando mi cuello, mi falta de experiencia se hizo notar al fruncir mis labios al separarnos, realmente me estremecía la idea que mi primer beso haya sido con un hombre, pensé que todo había acabado pero el seguía cerca mirando como mis labios temblaban.
Levantó mi mirada tomando mi mentón, sus labios que ya no me eran fríos jugaban con los míos que ya un poco relajados no se encontraban fruncidos sino mucho más suaves y ligeros, con su mano sobrante me acercó a él tomándome por la cintura, este gesto hizo que nuestros labios se unieran intensificando las ganas de sentirnos.
Su lengua lamía mis labios como pidiendo permiso para entrar, pero yo no lo dejé, realmente no sabía como acabaría esto, su mano pasó a mi nuca entrelazando sus dedos con mi cabello, jaló un poco de este provocando que mi boca se abriera y sin previo aviso su lengua ya había entrado, me gustaba como su lengua danzaba dentro de mi boca y como sus labios carnosos se aclopaban con los míos suavizando el beso que para mi se había convertido en el primer beso de la historia.
Se separó dejando un vacío, como si se hubiera llevado un pedazo de mi alma.
—JungKook, te veo mañana.
—Pero...y esto, ¿Qué significa?.
—Compañeros de Juegos, tú lo has dicho.
Desconcertado dejé caer mi mandíbula, el mejor beso de mi vida y había sido con Taehyung, mi...compañero de juegos.
—¿Dónde has estado? –al llegar a la sala Jimin me bombardeó con preguntas, que realmente no quería responder.
—Solo cállate, o si no el profesor te sacará de la sala –dejé caer mi cuerpo en la mesa apoyando mi cabeza en mi brazo derecho mientras mi brazo izquierdo aún recordaba lo sucedido al tocar mis labios con mi dedo índice, cerraba mis ojos pensando en como ese chico hacía confundir este débil corazón, y que esto fuera solo un juego...de chicos.
Al salir de clases, caminé solo hasta llegar a la parada de autobuses, me senté y observé como mi celular aún seguía con la bandeja de mensajes vacía, pensaba en cómo y porqué Taehyung no entraba a clases y en cambio mataba el tiempo jugando estupideces, como aguantar la respiración, la escondida...besarse.
¡Contrólate JeonJungKook!
Agité mi cabeza de un lado a otro y pegué algunas palmadas en mis mejillas.
Auch, eso había dolido...
—¿No vas a subir? –la voz de Jessica me despertó de mi trance.
—¿Ah?.
—El bus...lo vas a perder.
—Verdad, gracias –la seguí luego de tomar mis cosas de la banca, dentro del bus ya no había espacio, solo un asiento lejano a la puerta, me iba a acercar pero al ver subir a una anciana dejé que esta se sentara.
—Gracias, jovencito –hice una reverencia y tomé firme el colgador del techo del bus.
—Eres todo un ejemplo a seguir JungKook –señaló Jessica que se encontraba a mi lado y bastante cerca debido a la falta de espacio.
—Es algo que todos deberíamos hacer.
—Cierto...pero que no todos hacen, quizás...podamos intentarlo.
—¿Qué cosa?.
—Salir...
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