Capítulo 30
—Nos vemos mañana –nos despedimos con un casto beso, solo un roce de labios cariñoso.
Me despedí agitando mis dos manos de manera enérgica aunque sabía que ya no me veía seguía haciéndolo con tantas ganas. Ni yo entendía el porqué de mi gustos, mira que gustarme el ver su espalda mientras se marchaba ya era un gusto bastante extraño, ya se me había hecho un habito verle caminar lejos y que me viera por ultima vez hasta desaparecer por completa entre medio del parque que cruzaba mi casa.
Volví a mi habitación y tomé una nueva toalla y refresqué mi rostro con agua templada, me miré al espejo. Por alguna extraña razón me veía cansado, exhausto y hasta un poco enfermo. ¿Será por que pasé mucho tiempo bajo la lluvia?, de todos modos tomaría algo para sentirme mejor, no era malo ser precavido.
Bajé las escaleras encontrándome con mi mamá sentada en el sofá mirando el árbol de navidad que al parecer recién hoy había decorado porque antes no estaba, si no hubiera sido por Tae ni me enteraba de la fecha. Pasé de largo tratando de que no me viera porque al parecer había vuelto a beber.
—¿Quieres algo de chocolate caliente?, lo acabo de preparar –expresó totalmente calmada y hasta sonaba sobria.
—Creo que me haría bien tomar un poco, gracias.
Me serví una taza y me senté a su lado, porque a pesar de todo era mi madre y no me podría perdonar verla triste y hacer vista gorda a la situación, también como hijo debía responderle.
—Te he visto con ese chico.
—¿Ah, si?...¿Como lo has logrado ver? –me preguntaba como fue capaz de hacerlo si él era bastante cauteloso con camuflarse.
—Jungkook también tengo ojos sabes –hizo un gesto obvio y retorció un poco su sonrisa con marcas ya notadas por su edad.
—Tae es un chico que he estado viendo hace ya tiempo –asintió débil.
Dejé mi taza a un lado, acto seguido tomé una sábana y la cubrí con ella con cuidado, sabía que esta noche ella no se movería de aquí y no le venía mal un poco de abrigo en esta fría noche.
La miré por un buen rato hasta cansarme ya un poco de que no moviera ni un solo pelo y que no quitara su vista de ese árbol.
—Será mejor que duermas, mañana tienes clases.
—Dormiré cuando tú te vayas a la cama –esta vez si me miraba a los ojos, negó y volvió a expresarse.
—Mañana será un largo día, mejor será que los dos nos vayamos ya a la cama –se puso de pie acomodando la sábana en su lugar, se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla– Feliz navidad.
—Feliz navidad.
*
A la mañana siguiente desperté un poco enfermo, los síntomas de un resfrió ya se hacían presente tan temprano en la mañana, genial, pensé. Hoy sería mi último día del año yendo a clases y no podía faltar así que me arreglé un poco mas desordenado y sin abotonar los últimos botones del cuello para no sentirme tan ahogado con todo esto junto. Miré mi mano decorada de ese anillo y dejé un beso en el, por ultimo miré la hora y tomé mi mochila, mientras iba bajando iba acomodándola en mi respaldo.
—No puedes salir sin antes tomar esto –me dio pastillas para el resfrío junto a una taza con agua tibia y un beso en la mejilla, el amor que había en ese detalle era incomparable– ¡Ten un buen día!.
Le agradecí el gesto con una reverencia educada y un guiño, creo que nuestra relación ha mejorado y eso me alegra.
Llegué al establecimiento con una sonrisa de oreja a oreja feliz porque sería el último día acá. Jimin rodeó mi cuello con su brazo pellizcándome una mejilla como diciendo un "Buenos días".
—¿Has pasado una bonita navidad?.
—Estupenda de hecho ¿y tu?.
—No hay mucho de que quejarme –enseñó su nuevo celular como un premio sutilmente.
—Park Jimin, nunca cambies ¿si?.
Durante clases dormí bien encima del hombro de Jimin, era muy cómodo para los dos dormir en clases, el encima de su brazo y yo encima de su hombro, nadie se quejaba así que era aún mejor el descanso que nos dábamos.
—¡Atención!.
Los dos despertamos exaltados gracias al grito del presidente de curso. Jodido enfermo, solo nos había despertado porque al parecer estaba aburrido de que nadie le prestara atención mientras daba su discurso de despedida.
—Debo ir al baño –le dije a Jimin dándole a conocer donde estaría por unos momentos.
Me refresqué nuevamente el rostro, me observé con cuidado a través del espejo y volví a darme una refrescada. Al verme nuevamente al espejo mi rostro se distorsionó de manera que no parecía yo, retrocedí sin aliento, al no lograr ver por donde iba, caí rendido al suelo afirmandome solamente de mis brazos.
—¿Estás bien?.
Un chico que se encontraba en el mismo lugar, acudió a JungKook viendo que este se veía bastante afectado y un tanto débil por lo que había preocupado al joven.
—Lo estoy.
Volvía en sí, respiró y dio las gracias a la otra persona, tiempo después salió a paso rápido huyendo de lo que fuera que haya visto, estaba asustado. Trataba de convencerse a sí mismo que debido a que estaba enfermo quizás estaba delirando un poco gracias a la cantidad de pastillas que ha tomado durante el largo día, "Si, eso debe ser", se repitió una y otra vez sin parar hasta llegar a lado de Jimin, este lo miró preocupado. Pero el otro le hizo señales de que todo estaba bien y que no se preocupara, al entender que quiso decir su amigo asintió y volvió su mirada al presidente.
Ahora escuchaba susurros femeninos cerca de su oído, no eran muy claros pero si entendibles.
—Por favor despierta –era lo único que decía una y otra vez, totalmente angustiada y con un llanto desgarrador pedía que despertara, no importa cuantas veces lo había entendido volvía a escuchar la misma frase proveniente de la misma mujer. Durante un abrir y cerrar de ojos pude ver a la mujer junto a un hombre a su lado mirándome hacia abajo, yo lograba ver un foco de luz que había sobre nosotros y lo poco que podía distinguir eran las líneas de sus cuerpos, sus rostros no eran para nada claros y menos conocidos para mi. Parecía ser que me encontraba en un hospital y ellos me pedían que despertara pero yo no era capaz de contestarles menos mirarlos, no podía moverme.
—Ellos te necesitan –Esta era una voz masculina, bastante conocida, esta era la voz de ese ser que vi la última vez en mi charla con el doctor, era él, estaba seguro.
Jungkook no dejaba de agitar sus ojos de un lado a otro y sudar frío, Jimin se hartó de recibir señales de que estaba bien si la verdad es que el sabía que le sucedía algo, ya que no era normal que su amigo se comportara tan extraño, en vez de enfermo parecía mas bien perturbado.
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Aún no llega el momento que me odien xD pero estoy segura que esta vez las deje más confundidas y espero que quede un poco más claro en próximos capítulos.
Saben unu quería decirles algo, bueno no soy muy codiciosa con lo de recibir votos pero es que he notado que ha habido una baja de atención y eso como que me decepciona, no por ustedes si no que creo que estoy perdiendo el toque ): y me desanima y me impide seguir escribiendo ;_; y creo que sería muy fome dejarles el fic así, por eso sigo actualizando por esas personitas que siempre están pendientes <3
eso, solo quería que lo supieran unu
Ya nos leemos
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