Cap 40. ¿Desde cuando preguntas?
-Sí- digo, haciendo que aparezca una sonrisa en su rostro. Mi semblante pasa de serio a sonriente.
-¿En serio?- pregunta con una amplia sonrisa.
-Aha- digo asintiendo con la cabeza.- En este momento odio las barandillas que nos separan.
-Eso lo puedo solucionar- dice y frunzo en ceño, confundida.
Se pone encima de su barandilla por lo que abro los ojos como platos, asustada. Se va a matar.
-Tom, baja de ahí. Te vas a matar- le digo preocupada.
-No es la primera vez que lo hago- dice y salta cayendo en mi balcón.
Suelto un suspiro de alivio al ver que no le ha pasado nada. Miro dentro de mi habitación para ver si Nat se ha despertado o no. Cosa que no ha hecho.
Con esta chica, puede estar pasando un terremoto y no se despertaría. Tiene el sueño superprofundo.
Vuelvo mi mirada a Tom quien sigue con su amplia sonrisa. Me acerco a él para pasar mis brazos por su cuello. Él al instante pone sus manos en mi cintura.
Nuestros rostros se juntan poco a poco hasta que nuestros labios quedan a menos de 5 cm.
-¿Te puedo besar?- me pregunta.
-¿Desde cuándo preguntas?- digo riendo.
Sin decir nada más une nuestros labios. Es un beso distinto o al menos se siente distinto. Es intenso pero romántico. Enredo mis manos en su pelo y lo acerco más a mí para profundizar el beso.
-No sabes cuánto he esperado para esto- me dice cuando nos separamos.
-Pero si nos hemos besado antes, esta tarde por no ir más lejos- le digo divertida.
-Ya, pero no como novios. ¡Dios que bien suena eso! Novios- rio antes su comportamiento.
-Suena genial- le digo jugando con el pelo de su nuca. Todavía tengo los brazos en su cuello y él en mi cintura.
Me acerco para volverlo a besar. Nos quedamos ahí un rato más, entretenidos a base de besos. Cuando me quiero dar cuenta ya está amaneciendo por lo que miro la hora en mi reloj.
6:03 am
-Dios, que tarde, o sea que temprano. Bueno, da igual- digo separándome de él.- Tengo que volver a entrar.
-¿No te puedes quedar?- pregunta haciendo un puchero.
-No he dormido casi nada, necesito descansar.
-Por favoooor- dice sin dejar de hacer el puchero. ¡Dios que mono está!
-Si no quieres una novia que parezca un zombie por la mañana, tengo que ir a dormir- le digo con una sonrisa.
-Repítelo- me pide.
-¿El qué?- pregunto sin entender.
-Lo de novia- me rio negando con la cabeza. Me acerco y vuelvo a pasar mis brazos por su cuello.
-Tu novia, o sea yo, tiene sueño así que se va a ir a dormir- digo recalcando las palabras y le doy un casto beso en los labios.
-Me encanta como suena- no puedo evitar sonrojarme y bajar la mirada. Él me levanta el mentón para que lo vea.-Buenas noches o días.
-Buenas noches o días- le imito.
Nos besamos una vez más, un beso que, como los otros, dura bastante. Al separarnos le doy un casto beso en labios para ir hacia mi ventanal.
-Adiós- se despide sonriendo.
-Adiós, Spidey- le digo igual.
Entro a mi habitación y desde la ventana veo como salta a su balcón. Antes de entrar a su habitación se despide con la mano, acto que imito.
Cuando ya no está en mi campo visual me giro y me voy hacia la cama, dispuesta a dormir un par de horas más. Cosa que hago, ya que a los pocos minutos caigo dormida.
9:54 am
Me despierto ya que no tengo más sueño. Me doy la vuelta para encontrarme con el rostro de Nat, pero ella ya no está, cosa que me extraña, ya que ella se suele levantar bastante tarde.
Perezosamente, me levanto de la cama para salir de mi habitación y bajar las escaleras. Al llegar abajo de estas y ya no haber peligro de tropiezo mis ojos se vuelve a cerrar. Camino hacia la cocina sin ningún problema, ya que ya me sé el camino de memoria.
-Buenos días- dice Nat cuando entro a la cocina, pero no abro los ojos.
-Buenos días- digo adormilada, acercándome a la encimera, es entonces cuando abro los ojos.
Abro el armarito dónde están las tazas, pero como están un poco altas me tengo que poner de puntillas. Cuando consigo alcanzar una cierro las puertas del armarito y me giro a ver a Nat.
-¡Aaaa!- grito de susto al ver a Tom y Hazza ahí. La taza se me resbala de las manos y cae al suelo rompiéndose en mil pedazos.
Dyl, que también está, al escuchar el ruido se acerca a mí para ver que ha pasado, pero, como yo, va descalzo.
-No, no, Dyl. Aléjate- le digo moviendo la mano de un lado a otro indicando que no, pero no puedo detenerlo, ya que si me muevo me cortaré.
Cuando está a punto de pisar el primer trozo, Tom lo alza evitando que se corte. Lo coge en brazos y lo lleva hasta la isla, donde lo sienta.
-Lo siento, no queríamos asustarte- me dice apenado.
-No pasa nada- digo con una sonrisa.- ¿Me puedes ayudar a salir de aquí?- le digo, ya que estoy atrapada entre la encimera y los trozos rotos de la taza.
-Claro- dice acercándose.
Él pisa los trozos, pero como va en converse no le afecta. Me carga como recién casados y vuelve a pasar por encima de los trozos hasta estar en un sitio limpio de ellos. Me deja en el suelo, pero no nos separamos, él tiene un brazo al rededor de mi cintura y yo una mano apoyada en su pecho.
-Gracias- digo dándole un casto beso.
-No hay de que- me dice sonriente. Ninguno de los dos aparta la mirada.
-Ajam ajam- tose falsamente Nat, por lo que la miramos. Está con un rostro confundido al igual que Hazza, quien está a su lado.
-¿Qué está pasando aquí?- pregunta Hazza. Nosotros nos miramos y luego a ellos con una sonrisa inocente. Nat suelto un ruido de sorpresa al darse cuenta de lo que pasa dejando a Hazza aún más confundido.
-¿Le has dicho que sí?- pregunta emocionada por lo que sonrío ampliamente.
-Aha- al decir eso, Hazza reacciona abriendo sus ojos bastante sorprendido.
-¡AAAAAAAAAAAAAAA!- grita Nat mientras se acerca a abrazarme.- ¡AAAAAAAAAAAAAAAA!
-Felicidades- escucho que le dice Hazza a Tom, en un momento en el que Nat deja de grita para coger aire. Ellos dos se dan un pequeño abrazo, en comparación al nuestro, que todavía no acaba.
-¡AAAAAAAAAAA!- sigue gritando en mi oído.
-¡Por dios Nat deja de gritar me vas a dejar sorda!- le digo rompiendo el abrazo mientras me sobo la oreja en la que me ha gritado.
-Perdón- dice con una sonrisa vergonzosa.
-Felicidades- me dice Hazza para después darme un abrazo, no tan largo como el de Nat.
Cuando nos separamos veo a Nat separarse de Tom y le apunta con el dedo índice.
-Cómo le hagas daño te juro que te dejo sin descendencia- le amenaza.
-Nat- le regaño.- Déjalo tranquilo.
-Solo le estoy advirtiendo.
-Tranquila no le haré daño- dice Tom, con miedo.
Nat y Hazza vuelven con su desayuno y yo me acerco a los trozos rotos de la taza, los cuales ya se me habían olvidado. Empiezo a recogerlos cuando Tom llega a mi lado para ayudarme.
Tiramos todos los trozos a la basura, pero por si acaso paso la escoba por esa zona. Cuando ya está todo limpio saco otra taza del armarito.
Me pongo la mitad de la taza con café y la otra mitad con leche. La dejo sobre la isla dónde están todos desayunado y saco el azucarero para echarme, obviamente, azúcar.
-¿Cuántas cucharas pequeñas de azúcar te echas?- pregunta Hazza cuando voy por mi quinta cucharadita.
-10- digo con una leve risa.
-¡¿10?!- pregunta Tom sorprendido.
-Sí- digo volviéndome a reír.
-Le gusta el café muy dulce- dice Nat a lo que asiento con mi cabeza.
Cuando acabo con el azúcar lo vuelvo a guardar para después mezclar. Bebo un sorbo y el dulce, gracias al azúcar, sabor a café recorre mis papilas gustativas.
-Oye- dice Hazza llamando la atención de todos.- ¿Os puedo hacer una pregunta?- Tom y yo nos miramos antes de contestar.
-Sí- dice Tom.
-¿Lo haréis público?- la pregunta que más temía, que Tom no me había hecho y que gracias a dios me había librado hasta que el bocazas de Hazza ha abierto su boca.
-¿___?- me pregunta Tom. Lo miro por un segundo, pero después aparto la mirada.
-¿Qué?- digo mirando a Dyl, quien sigue en la isla jugando con un juguete.
-Es decisión tuya- dice Tom.- Haré lo que tú me digas.
-No- susurro mirando en café de mi taza, pero aunque lo haya susurrado lo he dicho lo suficientemente alto como para que me escuchen.
-Pues entonces no- dice Tom decidido.
-¿En serio?- le pregunto mirándolo. Asiente con la cabeza.- ¿No te molesta?
-La verdad creo que incluso me alivia. No me gusta mostrar mi vida privada por algo se llama privada.
-Gracias- le digo sonriente para después darle un beso en la mejilla.-Hablando de relaciones. ¿Cómo lleváis que lo vuestro sea público?- les pregunto a Hazza y Nat.
-Yo bien, pensé que sería peor o sea, aunque haya habido algún inconveniente, ya que se han filtrado más fotos, ha estado todo muy tranquilo- dice Hazza. Miro a Nat esperando su respuesta.
-Bien, creo- dice encogiéndose de hombros.- No estoy muy acostumbrada a que me paren por la calle, pero no se siente mal. Todo bien, de momento.
-¿De momento?- preguntamos los tres.
-Ahora que todavía estamos de vacaciones no hay problemas, pero sé que en cuanto entremos a clase todo el mundo me pedirá una explicación. Eso sin contar con que seguro que se acercan a mí, solo por interés o sea por el hecho de que soy novia de Hazza así que seguro que conozco a Tom.
-¡Dios, el insti! Ya se me había olvidado- digo dándome una leve bofetada en la frente.- Te vas a cagar- le digo a Nat.
-Eso no ayuda- me dice mirándome mal.
-Lo sé, pero es la verdad- digo encogiéndome de hombros.
-Vale, pero al menos os tendré a Jack y a ti para que me ayudéis a alejarlos de mí.
-Buenooooo- digo poniendo la voz aguda.
-¿Qué?- pregunta con el ceño fruncido.
-Jack no creo que te pueda ayudar, estará en la misma situación que tú. ¿No te acuerdas de que también se filtró unas fotos suyas con los gemelos? Tú estarás peor, pero él también tendrá gente encima.
-Tienes razón. ¿Pero tú qué?
-Yo no me puedo meter en el tema- suelto un suspiro pesado.- Si salgo a defender a algunos de los dos pensarán que yo también estoy metida en el tema y me invadirán con preguntas. Estaremos los tres en apuros. Es mejor que piensen que los conocisteis vosotros dos en el viaje que hicisteis a Nueva York de vacaciones de verano, cosa que es mentira. Y que yo no los conozco.
-¿Entonces te alejarás de nosotros?
-No, estaré ahí e intentaré alejaros de ellos, pero no diré ni una palabra del tema, solo os arrastraré lejos de ellos.
-Bueno, mejor eso que nada- dice Nat encogiéndose de hombros.
-Oye- dice Hazza.- ¿Cuándo empezáis las clases?
-El 12 de septiembre- dice Nat.-¿Cuántos días faltan?- pregunta mirándome.
-Hoy es 24 de agosto así que...- hago una pausa para contar.- 19 días.
-¡¿Solo?!- pregunta alterada, Nat.
-Es más de medio mes.
-Es muy poco.
-Pues es lo que hay- digo encogiéndome de hombros. Ella apoya la frente en la encimera de la isla mientras suelta un quejido.
-Una pregunta- dice Hazza.
-¿Otra?- pregunto rodando los ojos.
-Síp- dice feliz.
-Dispara- le dice Tom.
-¿Se lo vais a decir a tus hermanos?- pregunta mirando a Tom.
-Dyl ya lo sabe- dice Nat cogiéndolo en brazos.- Dyl, Spider-Man es tu cuñado- le dice con voz de niña pequeña. Él ríe aunque sé que no ha entendido lo que le ha dicho. Todos miramos la escena enternecidos.
-Me refiero a los Holland- le dice Hazza a Nat.
-No sé- contesto.- ¿Tú se lo quieres contar?- le pregunto a Tom.
-Sí- me responde.
-¿Pero antes o junto a tus padres?- le pregunta Nat.
-¿Padres?- pregunto nerviosa.
-Sí, tendréis que decírselo a Nikki y Dom, ¿no?- pregunta Hazza con el ceño fruncido.
-Sí- dice Tom sonriéndome, pero ni eso consigue tranquilizarme.- Creo que se lo diremos antes. ¿Te parece bien?- me pregunta. No digo nada solo asiento con la cabeza.
No había pensado en que habrá que decírselo a los gemelos y a Paddy. Pero eso no es lo que me pone nerviosa, sino sus padres. Para decírselo a Nikki y Dom tendremos que estar delante de ellos y seguro que Tom planeará una cena para decirlo.
No sé si estoy preparada para decírselo. ¿Y si ya les caigo mal y esto lo empeora? ¿Y si no me aceptan? ¿Y si creen que no soy suficiente para su hijo?
No voy a poder.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro