Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Miracle Aligner [Jae Beom x JinYoung]

Advertencia: Contenido explícito.

.

Tell him what you want and baby he can find you anything you need
Tell him what you're needing, hey, oh
Come on miracle aligner
Go and get 'em tiger
Get down on your knees
Get down on your knees again oh

🕯

Después de tantos momentos juntos, JinYoung se ha dado cuenta de que todas las veces que se reúne con Jae Beom, siempre es a través de la cálida luz de las velas. Ambos sentados frente a frente, separados por la mesa circular al fondo del restaurante donde según Jae Beom, es el mejor lugar.

No puede recordar con exactitud el día en el que comenzaron esa clase de lazo que los une. No, ellos no son pareja, no son nada, o al menos JinYoung no sabe cómo llamar eso que tienen.

Un día Jae Beom llegó ante él de manera inesperada, en un auto lujoso que ni siquiera conducía. Se bajó después de que su chófer le abriera la puerta y ahí lo vio por primera vez, de traje hecho a la medida, peinado impecable y su porte inquebrantable que lo hacía lucir de cincuenta pies de alto cargados por músculos bien tallados.

¿Es usted Park JinYoung?

Depende de quién pregunte.

Él le había sonreído con sus aires de grandeza.

Perfecto. Necesito que encuentre algo por mi.

Y así como así, básicamente terminó trabajando para este hombre, cada vez que se lo pedía. Por teléfono le enviaba sus nuevas misiones y una vez cumplidas, llegaba el momento de la reunión.

No había sido su intención terminar trabajando para la mafia italiana, pero la paga era buena. Mierda, era más que buena. Además, no se pueden pasar por alto las armas y amenazas ocultas tras esos ojos afilados. Lim le afirmó que no había problema si declinaba las ofertas pero, ¿quién demonios podría negarse ante eso?

Sin embargo, no se imaginó que formar parte de los aliados de Lim Jae Beom sería— en cierta parte — algo bueno. Después de un año ha obtenido más recompensas de las que puede recordar sin que él las haya pedido o deseado siquiera. Jae Beom simplemente llegaba y le obsequiaba cosas que ni en sus sueños podría rechazar, porque eso no está para discutir.

JinYoung no imaginó que el mafioso fuera de esa manera. Siempre preocupándose por él y su comodidad. Al principio creyó que lo hacía para mantenerlo como un as bajo la manga, mínimo por hacer un trabajo excepcional, pero no.
Ahora, mientras está sentado frente al fornido hombre, se da cuenta de que hay algo más allá que sólo el trabajo de aliados.

Todas esas veces que le dijo una especie de cumplido con matices de propuestas indecentes, todos y cada uno de ellos los creyó nada más que una broma.

"Te ves increíble con esos pantalones, pero apuesto que te ves mejor sin ellos".

"Tienes unos labios perfectos. ¿Me dejarás probarlos alguna vez?

Y no podían faltar las llamadas cariñosas que lo hacían suspirar como adolescente ocultando su flechazo del momento.

"Oh, Jinnie. Verte hace que mi humor mejore. ¿Qué tienes para mí esta noche, cariño?"

Si sólo supiera la clase de cosas que sería capaz de darle a un hombre como él... Jae Beom se lo pierde. No tendrá la dicha de desvestirlo ni la fortuna de probar sus labios, por más que quisiera. Porque es él quién se lo está perdiendo, ¿cierto?

—Hoy estás muy pensativo.— la voz de Jae Beom a sus espaldas lo sorprende. Sus manos pasan por sus hombros y deja suaves apretones que le hacen recargar la cabeza en el estómago del hombre. JinYoung cierra los ojos al sentir los dedos de Jae Beom acariciar su cuello y un suave jadeo sale de su boca.— ¿Qué te preocupa, cariño?

—Yo sólo... Olvidé mi abrigo en tu auto.

—Entonces, aquí tienes el mío.— dijo quitándose el suyo y colocándolo sobre sus hombros. Su aroma le llegó enseguida y JinYoung sintió que su mente se nublaba.

Sintió a Jae Beom alejarse y casi suspira aliviado, pero Lim cambió de lugar y en vez de tomar su lugar al frente— como usualmente lo hace— se sentó a su lado, a una distancia corta. JinYoung tensó los hombros cuando el brazo del mafioso lo rodeó. Estaba nervioso, el otro sólo aparentaba disfrutar el momento.

—El lunes saliste en la noche, ¿no es así?

—Tengo que aprovechar el escaso tiempo libre que tengo para divertirme.

—Desde luego. ¿La pasaste bien, entonces?

—¿A qué viene todo esto?

—Mark me informó que te encontraste con un tipo que jamás había entrado en nuestro radar. ¿Debo preocuparme por eso?

—Par nada. Era sólo un patán de mierda.

—Algo me dice que esto tiene que ver con él.— dijo acariciando el corte en su labio que estaba a punto de desaparecer.

—No vale la pena hablar sobre él.

Había sido un tipo con el que pensó tener una aventura de una noche, pero resultó ser de su total desagrado. Después de un par de tragos se dio cuenta de que sus ojos eran grandes y le daban vistazos débiles por el alcohol en su sistema. Su nariz había sido muy pequeña y sus labios muy gruesos, sus expresiones muy suaves y de mente indecisa. No tenía el efecto dominante de su querido gángster. El colmo fue que perdió más de lo que había querido y salió de ahí con un corte debido a la torpeza del tipo.

—Oh, comprendo. ¿Quieres... Que me haga cargo de eso?

—Estoy bien. No es necesario. Aún así, gracias.

—Cuentas conmigo para todo, Jin. Lo sabes perfectamente. Si ese idiota hizo algo que te incomodó, sólo tienes que decirlo y me desharé de él. Nadie toca a los míos, mucho menos a ti.

—Lo sé, Jae Beom. Realmente lo aprecio.

—¿Algo que pueda hacer por tí?

—Ahora que lo dices, hay una cosa.

—Dime, lo haré de inmediato— su aparente entusiasmo por hacer algo en su nombre le resultó lindo, pero JinYoung sabía que difícilmente se lo concedería.

—Deja de enviar espías a donde quiera que vaya.

—No puedo hacer eso— Jae Beom negó.—Mantengo vigilados a mis aliados y enemigos.

—Pero ninguno a ese grado. Siempre les mandas uno, yo tengo tres sobre mi espalda. Yo no soy de los que traicionan, Jae Beom.

—No creo que seas capaz de cometer un acto como ese.

—¿Entonces por qué los espías?

—Eres como un milagro, mi pieza más valiosa, JinYoung. No puedo dejarte sin supervisión.

Trató de ignorar lo que sus palabras habían ocasionado en su interior. Eso no fue... No fue... ¿Qué demonios había sido eso? Mejor cortar ahora y no lamentarse después.

—Es molesto, ¿sabes? Todo el día están al acecho. Siento todo el peso sobre mí, me sofoca demasiado.

—Les diré que sea más discretos.

Con el tema dado por terminado, Jae Beom chasqueó los dedos y sus matones dejaron entrar a los meseros llevando la maravillosa cena.

Los chefs que contrató son increíbles. JinYoung se desvive por las comidas que preparan y siempre se ve ansioso por la próxima cena. Bueno, tal vez por eso y algo más.

Pasar tiempo con Jae Beom no es aburrido, para nada. Siempre tiene un tema de conversación y aunque pueda oírse loco, se siente en confianza con él. Como un calor reconfortante en el invierno, JinYoung se siente a gusto estando con él, la compañía que le brinda es agradable, podrá derramar arrogancia en cada uno de sus pasos pero también puede sentir la amabilidad surgir desde su interior cuando está a su lado. Todo es complicado, no debería trabajar para él porque es un hombre peligroso, sin embargo lo hecho, hecho está así que lo siguiente es que no deba relacionarse con él fuera del ámbito laboral, pero ahí están los dos, hablando casualmente como si se conocieran desde años.

El hombre lo confunde totalmente pero es algo innegable. Los dos lo saben, lo que han tratado de hacer a un lado pero ya no más. Es hora de ponerle fin a todo.
Hay mejores cosas por las que seguir, o al menos eso piensa.

La respiración se le corta, la mano de Jae Beom descendió hasta su pierna, dando caricias casi imperceptibles pero a pesar de todo lo que le hace hervir desde dentro es el calor que desprende el contrario y se filtra a través de la ropa.

—Hay algo sobre lo que tenemos que hablar— murmura con cautela.— De hecho son dos asuntos importantes.

—Adelante, tienes toda mi atención.— Jae Beom le mira sin titubeos, el ambiente se vuelve pesado y sofocante. Se lleva una copa a los labios y bebe mientras espera una respuesta. Todo el tiempo mantiene los ojos sobre él, JinYoung está a punto de caer, eso entre ellos está a punto de explotar.

—Preferiría que fuera a solas.

Jae Beom levanta una ceja, tomando la situación como algo inquietante. Él no es un hombre muy paciente. Chasquea los dedos tres veces y JinYoung ve a los gorilas desaparecer.

El silencio parece más ensordecedor ahora que no hay nadie más dentro del lugar.

— He trabajado contigo por un año.

—Un año, cuatro meses y diez días. Pero en realidad, no es como si llevara la cuenta— JinYoung recibió una sonrisa pícara y sonrió de vuelta ante la manera de actuar de Jae Beom, esa que tanto le atraía.

JinYoung habló con tono bajo, casi susurrando las palabras a Lim . —Al principio me diste la impresión de ser el típico mafioso arrogante e hijo de puta, pero con el tiempo descubrí un poco más acerca de ti, quedé conforme con el hombre que conocí, al menos la parte que me enseñaste. Hemos pasado mucho tiempo juntos pero no fue hasta el día de hoy que me di cuenta de esto. Existe algo entre nosotros, algo fuerte.

—¿Por qué tardaste tanto?— Jae Beom preguntó. Se pasó la lengua sobre sus labios resecos y JinYoung no pasó por desaparecido ese jalón en su estómago y la parte baja.

Cerró los ojos ante las sorpresivas caricias en su rostro.

—No lo soporto, Jae. Acabemos esto.

—¿Qué propones?

—No es una propuesta, es mi desición. Este fue mi último trabajo. Me voy.

—¿Qué?— la voz incrédula del mafioso fue algo que jamás había escuchado.

—Es hora de que tomemos caminos separados.

—No. Tú no te puedes ir sólo así— respondió casi con desespero.

—Debo hacerlo.

—No, no quiero que lo hagas.

—¿Por qué no?

—Te lo dije antes— suspiró.— No puedo perderte porque eres mi pieza más valiosa. Yo sí tengo una propuesta que ofrecerte, cariño.

—¿Cuál es?

—Es simple. Te quedas conmigo.

—No tengo más opción. ¿Cierto? Si digo que no estarás presionandome para que regrese.

—Estás en lo cierto. Iría a rogarte si fuera necesario.

—¿Hablas en serio?

—Por supuesto, cariño.

En ese momento Jae Beom hizo algo que jamás cruzó por su mente. Se arrodilló frente a él y en un abrir y cerrar de ojos, bajó sus pantalones y le tomó el pene semi erecto con la boca.

JinYoung se convirtió en gelatina sobre la silla. Cerró los ojos y abrió la boca, soltando quejidos ahogados mientras intentaba inútilmente apartar al hombre entre sus piernas. Eso era tan...

—¡Oh, Jae!

Sus dedos afianzaron su agarre en los cabellos de Lim y tiró de ellos en un acto desesperado. Ya no sabía si era por querer hacerlo a un lado o porque quería más de esa lengua y sus caricias húmedas. Poco a poco comenzó a perder sus sentidos y lo único que podía sentir a la perfección eran los latidos que retumbaban en sus oídos y los labios de Jae Beom succionandole con ímpetu. Los gemidos del hombre eran amortiguados por su pene, la deliciosa vibración estaba a punto de hacerle volar.

Jae Beom se levantó y aprovechando que JinYoung se encontraba aturdido, lo tomó en sus brazos y lo puso sobre la mesa. Atacó su sus labios enseguida y se regocijó por saber finalmente cómo se sentían.

—Jae Beom, esto no está bien.

—¿A qué le temes?— JinYoung buscó en su mente pero no encontró una respuesta, no sentía temor hacia Lim ni a lo que estaba pasando entre ellos. El problema era que no podía involucrarse más, si lo hace no será capaz de abandonar a Jae Beom. —Sabes que no estoy jugando contigo, nunca lo haría.

Y entonces recordó la voz de Jae Beom murmurando una promesa que no tuvo que ser evidenciada. Se lo dijo desde la primera cena y se lo repetía cada vez en las siguientes. "Dime lo que quieres, podré encontrarlo para ti. Sólo dime lo que necesites".

Y lo que JinYoung ha querido en todo ese tiempo es a él. Jae Beom es justo lo que necesita.

Cuando lo besó de nuevo, no puso resistencia. Le permitió el paso a su lengua, a sus suspiros y deseos más profundos que Jae Beom compartía con él.

—He esperado un año para esto— Jae Beom susurró, dejando un beso en su cuello.

—Estoy seguro de que puedes esperar un poco más— Jae Beom le miró confundido y él actuó antes de que las caricias y besos se tornaran más calientes e incontrolables. A regañadientes, apartó a Jae Beom. —Estás equivocado si crees que follaremos aquí en tu restaurante.

JinYoung se aferró a los hombros de Lim cuando lo levantó en brazos y caminó con él al ascensor. Lo sostuvo contra la pared y aprovechó para sacar su teléfono y hacer una llamada.

—Estaré en el último piso, no me molesten.

Se estremeció al sentir lo frío que estaba ese espacio, a pesar de llevar puesto el suéter de Jae Beom. Las manos del hombre descendieron a sus pantalones y los bajó por completo. JinYoung dio un respingo sorpresivo y luego ahogó un grito después de sentir las desesperadas manos de Jae Beom quitándole el resto de la ropa.

Oh, cielos. Lo estaba desnudando en el jodido ascensor.

—Tampoco lo haremos aquí— dijo, en un intento por detenerlo.

—Definitivamente no lo haremos, sin embargo, el tiempo es valioso. Cada segundo cuenta.

En ese momento llegaron al último piso, designado solamente para Jae Beom. Lo cargó hasta la cama y se deshizo de todo lo que lo cubría antes de dejarlo sobre el edredón.

JinYoung decidió hacerce cargo cuando vio que Jae Beom tenía dificultades para quitarse la camisa. Sus dedos temblaban ante un anticipado momento de lujuria.

—Tenemos más que tiempo suficiente.

Enganchó los dedos en el cinturón de Lim y lo atrajo hacia él. No se perdió cada detalle, lo placentero e increíblemente caliente que era desvestirlo. Demonios, él podría vivir satisfecho con esa vista por el resto de sus días. Pasó las manos sobre la piel que poco a poco quedaba al descubierto, perdiéndose en la sensación chispeante en sus palmas y en los ojos de Jae Beom que se iban dilatando cada vez más.
El sonido de la hebilla en el cinturón llegó a sus oídos, ocasionando que se removiera ante un escalofrío lleno de excitación.

Las prendas restantes desaparecieron y JinYoung se acomodó en la enorme cama, llamó a Jae Beom con la mirada y le envió una invitación para el pase completo.

Que hermoso te ves así, cariño— Jae Beom trepó sobre él y se acomodó entre sus piernas, con los dedos dejó caricias en sus muslos y luego le tomó de las caderas para levantarlas y comenzar a frotarse contra él.— No tenía idea de cuán bello podrías ser mostrándote de esta manera. Mis fantasías no se acercaron para nada a la realidad.

JinYoung cerró los ojos y se dejó envolver por la sensación de sus pieles sin nada de por medio. Colocó las manos sobre las de Jae Beom cuando éste descendió hasta su cuello y comenzó a dejar mordidas por todas partes.
Incluso de esa manera, teniendo a ese gran hombre encima de él, todo parecía ser un maldito sueño erótico.

Los dedos de Jae Beom hicieron un buen trabajo dilatandolo, no dolió cuando entró en él. Al contrario, se sintió bien. Cielos, fue tan bueno. Sus piernas temblaban por la sensación de ser llenado por Jae Beom y JinYoung se apretaba cada vez que Lim agitaba las caderas con fuerza. Su lado animal desbordándose a cada segundo, cosa que no dejaba de fascinar a JinYoung.

Estaban tan perdidos uno en el otro, en la sensación de estar juntos y en la evidente verdad. Encajaban a la perfección.
Jamás había sentido todo eso. Tanta pasión y deseo que se mezclaban con otros sentimientos desconocidos para ambos, les aturdía por completo.

Sus caderas se golpeaban a un ritmo constante que incrementaba de acuerdo a la necesidad de ambos. Jae Beom se deslizó una y otra vez, jadeando y gruñendo en su oído, ocasionando escalofríos por cada centímetro de su cuerpo. Lim se aferró JinYoung todo lo que pudo, como si quisiera fundirse en uno sólo, y él no hizo más que recibirlo con gusto y las mismas ansias. Más gemidos, más besos que robaban el aliento y parte de su alma.

Acabaron uno seguido del otro, más que satisfechos por lo que acababan de hacer.

—Te tengo una propuesta mejor— jadeó Jae Beom.

—¿Qué podría ser mejor, según tu criterio?

—Ya no trabajes más para mí. Sólo quédate conmigo— ¿Lim Jae Beom realmente había dicho eso? JinYoung se sintió ruborizar ante la mirada llena de anhelo que el mafioso le regalaba. Cerró los ojos tratando de deshacerse del vergonzoso sentir.—¿Qué respondes ante mi propuesta?— susurró Jae Beom tan cerca de sus labios que podía saborear su aliento mentolado por el vino que consumieron. JinYoung abrió los ojos y se encontró de frente con los de Lim, de matices oscuros por la lujuria y cálidos por ese extraño sentimiento alojado.— ¿Te quedarás conmigo, JinYoung?

No había mucho que pensar. La desición ya había sido tomada desde mucho antes sin que JinYoung lo supiera realmente.

—Creo que ya sabes la respuesta.

Estuvieron besándose por un buen rato, sin prisas, sólo disfrutando aquello que habían guardado por un año. Roces de lengua, mordidas, pequeñas succiones y caricias gentiles que se perdían debajo de sus cuerpos. Todo en perfecta armonía.

Beep Beep.

Jae Beom se separó ligeramente y gruñó disgustado ante la interrupción. Oh, mierda. Alguien iba a ser reprendido severamente.

Alcanzó el teléfono sobre el buró y habló sin una pisca de titubeo. —Espero que tengas una muy buena razón.

JinYoung acarició el cabello de Jae Beom mientras lo oía suspirar bajo los efectos de un acto íntimo. Sonrió con diversión al ver que Jae Beom hizo una mueca. Al parecer sí interrumpieron por una buena razón.

—Lo siento, dulzura— dijo al colgar.— Tengo que encargarme de unos bastardos que están causando alboroto en uno de mis condominios.

—Tranquilo, aún nos queda el resto de la noche.

—No te muevas de aquí. No me tardo, tenemos varios asuntos pendientes. ¿No es así, amor mío?

—No planeaba hacerlo— JinYoung sonrió ante el dulce apodo y le obsequió un beso a cambio. No se había esperado algo así de su amado gángster, pero bueno, se acostumbraría a ello porque era seguro que se lo diría siempre. —Ahora... Ve por ellos, tigre.

.

.

.

Me inspiré en Miracle Aligner de The Last Shadow Puppets.

Sólo en ciertas partes de la letra porque nadie sabe el significado exacto.

He trabajado en esto cerca de tres o cuatro madrugadas. Quería que saliera bien, y la escena hard... Me la imaginé de otra manera, sólo que no pude plasmarla bien.

En fin, see you the next time.

Recuerden, pueden comentar alguna pareja o temática como sugerencia. Es una buena forma de desarrollar la i-ma-gi-na-ción. 🙌🏻🌈

.

.

.






Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro