CAP. 17 - No es solo otro amigo
En eso el sonido de las aves acompañaban la mañana, que temprano era, aun el sol no había salido completamente pero uno de sus rayos me ha golpeado en la cara. Mis ojos no pudieron evitar ser penetrados por la luz. Me desperté, abrí mis ojos y con algo de dificultad me levante de la cama, no pude evitar dar un fuerte bostezo y estirar mis brazos, aun me sentía algo cansado, pero me levante temprano exactamente por un propósito... Pero, ¿Porque estaba tan empeñado en hacer feliz a esa persona que apenas conocía hace unos días?, tal vez yo también deseaba uno de esos pudines... O tal vez solo quería verlo feliz.
Lo miraba, lo miraba calladamente, uno de los rayos del sol pegaba a su mejilla, sus labios debes en cuando se movían de manera sutil, su respiración aunque estuviera calmada podía escucharla...¿Que tiene ese chico?, me sentí ruborizado, me sentí raro, no entendía porque él era solo otro chico... otro amigo.
"¡Tengo que arreglarme!" Me llego la idea de golpe y me comencé a alistar rápidamente, me cepille, lavé y vestí sin despertar a Adam. Amarré los cordones de mis zapatos y al levantarme volví a quedarme viendo al moreno... ¿Estoy pensando en que un chico se ve absolutamente tierno y lindo durmiendo?, al parecer si... pero de seguro que cualquiera lo pensaría, su rostro era tan encantador, fino, y su piel de ese ligero color moreno, tersa... mi cuerpo se estremeció, me acerqué lo mas que pude a él y acaricie su mejilla con calma.
-Adam es muy lindo...- Me tape la boca inmediatamente, pensé que lo despertaría pero no fue así, el siguió durmiendo tranquilamente. Suspire profundamente y relaje los hombros. Esta vez con algo mas de miedo intente alcanzar su hombro...¿Porque seguía con eso?.
El abrió los ojos, yo me sorprendí un poco y me separé. Él solo frotaba su rostro con algo de su cobija y boztezaba.
-¿Que horas son Ethan?-
-Temprano...- Trague saliva y actúe lo mas normal posible. -Te iba a despertar para que vayamos a la cafetería- no pude evitar ruborizarme.
-Esta bien...- Dijo con voz apagada y cerrando con un bostezo.
-Bien, me adelantaré y apartaré ambos pudines... Ahm, te..te espero allá- Estaba algo nervioso, solo pude decir eso después de salir de la puerta apurado. ¿Que estaba haciendo? Me estaba fascinando el cuerpo de un chico, eso no debe ser raro... ¿O si?, pero...¿Porque sería raro?.
...
Estaba de camino a la cafetería, habían menos estudiantes de los que pensé, el sol ya podía alumbrar bien el bosque así que podría verse todo el ambiente a un color cálido y fresco. No me fije del lugar, solo seguía pensando en Adam, ¿Que tenia él en especial? Era solo otro amigo, era tierno, amigable, sincero, muy divertido, creativo y atento, además de que se preocupa mucho por mi y quiere bastante a Antonella, además, era muy lindo cuando dormía calmadamente, cuando frotaba sus ojos al despertarse, sus frecuentes pucheros, el brillo de sus ojos cuando se impresiona o cuando se ruboriza casi todo el tiempo, me daba calidez, mas que calidez me hacia sentir conforme con lo que soy, porque me hace sentir lleno con quién estoy.
No podía estar seguro de lo que ese chico hacia, pero tenia algo, y ese algo hacia despertar una chispa en mi, era como si me gustara... O tal vez solo sea una señal de que podría ser mi mejor amigo, ese que todo hombre debe tener, mi compadre, mi padrino, quien me acompañe a buscar chicas en las discotecas o quien me acompañe en las noches a tomar algo y hablar por horas de nuestra vida... Eso era lo que hacían los adultos, bueno al menos en las películas.
Me paré frente a la cafetería, habían pocos chicos, como unos veinte campistas podría decir, eso quería decir que deben quedar al menos mas de la mitad de los pudines. Entré a la cafetería, me di cuenta como Antonella se encontraba ya sentada desayunando, esa chica tenia energía para levantarse normalmente a estas horas. "¿Adam ya estaría listo?"...
Pasé a buscar inmediatamente los pudines, sin siquiera hacer fila mas solo me permitían tomar uno. Intente insistir, pero era inútil, no me quería dar el segundo pudin, el pudin que era para Adam, tampoco lo podía apartar puesto que era premiasion por madrugar y si otros madrugan antes que uno se lo pierde.
-Por favor Adam apresurate...- Rogaba porque el moreno entrara por esa puerta. Tenia el pudin en mi mano, estaba esperándolo, estaba nervioso ni siquiera lo había probado, Adam aun no aparecía pero mas campistas si, entraban y entraban y los pudines descendían de cantidad.
Me preocupé cuando solo quedaban cinco de ellos y una gran cantidad de campistas estaban en camino hacia acá. Esperaba que Adam fuera uno de ellos y de los primeros, solo quedaban cuatro ahora...luego tres, dos y uno... hasta no quedar nada.
¿Porque no habría llegado?, si lo levante temprano, debió había llegado hace un buen momento habría tomado su pudin, ¿Ahora que hará?, creo que era mejor darle el que tome, después de todo lo hice por el.
Lo admito. Admití el hecho de que no lo hacia por mi, si no por él, porque él me animaba a hacerlo, hacerlo por él. Me quede observando el pudin en mi mano y mordía mi labio algo nervioso, perdí de vista a los campistas que llegaban, me concentre en lo que sentía, lo que me impulsaba, lo que me animaba.
Una mano tomo mi hombro, escuche detrás de una fuerte respiración, estaba agitada.
-Perdón, lle-gue tarde- Menciono el moreno algo desanimado y exhausto, de seguro corrió hasta aquí apresurado pero fue en vano.
-No te preocupes, te lo aparte- Sonreí falsamente, en realidad era el mio y enserio quería comerlo, pero no quería que él se desanimara.
-¿En serio?, ¡Eres increíble!- Rodeo sus brazos en mi cuello y me abrazó fuertemente. Me tambalee un poco pero con suerte evite que el pudin cayera al suelo.
-Si... tomalo, disfrutalo- Le entregue el pudin en sus manos y este con ansias lo tomó.
-Gracias- Quedo deleitando su pudin un momento y luego alzó su mirada y la conectó con la mía. -Vamos a sentarnos- Señalo con una sonrisa.
Ambos no fuimos muy lejos, estábamos juntos, yo me senté a su lado observando como el comía su pudin y sonreía por su sabor, se sonrojaba por el dulce. "Creo que me gusta"... Por primera vez mi cabeza no debatió por esto, por primera vez sentía seguridad y no incomodidad por idearmelo, me gusta un chico. Si, lo ámbito y mi cabeza lo admitía, mi corazón lo admitía, ¿Que me lo aseguraba?, su sonrisa, sus ojos, su sonrojeo, sus pucheros, su voz, su expresión...
-Prueba- Acerco una cucharada de pudin a mi boca.
¿Qu-e?- Me sorprendí y me aleje a poca distancia.
-Que lo pruebes- Acerco cada vez mas la cuchara a mi boca. Yo me sonrojaba, no podía evitarlo, me avergonzaba un poco. Su sonrisa me penetraba el alma y me sometía a lo que decía. Abrí mi boca y el adentro la cuchara dándome del pudin. Estaba muy bueno, era delicioso, me alegro dárselo a Adam el pudo disfrutar completamente su dulzor. Ahora sé porque era él antes de mi.
-¡Mis chicos!- El inesperado grito de Antonella hizo separarnos inmediatamente.
-Nella, no nos asustes asi- Señale algo molesto, mi corazón se acelero a millón por la sorpresa.
-No sean niñas, ¡Deben tener un corazón tan fuerte como un león!- Alzo su puño, estaba siendo tierna e infantil otra vez. Dibujo una sonrisa perversa en su rostro. -Y...¿cuando se casan?- dejo soltar carcajadas burlonas.
-¿A que te refieres Antonella?- Dijo Adam completamente rojo, parecía un tomate.
-No se refiere a nada, no sabe lo que dice- Desvíe mi mirada avergonzado, levemente volteaba a ver a Adam pues no podía dejar de mirarlo.
-Los quiero a ambos- Ella nos abrazo fuertemente mientras reía de felicidad. Me sentía tan bien, tan lleno, tan feliz de que dos personas a mi lado estuvieran y que siempre me apoyaran, que siempre me ayuden y que sean capaces de dar mucho por mi. Estos eran mis amistades, una chica extrovertida, loca, divertida, sincera y tierna, igual a mi mejor amiga por siempre.
Y un chico tierno, vulnerable, tímido, curioso, penoso y lindo, el chico que me gustaba, igual a ... Mi mejor amigo, siempre...
El primer y mejor campamento de mi existencia, de mi vida, de todo en realidad. Pero ya era hora de volver a casa y dejar de ver constantemente a Adam.
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