Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐎 𝐂 𝐇 𝐎

EL MOMENTO POR FIN HABÍA LLEGADO. Llegó la hora de ir y matar a Francis, y Marley no podría haber estado más emocionada. Había pasado demasiado tiempo descansando en su apartamento y solo podía ver tantos episodios de Jeremy Kyle antes de aburrirse, lo que provocó que se pusiera a pintarse las uñas. Habían descubierto que el gilipollas británico estaría en la autopista exactamente al mediodía. Todo lo que tenían que hacer era llegar allí y emboscarlo a él y a sus matones. 

Wade llamó a un taxi mientras ella retocaba su maquillaje, poniéndose una capa extra de pintalabios rojo que resaltaba en su cara blanca y pura. La pálida mujer no se dio cuenta de las sutiles miradas que Wade le dirigía mientras estaba al teléfono; y él se alegró por eso.

Desde su cumpleaños, y quizás incluso un poco antes de eso, Wade se había dado cuenta de que le importaba y la quería más de lo que debería. Ella había hecho tanto por él, más de lo que Vanessa había hecho nunca, y se comenzó a cuestionar lo que haría después de que todo este asunto de Francis haya terminado. ¿Volvería con Vanessa y se olvidaría de Marley? ¿O se mantendrían en contacto? Incluso se le pasó por la cabeza que había una posibilidad de que no quisiera volver con su ex y quedarse con la rubia, que ahora apretaba sus coletas onduladas delante de él. Fue un giro extraño que canalizó su lado de perversión interna de papi.

La compañía de taxis en el teléfono anunció que enviarían un coche pronto y Wade colgó el teléfono. Los dos anti-héroes recogieron sus armas y salieron corriendo por la puerta cuando el taxista tocó el claxon de su coche afuera.

— ¡Subid! — el conductor saludó a los dos, la ventanilla lateral del pasajero bajada mientras se inclinaba a la vista. Wade y Marley subieron al asiento trasero del taxi e informaron al hombre de su destino deseado.

Llevaban viajando unos minutos en el coche y los dos anti-héroes ya se estaban aburriendo. Marley se apoyó en el hombro de Wade mientras él recogía un folleto para Haunted Segway Tours, lo dobló y lo metió en su bolsillo. La rubia se acercó a él y se alongó apoyando su cuerpo en su regazo para jugar con la ventana, a pesar de que podría haber jugado fácilmente con la ventana que estaba en su lado del coche. Pero era más divertido así. Deadpool observó como la ventana subía y bajaba con puro aburrimiento y empezó a girar las coletas de Marley entre sus dedos cubiertos por el guante.

Después de haber girado sus mechones rubios a la perfección, extendió su mano por encima de su cabeza y comenzó a hurgar en un pedazo de chicle en el techo. La ex-psiquiatra había perdido interés en la ventana y comenzó a hacer agujeros en la parte trasera del asiento del copiloto con un pequeño cuchillo que normalmente guardaba en su bota de tacón alto. De repente, sintió que algo le caía en la cabeza y le tomó un segundo darse cuenta de que Wade accidentalmente había pegado el chicle en su pelo rubio platino.

— ¡Bichito'! — exclamó frustrada, levantando las manos para encontrar el repugnante pedazo de chicle.

— ¡Uups! Lo siento... solo déjame- — Wade extendió las manos con cuidado, quitó el chicle de su pelo brillante y lo dejó caer al suelo del coche — Y... ¡ya está! Como nueva.

La payasa le fulminó con la mirada juguetonamente, apartando sus manos enguantadas y apretando sus coletas. Ella podía decir por la forma en que su máscara se extendía alrededor de su barbilla, que él estaba sonriendo.

— Ya sabes, dicen que masticar chicle de otras personas te da cáncer — bromeó.

— Entonces, debes de haber masticado un infierno de un montón de Hubba Bubba en tu vida entonces — replicó ella, moviéndose para mirar por la ventana.

— Qué mala — la regañó Wade juguetonamente. Marley sólo sonrió con aire de suficiencia en respuesta y comprobó su maquillaje en el espejo retrovisor mientras continuaban conduciendo en la parte delantera del taxi.

El silencio envolvió el coche durante unos minutos (algo a lo que ni Wade ni Marley estaban acostumbrados), y por supuesto Deadpool tuvo que hacer algo al respecto. Asomó la cabeza a través del pequeño hueco que separaba la parte trasera de la delantera del coche y se dirigió al conductor.

— Me siento solo atrás — dijo el mercenario, enfurruñado — Harley no ha dicho una palabra a mi sexy culo desde que accidentalmente le tiré un chicle en el pelo — empezó a intentar atravesar el hueco y gruñó a Marley, mirando de nuevo al conductor — ¿Una ayudita?

— Señor, tengo que mantener las manos en el volante — informó el conductor, moviéndose un poco hacia un lado en su asiento para dejar que Wade pasara.

— Te odio — Marley gruñó, empujándolo por el culo para que pasara por el agujero y cayera en el asiento del pasajero. Él gruñó cuando finalmente se sintió cómodo y miró juguetonamente a Marley mientras ella le sonreía a través del hueco, descansando su barbilla en sus brazos cruzados.

— Eso es mentira, todo el mundo me ama — contestó él, tocando la nariz de Marley con la yema de su dedo índice. Ella se burló antes de apartar su mano — Perdón.

— Dopinder — se presentó el taxista, tendiéndole la mano a Wade.

— Pool. Dead — respondió Wade, dándole la mano. Dopinder le tendió la mano a Marley, quien no perdió el tiempo en agarrarla.

— Harley Quinn, cariño. Pero puedes llamarme como quieras — ella sonrió, pasando su mano a lo largo del hombro del hombre y guiñándole un ojo. Una gran sonrisa y un sonrojo apareció en sus mejillas. Ambos anti-héroes lo notaron, pero Marley sólo se rió. Wade, por otro lado, se alegró de que llevara una máscara de cara completa, de lo contrario su mirada asesina habría sido totalmente notable.

— Mmm. Mola — habló Deadpool, mirando la foto de una mujer en el tablero de Dopinder y distrayéndose de regañar a Marley sobre su coqueteo con otro hombre que no era él. Sabía que no tenía derecho a decirle con quién coquetear. No estaban juntos.

— Huele bien, ¿ah? — dijo Dopinder distraídamente, pensando que Wade estaba hablando del ambientador.

— El Daffodil Daydream no. Él se refiere a la chica — informó Harley, inclinando la cabeza del hombre por la barbilla en la dirección de la foto.

— Ah, sí. Gita. Es muy hermosa. Hubiera sido una esposa ideal para mí, pero... El corazón de Gita lo ha robado mi primo Bantu. Él tiene tanto de deshonroso como de atractivo. 

— Dopinder... Empiezo a pensar que hay un motivo por el que estamos en este taxi — dijo Deadpool, mirando a Dopinder.

— Sí, señor, usted lo ha pedido, ¿lo ha olvidado? — respondió Dopinder, claramente sin entender lo que estaba sugiriendo.

— No, mi esbelto amiguito moreno. El amor, es algo muy bonito. Y cuando lo encuentras, el mundo entero huele a ese ambientador — vociferó Wade, apuntando al ambientador y echando un ligero vistazo a Marley sin que ella se diera cuenta. Estaba muy ocupada revisando sus uñas en el asiento trasero.

— Mmm — Dopinder asintió, aferrándose a cada palabra.

— Tienes que agarrar el amor. ¡Fuerte! — exclamó el mercenario con entusiasmo, levantando el puño y golpeándolo con el de Dopinder — Y no soltarlo jamás. No cometas los mismos errores que yo, ¿vale?

Dopinder asintió.

— Sí.

— Sino el mundo te huele a.. a las ingles sebosas de un lechón — remarcó Wade, mirando por la ventana.

Dopinder le miró confundido.

— Ah, señor. ¿Y e-esas ingles a qué huelen?

— Como dos vagabundos follando sobre un cartón meado — exclamó Deadpool, levantando las manos en exasperación. Dopinder le hizo señas, disgustado con la descripción.

— Vale, para.

'Él se lo pidió preguntándole, aún sabiendo que se iba a asquear' la voz en la cabeza de Marley se rió. Había pasado un tiempo desde que ella dijo algo. Marley lo atribuyó al hecho de que había estado distraída y, por lo tanto no tenía tiempo para la voz. De alguna manera se alegró de que volviera.

— Y puedo seguir, Dopinder. Demonios, incluso Harley podría unirse — dijo Deadpool, volviéndose hacia el taxista — El tema es que huele muy chungo.

Dopinder asintió.

— Chungo. Ah, ¿a qué viene el disfraz rojo y el maquillaje de payaso de ella, Sr. Pool?

— Es porque hoy es Navidad, Dopinder. Y vamos en busca de un niño travieso. Llevamos esperando un año, tres semanas, séis días, y oh...

— Catorce minutos — agrega Marley, mirando por encima del hombro de su compañero en su reloj de Hora de Aventuras.

— ¡Catorce minutos! Para hacerle pagar por lo que nos hizo — continuó Wade.

— ¿Y qué les hizo? — preguntó Dopinder, mirando a Wade y Marley con curiosidad.

— Esta putada — Wade levantó su máscara y miró con los ojos muy abiertos al hombre sentado a su lado, Dopinder se inclinó de lado en su asiento para evitarlo — ¡Boo!

— ¡Bichito'! No asustes al pobre hombre. Probablemente se cagó en los pantalones por tu culpa — regañó Harley a su mejor amigo, golpeándolo en la nuca y haciendo que gimiera de dolor.

— ¡Aah!

— Oh, deja de ser un pequeño cabrón — ella se alongó y agarró su máscara, volviéndola a poner en su cabeza para evitar más pesadillas para su nuevo amigo.

— Parece que hoy alguien es Mr. Grumpy Cat* — Wade gruñó para sí mismo, pero ella lo escuchó perfectamente. [N/A: La gata más gruñona del mundo, la del meme xd]

— Yo no soy el que me metió chicle en el pelo — Wade comenzó a tocarse el cuerpo como si estuviera buscando algo, y miró en los asientos de atrás causando que su compañera se confundiera.

— ¡Oh, mierda! — exclamó él, desplomándose en su silla.

— ¿Qué pasa?

— ¡Me he dejado la mochila con la munición!

— Ah, mierda. ¡Se suponía que debías dejarla junto a la puerta para que no la olvidemos!

— ¡No es mi culpa que el estudio no tuviera suficiente presupuesto y tuviera que limitar las escenas de acción!

— ¿Damos media vuelta? — preguntó Dopinder, con los ojos viajando entre los dos mercenarios mientras discutían.

— ¡NO! — gritaron ellos sin querer.

— No hay tiempo. Que le den. Nos la apañaremos. Nueve, diez, once, doce balas, o nada. ¿Qué hay de ti, mejillas dulces?

— No tengo un arma. Solo un bate y un estilo extremo — contestó Marley, revisando el asiento trasero por si había traído algo — ¡Para aquí!

Dopinder pisó los frenos en medio de la carretera, causando que los coches detrás de ellos se detuvieran también. Verificó el costo del viaje en taxi y se volvió hacia sus pasajeros.

— Pues son, eh, veintisiete cincuenta.

— Yo nunca llevo cartera cuando trabajo. Me hace arrugas en el traje — se excusó Deadpool.

— Oh.

— Pero, ¡¿qué tal si chocamos esos cinco?! — preguntó él, levantando su mano enguantada.

— Vale — Dopinder sonrió, chocando los cinco con el hombre.

— Harley, tú también.

Marley se inclinó por el hueco y chocó los cinco con Dopinder antes de salir del taxi con Wade.

— Feliz Navidad.

— ¡Buena suerte con la conducción en taxi, cariño!

— Gracias. ¡Y que pasen bien este agradable martes de abril, Sr. Pool! — dijo el conductor despidiéndose y se fue.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro