Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

[⭐] Insomniac.

Hitoshi no puede dormir.

No es algo que sea especialmente raro, el insomnio es una palabra común en el vocabulario de los Shinso.

El padre de Hitoshi sufre de insomnio, también su padre y el padre de su padre y...

Ni siquiera estaba seguro a cuántas generaciones se remontaban los problemas de sueño o si su padre simplemente le había mentido para hacerlo sentir mejor cuando era un niño de diez años que lloraba de la frustración por no poder cerrar los ojos y descansar, como cualquier otro niño, como cualquier otro ser humano normal.

Hitoshi no le temía a la oscuridad porque empezó a aventurarse a través de ella cuando su cerebro decidía ignorar su cuerpo cansado, y no había nada más que hacer que ver la penumbra de su habitación.

La espesa negrura parecía tragarse su baúl de juguetes, y aún así, no tenía ni una pizca de miedo de enterrar su mano dentro para buscar cualquiera de los divertidos objetos que se encontraban dentro.

Hitoshi era un niño valiente que podía andar de aquí para allá por la casa en la oscuridad, siendo la luna su única fuente de luz, a veces leía en el sofá, veía la tele en la sala, se sentaba cómodamente sobre la encimera de la cocina para comer un sándwich en sus antojos nocturnos.

Shinso era valiente en la oscuridad pero justo ahora tenía miedo.

Un brazo se aferraba a su cintura con la fuerza suficiente para limitar aunque no restringir sus movimientos. Podía girarse, mover sus piernas, acomodar su brazos, pero no podía salir de ahí sin despertar a su novio, que lo mantenía apegado a su cuerpo cariñosamente.

En la oscuridad de esta noche, Hitoshi tenía un miedo inocente, más que miedo, una preocupación, no quería despertar a Shoto que dormía plácidamente acurrucado a su cuerpo.

Era una costumbre para Shinso ser la cuchara grande, más que nada y por la simple razón de poder ir y venir cuántas veces quisiera en las noches cuando el insomnio hacía acto de presencia, pateando sus párpados para mantenerlos abiertos, y tocando una canción de rock en su cabeza o quién carajos sabe.

Hitoshi solo sabía que aunque se encontraba en el más absoluto silencio, en plena oscuridad y con su cuerpo extenuado por el agotamiento. Si el insomnio decidía aparecer no había forma posible de lograr que concilie el sueño.

Por eso Hitoshi había aprendido a aprovechar el tiempo nocturno al máximo.

Un giro más, Shoto no afloja el agarre.

Shoto tiene un sueño normal, sin ningún tipo de transtorno extraño, ni nada. Alguna vez lo vió temblar con sus ojos cerrados en un sueño profundo, pero fuera de eso, de no ser porque se lo comentó la mañana siguiente, Shinso jamás habría sospechado que había tenido una pesadilla.

Con su estilo de sueño normal, que no era ni muy pesado, ni muy ligero, Hitoshi podía girar su cuerpo, enredar y desenredar sus piernas, jugar con su cabello bicolor, apretarlo o no entre sus brazos, y el menor no despertaría, pero cuando intentaba separarse del agarre, era como una palanca, una alarma que se disparaba en el cerebro dormido de Shoto que lo hacía abrir sus ojos para verlo con fijeza y cansancio para exclamar un "¿No puedes dormir?".

Y Shoto lo besaría, lo encerraría entre sus brazos, y una cosa lleva a la otra hasta que bueno...

Hay veces, cuando el cuerpo desnudo de Shoto sobre el suyo, piel contra piel, la calidez de sus cuerpos junto a la ligera humedad del sudor, lo hacía sentir mejor. No era un remedio para su insomnio, sus ojos se entrecerraban pero aunque el cansancio era mayor, el sueño seguía sin llegar pero la respiración calma de Shoto y la repentina relajación de sus músculos después de un orgasmo, le permitía sentirse en paz. Como si hubiera podido dormir por horas, cuando en realidad no pudo ni cerrar sus ojos correctamente.

Hoy no quería molestar a Shoto.

Honestamente nunca quería molestar a Shoto, porque dormir era importante, era preciado, él mejor que nadie lo sabía, y a pesar de lo bien y descansado que se sentía luego de que Todoroki lo ayude, no podría evitar sentirse algo culpable cuando la mañana después, los preciosos ojitos bicolores de su pareja tenían pequeñas ojeras de color oscuro.

Pequeñas, apenas notables, y nada comparables con las bolsas grandes, cansadas y oscuras que vivían desde hacía años bajo los ojos púrpuras de Hitoshi.

Él se acostumbró a vivir con sus ojeras, aprendió a vivir con ellas y aceptarlas como una parte de si mismo porque indudablemente, sin el insomnio, Hitoshi no sería Hitoshi o sería un Hitoshi muy diferente.

Volteó su cuerpo una vez más, la respiración suave aunque profunda del bicolor choca contra su pecho cálido, dándole un ligero escalofrío, y lo mira con fijeza, después de todo, será su único entretenimiento en lo que resta de la noche.

Sus cabello bicolor, siempre perfectamente dividido se entremezcla, volviéndose una confusión de mechones rojos y blancos enrevesados y entrelazados. Acerca su mano tímida, y con suavidad aparta un par de mechones de su frente, sintiendo un poco de humedad por el sudor nocturno. Se acerca sin poder evitarlo, dejando un beso en su frente, justo en el centro donde puede sentir la piel lisa y sin imperfecciones además de también los bordes de su cicatriz, que se mantiene ahí, como siempre, y desde hace mucho años. Sin importar las tonterías infundadas del bicolor alegando que lo hacía ver feo, esa marca realzaba mucho más la belleza de sus facciones.

Porque era Shoto, y Shoto era hermoso, precioso, bellísimo, en todas sus formas, con todas sus marcas, con cicatrices, granos, arrugas, verrugas y es que ¡Mierda!Shoto podría ser feo, y estaba seguro de que aún así lo amaría porque así de jodido estaba de amor por él.

Lo único malo de ver a Shoto dormir era no poder observar sus ojos, que también eran muy bonitos (¿Había alguna parte del Shoto que no fuera ideal, atrayente y perfecta?)

Peinó un poco más su cabello, colocando un par de mechones tras su oreja, dejó un beso más sobre su frente, y aventuró su mano por la curva de su cintura para atraerlo más cerca, y sentir el calor de su cuerpo.

Amaba a Shoto. Lo suficiente para dejarle de importar las noches aburridas y las horas desaprovechadas que pudo invertir haciendo otra cosa.

Porque proteger el sueño de su amado con uñas y dientes, sin importarle parecer un cobarde ante el niño insomne que aún habitaba en su interior, era sumamente importante.

—Te amo, Shoto. —susurró, cerrando sus ojos, abrazándolo con más fuerza. Y de reojo pudo ver, una pequeña sombra de sonrisa aparecer en sus labios pálidos, junto a su brazo que apretó un poco más su cintura.

[...]

Kyleeee, hace tiempo que no escribo nada aquí, pero este libro es tuyo, y siempre lo será.

¡MUY FELIZ CUMPLEAÑOS!✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro