Pov’s Clarissa

Estoy sola en la casa, mi padre y Greta fueron a trabajar, Gabo fue a realizarse unos exámenes para descartar cualquier enfermedad después de lo sucedido en la carrera. Hoy tengo que llamar a Eire para decirle que me retiro un tiempo de la gimnasia, por mi embarazo, ni maestra puedo ser hasta seis meses después de que nazca el bebé. Brianna llegará un poco más tarde para ir de compras las dos, dice que me tiene una sorpresa.

Estoy todavía pensativa, porque a Gabo le informaron que si pasa todas las pruebas, tendría lugar la próxima carrera en Londres. Si acepta, tiene que viajar dentro de poco ya que debe estar tres meses antes allá para poder ejercitarse y entablar amistades, y le incluyeron una beca en la universidad donde se quedaría.

Estoy molesta porque lo está pensado, además de que tengo miedo de que él lo acepte luego que yo dejé mi carrera por el bebé que estamos esperando, para no alejarlo de su padre. Espero que los resultados salgan bien, porque antes de la carrera ha estado un poco extraño, ha perdido a veces la visión y se ha caído por falta de fuerza y equilibro. Todos pensamos que es porque se estaba sobrepasando en el entrenamiento y que no va a ser nada grave.

Escucho que suena el timbre de la casa, si fuese Bri, hace rato me hubiese llamado para que le abriese. Al bajar las escaleras, abro la puerta y me llevo una gran sorpresa.

— ¿¡Evelyn!? Pensaba que no estabas en el país.

—Estaba en unas vacaciones, para relajarme —su presencia me provoca algo que no sé definir.

—Gabriel no está en la casa —le comento para que sepa que hizo el viaje por gusto.

—Lo sé, hablé con él porque necesito buscar unas cosas que se me quedaron en su habitación.

—Está bien, ya sabes dónde está —de todas formas, la acompaño para que no vaya a coger algo que no sea de ella.

Ella entra, caminamos hacia la entrada de las escaleras para subirlas.

—Por cierto, felicidades por tu embarazo —sus palabras me provocan un escalofrío por mi piel —, Gabriel debe estar contento.

—Sí, lo está —ella se gira, para mirarme.

—Qué malo que nunca podrá conocerlo.

— ¿¡Qué!? —me empuja desprevenida sin yo poder agarrarme.

Lo último que recuerdo es su cara con una gran sonrisa.

Pov’s Brianna

Llego a casa de Issa, se me hace muy extraño que la puerta y entro apresuradamente sin pensarlo dos veces. Unas lágrimas salen de mis ojos cuando veo a Clarissa en el borde de la escalera con un poco de sangre debajo de ella. Rápido le mido el pulso en lo que llamo a una ambulancia.

—Resiste amiga.

Pov’s Gabriel

Llego al hospital luego que Brianna me llamase que Clarissa está grave. En el camino, le aviso a mi madre para que con calma se lo diga a Carlos y que no haga alguna locura. En la recepción, pregunto por ella y me dicen que todavía está en la sala de operación, al parecer todavía nadie sabe nada de ella. Pasa como una hora, cuando un doctor aparece.

— ¡Familiares de Clarissa Stern! —nos llaman.

—Aquí estamos —nos acercamos todos hacia donde está parado el doctor.

—La señorita Clarissa ha tenido unas fracturas en las costillas y en su mano derecha. Por suerte no pasó más nada grave, pero se dio un golpe en la cabeza y la mantendremos vigiladas estás primeras 24 horas.

—Doctor —le llamo —, ¿cómo está el bebe?

—Hicimos todo lo posible —unas lágrimas salieron de mis ojos y la rabia me consume.

Él que haya provocado esto, tendrá su merecido.

—No se desanimen, todavía es muy joven —nos alienta —. Tengo que ir a ver otros pacientes.

Todos estamos tristes por la pérdida de este bebé, teníamos una gran ilusión que se ha acabado en un momento.

Horas más tardes…
Pov’s Clarissa

Abro los ojos poco a poco, trato de adaptarme a la luz del lugar donde estoy, que todavía no reconozco. Me duele un poco la cabeza y es cuando me doy cuenta de que estoy en un hospital.

— ¡Gabriel! —lo llamo, está dormido —. ¡Gabriel! —se despierta abruptamente, pero cuando me ve le brillan los ojos.

—Issa —se acerca —, debes descansar amor.

—Gabriel, ¿mi bebé como está? —No me contesta, pero toma mi mano más fuerte que antes —. ¡Gabriel! Responde —le grito.

Suelta mi mano y sale por la puerta, escucho que llama a alguien, un doctor es lo que entra y comienza a revisarme, pero lo único que yo quiero saber es de mi bebé.

— ¡Alguien me puede decir de mi bebé! —grito y se me escapan algunas lágrimas.

—Debes ser fuerte, más de lo que eres —me pide Gabo.

—Mi bebé —lágrimas salen de mis ojos.

—Cuando llegaste al hospital, ya habías perdido mucha sangre, perdimos a nuestro bebé, Issa —comienza a llorar y me parte más todavía el corazón.

De un momento a otro comienza a quitarse todo de encima y comienza a repetir “Es mentira Gabriel, nuestro hijo está bien”. La aguanto, la estrecho lo más fuerte contra mi cuerpo. Comienza a golpearme para que la suelte, hasta que se da por vencida y comienza a llorar a mares. Yo debo mantenerme fuerte para apoyarla, pero me duele tanto como a ella.

—Fue culpa de ella —susurro por lo bajo.

Una semana más tardes…

Cuando por fin me dan el alta, me pongo muy feliz, tengo ganas de ir para mi casa. Mi padre y Greta me están consintiendo en todo lo que quiero y me quiero aprovechar un poco. Gabriel está como loco buscando el culpable de que me hubiese caído por las escaleras. Yo no le he dicho quien fue, nada más lo sabe Brianna y le hice prometerme que no se lo dirá a Adael.

Eire vino a verme para saber cómo estaba y al final terminé firmando el contrato para ser maestra. Aquí está mi familia y Gabriel, no los dejaré por más que quiera alejarme de aquí. Además, Eire me dio la opción que, si después me quería cambiar, lo podría hacer con gusto, no querían perder a una gimnasta valiosa como yo. 

Llegamos a casa, con ayuda mi amiga subo las escaleras para ir a mi cuarto. Al entrar, veo los zapaticos que le había comprado Greta al bebé, la tristeza me invade, Bri se da cuenta rápido y los esconde.

—No te preocupes amiga, ya lo estoy superando.

—Clarissa, ¿cuando le vas a contar a Gabo la verdad? —me pregunta —. Está cómo loco buscando quién te hizo esto y tú sabes quién es.

Irrumpe en la habitación Gabo, furioso, se le nota en su rostro.

— ¿¡Quién fue, Clarissa!? —me grita —. ¿¡Quién fue!?

Entra Greta asustada de que su hijo esté gritando.

— ¿Qué pasa, Gabriel?

—Clarissa sabe quién la empujó por las escaleras y no nos lo dijo.

Unas lágrimas salen de mi rostro.

—No quería que cometieras una locura… —me interrumpe.

— ¿¡Quién fue, Brianna!? —mi amiga no sabe si decir, está insegura.

—Fue Evelyn.

26 de junio del 2022…8:45am

Hoy Gabriel se ha levantado muy contento, hace un mes que perdimos a nuestro hijo, pero ya lo superamos. Nada ha hecho que nuestra relación se vea afectada. Este último mes ha sido inolvidable, Gabriel se ha portado de una forma estupenda hacia mí. Me ha regalado varias cosas, me ha llevado de viaje por todo Estados Unidos, es el mejor novio que pudiera tener. Me dijo que me ponga guapa que hoy vamos a pasarlo a lo grande.

Después de que se enteró que Evelyn fue la que me empujó por las escaleras, llamaron a la policía y ahora mismo está en un hospital psiquiátrico, esa fue su condena. No pensaré en ella, debo estar hermosa para mi novio cuando me venga a recoger.

Horas más tardes…

Brianna me ha ayudado a escoger un vestido negro escotado para ponerme, me ha arreglado las uñas y me ha planchado el cabello. Estoy muy feliz por ella y Adael, van a salir también. Ya ella está lista, preferí que ella fuese la primera. Los dos chicos nos deben estar esperando abajo, con sus trajes. La verdad, es que siempre me calienta ver a Gabriel con smoking.

Pov’s Gabriel

Esta noche debe ser especial, debo dejarle un gran recuerdo mío. El día que Clarissa tuvo el accidente, estaba haciéndome unos análisis, cuando recogí los resultados dos días después, fueron muy malos.

⊱┈❊ Flashback ❊┈⊰

—Doctor, estoy aquí —llego a la consulta —. ¿Para qué quería verme?

—Hay algo que debes saber de los exámenes que le hicimos —yo lo escucho —. Tiene un tumor cerebral, que aquí no podemos tratarla pero… —dejo de escuchar lo que dice el doctor.

¿Cómo me puede estar pasando esto?

—Voy a ser padre —unas lágrimas brota de mis ojos.

—Lo sentimos mucho, señor Katz —se disculpan, pero ellos no tienen la culpa de esto que me está pasando —. A lo sumo le quedan de dos a tres meses de vida.

⊱┈❊ Fin del Flashback ❊┈⊰

Continuará…