21 de mayo del 2022…12:10pm
Pov’s Clarissa

—En esa misma posición te daría el mejor sexo de tu vida —Salto al sorprenderme que me haya visto y más así, se aproxima y yo voy retrocediendo —. Te deseo tanto Clarissa y eso ya lo debes imaginar.

Solo anda en bóxer y su erección aumenta demasiado, yo ando con un bañador puesto, le estoy dejando ver mucho. Llego hasta el final, ya me tiene trincada y entonces cuando llega a mí, me besa. Lo separo, aunque lo desee ahora mismo, no voy a ser plato de segunda mesa, él está con Evelyn y debe respetarla.

—Estás con Evelyn, no puede haber nada de esto.

—Me terminó ayer, así que no te preocupes, yo también lo pensaba hacer, me estas volviendo loco, Issa y eso no es bueno para mí.

Me llamó Issa, y esta vez no es borracho.

—Te deseo tanto como tú a mí, los dos nos hemos suprimido de esto que sentimos, pero quiero que no te sientas obligada a hacer algo que no quieras.

—Yo te quiero a ti, Gabriel Katz.

Me dejo llevar cuando él me besa de nuevo.

Pov’s Gabriel

La beso nuevamente, tanto tiempo para esto y ahora es que me atrevo a besarla de verdad. Dos años casi conociéndola y en este momento es que estoy disfrutando de su dulzura. La dejo poco a poco en la cama, quiero que esta tarde si sea inolvidable para los dos.

Comienzo a besarla lentamente en lo que mi mano izquierda recorre su cuerpo y la derecha mantiene un poco mi peso. Le quito el sujetador y las bragas, ya me molestan, y comienzo a jugar con sus pechos. Mientras me divierto, bajo mi mano a su zona húmeda y siento que está preparada. La observo a los ojos y siento como se retuerce de placer debajo de mí.

—Gabriel —articula con dificultad.

—Clarissa.

—Hazme tuya, por favor. Lo deseo.

Siento una puerta abrirse, no puede ser posible porque los únicos que podríamos estar entrando son Clarissa o yo y los dos estamos aquí juntos.

— ¡Gabriel! ¡Clarissa! Ya llegamos.

Los dos nos sorprendemos, y en susurros, decimos al unísono.

— ¿¡No llegaban mañana!?

Pov’s Clarissa

Él se levanta sin poder hacerme nada. ¡Qué buen momento de llegar! No tengo ni la más mínima idea de que voy a hacer, no sé si salir, pero sería muy riesgoso al estar la habitación de Gabriel, ya que para pasar hacia mi habitación, se vería por la entrada de las escaleras, además, me verían saliendo semidesnuda de su cuarto.

—Gabriel, inventa que estoy con Brianna y listo —Siempre la meto a ella en todo.

—Está bien.

Él se coloca el bóxer y una bermuda que tenía por el piso. Sale y yo escucho sus pasos para saber cuándo es el momento oportuno de salir y echar a correr al garaje.

— ¿No llegaban mañana?

— ¿No te da gusto que estemos aquí? —pregunta y en su voz denota dolor.

—Sí, mamá. Pero Clarissa me dijo que estarían en Canadá un día más por una tormenta.

—Quisimos darles una sorpresa —Ahora habla mi padre —. Por cierto, ¿en dónde está Clarissa?

—Está en casa de Brianna, regresa en la noche.

—Pero su auto está fuera —Raioz, no le creerán.

—Es que —Se calla un momento —, yo la llevé cuando llegué y la voy a recoger. Si quieren la voy a buscar.

—No, no. Ahora la llamo.

—No se preocupen, yo ahora la voy a buscar. Ustedes descansen que deben llegar exhaustos.

—La verdad es que sí —contesta Greta.

Tomo una camisa de Gabriel para cubrirme un poco mejor, miro hacia la ventana, hay algunos árboles cerca, desde pequeña he sabido escalar. Me subo a este por una rama hasta poder bajar al suelo, sin tener que romperme una pierna si hubiese tenido que saltar desde la ventana. Salgo hasta su auto y me siento en la parte trasera. Le marco a su celular, él rápido contesta.

—Clarissa, ¡no te vas a creer lo que está pasando aquí! —seguro mi padre y Greta siguen allí, escucho que mi padre le pregunta si soy yo por detrás.

—Estoy en la parte trasera de tu auto, vamos a casa de Brianna para que me preste un conjunto de ropa y regresamos, así te demoras el tiempo que debes irme a buscar.

—Claro, ahora te paso a buscar, nos dieron una gran sorpresa.

—Dale, te espero.

Cuelgo y le marco enseguida a Brianna, ella me va a volver loca de preguntas.

—Hola Bri, voy a tu casa, Para mi padre, estuve hasta ahora mismo contigo. Préstame un conjunto de ropa que me voy a cambiar en tu casa.

— ¡¡Clarissa Stern!! ¿¿Qué ropa traes puesta?? —Me grita.

—Una camisa de Gabo con un bikini. ¡¡Estuve a punto de tener relaciones con Gabriel!! —Lo digo rápido y el grito de mi mejor amiga provoca que dé un salto y que me separe instintivamente el celular del oído —. ¡¡Me vas a dejar sorda, Brianna!!

—Me vas a contar cuando llegues con lujos y detalles —comenta feliz.

—Recuerda que no me puedo demorar mucho.

—Claro, claro. Te espero aquí.

Dios, lo que me toca cuando llegue a su casa. No pasa ni un minuto cuando Gabriel está saliendo de la casa hacia el auto. Nada más que entra, nos comenzamos a reír pero no hablamos de lo que ha pasado anteriormente en todo el camino. Llegamos en un aproximado de quince minutos, Bri nos espera fuera, le da una mirada de soslayo a Gabriel y se acerca a mi puerta.

— ¿Tiene un buen pedazo de carne? —Me río ante las ocurrencias de mi mejor amiga y Gabo maldice por lo bajo.

Entramos a su casa y en lo que me estoy vistiendo, le cuento a Brianna lo que sucedió, o bueno, de lo que casi sucede. Ella grita varias veces y hace preguntas que provocan que me ponga roja. Algunas de ellas fueron, ¿son algo más que hermanastro?, ¿besa bien? A ninguna le di respuesta, pero sí que quisiera saber que somos ahora.

22 de mayo del 2022...

Me despierto cuando tengo que apagar la alarma de mi celular que es muy insistente. A mi mente lo primero que llega son los recuerdos de la tarde anterior. ¿Habrá cambiado mi relación con Gabriel?

Evelyn y él no están juntos. Llega una sonrisa involuntaria a mis labios  y me levanto contenta de la cama. Me doy una ducha relajante para mi cuerpo y entre mi armario busco la ropa más bonita que tengo. Me sitúo en frente del espejo y por encima veo si me pega más una blusa blanca o una color vino, escojo entre las dos la vino, aunque tengo mis dudas. Tomo mi celular y llamo por video llamada a Brianna, ella está hasta más emocionada que yo.

Contesta al primer timbre. ¿Tenía el celular junto a ella?

—Buenos días Bri, necesito tu ayuda.

—Lo sabía, no sabes que ponerte, ¿eh? —asiento.

Le muestro mis opciones de blusa y las descartas.

—Pon la cámara del celular para el armario y te voy a decir que ponerte.

Después de tantas risas y que me he probado siete juegos de ropa seguidos, escogemos un top azul de escote en forma de V y una falda del mismo tono. Todo, porque el azul, es el color favorito de Gabriel. Voy hacia la cocina a desayunar, ya están allí.

—Buenos días —saludo y le doy un beso en la mejilla a mi padre —. Buen provecho a todos.

—Buenos días, Clarissa —contesta Greta y mi padre al unísono y Gabriel hace caso omiso, como siempre.

Seguro es para que mi padre y Greta no se den cuenta de lo que pasó ayer. Tomo asiento y cuando me estoy sirviendo las cosas, Gabriel se levanta.

—Me va a coger tarde para entrenar, mejor me marcho.

— ¿Me esperas para ir también?

—Estoy apurado, Clarissa —responde cortante y se marcha.

Seguramente Gabo está nervioso con la carrera, quiero también creer que ese es el motivo real. Yo más tarde voy, luego de que hable con Eire, mi entrenadora. Termino mi desayuno y me retiro. Tomo mis cosas de gimnasia, las llaves del auto con mi celular y me voy. Llego treinta y tres minutos después de que salgo, estaciono el auto y entro a la escuela.

—Buenos días, Clarissa —Me saluda Ariel, el novio de Eire —. Te está esperando en su oficina.

—Gracias.

Me dirijo hacia allí, toco la puerta y cuando escucho su adelante, entro.

—Hola, Eire.

—Clarissa —Se levanta para abrazarme —, toma asiento.

Ella se vuelve a sentar en su silla y yo en una de las dos de detrás de su buró. Observo su cabellera rubia tan bien recogida y su ropa tan formal como siempre.

—Ya he descansando bastante, quisiera nuevamente reportarme para entrar al equipo.

—Claro, pero, quisiera hablar contigo antes. Es algo que cambiará mucho el destino de tu carrera.

—Por supuesto, Eire, dime —La escucho atentamente.

—El director ha hablado conmigo para hacerte dos propuestas, tienes tiempo para pensarlo, pero debe ser lo antes posible —Toma una bocanada de aire y continúa —. Según tu respuesta, hay que preparar las cosas de tu estadía y el nuevo contrato.

— ¿Nuevo contrato?

Continuará…