◦•●◉✿ Capítulo 01 ✿◉●•◦
17 de mayo del 2022…1:35pm
Pov’s Clarissa
—La ganadora del primer lugar con broche de oro es… —Todos esperan, con suspenso, a que digan el nombre de la vencedora de este campeonato —, Clarissa Stern Bond.
Saltamos mi padre y yo de alegría, además de que lloro de la emoción ante tal noticia. Me acerco a las gradas para subir los escalones que llevan al primer puesto y me ponen la medalla que he ganado por alrededor del cuello, hasta que todo el público comienzan a aplaudir.
—Muchas gracias —expreso estupefacta ante todo el público.
—Te lo mereces —Me sonríe la jueza.
Miro al cielo, tomo la medalla entre mis manos y la beso.
—Gracias, mamá.
Cinco horas después…
Ya estoy llegando al infierno que tengo como casa, no es que sea tan maldito convivir con tu madrastra que casi ni conoces, sino lo malo es tener que soportar a su hijo.
—Felicidades, Clarissa —Me saluda con un beso en la mejilla.
—Gracias, Greta.
— ¿Podemos cenar? —Sale mi odioso pero guapísimo hermanastro de su cuarto, indiferente como siempre.
—Claro, Gabriel —contesta mi padre.
—Yo voy a mi cuarto primero a darme una ducha y cambiarme, comiencen ustedes si lo desean.
—Por supuesto que lo haremos —Pasa por mi costado, chocando su hombro con el mío.
Respira, Clarissa y ten paciencia ante el desagradable hermanastro con quién te ha tocado convivir. Es que no sé si lo saben, pero es que le odio demasiado.
Como pueden notar, esta es mi vida. Vivo actualmente junto a mi padre, mi madrastra y mi hermanastro; puedo decir que es lo que más detesto en estos momentos. Sé que desde un comienzo acepté la relación de mi padre con Greta, ella me cae bien, pero que se casasen, no lo tuve planeado alguna vez en mi cerebro y menos compartir casa con Gabriel.
⊱┈❊ Flashback ❊┈⊰
—Clarissa, hija, te tengo que contar una cosa.
Yo me siento en el sofá de la sala, frente a mi padre, espero que no me diga que debo pasar tiempo con Greta ni con su hijo. Su hijo es un idiota, hasta me ha tratado mal, cosa que mi padre a lo mejor no me creería.
—Claro, papá —Le muestro una sonrisa aunque por dentro rezo que no sea eso.
—Greta y yo hemos tomado una decisión —Creo que esto es peor —. ¡¡Nos vamos a casar!!
Mi cara es de autentica sorpresa.
— ¿¡Qué!? ¡¡No puedo creer que me hagas esto, papá!!
—Issa, cariño, debes entender que debo rehacer mi vida y tú estabas muy contenta con Greta —Su rostro denota tristeza —. ¿Qué sucedió ahora?
—Voy a tener que compartirte y lo peor, voy a tener que vivir con el odioso hijo de Greta.
—Pero si Gabriel es un amor de muchacho.
—Eso crees, papá.
—Hay algo más, Clarissa —menciona mi padre.
—No me digas que va a ser dentro de poco —Ya creo que mi molestia él la siente.
—No, no es eso —Se queda pensando un instante —. Nos mudamos en dos semanas a su casa.
⊱┈❊Fin del Flashback ❊┈⊰
Él es el idiota más grande que puede existir en este mundo, aunque no puedo negar lo atractivo que es. Le gusta el deporte y estos tres últimos años ha ganado en las carreras de atletismo, así que imagínense un cuerpo bien formado y esos brazos que deseas que te abracen.
Esos sucios negros ojos que cuando me miran provocan que todas las olas de los mares dancen por mi cuerpo, hasta su forma de despeinarse su azabache cabello causa que quiera acomodárselo nuevamente. Sus labios rosas delicados que mueve mientras me dice alguna grosería, se ven tan sensuales y cada vez que arquea sus cejas en una expresión de superioridad ante cualquiera, hacen que salga de este mundo y llegue al universo en un milisegundo.
Aunque no seguiré halagándolo y diré que es el tío más frío que existe en este mundo, su novia es una perra por así decirlo, pero cada uno hace lo que quiere con su vida. Es antipático pero caballeroso, atrevido pero delicado, estúpido y listo a la vez.
La mención de mi nombre hace que salga de mis pensamientos.
—Clarissa, hija, ¿no vas a tu habitación? —Me pregunta mi padre.
—Sí, sí —reitero —, ya voy.
Soy Clarissa como ya lo saben, tengo diecinueve años y estoy comenzando el segundo año en la universidad en la carrera de administración de empresas. Mi madre falleció hace cuatro años por un tumor cerebral que le detectaron muy tarde, solo tuve a mi padre desde entonces, que también se derrumbó ante su pérdida.
Lo vi llorar noche tras noche luego de que pensaba que dormía, pero hace un año prácticamente, conoció a Greta. Ella perdió a su esposo hace cinco años en un trágico accidente aéreo, era piloto. Cuando los dos se comenzaron a conocer, me sentí muy feliz porque mi padre rehiciera su vida de nuevo; creo que Gabriel también, pero no lo demuestra.
De lo único que me puedo alegrar es que él y yo estuvimos de acuerdo en no mencionar nada de nuestro familiar fallecido, creemos que es lo mejor para los dos.
Cuando termino de vestirme luego de una relajante ducha, salgo de mi habitación y voy a la cocina, todos me esperan, excepto Gabriel, es algo que lo supe desde un comienzo.
—Buen provecho, Gabriel —Él voltea sus ojos bufando mi comentario.
Hace caso omiso a mi educación y sigue comiendo. Yo me siento, me sirvo un poco de ensalada por mi dieta y lleno mi vaso de jugo.
—Hubieses estudiado para ser modelo y no para administración de empresa —expresa sarcástico Gabriel.
—Y tú debías aprender un poco de modales y dejar los deportes que te hacen más idiota de lo que eres.
«Y guapo también»
—Chicos —Regaña su madre.
—Lo siento, Greta —Me disculpo, ella no tiene la culpa de tener un hijo tan odioso.
Terminamos de cenar, nos levantamos todos de la mesa. Me ofrezco a ayudar a Greta a recoger y limpiar los cuartos, pero ella me dice que vaya a descansar, que debo estar agotada. Se lo agradezco y salgo a la sala para subir al segundo piso. Por desgracia, la habitación de mi hermano está también en el segundo piso, pero hacia la derecha, mientras que el mío está hacia la izquierda.
—Sube rápido Gabriel, que quiero llegar a mi habitación.
—Pues, sube tu primero —Se vira para dejarme pasar —, conejita —Se burla ante el apodo que me pone.
Yo solo llego a revirar los ojos y cuando paso por su lado le susurro un idiota. Cuando llego a mi habitación, decido si continuar leyendo o empezar a ver una película. Al observar que tengo deberes que hacer, primero los termino antes de saber que haré después. Las matemáticas se me dan bien, así que es lo primero que hago y luego opto por terminar unos proyectos de tecnología. Al poco rato de terminar, decido al fin ver una película. Creo que veré “A Dogs Purpose”, Brianna me la recomendó, aunque más bien no sé de qué trata.
En medio de la escena donde Ethan se le queda viendo a Hannah mientras esta está tira con una escopeta y Bailey va a olerle, escucho los gritos de Greta regañando a Gabriel porque ya se va para el bar y solo son las diez de la noche. Por suerte, mi padre está allí y logra consolarla, algún día él se dará cuenta del daño que le está haciendo a su madre.
Cuatro horas después…2:48am
Me despierto por un mal sueño que he tenido, una pesadilla donde al principio era feliz ya que tenía a mi madre de vuelta, pero en torno de cómo se iba desarrollando mi sueño, termino muriendo en un accidente. Hay cosas que en mi mente se han vuelto inolvidables y se convierten en malas pasadas.
Busco en la mesita de noche, del costado de mi cama, la jarra de agua que siempre traigo para tomar en las noches. Es algo que hago comúnmente desde que falleció mi madre, ya que ella era quien lo hacía. La extraño demasiado. Me pongo mis zapatillas y salgo a buscar un vaso de agua en la cocina, lleno también una jarra de paso. Suena la puerta dando a entender que alguien está llegando. Me asomo y lo veo, creo que se me olvidó contarles esta parte de él.
Después de dos años la muerte de su padre, conoció que sumergirse en la bebida es lo más fácil para poder olvidarlo, aunque su madre trata de impedirlo, él lo sigue haciendo y que Greta lo vea en ese estado, la pone peor. Me acerco rápido a él para que no haga ningún ruido.
—Shh, Gabriel, son casi las tres de la mañana —Lo aguanto, se está tambaleando por su embriaguez.
—Shh, tú, Clarissa, no eres mi madre —Me contesta con aires de insuficiencia.
—Sé que no lo soy, pero deja de comportarte como un crío, vas a cumplir diecinueve años dentro de poco tiempo —Lo regaño, aparte de su madre, también sufro ante su dolor.
— ¿Crees en el destino? Porque yo no creo que exista…
Continuará…
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