Capítulo 7
Jimin al quedar un poco ciego por los rayos solares que entraban desde su ventana, decidió reincorporarse en su cama. Lo primero que hizo fue revisar su teléfono. Tenía dos mensajes nuevos de Hye Soo.
Pequeña Hye
¿Tae está bien?
12: 50 A.M
¿Ya han comido?
7: 09 A.M
Jimin sonrió con ternura al ver los mensajes. Ella era del tipo de personas que se muestran frías por dentro, pero tenían el corazón tan cálido que lo único que las personas de confianza querían hacer es abrazarlas.
Pero a Hye Soo no le gustaban los abrazos, o cualquier otra muestra de cariño.
Sin quitar la sonrisa de su rostro, empezó a escribir en su teclado.
Enano feliz
No te preocupes, estamos bien
8: 46 A.M
¿Cómo estás tú y Lucy?
8: 46 A.M
Envío el mensaje, más no soltó el teléfono. El teclado seguía ahí, y la vista de Jimin igual. Sus pulgares se movieron empezando a tocar las letras rápidamente.
Tae te extraña, pero yo te extraño más
Sacudió su cabeza, y borró por completo el mensaje. Una risa boba se formó en sus gruesos labios. ¿En qué estaba pensando? Un mensaje nuevo llegó, y le hizo saltar del susto por el ruido que su teléfono emitió.
Pequeña Hye
Ella está bien
8: 48 A.M
Jimin supo a lo que Hye Soo se refirió con eso, y no la culpa, pues él tampoco estaba bien.
Se levantó de la cama, y el teléfono lo puso en su pequeña mesita de noche. Alzó sus brazos para poder estirarse, pues no había podido dormir bien la noche anterior. Salió de su habitación, y se dirigió a la cocina con pasos pesados. Dejó salir un bostezo mientras se pasaba la mano por su cabello, de seguro parecía un nido de pájaros, pero luego lo arreglaría. Jimin siempre había tenido una gran confianza con Taehyung, y no sería nada nuevo que este lo viera sin camisa y sólo en ropa interior.
Fruncio el ceño cuando un delicioso aroma llegó a sus fosas nasales, ¿era posible que Taehyung se hubiera levantado temprano para hacer el desayuno? Después de todo, él desde joven había sido muy bueno en la cocina.
Pero no había nadie en la cocina, sin embargo, la mesa del comedor estaba repleta de comida. Jimin pasó sus manos por sus ojos tratando de despertar de ese sueño, pero ese no era ningún sueño. La comida que estaba viendo era totalmente real.
-¿Quién lo habrá...? ¡Ah!- saltó del susto cuando unas manos apretaron su cintura -Demonios,- con respiración agitada se giró hacía atras -Hye Soo, ¿estás loca?
-No.- río inocentemente.
-¿Cómo entraste?
-Por la puerta, genio.- respondió en un tono obvio y desinteresado.
-¿Por la puerta...?- estaba muy confundido, la risa malévola de Hye Soo hizo que él corriera directamente a la puerta principal -¿¡Acaso eres una ladrona!? ¡Esta es la tercera vez que tengo que cambiar la chapa! - dijo mientras veía su chapa nueva destrozada en el piso. Puso su mano en su frente tratando de mantener la calma.
-No es mi culpa, olvidé de nuevo la llave.
-¿Y no pudiste haberme llamado para que te viniera abrir? Tal vez así hubieras entrado como la gente normal.
Hye Soo sonrió, y se acercó a Jimin, quien miraba la puerta con cierta sorpresa. Volteó al sentir que Hye Soo se acercaba a él.
-Jimin-sshi,- dijo en un tono bajo - nosotros no somos para nada normales.- dicho esto ella le dio una rápida mirada a las piernas desnudas de Jimin. Él abrió los ojos con sorpresa al recordar que sólo estaba en boxer.
-¡No mires!- se cubrió con sus pequeñas manos su boxer color rojo pasión, avergonzado -D-date... ¡Date la vuelta!
Hye Soo rió a carcajadas, y giró los ojos antes de volver a la mesa de comedor, mientras que Jimin corría hacía su habitación con su cara completamente roja de vergüenza.
Alguien llamó a la puerta principal, Hye Soo al ser la única cerca y la única en escuchar, caminó rápidamente a ver de quien se trataba.
¿Por qué tocan? La puerta no tiene chapa, no hay necesidad de tocar, pensó Hye mientras se acercaba a la puerta. Sólo tuvo que jalar la puerta para que esta se pudiera abrir por completo.
Su corazón empezó a latir rápidamente, como antes solía hacerlo. Taehyung y Hye Soo compartieron miradas por un par de segundos, que para Taehyung eran como horas incomodas con esa chica que seguía sin recordar. Ella salió de su trance, y se apartó dándole paso a Taehyung para que entrara.
¿No durmió aquí? ¿Dónde había estado? ¿Ya habría comido? Muchas preguntas que Hye Soo quería preguntar, no obstante, prefirió no hacerlo.
Quería Taehyung o no, él tenía que pasar por el comedor si es que quería ir a la habitación de huéspedes. Justamente cuando él iba pasado por la mesa, Hye Soo habló haciéndole parar.
-Hice el desayuno...- dijo en voz baja -Es tu favorito.
Silencio.
Él volteó a verla sin expresión, no decía nada. Hye Soo se sintió un poco rara, pues no era no normal que él la viera así.
-No quiero.- se dio la vuelta dispuesto a irse de ahí.
Hye Soo bajó la mirada un poco dolida por lo que él le había dicho. Ella sabía que no iba a ser fácil ni para ella ni para Taehyung, pero seguiría intentando hasta que él llegara a recordar algo, o que al menos llegara a ser el mismo de antes.
-¡Que bien huele!- ella volvió a subir la vista al escuchar la voz de Jimin, quien traía del cuello a Taehyung -¿Qué esperas, Hye Soo? Acompañanos a comer.- Jimin obligó a Taehyung a sentarse, aunque él no tenía intenciones de tocar la comida. -Hye Soo.
Ella negó con una sonrisa al ver lo que su mejor amigo trataba de hacer.
-Ya me tengo que ir a trabajar.- se excusó, ella se iría para así tal vez hacer que Taehyung comiera. -Disfruten...
-Tonterías.- dijo Jimin con la boca llena de comida. Se levantó y tomó a Hye Soo del brazo suavemente para que se sentara también a comer -No puedes irte con el estómago vacío.
Jimin estaba sentado en la punta de la mesa, mientras que Taehyung estaba sentado al lado contrario que Hye Soo.
Si Taehyung come me haría sentir mucho más que satisfecha, pensó Hye Soo.
Parecía que Jimin era el único que estaba devorando todo lo que había en la mesa, pues Taehyung sólo miraba a un punto fijo en la pared, mientras que Hye Soo sólo lo miraba a él con determinación e interés.
Jimin suspiró cansado, y terminó por comer lo que tenía guardado entre sus mejillas. Al terminar de tragar, sonrió aunque ninguno de sus amigos le prestaran atención.
-Mira Tae,- el recién nombrado le miro -Ahí viene el avioncito.- dijo haciendo ruidos similares a los de un avión con su boca, y acercó la cuchara que contenía comida a la boca de Taehyung -Di 'ah'.
-No soy un niño, puedo comer solo.- dijo arrebatandole la cuchara y empezando a comer de mala gana. No había querido aceptarlo, pero él no había comido nada desde la noche anterior.
Hye Soo y Jimin sonrieron al verlo comer, tal y como solía hacerlo cuando tenía mucha hambre. Ambos se sentían felices de poder estar con él de nuevo, como siempre debió haber sido.
Jimin chasqueo los dedos mientras una sonrisa hacía que sus ojos se achinaran tiernamente al tener una idea.
-¡Ya sé qué haremos hoy!- terminó de comer lo que había en su plato -¡Iremos al parque de diversiones! ¡Si!- se levantó de la silla para luego caminar en círculos hablando para si mismo de lo que harían.
-No tengo tiempo.- se limitó a decir Taehyung.
-Oh, vamos, amigo. ¿Acabas de salir del hospital y ya tienes cosas que hacer?- Taehyung volteó su vista al plato, evitandolo.
-No te preocupes... Taehyung.- esta última palabra le costó más de lo que pensó Hye Soo decir, pues desde que lo conoció no le llamaba muy seguido de esa manera -Yo no iré.
-¿¡Qué!?- exclamó Jimin.
Taehyung siguió con lo que estaba haciendo, parecía que no escuchaba, pero si lo hacía. No entendía ese sentimiento que sentía. Pues su corazón se sentía alegre de verla, pero nada más. Era como el amor que él siempre tenía con sus amigos, y no llegaba a ser más que eso.
-Claro que irás, es un viaje de familia. Nosotros somos familia. Tae, Lucy, tú y yo, ¿no?- trató de convencerla. Ella sonrió al ver su intento por revivir momentos pasados, pero no era tiempo para eso.
-Tengo que trabajar, pero puedes llevar a Lucy si quieres. Ella está con ma... ¿Jimin?- fruncio el ceño al ver que el ya mencionado salió del comedor directo a su cuarto, dejándolos solos.
Nadie hablaba, Hye Soo sólo veía al piso tratando de no incomodar, pero Taehyung sólo la miraba tratando de recordar algo de ella, pero no había tal recuerdo en su cabeza.
Tal vez ella no es tan importante en mi memoria, pensó.
Terminó su comida, y empezó a levantar los platos de la mesa para llevarlos al fregadero. Hecho esto, caminó hasta la sala, y tomó la revista de la mesa sólo para parecer que estaba prestando atención en otra cosa, no obstante, sus pensamientos se mantenían en la chica que ahora buscaba su bolso en la cocina.
Jimin volvió a la sala completamente diferente. Su ropa ya no seguía siendo la pijama, ahora era ropa casual y cómoda. Al ganar la atención de los otros sonrió con picardía, su plan no tenía que fallar.
-Ya estoy listo, ¿nos vamos?- caminó hasta ponerse al lado de Hye Soo.
-Jimin, tengo...
-No querrás que suba la foto a Instagram ¿verdad?- la miró angelicalmente, Hye Soo lo miró con rabia, aveces quería matar a su amigo por ser tan idiota.
-No te atreverías.
-Pruebame.
-Me las vas a pagar, Park.- le susurró, pero este la ignoró sin quitar su sonrisa.
-¿Listo, Tae?- este no dijo nada. Jimin suspiró frustado, y rodó los ojos. -Te compraré el perrito que tanto quieres.
-¿En serio?- preguntó felizmente. Jimin asintió. -¡Si! Quiero uno, pero ¿cómo se llamará? No había pensado en un nombre- puso una mano en su mentón pensativo -Quiero que sea muy lindo y juguetón. Hyung, ¿puede dormir con nosotros?- él hablaba tan alegremente que ni se dio cuenta a la hora que tiró la revista de sus manos.
Muy en el fondo, Taehyung no había cambiado
-Si no mueves tu trasero fuera de aquí me retractaré de la tontería que acabo de decir.- dijo seriamente señalando a la puerta. Los animales no solían ser del agrado de Jimin, ni Jimin parecía ser del agrado de los animales, pero si se trataba de Tae, haría un esfuerzo por no sacar a patadas al perro cuando lo mordiera.
-¡No! Ahora voy, mira.- salió casi corriendo del apartamento.
-Tú también enana, camina antes de que suba la foto.
-¿Estás cansado de vivir?
-Estaba bromeando, Hye.- se rió nerviosamente al ver que ella ya tenía su puño listo para lanzar el golpe -Camina.- esta obedeció sin chistar, y salió del apartamento también. -Ellos me aman, yo lo sé.- dijo para si mismo antes de salir al igual que los demás.
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