Camino de la mano de Gerardo hacía nuestra clase de computación, el castaño sostiene mi mochila en un gesto que me parece sumamente caballeroso. Han pasado dos semanas desde que me hice novia de el castaño y cuatro desde que Sandra dejo de hablarme, con ella nada ha cambiado, cada día parece más distante e incluso ha dejado de actuar de forma chispeante con todos, la verdad me preocupa, pero no quiero meterme en asuntos que no son míos, por otro lado Gerardl se ha portado super lindo conmigo, es atento y dulce, siempre atiende a todas mis peticiones y siempre está a mi lado... Todos dicen que el ha caído rendido por mi, y diría que no, pero yo que conozco como ha sido con sus otras novias, podría afirmar que de verdad hay algo raro en su comportamiento conmigo.

¿Tienes algo que hacer hoy en la noche, nena? -pregunto sonriente-

No en realidad -admiti despreocupada-

Tal vez podríamos ver una película en mi casa, ¿Te gusta la idea? -asenti emocionada-

¡Ay! Ustedes son la pareja del momento -dijo una chica a la que no conozco- Kari, es una lástima que te hayas robado al chico más sexy de la escuela -miro a Gerardo con descaro-

Cállate, Ruby -dijo con fastidio- no quiero que vuelvas a molestar a mi novia, ¿Entendiste? -la chica salió rápidamente de nuestra vista- disculpa por eso...

No te preocupes, ya me empecé a acostumbrar -afirme divertida-

Y es cierto, la verdad es que desde que empecé mi relación con él, a mi se han acercado bastantes chicas con sus comentarios malintencionados sobre mi novio y su reputación de fuckboy, pero no es algo que me interese, después de todo Violetta tiene razón, yo no lo quiero para casarme con el, solo es un novio más en mi vida.

Al empezar las clases tome asiento en mi lugar de siempre, a mi lado se sentí Gerardo y del otro lado lo hizo Sandra pues así nos hemos sentado desde inicios del año y la maestra no ha cambiado los asientos; la clase empezó sin ningún problema, todo iba normal hasta que una hojita doblada llegó a parar a mi libreta, mire a Sandra que fue quien la puso ahí y ella me miro nerviosa. Desdoble el papel con tranquilidad y luego leí su contenido.

Hola...

Mire el texto con confusión, ¿De verdad viene a decirme hola después de que no nos hemos hablado bien desde hace un mes?

Hola, ¿Que quieres?

Escribí de forma más cortante de lo que seguramente esperaba la castaña, pero es que no puede venir a hacer como que nada ha pasado si llevamos semanas sin hablar. Sin más se lo devolvi y pude notar la decepción en su mirada al leer mi frase, escribió algo más y luego me regreso el papel.

¿Me odias? :(

Para nada.

Pues parece que lo haces...

¿Que pasa, Sandra?

Estamos en clase.

Solo quiero hablarte...

Podrías hablarme como lo hace la gente normal.

Ya no recibí respuesta de su parte y en parte me sentí mal por eso, tal vez fui muy mala con ella... Tal vez de nuevo arruine mis oportunidades de arreglar mi amistad con ella como ocurrió el día en que me hice novia de Gerardo. La clase siguió su curso y a ella le siguieron dos más hasta que finalmente fue hora de el receso, salí del salón de la mano de mi novio hacia las canchas de la escuela donde el suele jugar fútbol con nuestros compañeros mientras yo y los demás somos espectadores de su juego; en algún momento del juego Gerardo hizo una anotación y me observo sonriente gritando que lo había hecho en mi honor, reprimi mi impulso de suspirar fastidiada por lo cliché de la situación y en su lugar le lance un beso aparentando ser la novia que todos esperan que sea.

¿Que se siente tener un novio super estrella? -pregunto Violetta con diversión-

No es nada impresionante -afirme sin despegar la mirada de el juego- la verdad es algo cansado... Todos siempre están revoloteando a mi alrededor, parece que no tienen vida propia...

La verdad es que todo es cierto, desde que me hice novia de el chico super estrella, todos los chicos de la escuela están sobre mi como si fueran pulgas, las chicas me hacen comentarios mal intencionados y los chicos parecen querer alejarme de Gerardo para poder tener una relación conmigo, tal parece que mis días de ser invisible se acabaron, deje de ser la chica rara de mi salón a ser la novia de Gerardo... Es patético que mi relación con un chico sea ña única forma en la que alguien me hizo caso.

No parece que estés feliz con tu relación -afirmo la morena-

No me malentiendas, él es un chico genial... me entiende, es muy dulce y sé que se está esforzando por ser el novio que merezco, pero... no siento que esto sea correcto -admiti en un susurro que solo ella pudiera escuchar-

T

al vez deberías terminarlo -negue rápidamente- ¿Por qué no?

Lo lastimaría mucho... -dije de prisa-

No pudo responder por qué Gerardo llegó corriendo hacia nosotras, planto un beso en mis labios a modo de celebración por su triunfo en el juego y no me quedo más remedio que corresponderle, escuché como todos hacían ruidos haciendo que el incómodo beso se sintiera aún más incómodo. Cuando me dejó de besar me miro sonriente y yo le devolví la sonrisa.

Kari... -dijo alguien a mis espaldas-

Voltee rápidamente agradeciendo la interrupción, pero me resultó raro ver a Sandra a un lado de Violetta quien sostiene un sobre negro en sus manos.

¿Que pasa? -pregunte hacia la castaña-

Yo... quería invitarte a mi fiesta de cumpleaños -me tendió un sobre igual al de Violetta-

¡Ah! -dije tratando de no empeorar nuestra tensa relación- ¿Cuando es?

Hoy en la noche -afirmo-

Uy... es que ya tenía planes -observe al castaño que se puso a mi lado con su mano en mi cintura- 

Deberías ir a la fiesta, nena, podemos dejar la película para mañana -afirmo mi novio-

¿Seguro? -asintio-

Pueden ir... los dos -dijo Sandra con una sonrisa que me pareció bastante falsa-

De acuerdo, entonces iremos juntos -afirmo el castaño-

Genial -sin más la castaña se dio la vuelta y se fue-

¿Paso por ti? -asenti- de acuerdo, iré con los chicos, te veo en el salón -me beso efimeramente y luego se fue-

Debes terminar de una vez con esa relación, Kari... no creo que sea buena para ti -dijo la morena a lo que yo solo asenti-