Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

27. Mí manera de encontrarte; Line

—Sebastian.

—¿Huh? —Gira su rostro a mi dirección, con la cara somnolienta y una pequeña zona oscura debajo de sus ojos, es definitivamente resultado de un trasnoche notable—. Si, dime.

—¿Te sientes bien?  —cuestiono—. ¿no quieres descansar?

Su respuesta inmediata es llevarse la mano hacia la boca para disimular un gran bostezo, cargado de cansancio contagiable, para luego, dedicarme una pequeña sonrisa apenada

—Estoy bien, te sorprenderás saber que he estado peor que esto —Hace un además con la mano para restarle importancia—. Tú no te preocupes, estaré bien.

Frunzo el ceño como respuesta a sus palabras, no estando contento con verle desgastado, pero al fin y al cabo, esas tremendas ojeras debajo de sus ojos debe ser una marca para todo mangaka.

Tomo su consejo y lo dejo pasar, miro a la tabla de madera para seguir cortando los vegetales para nuestro almuerzo.

El cuchillo tocando la madera es lo único que se escucha en la instancia, y de vez en cuando, pequeños suspiros cansados por parte de Sebastián.

Mis pensamientos acompañan al ritmo de la tabla contra el cuchillo, y recapitulo todo lo vivido en tan sólo pocos días; mañana sería mi aniversario con Lyana, y aunque el trabajo de Sebas estuvo estancado por algún tiempo, hoy en día va como viento en popa, aún así, es claro ver todo el esfuerzo y atención que le está dando a su obra.

Espero pronto ver esa sonrisa que tanto extraño y...

Dejo el cuchillo de lado.

Durante este tiempo me he dado cuenta de un aspecto que me gusta más de lo que me inquieta, y eso a la misma vez, me parece aún más turbio

Sebastian no sale de mi mente, eso es un hecho, incluso puedo decir que me siento un chaval de preparatoria viendo al primer amor de su vida; con inaudible Inocencia e intensidad.

Incluso sólo observarlo desde esta distancia, me hace sentir cosas ya conocidas; su piel trigueña, sus ojos verdes, sus pestañas largas...

Joder, me siento demasiado atraído hacia él

Mierda, mierda, mierda. Lo sé. Esto es culpa de una sol entidad.

Y esti iba de mal en peor, las palabras de aquella deidad poco a poco se hacen realidad, y si quiero deshacerme de este sentir, tengo que balancear sus sentimientos con los de mi amada, por la que debería estar extrañando en este momento.

Toco mi pecho con recelo, mis propios pensamientos han provocado que mis latidos vayan más rápido de lo normal, aunque no sé la razón a ciencia cierta, estoy así por ¿Lyana? O ¿Sebastian?

Mi corazón no puede dar la respuesta a mi pregunta.

Pero la razón quiere seguir buscándola.

Hago un chasquido con mi lengua con frustración, levanto mi cabeza y noto al mangaka cabeceando mientras está sentado en el suelo, duro y frío.

No sé para que se sienta ahí sí tiene un cómodo sofá justo detrás de él.

Rodeo la cocina para su encuentro, porque estoy seguro que en cualquier momento se romperá el cuello sí sigue dejándolo caer de esa manera.

Intento pasar con cuidado por las miles de carpetas y papeles en el suelo

Joder.

—Sebastian

—¿Huh...?

Me agacho a su lado para notar que realmente está más dormido que despierto

—Venga ya, a dormir.

Niega con la cabeza

—Necesito... Terminar —abre su ojo derecho para observarme brevemente, luego lo vuelve a cerrar pero esta vez se recompone al instante—. Solo me faltan referencias... de algunas escenas, estaba buscando en google pero la verdad es que no me convence ninguna, y ya viendo que estás aquí... ¿Me ayudarías?

—¿Escenas? —Pregunto y él se acomoda en su lugar para observarme detenidamente—. ¿Cuáles te faltan?

—Son escenas un poco... subida de tono —Me comenta—. No suelo dibujar este tipo de historia ¿Sabes? lo mío es la sangre y cadáveres, no la conexión entre dos personas, llegar a lo que quiero es algo...

—Entiendo, es para el manga con la autora japonesa —contesto—. ¿Estás en lo capítulos cuarenta? ¿Los que te traduje ayer?

—En efecto —chasquea los dedos y se inclina hacia mi cuerpo —. Tú debes saber alguna posición donde sea realmente íntima, ya sabes, la que ella describió parece un poco...

—¿Ambigua? —Razono —.También me di cuenta.

—Que bien, pensé que yo era el único que lo veía de ese modo

—Creo que la más bonita, es cuando ambos se miran a los ojos, frente a frente

—¿Sin tocarse? —cuestiona

—Cuando la chica se sienta arriba, y el hombre la toma de su cintura —Explico, recordando hasta mi propia experiencia —. creo que sería un panel tierno viendo la situación en la que están envueltas ambos personajes

—Bien—. Sebastián asiente y hace un además para levantarse del suelo—. Ya entiendo la idea, pero no sé cómo llevarla a cabo

El mangaka gatea hasta un lado de la habitación para dejar su teléfono con la cámara abierta

—Pero tengo una idea que podría ayudarme— Regresa a su sitio gateando, me observa agachado en el suelo y tira de mi hombro hacia atrás para que caiga completamente en la madera

—¿Qué estas...

—La chica encima —Repite mis palabras mientras se acomoda encima de mi regazo— Mientras el chico le agarra de la cintura

Entro en pánico inmediatamente cuando lleva mis manos a su cintura, de repente todo se vuelve demasiado íntimo

—¡S-Sebastian!

Alejo mi mano de su cuerpo con rapidez, como sí estuviera totalmente prohibido tocarle

—¿Qué? —Cuestiona, mirándome fijamente —. Necesito una foto de referencia para poder hacer el dibujo, sé que no tengo el cuerpo de una mujer pero al menos de la estructura puedo guiarme ¿Sabes? Tómame de la cintura

—Tu tienes los muñecos de madera que te ayudan en la estructura ¡Úsalos!

Niega con la cabeza

—Con esos palos se me hace imposible crear una conexión.

Sebastian me mira seriamente, como si no estuviera de broma en ningún sentido, baja su torso lentamente hasta sentarse completamente encima de mi, afianzando con garras sus propias palabras

—Sebastian, ardemos sí nos tocamos. —Le recuerdo

—Eso no sucederá—Me consuela—. sí arderemos, será de otra forma.

Casi se me sale los ojo del susto ¿Qué mierda?

—Sebas te estás comportando de una forma extraña, sí vas a tomar la foto hazlo de una buena vez

—Se siente raro.

¿Ah?

Lo miro devuelta, su rostro estando a escasos centímetros de mi, pero no mantenía la atención en mi cara, si no...

—Valerian, creo que estas duro.

Abro los ojos con terror, mi corazón no puede ir más rápido y es en ese mismo momento donde siento mi erección pidiendo atención.

Mierda.

—Eso... —Vacila—. ¿Ha sido por mi?

Le desvio la mirada, con demasiada vergüenza.

Mierda

Se crea un silencio sepulcral, en el que ninguno de los dos desea hablar o responder a las cuestiones del otro

—Valerian... —Su voz golpea mi oído de repente, me es totalmente imposible no sentir un escalofrío recorrer mi cuerpo

Trago grueso

—Si quieres... —Traga saliva, inseguro—. Si quieres puedo ayudarte con eso.

Cierro los ojos al entender cada una de sus palabras y al entender que mi cuerpo reacciona a su acciones

Empezaba a doler.

—Yo también —Cuenta otra vez— Yo tambien estoy igual que tú

Abro los ojos al instante y lo primero que me encuentro es su cara, mirándome cómo un verdadero depredador, ni siquiera he notado el cambio grueso de su voz, sus ojos ya no son de un color gris, parecen haber mutado a un negro espeso.

Esto, esto no es Sebastián...

Me toma de la mano y me guía a su propio bulto entre su pantalones.

—Sebastian, mierda no, no te mueva. —Lo detengo de la cintura, la tensión es palpable, ambos queremos... Pero...

No, me estoy engañando a mí mismo, solo son las deidades dentro de nosotros, que desean esto.

No somos nosotros mismos.

—Nos ayudamos mutuamente— Deja salir un suspiro cuando quito la presión en su cintura y él retoma los movimientos—. ¿N-No se siente genial?

Me llevo las manos hacia mi cabeza, que estoy a punto de perder si él continúa provocándome de esta forma

—Te prometo, olvidar todo después —deja su mano en mi mejilla, jadeando—. Prometo esto con el fin de ayudarnos a nosotros mismos.

—Ostia, Sebastian.

Me va a volver loco.

Sonríe

—Prometo no decirle nada a Lyana.

Nos detenemos.

Observo detenidamente sus intenciones de besarme, pero lo último que ha dicho me ha devuelto a la realidad

Lyana...

—No puedo hacerlo Sebastián, por favor bájate.

Esquivo su rostro cuando se acerca para llegar a mis labios y este mismo se encuentra a mi mejilla, decide caer en mi hombro, haciendo camino con su boca por mi cuello

—Joder...

—Sé que quieres, desde hace tiempo solo querías tenerme de esa forma —Su cintura vuelve a moverse en una tortura de vaivén—. Se que ella no te importa ahora, la has salvado, pero por eso no tienes porqué quedarte con ella

Siento su cuerpo temblar.

—¿Salvado? ¿De qué mierda estás hablando Sebastián?

Se rie en mi cuello y luego se endereza

—Tienes razón, es mejor que te enfrentes a la verdadera realidad, antes de serle infiel

Lo alejó tomándolo de los hombros pero incluso el tacto se siente...

Quema. Nuestros cuerpos arden en llamas.

—Y cuando estes preparado —continua—. Ven a mí habitación y te haré cambiar de opinión.

—Este no eres tú.

Sebastián se ríe no respondiendo mi comentario anterior.

—Y trae a kyklos contigo. —Comenta

En ese momento veo cómo su color de ojos vuelve a la normalidad, tornándose verdes.

Sebastián deja de temblar y cae desmayado sobre mi cuerpo, su respiración deja de ser errática y se vuelve normal. Lo atrapo con mis brazos al no sentir el fuego que emanaba, y por más difícil que suene, trato de calmarme, razonando todo lo que acababa de pasar.

He hablado con la otra deidad, a quién busca Kyklos.

Line

Definitivamente lo encontré.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro