02. I nconveniente en mi relación
Varios días antes del acontecimiento.
VALERIAN POV
Dejo caer mi cuerpo lentamente en el sofá y me quedo quieto observando fijo al piso, reflexionando.
—Confío en Lyana, yo confío en Lyana, confío... —Me llevo ambas manos a la cara, ya indeciso de mí mismo y tomo la decisión de terminar esta pesadilla de una vez por todas.
Me levanto con rapidez, cogiendo nuevamente el celular para marcarle, los segundos pasan pero esta vez nadie responde, más bien, parecía que el teléfono lo habían apagado... a propósito.
Hostia ¿Estoy siendo demasiado exagerado?
Un estornudo es mi respuesta.
Mierda ¿Cómo coño debo interpretar esto? Era un jodido hombre quien atendió SU teléfono ¿¡Cómo no voy a mal pensarlo!?
Bien, primero lo primero; debo calmarme.
Piensa con la cabeza fría; ¿Lyana ha estado actuando extraño como para desconfiar de ella?
Bueno... Llega demasiado tarde a casa, si.
Casi no conteste mis llamadas ya que debe estar ocupada con su trabajo, si.
Ya no está tan al tanto de mí, si.
Tres si. ¿Es porque está muy ocupada en el trabajo...?
¿No?
Además, Lyana es incapaz de serme infiel con alguien, y tengo toda la certeza que es así.
Trato de no liarme la cabeza y no caer en exageraciones innecesarias, mejor me concentro en esperar hasta que mi pareja llegue a casa; para averiguar por qué está tan distanciada de mí estos últimos días.
Para intentar tranquilizarme, limpio el departamento y lo dejo pulcro, claro que hacer de mucama no me quita la incertidumbre, pero mantengo la fe.
Cojo la bolsa de basura y me voy en camino hacia los pisos de abajo para colocarla en su respectivo contenedor.
Con rapidez salgo del edificio saludando al vigilante y suelto la basura en su lugar sin muchas complicaciones.
Miro al cielo nublado.
El clima andaba algo frio, como sí en cualquier momento empezaría a llover
Estornudo varias veces mientras la brisa atrae todo el polvo del lugar, y me pregunto seriamente si estaré a punto de enfermarme.
Mi cuerpo parece entenderlo perfectamente, ya que, responde con otro estornudo.
—Salud.
—Gracias —Comento sonando mi nariz.
Espera.
Pero si yo estoy solo.
Mi corazón se asusta tanto que está por salirse de mi pecho, verifico los alrededores y en efecto; estoy completamente solo.
—Mierda, la sangre de cristo tiene poder.
¡No te preocupes espíritu! ¡Me piro!
Comienzo a dar pasos con velocidad sin mirar atrás, pero un jodido gato de pelaje blanco se detiene en todo mi camino; Tiene ojos amarillos y pelaje blanco... Y por alguna razón me parece conocida cierta combinación, pero... algo no estaba bien, algo definitivamente no se sentía bien, y por las mismas advertencias que me enviaba mi cerebro no me detuve, porque prácticamente pateo al pobre animal para poder correr hacia mi departamento.
Lo sé, muy macho de mi parte.
Estoy a punto de abrir la puerta de mi piso, pero se escuchan murmullos demasiado difíciles de entender desde adentro ¿Lyana ya llegó o...? Me detengo cagado del miedo.
No es el espíritu...
¿O sí?
—Tranqui, él a esta hora debe estar trabajando o haciendo ejercicio, no nos molestará —Escucho la voz de mi novia y es lo único que puedo entender de esa conversación ¿De quién habla? O mejor pregunta ¿Con quién habla? —. Gracias por ayudarme con mi severo problema Valen, tus manos son grandiosas, realmente tienes talento para esto.
¿Qué mierdas en un Valen? ¿Valen...tino? ¿Valen...kiro? ¿O me ha remplazado con otro Valerian?
Escucho el sonido como de un jodido beso, pero me es imposible de escuchar la voz de aquella otra persona ¿Es la misma que me respondió? solo pensar en echar un vistazo y ver a otro chico con mi novia; me rompería el corazón... Si no es que ya está roto.
—Espero que este trabajo te sirva en tu proyecto, me alegra poder ayudarte y ser tu mentora, regresa a salvo bebé
Me armo de valentía solo para encarar esta situación y antes de que abran la puerta, decido hacerlo yo y plantarme al frente de mi novia y esa... ¿Chica?
—¿Valerian? —Me pregunta mi novia, volviéndose pálida—. ¿N-No fuiste al trabajo?
Hago caso omiso a su cuestión y sigo mirando a esta chica que sin duda alguna conocía, que la desgraciada me acusaba con mi madre cuando podía.
—¿Valentina? —Pregunto viendo confuso a mi hermana menor, lo sé, mi madre tiene un don para colocar nombres—. ¿Y tú qué coño haces aquí?
Mi hermanita de 13 años sonríe como si supiera que ha cometido el error de dejar verse por aquí, mientras me preparo para darle una buena regañada ¿Es que se escapó de España sin avisar a mis padres?
—Hermanito, veras, papá me está esperando abajo, así que... Uy ¿Te encuentras bien? porque no lo parece —Me expresa y mira a mi cara, yo sigo con la misma cara de culo—. Por ahora... voy a tomar el consejo de nuestros padres, ya sabes "Cuando te han descubierto... ¡Corre, perra, huye!"
—¡Mariana Valentina vuelve ahora mismo! —Grito para que me tome en cuenta sin embargo no funciona para nada
Y así mismo se va con rapidez para salir de mi vista y no consigo tomar el impulso para correr detrás de ella por dos cosas; Uno, creo que tengo fiebre porque me estoy sintiendo mal y dos, Lyana me detiene tomándome del brazo.
—Su padre vino con ella, me pidió ayuda con el proyecto de grado y ella me ayudó con mis proyectos, no te lo conté porque sé que no quieres arreglar las cosas con tus padres, pero si te soy sincera, sé que te extrañan mucho. —Siento su mano acariciar mi cara para luego acercar su rostro al mío y dejar un beso en mi frente —. ¿Qué pasa? No te ves para nada bien...
Ni tampoco me siento bien, pero no necesito descansar, necesito respuestas.
—Estas ardiendo —Me cuenta con preocupación—. Vamos adentro, creo que aún hay medicina.
Y mientras me abraza con aprecio no puedo dejar de regañarme mentalmente por haber desconfiado de ella.
Me mataría si lo supiera.
Me levanto de la cama soñoliento, mi vista es borrosa pero aun así intento caminar hacia la sala, escucho un golpe en el suelo y por estar buscando lo que provocó el sonido, no me percato de la pared que tengo al frente y termino por darme un cabezazo que ha sonado hasta china.
—Mierda.
—¿Qué tal dormiste anoche? —Me pregunta Lyana cuando ingreso a la cocina sobándome el chichón
—Mejor que Blancanieves—Me siento en la mesa y miro mi tazón sin muchas ganas de proseguir una conversación, a por causa del dolor de cabeza que me cargo; tanto del golpe como de la gripa.
Lyana me mira con un puchero en sus labios lamentándose de esta pobre alma indefensa, acerca su mano a mi mejilla y pienso que va a darme mimos, pero en cambio, recibo una abofeteada, que desgraciada.
—¡Lo lamento! —Se disculpa entre tanto yo me acaricio la área afectada, creo que incluso me ha incrementado aún más el dolor de cabeza —. Quería confirmar si aún estabas delirando, ayer decías cosas extrañas, dime... ¿Quién es kyklos?
Me apoyo de la mesa tomando mi cabeza.
¿Quién?
—Ni yo mismo lo sé.
—¿Tienes pesadillas nuevamente? —Me pregunta, yo niego mirando con devoción mi cereal
—No creo que sea eso, soñé con un vagón de metro y... —Le digo, pero no soy capaz de recordar más allá—. En fin, nada importante.
—¿Seguro?
Asiento y le pregunto:
—¿A qué hora llegarás hoy?
La verdad es que, sí había tenido pesadillas que raramente no recordaba ahora, aún seguía sintiendo ese sabor amargo.
Subo la mirada para dar con mi pareja que aún no responde mi pregunta inicial; Lyana mira su móvil en pleno desayuno y se ríe con él, olvidándose completamente de mi presencia en la mesa y ese gesto me hace sentir celos.
—¿Con quién hablas? —Le pregunto tratando de sonar lo más neutral posible e intentando moverme un poco para matar la curiosidad, Lyana por su parte, me mira fijamente a los ojos y niega con la cabeza
—No es nadie, solo trabajo. —Y se guarda el móvil.
Sos
Pe
Cho
so.
Y me pregunto ¿Qué secreto más me guardará esta mujer? Además de nunca decirme que mi hermanita se encontraba en este país cuando debería terminar sus últimos exámenes para graduarse de la primaria o secundaria, qué se yo.
—Sabes, Valerian, he estado pensando mucho en esto y...—Comienza sacándome de mis pensamientos y vuelve a detener sus ojos en mí—. Creo... Creo que tenemos que hablar de algo importante.
Mierda.
Eso era un detonante del "Tenemos que hablar" sinónimo de peligro.
Me llevo las manos a la cara porque aquellas palabras ya me habían advertido que había tocado fondo, esto va para mal y ¡Definitivamente no quiero hacer esto hoy! Ya tengo demasiados problemas encima como para pasar por una ruptura, por ahora mi mejor método de protección es ser escéptico y huir.
—Yo no quiero hablar —Le digo mientras me levanto de la mesa, usando el mismo método que aplicó mi hermana ayer—. No ahora.
Lyana me mira confuso, pero logra levantarse para detenerme, colocándose al frente de mí.
—¿Qué te pasa?
—No quiero hablar, aún estoy resfriado así que déjame solo.
—Tiene que ser ahora, ya he tomado una decisión y espero que la respetes —Insiste, a pesar de que esté observando lo mal que se encuentra mi cara en este mismo instante—. Me voy a Milán pasado mañana.
¿Qué?
—¿Qué?
Mi pareja se acerca hacia mí y me acaricia del brazo, como si eso pudiera tranquilizarme lo suficiente.
—Voy por trabajo, solo será una semana o menos y ¿Adivina qué? ¡Me dieron un puesto de pasantías en la semana de la moda! ¿A que no es genial?
Sí es genial...
—Y ¿Por eso estabas tan ocupada últimamente?
Me mantengo serio, aunque no sé si estoy decepcionado o no por esta noticia.
—Si, justo por ello; tenemos que adelantar trabajos y nos quedamos hasta tarde en ello.
Reflexiono ante esa respuesta.
—Y... —Titubeo—. ¿Eso es todo lo que querías decirme?
— Si —Me mira con confusión—. ¿No estas feliz por mí?
Y aunque tenga malestar, no puedo evitar extender mis brazos para darle un abrazo, como ya es costumbre.
Trato de sonreír.
—Felicidades a esa princesa.
La escucho reír.
—Gracias Val —Se esconde en mi pecho y murmura—. Te amo mucho ¿Lo sabes?
Titubeo sin saber la razón antes de responder.
—Lo sé...
¿Por qué dudo tanto?
Así nos quedamos por unos minutos más hasta que se separa con rapidez y me observa con espasmo
—¡Ya es tarde! anda a descansar y yo al trabajo, si te sientes mal me llamas ¿Vale?
Que cambio tan repentino.
—Está bien, iré a bañarme.
—Está bien —Responde, estornudo sobre mis brazos mientras el dolor de cabeza sigue molestándome, me despido de Lyana en la sala y decido irme al único baño de este pequeño departamento
Tenía que buscar pronto otro lugar más cómodo en cual quedarnos, tal vez y le doy una sorpresa a Iyana cuando vuelva de su pasantía.
Su pasantía... ¿Por qué tenía un mal presentimiento de esto?
Antes de llegar al baño me detengo porque encuentro la cartera de Lyana; arriba de esta tiene un papel recortado teniendo también un dibujo de un círculo simple, era la cartera donde tiene la mayoría de tarjetas y efectivo ¿se le habrá olvidado?
La tomo y decido ir a su búsqueda con una chaqueta para el frio, me adentro en el ascensor y espero.
Miro otra vez el dibujo del círculo pensando si esto era un nuevo diseño de Lyana o algo por lo parecido, pero... ¿Esto no lo había visto antes? Sigo mirando hasta que ya no puedo más. Como sea, ahora tengo escalofríos y estoy en un lugar solo.
Las puertas del ascenso se abren a la par teniendo así una vista de plano entero del Lobby, donde un chico con cabello largo le daba flores a mi chica mientras la abraza con una sonrisa pegada a sus rostros.
¿Pero qué coño?
Y presiento que por un breve momento hago contacto visual.
Me hago un lado para esconderme correctamente y observo como Lyana recibe las flores que le ha traído mientras lo sigue abrazando con felicidad para después salir del edificio ¡Juntos!
Y como el gran masoquista que soy; Les sigo.
Camino con sigilo y sigo de vista a mi pareja con ese hombre.
Apreto el puño de la rabia cuando ambos caminan demasiado juntos mientras sonríen, y no solo eso, charlan demasiado cercanos para mi gusto.
A los pocos metros de donde me encuentro escondido, se detienen y con el corazón en la boca, soy tan iluso de pensar que ella no está haciendo esta mierda, pero todo lo que aun mantengo vivo desvanece al acercarme lo suficiente y escuchar las siguientes palabras.
—Aún no, estaba a punto, pero me acobardé al instante y le mentí —Le oigo decir y mi mente se va por los miles de escenarios posibles—. Creo que este no es el mejor momento para decepcionarlo ¡Pero no te preocupes por ello! Se lo diré pronto.
—No lo hagas sufrir —Escucho decir de su voz—. Él merece la verdad y lo sabes muy bien.
Ay si, que considerado.
—Sí, lo se. —Mi "Novia" asiente—. No se lo merece.
Veo la cartera en mis manos, trato de buscar o por lo menos tener el impulso de moverme, tal vez solo lo esté malinterpretando, pero... no puedo evitar sentir incluso un peso muerto sobre mi espalda.
A pesar de todo lo que he hecho por ella; incluso dejé mi hogar para venir a un nuevo país, por todo lo que hemos pasado juntos ¿Así me lo pagaba?
No, talvez aun no sea tarde, tal vez solo sea un error, es mejor preguntarle directamente.
Estoy a punto de dar unos cuantos pasos para alcanzarla, pero ¡Ellos ya se han ido! Miro hacia todos lados, pero no los encuentro y pienso seriamente si he de haberlo imaginado...
De pronto, escucho los perros ladrar como si me alertaran que todo esto es mi realidad y no efecto de fiebre...
Si, esto es real.
Pero simplemente...
Gracias Valerian, te amo mucho ¿Lo sabes?
Esto es una mierda.
→──✦──←
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro