Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

two - N

N de NERVIOSA

"Now you're trying to kill my name for some fame, what is this?"

Siempre he poseído una cualidad que podía ser beneficiosa o al contrario. Solía ponerme muy nerviosa. Cuando algo me importaba, los nervios me invadían y podía pasar dos cosas: uno, que todo saliera mal, o dos, que me esforzara mucho y saliera genial. A veces deseaba deshacerme de estos nervios que me consumían por dentro, esos que me mataban, esos que me obligaban a hacer cosas que en una situación normal no habría ni pensado.

Era un gran momento en mi vida. Lo sabías, ¿verdad Lucy? Me habían dado la oportunidad de jugar para las Arpías de Holyhead aún siendo menor de edad y no haber terminado mis estudios. Era mi sueño. Mis padres estaban tan orgullosos, por una vez en mi vida, estaban orgullosos de mí, y eso era lo único que importaba. Pude ver como el pecho se les inflaba cuando la entrenadora le comentó a mi madre que se habían interesado en mí. Sus ojos brillaban con ilusión que nunca pensé que vería cuando hablaban de su hija. Y me sentía importante. Al fin, era feliz después de la partida de James. Era feliz, Lucy, ¿no podías aceptarlo?

Pero había un pequeño inconveniente: para conseguir el puesto tenía que competir contra cuatro chicas más. Al principio me fastidió la idea de que no solo se hubieran fijado en mí, pero después estuve más segura. Al fin y al cabo, era muy buena, no me iba a suponer ningún problema ganar. Todo parecía ir a mi favor, y eso me provocaba un sentimiento extraño en el pecho, uno que no recordaba haber sentido. Y en ese momento pude ver que la vida era genial, y que tenía que vivirla. Tenía un nuevo objetivo, parecía que por fin las cosas se iban poniendo en orden. ¿Qué podía salir mal? La respuesta era sencilla, nada. Pero la perfecta Lucy Weasley tenía que conseguir ese puesto.

Tengo que admitir que cuando me enteré que a ti también te habían ofrecido el trabajo, me desanimé un poco. No tenía ganas de competir contra mi propia prima. Y menos contigo, Lucy, que siempre nos habíamos llevado tan bien. No quería arruinar nuestra amistad por una estúpida competición, que, al fin y al cabo, no importaba tanto ya que las dos estábamos aún ejerciendo nuestros estudios. Sí, es verdad, era una oportunidad que pocas personas habían recibido. ¿Pero de verdad vale la pena perder a alguien con el fin de conseguir la victoria? Yo creo que no, pero tú y yo siempre hemos tenido opiniones distintas.

Unos días antes de las pruebas, me armé de valor y fui a hablar contigo. Sí, fui yo quien rompió la barrera invisible que nos separaba desde que nos convertimos en contrincantes. Sí, fui yo la débil que no aguantó más el no hablarte. Sí, fui yo la inocente que confió en que ibas a compartir mi pensamiento, de que ibas a cumplir tu palabra. Sí, fui yo, y me arrepiento.

Y recuerdo perfectamente que tú me recibiste en tu casa, con aquella sonrisa que podía enamorar a cualquiera. Llevabas el pelo pelirrojo recogido en dos pequeñas trenzas que caían por tu espalda. Y estabas muy guapa, no parecías una persona manipuladora. Bueno, al fin y al cabo, Grindelwald parecía un joven encantador, y por supuesto, no lo fue. Me invitaste a entrar y tomamos algo. Tú me preguntaste el porqué de mi visita y yo te lo expliqué todo. Sonreíste y asentiste con la cabeza, como si lo entendieras. Pero, ¿lo entendías, Lucy, entendías lo importante que era para mí? Y claro, eras tan amable, tan simpática, que nunca pensé que todo lo que decías e hacías era falso. ¿Quién no iba a confiar en ti?

―Lucy, tienes que prometerme que, gane quien gane, nuestra buena relación no cambiará. ―Recuerdo tocarte suavemente la mano mientras lo decía, y también recuerdo tus ojos sorprendidos.

Tú, ni lo dudaste, me lo prometiste. "Claro, Lily, ¿qué iba a cambiar" Eres mi prima". Mentira. Nunca pensé que de verdad fueras tan buena mintiendo, prima, de pequeñas nunca mentías. Pero bueno, las personas cambian, aunque sigo sin entender porque lo hiciste. ¿Cuando cambiaste, Lu? No hace falta que respondas, la verdad, no me interesa.

Y claro, esa tarde me fui muy confiada de tu casa, sin saber que pasaría unos días después. Me entrené toda la semana para no ponerme nerviosa ese día, necesitaba hacerlo bien, no podía defraudar a mis padres. Sí, perdí demasiado tiempo, pero valía la pena, ¿no? Tenía miedo de mis nervios, tenía miedo de no poder controlarlos y que salieran a la luz. ¿Y si alguien los notaba? ¿Y si todo salía mal? ¿Y si me caía de la escoba? El terror de lo que pudiera ocurrir me empujaba a sudar todos los días, dando lo mejor de mi. Pero de nada sirvió tanto esfuerzo, porque ese día no llegué a las pruebas.

Me encerraste, Lucy. ¿Cómo pudiste hacerlo? Me encerraste en los vestuarios para que no pudiera ganar. Me quedé todo el rato llorando, estaba perdiendo la oportunidad de mi vida, y los nervios me impidieron gritar para pedir ayuda o buscar una salida. Sentía que no me quedaba aire, que no podía respirar. Solo podía pensar en que tú estabas allí a fuera, con tu escombra, reluciendo delante de los jueces, y yo aquí, en los vestuarios, ahogándome con mis propias lágrimas. Eres malvada, era lo único que podía pensar. La oscuridad lo invadió todo, pensaba que no ibas a volver cuando apareció una luz que me deslumbró.

Cuando todo se acabó, viniste a buscarme. Me sacaste de la prisión en la que me habías dejado las últimas dos horas. Parecías contentas, tu sonrisa brillaba más que nunca, mientras que mis ojos estaban rojos y mis mejillas sonrojadas. Parecías una estrella salvando a la pobre mujer de su quiebra. Claro, tú eras la buena, y yo la chica en apuros. Y con falso arrepentimiento en la voz, susurraste:

―Lo siento mucho, prima, te hubieran elegido, y yo quería ese puesto.

Pero no te perdoné. Nunca lo hice, y ahora ya es demasiado tarde. Me arruinaste mi sueño, Lucy. No cumpliste tu promesa y arruinaste mi sueño. Mi único sueño por el que tanto tiempo había estado luchando. No me importaba ganar, solo quería intentarlo, pero no pude por tu culpa.

Mis padres no entendían por qué no me habían elegido, y yo no tuve el valor de decirles la verdad. Fui demasiado buena contigo. Ellos estaban decepcionados lo podía notar, y eso me sentaba mal, muy mal. ¡Ni siquiera había hecho las pruebas! Nunca sabrás como se siente cuando, por una vez que alguien está orgulloso de ti, por una vez que puedes demostrar que eres buena con algo, te pisen como a una hormiga, y todos te miren con pena. Nunca lo sabrás. Unas semanas después, salió la noticia de que eras la nueva integrante de las Arpías de Holyhead. Eso me dolió. Pero no me dolió tanto como que me hubieras traicionado, Lucy. ¿Las familias no estan allí para apoyarse? Y ahora me doy cuenta que no eres mi familia, Lucille, no lo eres y nunca lo fuiste.

Espero que ahora puedas ver, desde tu millonaria posición y con tu genial escoba, cuanto me afectaron tus mentiras. Púdrete.

Con mucho amor:

Lily Luna Potter

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro