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diez [ prt. dos ]

Oficialmente se terminó la fiesta de mi pequeño y todos los invitados ya se habían ido. 

Suspiro un vez que me dejo caer en la cama, riéndome como estúpido al recordar como Jimin y Seokjin los encontré besándose en la cocina -seguro mañana culpando al alcohol-. Pero, claro, ellos son tan heterosexuales como "z" de aguacate. Pero eso es otra historia, ahora la que tengo en mente es dormir y despertar mañana hasta después de medio día.

O quizá no...

Me siento en la cama una vez veo como Jeonggukie se queda en la puerta de la habitación, al parecer, sin intenciones de entrar. 

—¿Qué pasa, pequeño? 

—Y-yo... —balbucea un poco, jugando con su camisa de dormir y siempre mirando hacia abajo. —¿Quiere que le muestre mi baile?

—¿Tú quieres bailar para mí? —pregunto para molestarlo, viendo su rostro sonrojado y tímido. —Está bien, quiero verlo.

Jeongguk levanta la mirada y la conecta con la mía, con sus ojos siempre brillando. Camina hacia el espacio vacío de la habitación -que es enfrente de la cama-, dándome la espalda y poniendo la canción en su teléfono. Comienza con ligeros movimientos de codera y de brazos, pasando las manos por su cuerpo, como la ultima vez. 

Da la vuelta, que, con los ojos cerrados, disfruta de la música y se deja llevar. Y de un momento a otro, su voz sale junto con la canción, siendo un canto como un susurro al oído, solo con la diferencia que estaba a un metro de mí, dejándome con las ganas de tocarlo. 

Mi aliento, mi mirada y mis sensaciones se las llevan él con cada movimiento que hace. Él es tan... caótico, que me hace pensar si verdaderamente ese es mi pequeño. Simplemente algo muy nuevo para mí; verlo de esta forma es como si me mostrara una nueva manera de él, una la cual no conocía. Porque claramente este baile y el anterior, son completamente distintos.

No puedo apartar la mirada. Y puede que tenga una cara de bobo y quizá un poco de baba escurrida, pero en verdad, que lo que pasa frente a mis ojos es tan... sexy, que me quita el aliento. 

Y me toma por sorpresa cuando sus manos juegan con su camisa -la cuál solo le cubre hasta el inicio de su pantalón de chándal negro-, levanta ligeramente su camisa, dejándome ver un poco de su abdomen. Y aunque la ropa no era de lo más caliente, puedo jurar que con sus movimientos me basta.

—Wow —no puedo evitar jadear, tragando en el acto la saliva de mi boca.

El susurro de su voz aún por lo bajo y sus movimientos lentos realmente hacen que mi respiración se agite. Es que... ¡Dios! Estoy sin palabras.

Y como si no fuera suficiente el jugar con su camisa, ahora se arrodilla, haciendo los movimientos de cabeza y brazos, para lentamente ir gateando hacia mí, aún con sus ojos cerrados. Trago en seco, sintiendo mi corazón ponerse como un jodido loco. Y después, como si quisiera que muriera de un paro cardíaco, pone sus dos manos en mi pierna y la canción acaba, pero no sin antes de que Jeongguk colocara su rostro en el interior de mi muslo.

¿Alo, ambulancia?

—¿Le gustó, hyung? —pregunta en su susurro, aún sin quitarse de esa posición.

—Ehh... —no sé que decir. Fue tan fantástico que me cuesta procesarlo del todo. —Estoy realmente impresionado, bebé. Lo hiciste maravilloso.

Abre lentamente sus ojos y me mira con una sonrisa en sus labios.

—¿En serio, hyung? —sus ojos brillan y sus mejillas enrojecen. ¡Joder! ¿Por qué es tan hermoso?

—Completamente, jamás te mentiría.

Y con esas palabras se lanza hacia a mí y me abraza, colocando sus brazos en mi cuello. Me llena la cara con besos y no puedo evitar reír, parece un conejito con su nariz moviéndose.

Cuando se cansa de besarme, se sienta en mis piernas, solo dejando uno de sus brazos en mi cuello como apoyo.

—¿Sabes, hyung? —baja la mirada y no puedo evitar que mi corazón se oprima al ver la expresión que pone. —Al principio, yo no estaba seguro del baile, pero —levanta la mirada y la conecta con la mía —cuando yo bailé la primera vez para usted, me dio la seguridad suficiente para saber que la hacía bien. Gracias.

Respira, Yoongi, respira, aún no es momento para llorar.

—Me alegra saber que no te rendiste, pequeño —le sonrío por lo bajo y le doy un ligero apretón en su pierna. —Y no me tienes que agradecer, porque así hubiera sido yo u otra persona, cualquiera se hubiera dado cuenta que lo estabas haciendo bien. Y que al final, fue simplemente fantástico.

Le doy un beso en la frente y le veo sonreír, creyendo en mis palabras. 

—Por cierto —pega su frente con la mía, manteniendo sus orbes fijos sobre mí. —Gracias por la fiesta, realmente me divertí. 

—No fue nada. Además, haría todo para verte feliz. 

Pellizco su mejilla para después, poderle dar un beso en los labios. 

—¿De verdad haría todo?

Sus ojos brillan, mientras mi mano descansa en su mejilla y le otorgo ligeras caricias con el pulgar. 

—Claro que sí. Te amo como no tienes una idea, Jeongguk. No entiendo porqué la pregunta —baja la mirada y no me responde.

—E-es porque —muerde su labio inferior y se pone tímido, —quería estar seguro. 

Me quedo callado, intentando encontrar una respuesta en su rostro, pero es difícil.  

—Estoy listo, hyung —me atraganto un poco con mi saliva, me tomo desprevenido. —¡Dios! ¿Está bien? 

Yo asiento, y hago un movimiento con la mano para que prosiga. 

Joder, arruiné el momento. 

—¿De verdad está bien? —susurra con preocupación mientras deja suaves caricias en mis espalda. 

—Si, prosigue. ¿Qué es lo que me ibas a decir? 

Suspira una vez antes de hablar. 

—Estaba diciendo que... —sus mejillas enrojecen y evita mi mirada. —Estoy listo, hyung. Q-quiero q-que me tome. Hagamos el amor. 

Me atraganto por segunda vez. ¿Qué? ¿Escuché bien? ¿Mi pequeño quiere que...? Oh...

—¿E-estás seguro? —pregunto una vez me recupero, aún sin creer lo que había escuchado. —Quiero decir: ¿De verdad quieres tener tu primera vez conmigo, un pervertido de mierda además de que es tan estúpido que te ha hecho llorar?

—Porque, como usted lo ha dicho: haría cualquier cosa para hacerme feliz. Y por lo que entiendo nunca me lastimaría —toma mi rostro entre sus manos y deja en mis labios un beso lento y suave. —Por favor, hazme feliz, Yoongi.

Y toda mi defensa se fue a la mierda. ¿Cómo decirle que no a esa hermosa carita suya?

¡Dios! Realmente está pasando esto.

Bien, calma Yoongi, no entres en pánico. Respira, respira. Has esperado esto por mucho tiempo, no lo hagas mal. ¡Hazlo más por él que por ti, idiota! 

Me animo entre pensamientos, sentado en la cama y esperando a que Jeongguk salga del baño. Mi respiración es agitada y no la puedo controlar, nunca pensé que me sentiría así de nervioso cuando esto pasara. 

Y de pronto la puerta del baño se abre, dejándome sin aliento al ver a Jeongguk con la cabeza gacha, los pies desnudos y solo llevando consigo una braga de encaje negro. 

Por la pu-...  

—¿Le gusta como me veo? —murmura con timidez mi pequeño, provocando que salga de mi pequeño-gran trance. —Quería que esto fuera especial para los dos, así que quise verme bien para usted. 

—Y-yo... —sacudo un poco mi cabeza y luego me pongo de pie. Camino hacia él y tomo su mano. —Claro que me gusta como te ves, es más, me encanta. Así que no te preocupes por nada, ¿Está bien?

Jeongguk asiente con sus mejillas rojas y lo único que puedo sentir es como mi corazón deja de golpear con fuerza mi pecho. De pronto, ya no sintiéndome nervioso como al comienzo pues alguno de los dos debe mantener la calma, y ese no será Jeongguk.

Beso su nudillos y voy ascendiendo por su brazo hasta llegar a su cuello. Acaricio con la punta de mi nariz la zona y lo escucho suspirar. Sé que tiene los ojos cerrados.

—¿Listo pequeño? —él asiente. Tomo su mano y lo dirijo a la cama y hago que de acueste mientras yo aún estoy de pie. —Precioso —le llamo para que me vea—, estás hermoso.

Y de verdad que no miento; la forma en como está ahora mismo me hace pensar que estoy a punto de profanar un hermoso ángel. Pero, qué importa, él quiere esto y quiere que sea especial y lo único que yo puedo hacer es hacerlo realidad.

Quito la camisa que traigo para dormir y la tiro al suelo, ahora solo quedándome con el pantalón.

Jeongguk, en un momento de confianza, abre sus ojos y mira mi torso desnudo, pero tan rápido como los abrió los volvió a cerrar, ahora poniendo las manos sobre su rostro.

—¡Lo siento! —susurra en lo alto, con vergüenza y sin intenciones de verme.

Wow, aún en estás circunstancias seguía estando avergonzado.

—Oh, mi pequeño —una pequeña risa nasal sale de mi garganta. —Quita tus manos de tu rostro, no hay nada de qué avergonzarse. Somos pareja, ¿no es así? —él asiente y poco a poco va quitando sus manos y abriendo los ojos, dejando al descubierto su rostro color escarlata. —No hay nada de qué preocuparnos, ¿Si? Solo disfrutemos del momento.

Capturo sus ojos con los míos y trato de calmarlo. Apoyo mis rodillas en la cama -entremedio de sus piernas- y me empujó así adelante; me sostengo con las dos manos a cada lado de la cabeza de Jeongguk. Ahora, viéndonos fijamente y a pocos centímetros de la boca contraria. Le sonrío antes de besar sus labios, de manera lenta y gentil, queriendo que se tranquilice y deje de temblar.

Al pasar de los minutos, lo logro. Y ahora no solo beso sus labios, sino sus mejillas, su quijada y su cuello. Escucho por lo bajo sus jadeos y eso me anima a seguir bajando hasta el inicio de su pecho -el cual sube y baja por sus suspiros que también lanza-. Llego al medio de su pecho, justo donde su corazón late y dejo un beso. Me apoyo con mis codos a sus costados y le lanzo una mirada antes de atacar su pezón izquierdo con mis labios, quizá tomándolo desprevenido pues lo escucho jadear más alto.

Beso, chupo y juego con mi lengua evitando morder, mientras que con mi mano le doy atención al otro. Jeongguk pone su mano en su boca, como si quisiera que no escuchara lo que sale de ella. Sus piernas se mueven mientras yo aún sigo con sus pezones, por lo que provoca que su entrepierna de roce con mi estómago.

Dejo su botón una vez creo es suficiente, pero antes de ir por el otro, veo como lo dejé: rojo, hinchado y con un poco de saliva que lo hacia brillar. Oh, Dios, esto es mejor de lo que imaginaba.

Y mientras dejo de la misma forma su otro botón, me dedico a dejar caricias a sus costados para que lo disfruté más. Que una vez terminé con los dos botones, dejándolos iguales, me levanto un poco y veo su expresión, llevándome una grata sorpresa. Jeongguk con sus ojos cerrados, su ceño fruncido y aún con la mano en su boca.

Joder, fifi ya despertó.

—Bebé, ¿Estás listo? —Jeongguk abre sus ojos vidriosos y asiente, quitando lentamente la mano de su boca. —Por favor, dime si quieres parar en cualquier momento. No estás obligado a nada, ¿Si, bebé?

Mando mi mano a su mejilla y lo acaricio. Él toma mi mano y deja un beso en la palma mientras me mira con aquellos ojos preciosos que tiene.

—Estoy listo, hyung.

Asiento, me acerco a sus labios y dejo un corto beso antes de levantarme. Camino hacia mi mesa de noche y abro el último cajón, saco de él un condón y un lubricante. Los dejo a un lado de la cama cuando llego y me pongo en mi antigua posición. Y me tomo un momento para ver el hermoso cuerpo de mi novio, dándome cuenta que realmente soy afortunado de tenerlo.

Bajo mi mirada de su rostros hasta su braga, que hasta hora me preguntó de dónde las habrás sacado. Juhm, se lo preguntaré después, ahora lo importante es quitárselas y prepararlo. Pero antes de poner mis manos sobre él, noto que que ya está duro y un poco húmedo.

Wow, si antes estaba duro, creo ahora ya estoy tieso.

¡Concéntrate, idiota!

Me grita mi subconsciente y le hago caso, ahora no era momento de pensar en idioteces, era momento de desflorar a mi pequeño.

—¿Puedo? —pregunto antes de bajar sus bragas.

Mi mirada fija en él, esperando a que me dé el permiso, que aunque parezca una bestia cazando a su presa yo sé cuando un no es un NO. Pero este no es el caso, ya que Jeonggukie asiente sin quitar sus ojos sobre mí. Que yo solo desvío la mirada para ponerla en sus bragas húmedas.

Y trago saliva antes de poner mis manos en el encaje, que cuando lo hago, siento rozar su piel suave con mis manos. Voy quitando lentamente la braga y la deslizo por sus piernas para sacarla por completo. Y se me corta la respiración al verlo totalmente desnudo ahora, con su pene duro y apuntando hacia su estómago. Que de nuevo noto algo peculiar, que es el hecho que está depilado. Esto definitivamente no lo hizo solo me bebé, pero está bien, lo dejaré pasar por esta vez sin decir algo.

—Eres tan hermoso, pequeño —susurro una vez vuelvo a mirarlo a la cara y le sonrío para hacerle saber que no le haré nada malo. —Voy a comenzar, ¿Está bien?

Él asiente y me devuelve la sonrisa. Confiado con su aprobación, tomó sus piernas y las separó, dejando a la vista su entrada. Joder, lo único que puedo pensar al verlo es que es muy hermoso. Trago de nuevo saliva y tomo el lubricante, lo abro y pongo una generosa cantidad en mis dedos. Lo miro de nuevo durante unos segundos antes de acariciar su entrada con mi dedo índice. 

—Bebé, esto, al comienzo será incomodo y un poco doloroso —sus ojos se exaltan, pero con mi otra mano acaricio su pierna.  —Pero no te preocupes, seré lo más gentil y delicado para que esas sensaciones pasen rápido. Voy a comenzar metiendo un dedo —Jeongguk asiente y yo suspiro. 

Acaricio la entrada antes de meter el dedo corazón de mi mano derecha; lo meto despacio y viendo en todo momento el rostro de Jeongguk, que hasta ahora está tranquilo. Comienzo a moverlo en círculos y con el dedo pulgar acaricio el espacio que hay entre su entrada y sus testículos. Con mi zurda tomo su pene desatendido y lo acaricio de tal forma que ahora suelta sus primeros gemidos de la noche.  

Jeongguk mueve su cuerpo gimiendo y jadeando entre balbuceos mi nombre, tomando entre sus manos la sabana de la cama, cerrando sus ojos y mordiendo un poco sus labios. 

Simulo embestidas con mi dedo, lentas y suaves, que cuando siento que es suficiente, pienso que ya es el momento para el segundo dedo. 

—Cariño, pondré un segundo dedo —Jeongguk gime más alto como aprobación... o quizá porque mi mano aún acaricia su miembro, meh, lo que sea.

Con mi pulgar acaricio la punta de su miembro mientras introduzco de manera pausada el dedo índice en su entrada. Lo escucho gemir más alto y lo veo removerse con más frecuencia en la cama. Creo lo estoy haciendo bien. Con el lubricante todo es más fácil, a tal punto que no lo he escuchado quejarse cuando metí los dos dedos. 

Y con ese pensamiento, sigo masajeando su miembro y ahora con los dos dedos hago un tipo gancho, intentando encontrar aquel punto que sé le hará chillar. Y lo encuentro cuando siento su cuerpo brincar; acaricio con la punta de mis dedos su próstata para luego simular envestidas un poco más rápidas que las anteriores. 

Su cuerpo tiembla, gime y chilla como lo había pensado. Se que está cerca. Muerdo mi labio y me esfuerzo en masturbar su miembro un poco más rápido, de arriba hacia abajo. 

—Yoongi, voy a-... —y un chillido corta su voz, corriéndose en mi mano y sobre su estomago, apretando mis dedos en su entrada. 

Con su cuerpo sufriendo con el reciente orgasmo, mis ojos se iluminan y lo único que puedo pensar es que se ve tan precioso con aquella expresión en su rostro que me hace suspirar. Que hasta ahora, saco mis dedos de su entrada y me doy cuenta que mi miembro está tan desatendido, que duele. 

Escucho como poco a poco la respiración de Jeongguk se va tranquilizando, aún soltando ligeros jadeos. Y con sus ojos entreabiertos, sus labios escurriendo un poco de saliva y sus mejillas sonrojadas, susurra: 

—Yoongi, ya métela, te quiero sentir —mi boca se seca y mi corazón late como loco. Yo solo asiento a su pedido como un bobo.

Me quito de prisa mi pantalón y lo tiro al suelo, a un lado donde se encuentra mi camisa. Y una vez mi miembro es liberado, suspiro con satisfacción, pero antes de ponerme el condón, siento una mirada sobre mí. Es Jeongguk. 

—¿Qué pasa? ¿No es lo que esperabas? —sonrío ladino y con un poco de gracia, pues la expresión de Jeongguk viéndome es ciertamente graciosa. 

—Es muy grande, hyung —dice al fin, sacándome una pequeña risa. —Entrará todo eso en mí.

Susurra lo último para sí mismo, como si lo estuviera pensando seriamente. Evito reír, mordiéndome mi labio, pues tan solo son 17 centímetros, nada de que preocuparse.  

—Tranquilo, precioso, seré muy cuidadoso. Pero entenderé si quieres parar a-...

—No, no, quiero seguir. S-solo me sorprendí. —responde avergonzado, desviando su mirada y mordiendo su labio inferior. 

—Entonces... ¿Puedo seguir? —asiente con la cabeza y yo sonrío. Tomo el condón y abro la envoltura, lo coloco de manera correcta y poniendo la punta en la entrada de Jeongguk, susurro: —Ya voy a entrar. 

Jeongguk asiente con los ojos cerrados, aún apretando entre sus manos la sabana de la cama. Y, aunque parezca sorprendente, de nueva cuenta está duro. 

Y solo hago que entre la punta antes de ponerme encima de él sin aplastarlo, sosteniéndome con mis brazos a sus costados. Mi cara queda cerca de la suya, por lo que aprovecho y beso sus labios y después su nariz, que cuando abre sus ojos, los veo brillosos. 

—Te amo, Yoongi —susurra con su voz queda, mandando una de sus manos a acariciar mi rostro. 

—Yo también te amo, bebé —respondo con sinceridad, sonriendo y viendo como de los hermosos ojos de kookie se desbordan pequeñas lágrimas. —¿Qué ocurre? ¿Te lastime?

Entro un poco en pánico, intentando sacar la punta, pero él me detiene, tomándome de la espalda antes de alejarme. 

—No, nada de eso... S-solo estoy muy feliz —se encoje un poco de hombros y veo una de las más hermosas sonrisas que me haya dado, tranquilizándome. 

—Bobo —digo con una sonrisa, besando su frente y después sus labios, escuchando en el lapso una pequeña risa de su parte. 

Y después de unos cuantos besos más, pude meter casi por completo mi miembro en su estrecha entrada, escuchándole gemir.

Que escucharlo gemir cerca de mi oído se ha hecho una de las cosas que más amaré en esta vida. 

Y una vez me encuentro preso por sus húmedas paredes, solo me dedico a repartir besos por todo su rostro, quitando todo rastro de incomodidad al tenerme dentro; solo con la intención de que disfrute el momento. A los pocos minutos él mueve sus caderas, buscando más fricción entre nuestros cuerpos. 

—Ya se puede mover, hyung —susurra en un aliento, aún teniendo sus manos sobre mi espalda.

Comienzo con suaves movimientos, sintiendo los suspiros ahogados de Jeongguk chocar contra mi rostro. Pronto sus piernas me abrazan por la cadera, causando que nuestros cuerpos queden más juntos y mi miembro más profundo dentro de él, provocándole sacar un gemido. 

Sigo con la misma velocidad hasta que veo en los ojos de mi pequeño la desesperación por más, así que se lo concedo. Mis embestidas van tomando un ritmo más rápido y logro que de sus labios salgan de manera repetida "ah" una y otra vez. Que, con la expresión de su cara, me anima a seguir; sus labios entreabiertos, escurriendo saliva por su comisura, sus ojos brillando por las lágrimas y sus mejillas sonrojadas, además de tener todo su cabello desordenado y pegado a la frente a causa del sudar. Simplemente, destruido por mí. 

Y sé que falta poco cuando lo veo arquear su espalda, enterrando un poco sus uñas en mi piel. Y justo estaba en lo cierto, cuando, después de tres embestidas más, se corre entre ambos, haciendo de nuevo aquella expresión que me encanta. Pero como así él llega al orgasmo -por segunda vez esta noche-, de nueva cuenta con sus paredes me abrazan con fuerza y tiemblo por la sensación, sintiendo que yo también voy a llegar al clímax. Dos movimientos más, y siento con la punta de mis dedos el mejor orgasmo de mi vida. 

A decir verdad, los dos terminamos jadeantes y con una gran sonrisa en boca, completamente destrozados.

Y antes de que cayera sobre Jeongguk, salgo de él y me acuesto a un lado, hombro con hombro. Quito el condón y lo lanzo a la basura, donde cae directo. Y después de eso, un silencio se extendió por la habitación, solo con nuestras respiraciones por lo bajo.

Pasan algunos minutos de esta forma, solo nosotros dos mirando al techo. Pero mi mirada baja cuando siento como Jeongguk toma mi mano y entrelaza nuestros dedos, para después, recargar su cabeza en mi hombro, no sin antes darme un beso en la zona. 

—Gracias, Yoongi hyung —su murmullo choca contra mi piel, provocando que tiemble un poco. —Por todo.

Veo su rostro y noto que me está mirando, sonrío, beso su frente y hago más fuerza el agarre de nuestras manos. Sintiéndome feliz y un poco extraño al saber que acabamos de hacer el amor... Porque en mis sueños solo llegábamos a segunda base, máxima a la tercera. Pero sacudo mi cabeza enseguida y me deshago de aquellos pensamientos absurdos y mejor me concentro en mi precioso novio que tengo a un lado.

—Bebé, debemos ir a darnos una ducha —mi voz está un poco ronca, efecto de que también estuve gimiendo por lo bajo. 

—No, estoy muy cansado —y esconde su rostro en mi hombro. 

—Vamos, estamos sucios y también tengo que cambiar la sabana —niega con la cabeza y la esconde un poco más. Entonces beso su cabeza y digo: —¿Por favor? —de nuevo niega, pero yo le doy otro beso. —¿Por favor? —ahora pongo mi mano sobre su rostro y lo levanto para darle un beso en sus rosados labios. —¿Por favor?

—Está bien, pero cárgueme que mis piernas tiemblan. 

Asiento complacido y me pongo de pie, tomando el cuerpo desnudo de mi novio, quien enseguida enreda sus brazos en mi cuello. Que cuando llego al baño, hasta ese momento me doy cuenta que el olor a sexo llegó hasta él. Pero bueno, lo que pasa en el baño es otra historia. 

Yo soy Min Yoongi, el loco pervertido y sexy novio de Jeon Jeongguk -quien tal vez de hora en adelante quizá ya no sea tan inocente-, y esta fue la historia de amor donde desfloré a mi novio.

Con odio; MYG.

FIN

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el que llore es puta, ya dije. 

pero cambiando de tema: ¿les gusto, lo odiaron, lo amaron, fue lo que esperaron, fue mejor o fue un total asco? :)

que tuvo que pasar un poco más de un año para que escribiera el final, sí que soy un asco. pero después de dos años, desde su publicación, puedo escribir con orgullo que ya está terminado, con un final de +4000 palabras. wuuuuu

y nada, habrá tres extras. <3

AVISO ACTUALIZADO: publiqué una nueva historia se llama WOH, para mis lectores más viejos sabrán que historia es. so, si la quieren leer, los estaré leyendo por ahí. <3

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