1
Las luces azules y rojas de una fila de coches de policía era lo único que alumbraba aquel callejón sin salida. De los coches bajaron una gran cantidad de policías encendiendo sus linternas.
Encendí la mía y me encaminé hacia un fuerte olor y una multitud de moscas volando alrededor de un sujeto. Efectivamente, como nos había comunicado esa pobre mujer que paseaba a su perro, había un cadáver.
—¿Kyouka, qué piensas?
Mi compañera Ochako, una chica de cabello marrón y ojos del color del chocolate, se encontraba a mi lado.
Ante su pregunta la miré durante unos segundos para volver a mirar el cuerpo, a la vez que éramos observadas por el resto del cuerpo de policías.
—Se trata de un hombre rondando los treinta años y por el estado del cuerpo parece que lleva aproximadamente dos días muerto—respondí colocándome un par de guantes—Tiene una herida de arma blanca en el corazón. Sin lugar a dudas le han apuñalado y esa ha sido la causa de su muerte. No parece tener otras heridas.
Ni siquiera me sorprendí al ver aquel cuerpo. Por mi trabajo estaba acostumbrada a ver ese tipo de cosas.
—Es el mismo modus operandi ¿Verdad?
Otro de mis compañeros, Denki, se encontraba mirando la escena y apuntando lo que decía en una libreta.
—Sí, ha sido el mismo asesino—me levanté—La misma arma, un cuchillo directo en el corazón. Además, no hay signos de robo. El hombre tiene todas sus pertenencias intactas y todo su dinero. Aunque no lleva su carnet de identidad.
No pude evitar suspirar. Era el quinto hombre que moría de aquella manera, el quinto cuerpo que encontrábamos y aún no habíamos podido encontrar ningún culpable, ni ninguna pista.
—Voy a hablar con los forenses. En poco se llevarán el cuerpo y podremos saber quién es—dijo Ochako—Luego nos reuniremos.
—Entendido—ante sus palabras asentí—Iros tú y Denki. Os esperaré en la oficina de investigación ¿De acuerdo?
Los dos asintieron. Yo me esperé a que se llevaran el cuerpo y observé una vez más la zona. Era un callejón sucio y sin ningún tipo de pista. Estaba todo impecable en ese sentido. No pude evitar apretar los puños, mi superior me había puesto al mando en este caso y me sentía impotente. Aquel asesino parecía un fantasma y no sabía qué hacer. Estaba perdida.
Al volver me reuní con mis compañeros y demás policías en una sala con una gran pizarra llena de fotografías y apuntes, esperando poder notar algo nuevo ante el descubrimiento del reciente cuerpo.
—El cadáver es de Shigaraki Tomura. Un empresario rico proveniente de la empresa Villain ¿Sabéis que significa eso?
Ante la llamada de los forenses supe al instante que volvíamos a estar en un callejón sin salida, pero no perdí la esperanza.
—Los otros cuatro hombres asesinados también pertenecían a la misma empresa.
Denki me respondió mirando aquella pizarra con impresión.
—Así es—asentí—Y no solo eso, pertenecían al mismo sector. Los cinco eran parte del mismo grupo. Así que como sospechábamos, el asesino va a por este grupo de empresarios.
—¿Falta alguno más?—preguntó Ochako.
Todos estábamos cansados. Ese caso estaba siendo agotador. Llevábamos cinco meses con él y en cada mes moría un hombre. Sin embargo, no conseguíamos nuevas pistas para descubrir a un culpable.
—Aún queda un hombre de ese grupo. Lo están trayendo para que podamos interrogarlo y a su misma vez protegerlo. Estoy segura de que el asesino intentará matarlo. Ahora, vamos a repasar lo que hemos podido conseguir estos meses.
Miré a mis compañeros.
—Entendido—asintieron.
—Los cinco hombres han sido asesinados de la misma manera y con la misma arma, con un cuchillo en el corazón. Además, los cinco fueron encontrados en lugares escondidos y poco habitados. Los dos primeros en edificios abandonados, el tercero y este último en un callejón y el cuarto fue encontrado en un almacén abandonado a las afueras.
Iba explicando aquello mientras señalaba con mi dedo índice varias fotografías que había seleccionado.
—Sus pertenencias estaban intactas a excepción de su carnet de identidad. Este asesino no se lleva ni un céntimo de su dinero y además es muy cauteloso, porque no hemos podido encontrar ni una sola huella—continué.
—¿Qué hay de los sospechosos?—preguntó Denki.
—Interrogamos a sus familias y conocidos, e inspeccionamos sus viviendas, pero no pudimos encontrar nada relevante. Lo único que tenemos claro es que los cinco pertenecían a la misma empresa, así que hablamos con su superior, pero este no parecía saber nada sobre el tema e incluso nos dejó inspeccionar las instalaciones.
—No tiene nada de lógica...—suspiró Ochako—¿Si no quiere su dinero por qué los mata?
Esa misma pregunta era la que había estado rondando mi mente. Llevaba días sin dormir y me frustraba no haber averiguado más cosas.
—Kyouka, acaba de llegar el sexto hombre. Ven conmigo.
La voz de mi superior me hizo sobresaltarme. Su nombre era Midoriya, un chico pecoso, demasiado inteligente para lo joven que era. Ante sus palabras le seguí con decisión.
—¿Ha dicho algo?—pregunté con esperanzas.
—Dice que él no tiene nada que ver y parecía realmente asustado—me respondió—Habrá que ver qué nos dice ahora a los dos. Tú lees bien a las personas, así que a lo mejor podemos conseguir algo.
—Sí, señor.
—Sabes que puedes llamarme Midoiya o Deku, si prefieres—sonrió.
Me avergoncé un poco y asentí.
—Está bien.
Minutos más tarde, ambos entramos a una sala, donde un hombre de mediana edad se encontraba siendo vigilado. Él, al vernos, nos miró desesperado. Este era rubio y llevaba un esmoquin negro.
—Jin Bugaigawara—al oír su nombre, él me miró—¿Eras el sexto miembro del sector siete de la empresa Villain?
—Sí ¡Pero yo no he hecho nada!—gritó asustado—¡No soy un asesino!
Midoriya, tras haberse sentado, le miró atento tras su miedo. Yo me senté a su lado expectante.
—¿Qué estabas haciendo dos días atrás a las doce de la noche, Jin?—le preguntó él.
—Estaba durmiendo. Mi compañero de piso llega tarde del trabajo, os lo podrá decir.
Le observé con atención. No parecía estar mintiendo, no hacía gestos sospechosos y hablaba con claridad.
—¿Y cuándo fue la última vez que viste a tu compañero?
—Hacía mucho que no le veía, cuando empezaron a producirse las muertes los dos dejamos la empresa porque estábamos asustados—tragó saliva—¿Esto significa que también moriré?
—Jin, aquí estás a salvo si nos respondes con sinceridad—le dije para que estuviera más tranquilo—¿Se te ocurre de alguien que quisiera haceros daño?
—No, no se me ocurre nadie. Ni siquiera me he estado relacionando mucho estos meses con otras personas ¡He estado en casa asustado! Puedes preguntárselo a mi compañero, él os lo dirá.
Sin duda aquel hombre parecía asustado. Aunque siempre podría estar fingiendo. Era muy pronto para declararlo inocente.
Suspiré cansada.
¿Quién narices era el asesino y por qué lo hacía? ¿Por qué ellos?
Tras aquel interrogatorio supe que iba a estar otra noche sin dormir.
¡Hola de nuevo! ¿Qué os ha parecido? ¿Opiniones? :)
Amo este tipo de temáticas y decidí hacer un MomoJirou. Espero que os haya gustado <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro