꒰🧸꒱ 21: París
꒰🧸꒱ 21: París
Ya había pasado una semana y unos tantos días desde la propuesta y actualmente la familia se encontraba ya en su último día de viaje.
Ya habían visitado diversidad de paisajes, restaurantes, museos, etcétera., pero aún les faltaba por ir a ver la Torre Eiffel de cerca y el famoso puente de los enamorados. Querían dejar lo mejor para el final.
Su viaje sólo duró 2 semanas, puesto que tenían que regresar a su país, Yoongi a la empresa, Jimin a sus presentaciones de baile y Shuhua a su guardería. Y también el omega estaba ansioso por regresar para empezar a planear la boda.
—Amor, bebé precioso, despierta, mi vida —decía el alfa bufando, siempre era un lío despertar a su prometido.
—Papá Yoon, ¿por qué papi Minie no despierta? —habló Shuhua, quien estaba paradita al lado de la cama, picoteando la nariz del omega con su dedito en un vago intento por despertarlo.
—Porque tu papi es un pollito dormilón, igual que tú —respondió, soltando un pesado suspiró. De repente, se le ocurrió una idea muy peculiar de despertar a su bebé—. Mi niña, ve a tu habitación y prepara la ropita que más te guste para salir hoy, papi Minie y yo iremos enseguida —ordenó, y la pequeña sólo asintió mientras salía de la habitación de sus padres.
El alfa con una sonrisa ladeada se empezó acercar al rostro de su omega, y, cuando estuvo cerca unir sus labios, mordió suavemente el labio inferior del peligris, viendo como suspiraba.
—Bebé, despierta —susurró contra su oído, pero Jimin sólo frunció su ceño e hizo un puchero involuntario.
Y Yoongi, en vista de que su bebé no quería despertar, siguió con su plan. Bajó sus labios al cuello de su omega, viendo la hermosa marca que había sido renovada la noche que le pidió matrimonio. Besó esta y empezó a dejar besitos por todo su cuello, para luego llevar sus manos a la pancita de su niño y comenzar a hacerle cosquillas, alejándose de su cuello.
—N-No, Yoonie, cosquillas no —habló por fin el omega, removiéndose mientras reía.
—¿Ya despertarás? —preguntó el alfa, sin detener el movimiento de sus manos en el vientre ajeno.
—¡S-Sí, alfa! —respondió, y por fin Yoongi paró con las cosquillas.
Una vez despierto, fueron a la habitación de su hija para bañarla y arreglarla, para luego arreglarse ellos mismos.
—¡Yoongie! ¡Tómame una foto aquí! —pidió el omega. La vista del Museo del Louvre era perfecta y no se iba a privar de una foto en tan maravilloso lugar.
El alfa muy feliz asintió y tomó varias fotos a su omega, luego, a petición de éste, se sacó fotos con Shuhua.
Jimin ahora quería una foto familiar, así que fue corriendo hacia una señora que pasaba por allí.
—¡Disculpe! ¿Puede tomarnos una foto? —preguntó con una sonrisa, mas la mueca de confusión de la señora hizo que la borrara, pensando que había dicho algo mal. El alfa, quien lo veía, empezó a reír a carcajadas ante tal escena, acercándose a su pareja, mientras se quitaba las pequeñas lágrimas de sus ojos ocasionadas por la risa.
—Bebé, ella no habla nuestro mismo idioma —explicó riendo, para luego dirigirse a la señora—. Excusez-moi, pouvez-vous nous prendre en photo s'il vous plaît? —pidió con una sonrisa amable.
—Oh! Bien sûr —contestó la señora, esta vez sonriendo. Yoongi le entregó la cámara que llevaban.
—¿Qué dijo, Yoonie? —preguntó el omega despacito, como si le pudiesen entender.
—Que sí, mi amor.
Jimin, Yoongi y Shuhua fueron a posar para las fotos que tomó la señora, y cuando terminaron, el alfa le agradeció. Se pusieron a revisar las diversas fotos, pero sin duda su favorita fue donde ambos cargaban a su pedacito de amor y dejaban cada uno un besito en las mejillas de su hija.
Y así pasaron el resto de la mañana y medio día, visitando muchos lugares que incluso ya habían visitado en los días anteriores y tomando muchísimas fotos.
Ya estaba atardeciendo, era hora de ir al puente de los enamorados para dejar su candado, y en la noche ir a disfrutar de la vista que brindaba la Torre Eiffel.
Jimin se encontraba dando saltitos mientras tenía su manita entrelazada con la de su alfa y en la otra llevaba el candado ya con sus nombres grabados, listo para ser puesto en el famoso puente.
Mientras Shuhua iba dormida en uno de los brazos de su padre alfa; habían caminado todo el día, por ende, se encontraba muy agotada.
—Yoonie, en el candadito sólo estarán nuestros nombres y el de Shuhua, ¿qué pasará cuando tengamos otro bebé? —preguntó el omega con un puchero, haciendo al alfa derretirse de amor.
—Chiquito, cuando tengamos otro bebé, vendremos a grabar su nombre también, o a poner otro candado, bebito —respondió, y Jimin, contento con la respuesta, volvió a sonreír.
Un rato después, ya habían llegado al puente donde miles de candados estaban ahí colgados, y ahora Jimin se encontraba buscando el lugar perfecto para poner el de ellos.
Una vez lo encontró, le habló a su alfa, quien se encontraba dándole de comer a los pajaritos que allí había junto a su pequeña niña que despertó hace unos minutos.
—Yoonie, mira, aquí lo pondremos —señaló el lugar una vez su prometido y su hija llegaron junto a él. El alfa asintió y se acercó para estar junto a su omega—. Bebé, ¿quieres ponerlo con nosotros? —preguntó Jimin a su hija, quien asintió rápidamente, acercándose a ellos.
Una vez todos listos, pusieron al candado y con sus tres manos juntas, hicieron presión, cerrando el candado. El omega y Shuhua aplaudieron felices mientras el alfa los miraba con los ojos brillosos por el gran amor que les tenía.
Ya con su candado puesto, ahora se dirigieron a un restaurante a cenar, para después ir a su siguiente y última parada en París, pues al día siguiente partirían de nuevo a su país.
Ya eran alrededor de las nueve de la noche y se encontraban frente a la Torre Eiffel. Estaban siendo muy felices. Sus corazones revoloteaban de la felicidad que sentían al estar en un lugar tan bonito los tres juntos.
Jimin estaba abrazando a Yoongi y éste tenía sus manos alrededor de la cintura de su pareja, mientras Shuhua estaba corriendo muy emocionada por todo el lugar.
Por la estatura del omega, su cabecita estaba justo donde el corazón de su alfa se encontraba, por lo tanto escuchaba los latidos de su corazón, suspiró y abrazó más fuerte a su futuro esposo.
—Yoonie, te amo mucho —dijo de repente, aspirando el delicioso aroma de su alfa y abrazándose más fuerte a su cuerpo.
Yoongi sonrió mientras dejaba un beso en los cabellos de su omega.
—Yo te amo muchísimo más, mi vida —respondió. Pronto, Shuhua llegó junto a ellos, uniéndose al abrazo y creando otro bonito momento familiar que en el futuro sería recordado con amor.
Nota:
Maratón¡!
¿A qué no se lo esperaban? Pues yo tampoco. No tenía pensando hacer un maratón, pero tenía un trabajo en grupo en la laptop con alguien pero no se pudo hacer ayer, así que adelanté esta adaptación y vi que quedaba poco, por lo que me decidí terminarla hoy, ¡y aquí estamos!
Queda un capítulo más, el final y dos extra para que termine esta adaptación. No puedo creerlo, me ha tomado mucho tiempo TT TT Así que haré un maratón con todo lo que falta para ustedes¡! Espero disfruten estos los últimos capítulos¡!
Pregunta del capítulo: Mencionen un momento que más recuerden con cariño. Puede ser junto a sus amigos, familia, o pareja.
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