—Yoonie, Yoonie, vamos, andando. —Un Jimin muy desesperado estrujaba a su alfa, quien dormía plácidamente en la gran cama que compartían.

El día del tan esperado viaje familiar había llegado, los tres estaban muy emocionados, en especial Jimin y Shuhua, pues la niña, después de que sus progenitores le explicaran qué es parís, sentía que su corazoncito no cabía de la emoción por viajar a ese lugar tan bonito.

Aunque Yoongi también se encontraba nervioso.

¿Y qué tal si su omega no lo aceptaba? ¿Qué tal si se había cansado de esperarlo?

Su mente le hacía malas jugadas, pero en ningún momento dio su brazo a torcer. El iría por todo. Él quería todo con su lindo bebé.

Volviendo al presente, Jimin, al ver como su alfa no despertaba, optó por la manera en que sabía que a su alfa le encantaba que lo despertará.

Así que, con sus mejillitas rojas, se subió sobre el regazo de Yoongi, quien parecía que estaba invernando pues nada lograba despertarlo. Una vez situado a horcajadas en el regazo de su pareja, se inclinó un poco hasta llegar al rostro de éste y empezó a llenarle su carita de lindos besos mientras decía "hyung" entre estos.

—Hyung, hyung, hyung, por favor, despierta. —Su alfa empezó a abrir sus ojos y se encontró con la imagen más bonita, su omega con los cabellos desordenados mientras traía puesto esa bonita pijama en forma de mameluco de pollito.

Los tres compartían pijamas familiares, Jimin dormía con mameluco de pollito, Shuhua con uno de una tigresita, mientras que Yoongi, a petición de estos dos, dormía con un mameluco de gatito.

—Amor, ¿qué pasa? —preguntó desorientado el alfa, a causa del sueño.

El sonido de la puerta abriéndose interrumpió cualquier respuesta que diría él omega.

—¡Es hoy! ¡Es hoy! ¡Hoy nos vamos a París! —gritó la pequeña Shuhua, llegando corriendo junto a sus padres y saltando también encima de Yoongi, para lograr despertarlo por completo.

Él alfa sólo sonrió; su omega y su hija tenían todo mando sobre él.

—Está bien, está bien, ya desperté —afirmó él alfa, haciendo a los otros dos sonreír—. Vamos a empezar contigo Shuhua, a bañar —ordenó.

Shuhua puso su carita pálida al oír tales palabras. Así que sin más que hacer allí, salió de un salto de la cama y se fue corriendo de la habitación de sus padres, haciendo reír a estos.

—Bien, bonito, primero arreglamos a Shuhua y luego tú y yo nos bañaremos juntos —dijo pícaro, elevando ambas cejas.

El omega abrió sus ojitos en grande, sonrojándose demasiado y con su manita hecha un puño golpeó débilmente el pecho de su alfa por ser tan descarado, pero igualmente asintió con una sonrisa.

Después de hacer exactamente lo que él alfa había dicho, ya todos se encontraban listos.

Yoongi iba vestido como normalmente lo hacía, tenía un pantalón negro, una camisa blanca, junto con sus típicas botas y chaqueta negra; por otro lado, Jimin iba vestido muy elegante, con una camisa blanca, un pantalón de vestir negro con tirantes, y su bonita boina y zapatillas negras, haciéndolo lucir muy lindo; y Shuhua iba vestida con una blusita blanca con un overol de vestido rosita, unas medias blancas y zapatillas rosas, con su cabello azabache suelto.

Ya con todas las maletas en el auto, el omega y la niña salieron de la casa dando saltitos de emoción.

A Shuhua la pusieron en los asientos traseros del auto con sus respectivas seguridades, el omega se situó en el asiento del copiloto y él alfa en el del conductor. Y sin más, emprendieron camino al aeropuerto.

Pasados unos 30 minutos llegaron, se dispusieron a esperar su vuelo en la sala de espera. Cuando por fin llamaron a los pasajeros con destino a París, a Jimin se le llenaron sus ojos de lágrimas al saber que estaban por tener su primer viaje familiar.

Así que, con la felicidad y la emoción en los tres corazones, en unos cuantos minutos ya se encontraban abordando el avión con destino al lugar de los enamorados.

14 horas después.

Habían llegado.

El avión acababa de aterrizar en París. Había sido un viaje muy largo, en especial para el omega y la niña, quienes sólo querían llegar ya a París.

Una vez pasaron por todo el proceso que se realiza en los aeropuertos, ya se encontraban fuera de éste, esperando el auto que el alfa había rentado para los días de su estadía en ese país. Cuando llegó, los tres se subieron justo como cuando salieron de su casa y emprendieron camino al hotel.

Un rato después, habían llegado al lujoso hotel, fueron a su habitación con algunos trabajadores ayudándolos con sus maletas, y Jimin casi grita de la emoción al ver que el balcón de la habitación daba una vista directa y preciosa a la Torre Eiffel. Su alfa se había lucido en todos los aspectos.

Ya tenían todo planeado para su visita en París, sólo que el alfa iba a ser un ligero cambio, pues le haría la propuesta a Jimin el primer día, así podrían disfrutar de sus vacaciones en París siendo oficialmente prometidos con la compañía de su pedacito de amor, Shuhua.

Nota:

Pregunta del capítulo: ¿Cuál sería su destino ideal para un viaje?