꒰🧸꒱ 07: Celo

El celo de Jimin había llegado esa mañana.

Usualmente sus celos eran un tanto diferentes, ya que normalmente los celos se basan en que las personas que lo experimentan sienten una sed sexual insaciable por alrededor de 3 a 4 días.

Pero el de Jimin no era así, o no siempre. En ciertas ocasiones sí sentía esa sed sexual pero no era nada que un supresor no pudiese calmar, aunque igualmente, si ocurría eso, no los necesitaba, ya que su alfa lo ayudaba a calmar ese tipo de dolor.

En sus celos, Jimin sólo experimentaba dolores, cambios de humor y la necesidad de tener siempre a su alfa cerca, mas no experimentaba tanto apetito sexual. Es por eso que cuando su celo llegaba, Yoongi tenía que estar en casa siempre para darle el calor y cariño que el omega necesitaba.

En estos momentos, Yoongi había dejado al omega dormido en la recámara de ambos mientras él bajaba hacer la comida.

Preparó algo sencillo debido a que él no era tan bueno en la cocina como su omega.

Hizo unos huevos fritos con tocino y jugo de naranja.

Hace ya unos minutos había comenzado a escuchar unos ruidos en la planta de arriba, así que supuso que su omega ya había despertado.

Cuando todo estuvo listo y servido, subió para decirle a su bebé que era hora de bajar a comer, pero, apenas abrió la puerta, un gruñido muy tierno lo detuvo.

—Alfa me dejó solito —soltó Jimin con el ceño fruncido. Cuando Yoongi observó bien la habitación, cayó en cuenta de que Jimin había armado un nido con la ropa de ambos en la gran cama que allí había y que su omega se había puesto una camisa de él, la cual le quedaba muy grande a su pequeña anatomía.

—Amor, no te dejé solito, fui a preparar la comida porque te tienes que alimentar, bebito. —Trató de acercarse, pero nuevamente un gruñido lo detuvo.

—No te acerques al nido, aún no está listo. —Dicho eso, empezó a revolcarse en toda la cama, impregnando su aroma—. Alfa, ven, impregna también tu aroma y ya estará listo nuestro nidito. —Yoongi sabía que no podía llevarle la contraria, y menos si se trataba de ayudarlo hacer un nido.

Así que se acercó, y antes de impregnar su aroma, habló.

—Bebé, te ayudaré a terminar el nido, pero después iremos a comer, ¿bien? —Después de que el omega asistiera, el alfa se echó a la cama y empezó a revolcarse entre todas las prendas que allí había. Cuando terminó, el omega aplaudió y sonrió muy contento por su gran creación—. Ahora a comer, amor mío.

El omega extendió sus brazos hacia él en señal de querer ser cargado y Yoongi, sin rechistar, lo tomó en sus brazos y lo llevó hacia la primera planta.

—Alfa, ¿después de comer podemos subir al nido a darnos amor? —preguntó Jimin mientras era depositado en su silla del comedor.

—Claro, bebé, pero primero hay que alimentarnos. —Su niño le sonrió mientras asentía.

Después de comer, la pareja fue nuevamente hacia su nido y se la pasaron dándose cariñitos toda la tarde.

Eso hasta que el alfa sintió como el aroma de su bebé empezaba a volverse más fuerte y como el omega en sus brazos empezaba a restregarse contra él y a olfatearlo.

—A-alfa, ayuda, m-me siento raro. —Yoongi rápidamente entendió lo que pasaba, éste era uno de los pocos celos en dónde el omega sí tenía apetito sexual.

—¿Qué es lo que mi bebé quiere? —Jugó un poco con la cordura de su novio.

—A t-ti... A tus ca-cachorros. —Lo último hizo que Yoongi se tensara y se pusiera pálido.

—¿Quieres cachorros, mi vida? —preguntó un poco ido.

—S-Sí, quiero bebés. Los quiero, alfa, ¡dámelos! —exigió.

Yoongi estaba en un debate mental, pues si su omega estaba en celo, no sabía si el que le estaba pidiendo tal cosa era Jimin o el lobo de éste.

Igual, su omega anteriormente ya le había mencionado que quería bebés; ya vivían juntos y hace casi 1 año que el alfa había marcado a Jimin, ahora sólo les faltaba un bebito, pero Yoongi constantemente se negaba a eso, pues él decía que su omega aún era un bebé. Haciendo que, por ende, tanto Jimin como su lobo sintieran una especie de rechazo de parte de su alfa.

—¿Otra vez no quieres darme un bebé, Yoongi? —Las palabras de su novio sacaron de su ensoñación al alfa al ser llamado por su nombre y por el tono en el que el omega habló.

—No es eso, mi vida, sólo no sé si es correcto. Aún eres muy joven para darte esa responsabilidad, no quiero arruinarte tu juventud con tal cosa. —Por fin había dejado salir todas sus inseguridades respecto al tema.

Jimin se sentó en la cama y Yoongi imitó su acción. El omega se situó a horcajadas en su regazo y tomó su rostro entre sus pequeñas manitas.

—Jamás me arruinarías mi vida, alfa. Si te lo llevo pidiendo hace mucho es porque lo quiero, quiero un bebé, tuyo y mío. Quiero tener un pedacito de ti en mi pancita y luego tenerlo en mis brazos. Por favor, hyung, tengamos un bebé —pidió.

Yoongi pareció pensarlo un momento, la idea no le desagradaba, ya que su lobo de igual manera llevaba tiempo insistiéndole en que debían preñar a su omega, pero el sólo hacía caso omiso a las peticiones de éste.

—Lo intentaremos esta vez, y si no quedas en cinta será porque la diosa luna así lo quiso, por lo que no lo volveremos a intentar hasta en unos años. ¿Te parece, amor? —propuso.

Jimin asintió rápidamente y se lanzó hacia los labios del pelinegro para besarlo. Su lobito revoloteando en su interior al saber que su alfa por fin lo anudaría y le daría cachorros.

Pasaron las horas mientras ellos se entregaban en cuerpo y alma, susurrándose cuanto se amaban mientras eran uno solo.

Cuando terminaron la actividad tan exhaustiva y el omega se encontraba recostado sobre el fuerte pecho de su novio, habló.

—Gracia, Yoonie, te prometo que seré un buen padre para nuestros hijitos —dijo mientras acariciaba su vientre, rogándole a todos los dioses que pudiera quedar en cinta—. ¿Qué quieres que sea? Sería muy bonita si es niña, y si es niño me encantaría que se pareciera a ti. ¡¿Te imaginas que sean gemelos?! ¡Yoonie, eso sería genial! —El alfa sólo reía por las palabras que decía su omega y la emoción que emanaban estas.

—No importa realmente que sea, bebé, mientras nazca sanito y tú estés bien, yo seré feliz ya sea niño o niña.

Jimin sólo sonrió por eso. Su alfa era demasiado bueno y es por eso que lo amaba tanto; y, aunque ambos eran predestinados, Jimin se habría enamorado de Yoongi incluso si no lo fueran.

—Te amo mucho, Yoonie, gracias por amarme también.

El alfa le sonrió y se puso sobre él entre sus piernas para comenzar a besarlo nuevamente.

Y aunque Yoongi aún seguía con un poco de inseguridades, el también deseaba tener un cachorrito con su Jimin.

Puede que tal vez la diosa luna le cumpla su deseo a la pareja destinada.

Nota:

Maratón: 7/10.

Pregunta del capítulo: ¿Fluff o smut? ¿Qué les gusta más? ¿O tal vez las dos juntas?