꒰🧸꒱ 02: Rey del desastre
꒰🧸꒱ 02: Rey del desastre
Jimin se encontraba sumamente aburrido.
Había llegado de la universidad y no vio a su alfa por ningún lado, por lo que supuso que estaba en su trabajo.
Quiso acostarte para ver una película, pero no encontraba ninguna que lo entretuviera, así que, sin más, decidió salir de casa para ir a dar un paseo en el parque.
Estaba caminando mientras veía como los niños jugaban cuando a lo lejos vio a un pequeño perrito venir corriendo asustado hacia él. Se agachó para atraerlo a sus brazos, el perrito estaba muy sucio y no tenía un collar o algo que diera indicios de su origen.
Estaba muy delgado y sucio, por ello, como la buena persona que era, lo llevó con él a la casa que compartía con su pareja.
Cuando llegó con el perrito, estuvo pensando qué hacer primero; no sabía realmente qué debía hacer, él sólo quería ayudar al pequeño e indefenso animalito.
Así que, haciendo caso a su instinto, optó por primero darle un baño, cambió su ropa a una que no usaba por cualquier cosa y se puso manos a la obra.
Ok, nada estaba saliendo bien.
Jimin se encontraba casi lloriqueando ya que el perrito era muy inquieto, por lo tanto, hizo un total desastre en su baño.
Había charcos de agua por doquier, el perrito había destrozado su jabón y su toalla de baño, había tirado todo el shampoo, pero, a pesar de todo, logró darle su merecido baño.
Lo secó y posterior a eso seguía darle de comer, sólo que había un problema: él no tenía comida para perros.
Pensó en ir al supermercado, pero ¿dónde dejaría al perrito? Tampoco tenía una correa para sacarlo.
Teniendo una solución, fue al cuarto dónde él y su alfa guardaban cosas que no se ocupaban, como herramientas, ropa, o lo que sea.
Agarró una pequeña reja que tenía su alfa ahí y la llevó a la sala, hizo un círculo con ella y metió al perrito ahí, no sin antes dejarle un poco de agua y uno de los tantos ositos de peluche que tenía.
—Bien, pequeñito, iré a comprarte tu comida, ¿sí? No hagas nada malo, no tardaré nada. Si haces algo malo, mi alfa no va a querer que vivas aquí —le hablaba al perrito, como si éste pudiera entenderle—. Vuelvo enseguida. —Y sin más, salió de su casa rumbo al supermercado más cercano.
No tardó mucho en llegar a uno y, cuando lo hizo, se fue directamente a la sección de animales con un carrito para meter lo que compraría.
Su objetivo sólo era ir por comida para el pequeño que lo esperaba en casa, pero no pudo evitar distraerse con más cosas.
Sin poder resistirse, terminó comprando un costal entero de croquetas, unos juguetes para el perrito, una correa, unos trajecitos que le quedarían bonitos a su primera mascota, una camita y muchos productos para mascotas. Pagó con la tarjeta de crédito que su alfa le dio, luego vería que le iba a decir cuando Yoongi viera la cantidad de dinero que gastó.
Llegó a su casa nuevamente, pero no esperó encontrarse con lo que vio.
Su casa estaba hecha un desastre, había una gran cantidad de cosas tiradas, una maceta rota, la alfombra rasgada, ¡los zapatos Gucci de su alfa todos mordisqueados! Se tiró al piso llorando porque no sabía que todo esto acabaría así.
El perrito llegó corriendo a sus brazos, lo tomó en ellos, y el canino empezó a dar lengüetazos en sus mejillas como una muestra de cariño.
—Chiquito tra-travieso, te dije que te portaras bi-bien —habló entre hipidos por el llanto. El pequeño en sus brazos sólo se dedicaba a restregarse en sus mejillas y lamerlo—. Bueno, veo que, aunque sea, ya me empiezas a querer. Vamos a recoger este desastre, Yoonie no tarda en llegar y seguro se desmayará cuando vea todo esto.
Sin más, ahora se dispuso a recoger la casa, a darle de comer al perrito y a asearse él mismo debido a que se encontraba muy sucio por todo el ajetreo.
Cuando terminó, se sentó en el sofá de la sala con el perrito en sus piernas, ambos muy agotados.
—Bien, ahora hay que pensar un nombre para ti. —Pensó en distintos, pero recordó que él ni siquiera le había dicho su nombre al animalito—. ¡Cierto! Aún no sabes cómo me llamó, mi nombre es Jimin, mis amigos me dicen Minie, y mi alfa me dice bebé o muchos apodos lindos. Tú puedes llamarme en tu cabecita como gustes. —Sonrió por eso, y ahora sí se dispuso a pensar un nombre para su nuevo bebé. Cuando lo obtuvo, lo tomó en sus brazos y lo miró. No escuchando cuando la puerta fue abierta—. Me gusta mucho Holly, ¿a ti te gusta? —le preguntó, recibiendo un ladrido como respuesta, y lo tomó como un sí—. Pienso que es un nombre lindo y queda muy bien en ti.
—Mi bebé, ¿qué haces? —le preguntó Yoongi, interrumpiendo la charla que tenía su omega con "Holly", haciendo que su pequeño bebé diera un saltito en el sillón del susto.
—Eh... Hola, Yoonie —saludó a su alfa—. Holly, saluda a tu papá —le pidió al canino.
—¿Papá? —preguntó confundido y riendo un poco, acercándose a su omega y sentándose junto a él en el sillón, dándole un pequeño besito en los labios a su bebé.
—S-Sí, alfa, Holly es nuestro nuevo bebé —explicó, sintiéndose un poco nervioso a la reacción que tendría su alfa.
—¿Y se puede saber de dónde salió nuestro nuevo bebé? —le dijo, sonriendo y tomando a Holly en sus manos, el perrito rápidamente se acercó a su rostro para también empezar a darle inofensivos lengüetazos.
—Pues, Yoonie..., yo hoy estaba muy aburrido porque no estabas, así que salí al parque y me encontré a Holly, se veía muy asustado y triste, así que quise ayudarlo y lo tra-traje aquí, también gasté un poco de dinero en las cositas que va a ocupar —le contó hablando muy rápido y haciendo que Yoongi apenas y pudiese entenderle—. ¿Se puede quedar con nosotros? Por favor, alfa~ —pidió, haciendo ojitos de cachorro para convencer a su alfa y alargando la última letra.
Yoongi fingió pensar, depositando a Holly en el suelo y llevándose una mano a su barbilla, mientras Jimin esperaba pacientemente su respuesta.
—Mmmm, si me das un besito, sí —respondió.
El omega no se hizo de rogar y rápidamente se sentó a horcajadas en el regazo de su alfa para empezar a darle muchos piquitos en sus labios.
—Gracias, alfa, muchas gracias —le agradecía entre pequeños besos.
—Eso sí, bebé, cuida que no haga ningún desastre —dijo, abrazando a su omega por la cintura y atraerlo más a su cuerpo.
—Sobre e-eso... Holly jugó con tus zapatillas Gucci y puede, sólo puede, que tal vez ya no sirvan porque las rasgó todas —le contó muy nervioso. Para después, al ver como Yoongi fruncía el ceño, quitarse rápidamente del regazo de su novio y tomar a Holly en brazos, corriendo rápidamente a encerrarse en su habitación mientras reía.
—¡Pequeños traviesos! ¡Vengan para acá! —habló mientras comenzaba a reír, le era imposible enojarse con su pequeño y bonito omega.
Nota:
Maratón: 2/10. ¿Saben? Nunca mencioné la cantidad de capítulos que publicaría por día👀
Ahora es Holly la mascota del Yoonmin¡! Si se me escapa un Yeontan, díganme para corregirlo.
Pregunta del capítulo: ¿Eran traviesos de pequeños o no recuerdan?
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