Ya había pasado una semana y unos tantos días desde la propuesta y actualmente la familia se encontraba ya en su último día de viaje.

Ya habían visitado diversidad de paisajes, restaurantes, museos, etcétera. Pero aún les faltaba por ir a ver la Torre Eiffel de cerca y el famoso puente de los enamorados. Querían dejar lo mejor para el final.

Su viaje solo duro 2 semanas, puesto que tenían que regresar a su país, Jungkook a la empresa, Taehyung a sus presentaciones de baile y Shuhua a su guardería. Y también él omega estaba ansioso por regresar para empezar a planear la boda.

—Amor, bebé precioso, despierta mi vida —decía él alfa bufando, siempre era un lío despertar a su prometido.

—Papá Koo, ¿por qué papi Tae no despierta? —habló Shuhua quien estaba paradita al lado de la cama, picoteando la nariz del omega con su dedito en un vago intento por despertarlo.

—Por qué tu papi es un osito dormilón, igual que tú —respondió, soltando un pesado suspiró. De repente, se le ocurrió una idea muy peculiar de despertar a su bebé—. Mi niña, ve a tu habitación y prepara la ropita que más te guste para salir hoy, papi Tae y yo iremos en seguida —ordenó y la pequeña solo asintió mientras salía de la habitación de sus padres.

Él alfa con una sonrisa ladeada se empezó acercar al rostro de su omega, pera luego cuando estuvo cerca unir sus labios, mordiendo suavemente su labio inferior, viendo como él peligris suspiró.

—Bebé, despierta —susurró contra su oído, pero Taehyung solo frunció su ceño e hizo un puchero involuntario.

Y Jungkook en vista de que su bebé no quería despertar, siguió con su plan. Bajo sus labios al cuello de su omega, viendo la hermosa marca que había sido renovada la noche que le pidió matrimonio. Besó esta y empezo a dejar besitos por todo su cuello, para luego, llevar sus manos a la pancita de su niño, y comenzar a hacerle cosquillas, alejándose de su cuello.

—N-no ggukie, cosquillas no —habló por fin él omega, removiendose mientras reía.

—¿Ya despertarás? —preguntó él alfa, sin parar el movimiento de sus manos en el vientre ajeno.

—¡S-si, alfa! —respondió y por fin Jungkook paró con las cosquillas.

Una vez despierto, fueron a la habitación de su hija para bañarla y arreglarla, para luego cuando terminaron con ella, arreglarse ellos mismos.

—¡Jungkookie! ¡tomame una foto aquí! —pidió él omega. La vista del Museo del Louvre era perfecta y no se iba a privar de una foto en tan maravilloso lugar.

Él alfa muy feliz asintió y tomo varias fotos a su omega, luego a petición de este fotos junto con Shuhua.

Taehyung ahora quería una foto familiar, así que fue corriendo hacia una señora que pasaba por allí.

—¡Disculpe! ¿puede tomarnos una foto? —preguntó con una sonrisa, más la mueca de confusión de la señora hizo que la borrara pensando que había dicho algo mal. Él alfa quien lo veía, empezó a reír a carcajadas ante tal escena, acercándose a su pareja, mientras se quitaba pequeñas lágrimas de sus ojos ocasionadas por la risa.

—Bebé, ella no habla nuestro mismo idioma —explico riendo, para luego dirigirse a la señora—. Excusez-moi, pouvez-vous nous prendre en photo s'il vous plaît? —pidió con una sonrisa amable.

—Oh! Bien sûr —contestó la señora, esta vez sonriendo. Jungkook le entregó la cámara que llevaban.

—¿Qué dijo, Kookie? —preguntó el omega despacito, como si le pudiesen entender.

—Que sí, mi amor.

Taehyung, Jungkook y Shuhua fueron a posar para las fotos que tomó la señora, para luego cuando terminaron, él alfa agradecerle. Se pusieron a revisar las diversas fotos, pero sin duda su favorita fue donde ambos cargaban a su pedacito de amor y dejaban cada uno un besito en las mejillas de su hija.

Y así pasaron el resto de la mañana y medio día, visitando muchos lugares que incluso ya habían visitado en los días anteriores y tomando muchísimas fotos.

Ya estaba atardeciendo, era hora de ir al puente de los enamorados para dejar su candado, para en la noche ir a disfrutar de la vista que brindaba la Torre Eiffel.

Taehyung se encontraba dando saltitos mientras tenía su manita entrelazada con la de su alfa y en la otra llevaba el candado ya con sus nombres grabados, listo para ser puesto en el famoso puente.

Mientras Shuhua iba dormida en uno de los brazos de su padre alfa, habían caminado todo el día, por ende se encontraba muy agotada.

—Jungkookie, en el candadito solo estarán nuestros nombres y el de Shuhua, ¿qué pasará cuando tengamos otro bebé? —preguntó él omega con un puchero, haciendo al alfa derretirse de amor.

—Chiquito, cuando tengamos otro bebé vendremos a grabar su nombre también, o a poner otro candado bebito —respondió y Taehyung contento con la respuesta volvió a sonreír.

Un rato después ya habían llegado al puente donde miles de candados estaban ahí colgados, y ahora Taehyung se encontraba buscando el lugar perfecto para poner el de ellos.

Una vez lo encontró, le habló a su alfa quien se encontraba dándole de comer a los pajaritos que allí había junto a su pequeña niña que despertó hace unos minutos.

—Kookie, mira, aquí lo pondremos —señaló el lugar una vez su prometido y su hija llegaron junto a él. Él alfa asintió y se acercó para estar junto a su omega—. Bebé, ¿quieres ponerlo con nosotros? —preguntó Taehyung a su hija, quien asintió rápidamente, acercándose a ellos.

Una vez todos listos, pusieron al candado y con sus tres manos juntas, hicieron presión, cerrando el candado. Él omega y Shuhua aplaudieron felices mientras él alfa los miraba con los ojos brillosos por el gran amor que les tenía.

Ya con su candado puesto, ahora se dirigieron a un restaurante para cenar, para después ir a su siguiente y última parada en parís, pues al día siguiente partirían de nuevo a su país.

Ya eran alrededor de las nueve de la noche y ya se encontraban frente a la Torre Eiffel. Estaban siendo muy felices. Sus corazónes reboloteaban de la felicidad que sentían al estar en un lugar tan bonito los tres juntos.

Taehyung se encontraba abrazando a Jungkook y este se encontraba con las manos alrededor de su cintura, mientras Shuhua estaba corriendo muy emocionanda por todo el lugar.

Por la estatura del omega, su cabecita estaba justo donde el corazón de su alfa estaba, por lo tanto escuchaba los latidos de su corazón, suspiro y abrazo más fuerte a su futuro esposo.

—Jungkookie, te amo mucho —dijo de repente, aspirando el delicioso aroma de su alfa y abrazándose más fuerte a su cuerpo.

Jungkook sonrío mientras dejaba un beso en los cabellos de su omega.
—Yo te amo muchísimo más, mi vida —respondió. Pronto, Shuhua llegó junto a ellos, uniéndose al abrazó y creando otro bonito momento familiar que en el futuro sería recordado con muchísimo amor.

-Nana.☁️

AAAAAA NO QUIERO
ACABAR CON ESTE FIC:(