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Capítulo 7

Nueva York, 16 de octubre del 2010

— No voy a hacerlo Jeon... es mi última advertencia— Isabella miraba a su mejor amigo con los brazos en jarra mientras Kai y Taehyung la miraban suplicantes, los brazos del morocho alrededor de la cintura del rubio y su mentón sobre su hombro, amaba acunarlo y apoyar su cabeza allí, Tae se había convertido en su refugio, su lugar seguro.

— Es sólo una noche, por favor, papá no confiará en mi si no viene de tu boca— La muchacha los miró a ambos alternativamente, le habían pedido que los cubriera ya que Kai quería pasar una noche en un hotel con su novio, llevaban 1 año y un mes, sin embargo y dado que no pudieron celebrarlo como correspondía el pelinegro había organizado una velada hermosa para esa noche y no se la iban a perder. 

Isabella hizo morritos, pero finalmente cedió. Los tres se acostaron bajo el gran árbol del patio trasero, la enorme luna llena les devolvía la mirada. Kai se giró apoyando su cabeza sobre la palma de su mano.

— La luna es hermosa ¿no es así?

— Puedo morir feliz— Respondió el rubio mirándolo a los ojos, las estrellas se reflejaban en ambos iluminando cada rincón de su alma. Kai se acercó durante unos segundos y besó su nariz allí dónde Tae tenía un pequeño lunar café, el pelinegro amaba besar cada lugar dónde el rubio tuviera uno.

— Guarden un poco de amor para la luna de miel, tontitos— Dijo Isabella mientras les tiraba una pequeña piedra para molestarlos.

— Esto porque tienes celos de que Kai me ame a mí y no a ti

— Ja, no amaría a Kai ni aunque fuera el último...— La muchacha se quedó muda en medio de la frase, antes de que cualquiera de los dos comprendiera lo que pasaba, la rubia se giró mirando al pelinegro, tomó su barbilla y lo besó, sus dientes chocaron, sus lenguas se tocaron y un ruido obsceno salió de estos, Taehyung estaba horrorizado, pero antes de poder reclamar algo la señora Jeon apareció ante sus ojos, vestía completamente de negro y sostenía su celular entre sus manos mientras decía algo en alemán. Cuando esta los vio, cortó la llamada.

— Oh Isabella, no sabía que seguían aquí... ajj ¿Qué hace el mocoso con ustedes?

— ¿Él? Sólo quería joderle la vida, así que le ordené que me siguiera como si fuera mi sombra, y cumpliera mis caprichos –La cara de Ha-neul se iluminó durante unos segundos, no podía evitar mostrar cuanto amaba las ideas de Isabella. -De todas formas, le informo que Kai y yo tenemos un evento informal al que asistir, nada público...

— Si quieres tener sexo con mi hijo, no necesito que lo endulces, sólo que no los descubran, Dios sabe qué pasará si se entera la gente que hacen cochinadas antes del matrimonio— La señora Jeon se despidió de los dos, e ignoró al tercero, siguiendo su camino hacia la oscuridad misma. En cuanto no hubo rastro alguno de ella, Isabella comenzó a toser y escupir.

— Dios, gérmenes de Kai, esto es horrible

— Fue tu plan

— Ustedes querían mi ayuda... de nada— Tae pasó su brazo alrededor de la cadera de Kai, mientras ambos decían "Gracias" al unísono.

— Nunca cambien chicos... ojalá las cosas fueran diferentes— Isabella no tenía que agregar nada más, todos sabían de qué estaba hablando.

Nueva York, 6 de febrero del año 2022

Durante los primeros días de la semana, Jungkook se había dedicado pura y exclusivamente a investigar dos cosas, primero cómo convencer a Reyes de atacar a Taehyung y dos, quién era Isabella Walton y si su muerte estaba o no relacionada a la situación de su cliente.

Para su primera situación había llamado al anterior abogado, apenas recordaba a Reyes, pero sí dejó entrever que lo más importante para el hombre era la familia. 

Al comienzo había considerado amenazar a esta misma para que Reyes acate sus órdenes, algo que descartó en cuanto vio la cara de Jin al contarle el plan "somos abogados Jungkook, no mafiosos", por lo que se decantó por el plan b, hablaría con Hoseok para que Reyes pudiera obtener más visitas conyugales y si no cedía, le ofrecería un encuentro semanal fuera de la cárcel con su hija, sabía que Reyes estaría al menos un año en la cárcel y no podría estar tanto tiempo separado de su hija o su esposa.

En cuanto a la situación de Isabella Walton era cuanto menos escandalosa, todo lo sucedido con ella estaba envuelta en un halo de misterio. 

Luego de leer diferentes portales de noticia, reportes policiales y médicos, pudo comenzar a ver la imagen general de lo sucedido. Luego de la muerte de Kai, se vio a Isabella en múltiples ocasiones, entrar y salir del mismo motel del que un año antes Kai y Taehyung, habían sido fotografiados, no se sabe que sucedía allí, por lo menos nadie podía afirmarlo. 

El día 15 de abril del 2012 se vio a la muchacha saltar desde la azotea del mismo, su cara completamente destrozada como si hubiera sido golpeada antes de arrojarse. La policía analizó los videos de las cámaras de seguridad, pero no encontraron absolutamente nada la persona con la que se veía no aparecía en las grabaciones, y el día que saltó, sólo se la pudo ver subiendo los pisos lentamente por las escaleras. En la azotea no había cámaras, por lo que si había alguien allí era un misterio. 

Hubo dos reportes de los médicos forenses, el primero realizado en la escena, fueron observaciones preliminares superficiales. El segundo reporte era el más críptico y preocupante, había una sola nota con un número de caso y caratulado como: "Hurto del cadáver de Isabella Walton". El número era el de la denuncia hecha en la policía luego de rastrearlo, el caso continuaba abierto, el cuerpo de Isabella no había vuelto a aparecer y no había pistas. Esto no pasó desapercibido para Jungkook, era exactamente lo que había sucedido en los casos de los abogados de Taehyung, la situación no era normal. 

La imagen de Isabella le devolvía la mirada mientras Jungkook terminaba de leer el articulo, ¿Cuántas vidas se habían arruinado con esa muerte?

— ¿Lisa no se iba hoy?— Preguntó Jin sobresaltando a Jungkook tomándolo por la espalda y abrazándolo con fuerzas para despeinarlo suavemente y finalmente besarle la coronilla, sin importar el tiempo o la edad Cooky sería siempre su bebé. 

El menor pasó su mano sobre el lugar dónde había sido besado, fingiendo poner cara de asco sólo para molestar a su hyung.

— Si, pero tengo la entrevista con Reyes a la misma hora

— ¿A dónde es que se iba?

— Seattle, se verá con Jennie y las demás chicas

— Antes de ir a Migung despídete de ella... no debería ni estar diciendo esto Jungkook, es lo que haces por alguien que amas...— La mirada que le dirigió el menor al decir esto último, hizo que su corazón se encogiera, no le gustaba verlo sufrir así, entendía lo que era estar encerrado en una relación complicada.

Jungkook tomó el celular que había dejado cargando sobre el escritorio del estudio, había estado tan absorto en su investigación, que no había prestado atención al mismo, una luz verde titilaba en la esquina del aparato, indicando un nuevo mensaje de voz.

"Cariño, voy tarde, adelantaron el vuelo, asumo que sigues durmiendo, besa a Kun por mí, pase lo que pase, te amo, cuando vuelva hablaremos de la terapia"

El abogado le envió un mensaje deseándole un lindo viaje, feliz en parte por no tener que devolver la llamada en ese momento. 

Luego de cumplir su papel de esposo, envió un segundo mensaje, pero esta vez para Hoseok, el cuál había quedado en confirmar si podía ofrecer cualquiera de los dos tratos a Reyes, no pasó mucho más tiempo para que este le diera luz verde a ambas propuestas.

— Ya me voy, al mediodía estaré por aquí-Jin revolvió la cabellera peinada del menor, ganándose un mohín del chico que había estado un tiempo para verse decente.

Se despidió del mayor y luego de volver a arreglar su cabello, salió de allí, dispuesto a desayunar fuera con tal de llegar a tiempo.

Namjoon saltó los últimos dos escalones cayendo ruidosamente sobre la única madera que crujía Jin lo miró, si las miradas mataran definitivamente Namjoon ya estaría muerto

Jin caminó  descalzo acortando la distancia entre él y su esposo, tomó su barbilla y depositando un ligero beso sobre sus labios, Namjoon continuó el beso, lento, húmedo y caliente, su mano encontró el camino hacia las caderas del contrario y sus besos comenzaron a bajar por su cuello. Jin lo apartó con delicadeza tomando nuevamente su barbilla y siguiendo el beso.

— Buenos días a ti también -Susurró mirándolo directamente a los ojos, habían pasado años, y, sin embargo, el brillo en ellos era cada día más fuerte, radiante. Nam se alejó unos centímetros, sin perder el agarre de las caderas.

— ¿Nuestro niño ya partió?— Jin sonrió, le gustaba que su esposo bromeara con ello. 

A decir verdad le debía mucho de lo que tenía hoy a Nam. Durante el periodo "bello durmiente" como le gustaba decir a Jungkook, Jin lo había acompañado cada día había sostenido su mano, le había leído libros, descuidando su imagen por cuidar la del menor, algo que no pasó desapercibido por Nam, su compañero de cuarto. 

Sin saber realmente lo que hacía, comenzó a cocinarle sus almuerzos y cenas, cada una venía acompañada con un "te deseo el mejor día" "Cuídate mucho, no olvides tomar agua" "Hoy cociné algo que jamás había hecho, dime que te pareció" 

Cada nota comenzó a ser más profunda a la anterior, sin embargo, el día que Jungkook volvió del coma Jin tuvo que enfocarse más aun en el menor, dejando de lado a Nam el cual, comprendiendo su lugar, no fue hasta dos años más tarde que el rubio, cansado de esperar a que Jin entendiera sus mensajes, lo tomó de las solapas de su traje y lo besó, rudo, profundo y húmedo.

— Y nos dejó de niñeras... de nuevo— Nam volvió a atrapar sus labios con los suyos, pero finalmente el mayor se separó y se dio media vuelta para empezar a hacer el desayuno.

— Ve por Kun— dijo Jin mientras ponía 2 tazas de porcelana blanca sobre la mesa y un vaso de plástico con té de frutilla para el más pequeño, el fin de semana se habían salteado su dieta, por lo que ese día había decidido hacer una ensalada de frutas, había cortado cada elemento de forma primorosa, había exprimido naranja y algo de limón para el líquido, el resultado era perfecto, como si Kim Seokjin hiciera algo que no lo fuera.

Nam apareció con el niño en brazos, lo sentaron en su silla alta y Jin puso unas frutas en un cuenco y el vaso con té al lado.

— Has estado muy callado estos días cariño— Dijo Nam mientras se sentaba frente a su esposo, no lucía enojado, pero Jin lo conocía demasiado sabía que se sentía desplazado, Jungkook había confiado en él para discutir sobre la maniobra Houdini, pero habían hecho un trato de no mencionarlo a más personas de las necesarias como su propio esposo o Lisa. 

Jin sonrió, sus ojos cruzaron miradas, el brillo en el mayor le dijo todo lo que tenía que saber

— Al menos dime que todo estará bien...

— Lo estará... hablando de trabajo. Tengo un pedido extraoficial— Nam levantó una ceja su esposo no solía pedir cosas "extraoficiales" o fuera de la ley lo que lo tomó por sorpresa.

— Dime

— Jungkook comentó que Lisa iría a Seattle a ver a Jennie y a las demás chicas

— Ajam

— No quise alarmarlo en ese momento porque tiene un caso y es muy importante que salga bien, pero no recuerdo a ninguna Jennie amiga de Lisa. Recuerdo que tenían un grupo que ella solía frecuentar, pero no recuerdo alguna Jennie en específico...

— Y quieres que Jimin lo investigue por ti...— Jin lo miró con esos ojos que jamás pudo resistirse—,Eres un aprovechado, sabes que te amo y te diré que sí a todo— Jin dejó de fingir sus ojos irresistibles y le lanzó un beso volador.

— Nadie se resiste al hombre más guapo del mundo...

— Puedo preguntar ¿Por qué quieres saber esto?

— Por que algo no me cuadra y no quiero que lastimen a nuestro Cooky

— Le diré a Jimin que pase por casa lo antes posible— Susurró Nam si bien él y Jimin no se comunicaban regularmente, cuando tenían algún caso complejo solían llamarlo para pedir ayuda, pero era la primera vez que Jin pedía su ayuda para algo así sabiendo lo difícil que era para el propio Jimin verse en un ambiente menos formal y por fuera de la ley.

Casi media hora luego de eso un auto se detuvo en la entrada de la casa, Namjoon salió a recibir al visitante y los tres, Jin, Nam y Jimin, entraron y se encerraron en el estudio mientras Kun jugaba dentro de su corral anti escapes para prevenir accidentes.

— ¿Y bien? ¿No me pedirán que los ayude a esconder un cuerpo verdad?

— No, en realidad Jin necesitaba que averigües algunos datos...

— Ohh, ¿A quién acosamos ahora? ¿Algún ex?— Nam le dio un golpe suave para reprenderlo.

— Algo así, verás alguien a quién quiero mucho está con una muchacha, la mujer dijo que se iría de viaje un tiempo y se vería con una amiga... el problema es que estoy casi seguro de que esa amiga no existe, yo no la recuerdo y Nam tampoco.

— ¿Nombre, apellido, número de seguro social, algo?

— Se llama Jennie, estudió Literatura y letras desde el año 2011 o 2012 en Harvard

— ¿Algo más?— La cara que pusieron los dos abogados le dio a entender al rubio que es todo lo que había.

— Veré que puedo hacer si me lo pidieron debe ser importante— Jimin sonrió, dando a entender que no necesitaba saber más de lo que ya le habían dicho.

— ¿Cómo estás tú Jimin?— Preguntó entonces Nam. 

El chico le sonrió, aunque sus ojos estaban cubiertos por una fina capa de lágrimas, no iba a permitir que cayeran, no frente a él, y menos aún, no frente al esposo de él.

— Estoy con alguien ahora...— Jimin hizo morritos con sus labios intentando encontrar de alguna forma las palabras. 

Hacía demasiados años Namjoon y él habían tenido un tórrido romance, sin embargo, Namjoon nunca había superado a Jin y finalmente luchó por su ahora esposo. 

La ruptura fue compleja más para Jimin que lo había perdido todo en cuestión de meses, al amor de su vida, a su mejor amigo y  lo peor de todo es que no había hecho nada, había dejado que se pudriera en la cárcel demasiado cobarde para defenderlo.

— Me alegra que hayas rehecho tu vida, ¿Lo conozco?— La pregunta de Namjoon era tan sólo para complacer su curiosidad no había segundas intenciones detrás. Jimin asintió con la cabeza durante unos segundos.

— Min Yoongi, el pianista que conocimos en el bar, ¿Lo recuerdas?— Nam sonrió con nostalgia, no por los recuerdos con Jimin, sino más bien por los recuerdos que ese músico y ese bar le habían dejado tiempo atrás. 

Nunca había confesado lo siguiente y es que mucho después de haber terminado con el muchacho había seguido yendo a Claro de Luna, sólo para disfrutar de las perfectas melodías y la suave forma que tenía aquel músico de tocar el piano. Incluso había ido en repetidas ocasiones con Jin y aunque al comienzo había tenido miedo de contarle cómo había dado con el lugar, el día que por fin se sinceró, Jin lo comprendió, lo abrazó, lo besó y simplemente siguieron disfrutando del espectáculo.

— Me alegro que todo haya salido bien al final... ¿Y lo demás?— Jimin, Jin y Namjoon sabían a qué se refería con "Y lo demás" también sabían que era un tema muy delicado para el oficial.

— Estoy bien... 

— Más allá de cómo terminaron las cosas— dijo Jin retomando la conversación—. Quisiéramos estar para ti, estos últimos años sé que fueron duros, y no hemos sido... no he sido claro contigo. Se que amaste a Nam tanto como lo hago yo, pero eso no impide que tengas que alejarte de todo, no quiero que las cosas estén extrañas... ¿Amigos?— Extendió su mano, sin esperar la reacción del contrario, el cual tomó su mano tirando de él hasta que sus cuerpos chocaron en un abrazo de oso, los brazos de Jimin eran fuertes como el acero y se sentía cómo si una prensa lo apretara por ambos lados, finalmente Nam también se sumó a esto.

Jin cerró la puerta luego de despedirse de Jimin.

— ¿Planeaste esto a propósito?

— Cariño tarde o temprano sabrá que nuestra firma está manejando el caso de Taehyung... ¿no crees que quizá podamos utilizarlo a nuestro favor?— La cara de Nam fue todo un poema sabía que Jin podía ser frio y calculador muchas veces, pero ¿Hacer las paces con su ex, simplemente porque había sido testigo en el caso de Taehyung? Y peor aún, querer hacerlo sólo para poder manipularlo y utilizarlo en su favor para la apelación.

— No puedes usar a la gente, sin importar quién sea, sólo para tu beneficio Seokjin

— Lo defiendes porque aún te importa ¿verdad?

— ¿De qué hablas? Jimin y yo terminamos hace ocho años, te elegí a ti, y te amo a ti. Simplemente me gustaría que me avises si tienes intenciones de usar a algún conocido más... 

Jin puso los brazos en jarra, si había algo que odiaba era ser llamado Seokjin y Nam lo había hecho. Se mordió el labio inferior y comenzó a contar en voz baja hasta llegar a cero sabía que, aunque sus intenciones habían sido las correctas, Namjoon tenía razón no podía usar a las personas para resolver sus problemas. 

Finalmente se acercó a su esposo.

— Lo siento cariño, pero sabes que toda la ayuda nos viene bien.

— También sabes lo que sufrió él cuando pasó todo eso...

— También estoy seguro de que manipularon su testimonio, y quizá ahora que tiene pareja y se siente bien, pueda recordar mejor lo que pasó...— Nam tomó a Jin de la cintura y lo besó tiernamente, no quería discutir por algo así, no valía la pena. 

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