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Capítulo 20

Nueva York 1 de abril del año 2022

Yoongi detuvo el auto nuevamente en la entrada de la casa de los Kim ¿Cómo se suponía que debía comenzar la conversación? Nam... Jin, necesito tres millones de dólares...

Si, no parecía el inicio ideal para conseguir la plata. La primera mejor opción era robarlo, pero seguramente lo dejaría en peor posición de la que estaba, aún que siempre había fantaseado con asaltar un banco, no era el momento.

La segunda mejor opción entonces era decir la verdad, y aunque el trabajo de Jackson no era ilegal, la rozaba muy cerca, era una empresa cuestionable y algo cuestionable era algo que podía ser usado para convencer a dos abogados de invertir en eso.

Tocó el timbre, ni siquiera le había dado tiempo a avisarles que volvía, quería agarrar desprevenidos a ambos, quizá así los convencería.

Jin salió con su pijama blanco con pequeñas alpacas dibujadas, miraba extrañado al peliblanco, pero finalmente se acercó para permitirle el acceso.

Sin decirse nada, entraron a la casa, y mientras el pianista se acomodaba en el sillón de la sala de estar, Jin iba a buscar a Nam para hablar de lo que sea que estuviera pasando.

Veinte minutos después, con tres tazas humeantes de café, Yoongi los miró, era ahora o nada.

— No creo que resulte... espero que encuentren algo, lo que sea para salvarlos, pero si no es así ¿Qué haremos? ¿Dejarlos pudrirse en prisión? ¿Y si les dan pena de muerte?

— Hablaste de tener un plan b... creo que tienes razón. —Le dio la razón Jin.

— Ya lo puse en marcha, casi...

— Necesitas dinero ¿Verdad? —Intervino Nam, mientras se llevaba la taza a los labios.

— ¿En qué plan b no se necesita un capital inicial?

— Sólo dilo

— Tengo un conocido que tiene una empresa en los límites de lo que es cuestionable, entre lo ilegal y lo legal.—Ninguno interrumpió, Yoongi sabía que sí él era capaz de sacrificarlo todo por su Jimin ellos harían lo mismo por Jungkook, y este último no se iría sin Taehyung, por lo que lo harían por los dos—. La empresa se dedica a crear personas...

— ¿Tu amigo Jackson se dedica al tráfico humano? —Preguntó horrorizado Namjoon, dejando la taza sobre un plato, en la mesa que tenía en frente.

— ¿¡Qué!? No, claro que no, eso sería ilegal... las empresas que se dedican a esto crean personas ficticias "personas fantasmas", comienzan con un acta de nacimiento y a medida que los años pasan inscriben a esa persona, que no existe, a todos los años escolares, los mandan a universidades, le compran autos a su nombre, sacan carnet de conducir, pasaporte, viajes...

– Hacen pensar al sistema que se trata de personas reales, de carne y hueso... — Interrumpió el pelinegro.

— Cuando en realidad nunca existieron. El costo del producto depende de cuantos años tiene que tener la persona, y que tipo de vida tuvo. Este sistema es caro y difícil porque criar a una persona que no existe por treinta años y que el Estado no se percate de esto...

— Pero si se logra es mucho más efectivo que un pasaporte falso... técnicamente esa persona existe, y como no tiene rostro, cualquier persona se puede hacer pasar por ella... ¿Estas insinuando que, si fallamos, deberán escapar de la cárcel? —Repuso Namjoon intentando comprenderlo todo.

— Es exactamente lo que sugiero... es mucho más caro que un pasaporte falso, pero mucho más creíble y fácil de usar si debemos escapar.

— Voy a suponer que el producto no tiene reembolso, ¿Verdad? —Yoongi dejó su café a medio tomar sobre la mesa, habían llegado al punto clave, podía convencer a los esposos Kim de la idea, no era algo ilegal comprar la vida de una persona que no existía, pero el hecho de que el plan b fuera más real que el plan a podría asustar a cualquiera.

— No, sin reembolso

— ¿Cuánto?

— Tengo una herencia de tres millones de dólares... faltan otros tres —Nam se levantó y Jin lo siguió, ambos se encerraron en el estudio el cual, al estar hecho a prueba de sonidos, impidió al peliblanco escuchar cualquier cosa que estuviera sucediendo allí.

Para cuando salieron, el café estaba helado, las cigarras estridulaban bajo el manto nocturno y Yoongi había comenzado a sentir la fatiga en sus cansados músculos.

Los dos abogados se sentaron frente a él con un maletín negro mate con una cerradura de lo más extraña. Luego de insertar una llave en forma de rayo, el maletín se abrió para dejar ver fajos y más fajos de billetes de cien dólares.

Jin comenzó a sacar cada uno, mientras Nam tomaba un aparato de un estante y lo colocaba en la mesa, el pelinegro comenzó a meter los billetes allí y la máquina comenzó a contarlos. Cuando se alcanzó la cantidad necesaria, Jin rehízo los fajos y se los entregó a Yoongi.

— Te irás con ellos si llega el momento de usarlos ¿verdad? —Yoongi asintió.

Al comienzo pensó que quizá los abogados también querían sumarse hasta que un sonido proveniente de la escalera lo distrajo, al mirar su corazón se detuvo, Kun bajaba lentamente por ellas, se restregaba su manita en su carita, y parecía ajeno a todo.

Cuando llegó al último escalón, estiró sus bracitos para que Nam lo cargara y lo llevara nuevamente a su cama para ser arropado.

Ni bien los dos se perdieron escalera arriba, Yoongi cerró sus ojos, lo había comprendido al mismo tiempo que los dos adultos presentes, plan "a" o plan "b", ninguno incluiría a Kun, mover a cuatro adultos por todo el país/el mundo, era dentro de todo sencillo, no podían darse el lujo de ir a escuelas, no podían darse el lujo de llevar visitas a sus casas. Si debían escapar Jungkook debía dejar su vida atrás para siempre.

Yoongi miró al pelinegro, y aunque no hacía ningún sonido, las lágrimas bajaban por su rostro, para el peliblanco sería difícil dejar su música, pero ¿Cómo se deja ir a un hijo? ¿Cómo se deja ir a un hermano? ¿Cómo se sigue adelante? Saber que lo hacías por las razones correctas dejaba de importar cuando te dabas cuenta que un niño crecería pensando que sus padres lo abandonaron, o peor, que habían muerto, un niño que ignoraría todo lo sucedido y dos "abuelos" que deberían llevar a cuestas por siempre el peso de la decisión.

— Hablaremos con Jungkook, lo convenceré de que es lo mejor... en el mejor de los casos logro sacar a los tres, y no necesitaremos esto, sólo será una pérdida monetaria... y en el peor de los casos, no volveré a verlo jamás —Yoongi seguía sin decir nada, no podía creer que estuviera pidiendo a un hombre que renuncie a su hijo, porque en secreto, tenía miedo de perder al amor de su vida... era una decisión completamente egoísta, decisión que al parecer era compartida y aceptada, porque acababan de darle lo último que necesitaba. Yoongi se levantó

— Haré el pago en la mañana, será mejor que hables con los tres y los prepares. —El peliblanco dejó al abogado sentado, mientras seguía llorando, nuca había sabido consolar a las personas en ese estado, Jimin había sido el primero, y el último, al que podía abrazar para tranquilizarlo.

El despertar del día D* recibió al trío dinámico con un día lluvioso, tormentoso y con un corte de luz, esto significaba una sola cosa, y es que los días en que la luz se cortaba, tenían menos salidas recreativas por la prisión, esto debido a que no podían malgastar la energía del generador de emergencia, por lo que se usaba en puertas importantes, como las que comunicaban los anillos, o los comedores, la del patio e incluso la de las enfermerías, permanecían cerradas.

Tae tropezó con algo, por suerte los reflejos de Jungkook evitaron que terminara en el suelo, el rubio iba a seguir caminado, pero el pelinegro no lo soltó.

— Pídele disculpas...— Tae abrió la boca algo confundido, pero iba a hacerlo cuando la voz gruesa de alguien más en forma de susurro, dijo:

— Lo... lo siento señor Kim

— ¿Por qué tus malditas piernas están en el camino?

— Lo... lo cambiaré... lo siento— Tae escuchó entonces un leve golpe y comprendió que Jungkook acababa de azotar la cabeza del preso contra la mesa. Luego continuaron su camino como si nada, al menos Jimin y Jungkook lo hicieron porque Tae aún no podía procesarlo todo, ¿Hacía cuanto su dulce Jungkook había pasado a ser un abusivo? Entendía que lo hacía para que no volviera a vivir lo que había vivido durante esos años allí adentro, pero la forma que lo había logrado le molestaba, no era capaz de decírselo tampoco, tenía miedo que lo mal interpretara y se enojara, no quería eso, no podía enfrentarse a eso ahora. 

Luego del desayuno esperaron la división de los trabajos, pero cuando Hoseok se sentó con ellos, cómo ya era costumbre cada mañana, no llevaba consigo los papeles con sus labores. Lo que significaba una cosa:

— Sus abogados los verán ahora — Los tres se levantaron y siguieron al guardia hasta la sala de reuniones, se sentaron los tres en el mismo sillón mirando a Namjoon y a Jin, estos antes de empezar se miraron el uno al otro en busca de fuerzas, finalmente hablaron:

— Mañana tendremos la presentación del caso, yo los representaré a ambos, serán dos juicios diferentes. Se realizará la lectura de cargos, el alegato inicial y el comienzo de la lectura de las pruebas... no hemos parado de investigar, aún podemos presentar nuevas pruebas durante el juicio. — Aseguró Jin

— ¿Qué es lo peor que pueden darnos?— Jimin era directo le valía muy poco que le adornaran las cosas, sabía que estaban jodidos y a juzgar la apariencia de sus abogados, ellos también lo creían.

— Cadena perpetua a Jungkook por ser el cerebro del plan y más de cincuenta años para ti Jimin. En cuanto a ti Taehyung, Namjoon se encargará de representarte. Mañana presentaremos la apelación y las pruebas...

Entonces sucedió, en ese punto la situación de los tres estaba en un inestable "veremos", tenían posibilidades, podían soñar, podían tener fe; pero el sonido del teléfono interrumpiendo la reunión fue el inicio de la caída en picada de todo los sueños y esperanzas. 

Jin atendió, su rostro se puso del mismo pálido que la pared y comenzó a abrir y cerrar su mano libre, empezó a dar vueltas en la habitación mientras respondía algunas preguntas para finalmente cortar. No se volvió a sentar, ni siquiera pudo darse vuelta y enfrentarse a sus amigos, pero encontró su voz nuevamente y habló.

— Hay una buena y una horrible y pésima noticia... la buena noticia es que tanto la apelación como los dos juicios se aplazaron una semana...— Jin se quedó en silencio y aunque Jimin y Taehyung parecían felices, Jungkook y Namjoon sabían que eso no era para nada bueno.

— ¿Y la mala?— Susurró el menor.

— La apelación de Taehyung será ahora una revisión para agregar un cargo más... porque lo acusarán de ser el cerebro detrás de todo... detrás del asesinato de los Jeon, de haberlos hecho complotarse a ustedes dos... y me temo que si ganan, pedirán pena de muerte— Hubo un silencio pesado luego de la frase, silencio que sólo fue roto por Jungkook:

— No tienen pruebas de algo como eso, no pueden hacerlo...

— No las tenían, pero encontraron las cintas de grabación del hospital, allí vieron tus visitas constantes a la habitación, también lograron conseguir las de la cárcel, hay  registros de que viniste a una reunión extra oficial, lo que no ayuda en nada, sumado a la facilidad que Hoseok les ha brindado para que esto ocurra, cómo sacar la custodia de la puerta, en el hospital, o manipular el sistema para que los tres estuvieran en la misma celda... esto no pinta nada bien. — Nam tomó la mano de su esposo y lo hizo sentarse, cada segundo que pasaba era más palpable que el plan b era el siguiente que debían intentar, y para eso el primer paso era convencerlos.

— Yoongi nos trajo una segunda opción, por si las cosas empeoraban, y me temo que, si el jurado se convence, no tendremos otra opción.

— Entre los tres— Continuó Namjoon— Compramos lo que popularmente se llaman "personas fantasmas", cuatro para ser exactos, son personas que no existen, pero que muestran un rastro en papel, ya saben, acta de nacimiento, escuelas, viajes, pasaporte, autos, casa, seguro, obra social, prestamos, deudas. Todo lo que una persona pudo haber vivido, pero sin que sea una persona real. Es más eficiente que un pasaporte falso porque no deja rastros de ningún tipo y todo es legal, en teoría...

— ¿Cómo se supone que críe un hijo si tengo que estar escapando de la ley constantemente? — Nadie respondió a su pregunta, el silencio le hizo comprenderlo todo... no podía criar un hijo así. Su pecho se cerró, sus ojos se llenaron de lágrimas, pero una certeza en su corazón se hizo presente, pasara lo que pasara, no abandonaría a su hijo, Lisa ya se había ido de su vida, no iba a dejar que alguien más lo hiciera, sin importar si tenía que vivir en la cárcel de por vida.

Y en ese momento, la mano de Tae se cerró sobre la suya, y allí comprendió la segunda verdad de la situación, él podía vivir el resto de su vida encerrado, tendría muchos años para apelar su caso, y podría ver a su hijo crecer, pero Tae no, si lo condenaban a pena de muerte... 

Jungkook se rompió, tenía que elegir si dejar ir a su hijo o dejar ir a su mitad sabiendo que no volverían a estar juntos por el resto de su vida, sin saber si se verían en la próxima.

La mano de Taehyung lo presionó con fuerza, los demás en la habitación se alejaron para dejarlos solos.

— Jamás te obligaría a decidir sobre la vida de tu hijo Jungkook... pase lo que pase, tienes que quedarte... tienes que cuidarlo— Jungkook lo miró— . Estaremos bien, si realmente consiguen la pena de muerte, me iré... me iré con Jimin y Yoongi...— Y mientras Tae contaba lo que haría con su nueva libertad, Jungkook lloraba, no sólo por el dolor de imaginar perder a Kun, sino por el dolor de perder a Taehyung; pero más fuerte que eso fueron los celos, imaginarse que Jimin podría estar con él para siempre, imaginarse a Taehyung rehaciendo su vida con alguien más, imaginarlo feliz sin él lo rompía.

— No... iré contigo, iremos juntos y... seremos felices y— Pero Taehyung negaba con la cabeza.

— No Jungkook, es tú hijo, y lo lamentaras el resto de tu vida.

— Pero te quiero a ti... Taehyung te amo...— Y el rubio lo supo, supo que Jungkook no podía ver más allá, supo que el pelinegro estaba tan cegado por sus sentimientos y por la estupidez de las almas gemelas, que no veía las cosas racionalmente, y también supo que tenía que hacer, aunque se arrepentiría para siempre.

— Jungkook, hace un mes ni si quiera conocías mi existencia... ¿Cómo puedes hablar de amor en tan poco tiempo?

— Pero Tae...

— ¡No! Jungkook una vez te dije que no podía amarte, te dije que el único al que amaba era a Kai, compartí mi vida con él, lo vi morir frente a mis ojos y aunque contigo se siente lindo estar, no es amor Jungkook. ¿Cómo puedes comparar lo nuestro con tu hijo? ¿Qué pasa por tu cerebro que quieres elegir a un desconocido antes que a una criatura indefensa?

— Pero nuestras almas...

— Deja de creer en cuentos de hadas, no me amas y yo a ti tampoco, y jamás voy a hacerlo, Kai es el único para mí. ¿Dejarías a la única persona por la que deberías entregarlo todo sólo para seguir a una mierda cómo yo? ¿Dejarías que tu hijo se olvidara de ti, por una vida con un ex adicto, prostituto?

— Llevo su alma, parte de mí es parte de él, eso debería contar para...

— No Jungkook, no eres ni remotamente parecido a él, y jamás lo serás, jamás te querré como lo amé a él, no eres Kai... me haces sentir sensaciones físicas Jungkook, pero jamás has llegado a mi corazón, ¿Cómo podrías? Mi relación con Kai se desarrolló en años, ¿Tú pretendes dejarlo todo por un... una aventura de unos días?... Jungkook no te amo y jamás lo haré, no pierdas tu tiempo conmigo, no dejes a tu hijo por un idiota que sólo busca ser amado para no sentirse sólo.

— Mientes... tú lo dijiste... tú

— Mentí, tú lo dijiste, te mentí, no me interesa una vida contigo...— La voz de Tae estuvo a punto de quebrarse, y supo que no podría seguir hablando. Levantó su rostro aprovechando que Jungkook no lo miraba, y rezó para que alguien lo sacara de allí. 

Unos brazos lo ayudaron a levantarse y lo guiaron fuera, dónde, en cuanto la puerta se cerró, Taehyung explotó, no necesitaba ver a Jungkook para saber que lo había dañado, pero quizá así le evitaría tomar la decisión más estúpida de todas, quizá así el pelinegro elegiría quedarse por su hijo, y aunque sentía como su alma se rompía a pedazos, no cambiaría de opinión, prefería vivir roto a ver al amor de su vida lamentarse por siempre la pérdida de su hijo.

— Gracias...— Susurró Jin mientras abrazaba al rubio, sabía que había sido doloroso para los dos chicos, pero el abogado pensaba igual que el muchacho, y muy en el fondo estaba en total desacuerdo con separar a Kun de Jungkook, pero sabía que no conseguiría hacerlo cambiar de opinión, esperaba que con la actuación de Taehyung, Jungkook decidiera quedarse.

Taehyung le pidió a Hoseok un cambio de celda, le daba igual si terminaba en la celda de castigo, sólo, sabía que no podía volver a estar con Jungkook o cambiaría de opinión.

La semana pasó lenta, Taehyung se había aislado de todo por completo, al comienzo el pelinegro había intentado acercarse, pero Hoseok no se lo permitía, finalmente dejó de intentarlo. Comían en comedores separados, trabajaban en lugares diferentes, pero a pesar de la distancia, sus corazones seguían latiendo juntos, a pesar de la distancia aún se veían en sus sueños; sin embargo, nada de esto hizo que el rubio cambiara de opinión, y aunque lo correcto dolía como el mismo infierno, dolía más saber que si no lo hacía, Jungkook se arrepentiría para siempre.

Hana lo visitó varias veces esos días ambos se pidieron disculpas, lo que lo alegró durante unas horas. Le contó todo, el plan, el escape de prisión, lo que Namjoon, Jimin y él habían organizado del escape, sabían que debía ser durante un traslado porque Migung era una fortaleza imposible de vencer. 

La idea era que durante algún traslado provocarían un accidente, uno tan horrible que hiciera irreconocible los cuerpos, usarían cadáveres de la morgue y un amigo de Jin los haría pasar por ellos cuando confirmaran por un análisis de ADN sus identidades. Yoongi los estaría esperando en un auto y se irían lejos para no regresar. Sabían que no podría ver a su madre por mucho tiempo más asique quisieron aprovechar los últimos días que les quedaban.

Por parte del ex abogado la semana fue insufrible, no poder ver al rubio lo torturaba por dentro, pero lo peor era que no podía dejar de pensar en las palabras que le había dicho, en específico "Jamás te querré como amé a Kai", Taehyung había dicho amé, en pasado, quizá fue un acto fallido o no, pero esa pequeña frase era  la razón por la que Jungkook aún no había entrado en pánico, aún tenía fe de que todos se librarían de la pena de muerte, siendo así, podía intentar convencer a Tae de no escaparse porque estaba un sesenta por ciento seguro de que no todo lo que le había dicho era verdad. 

Pero ese lunes, a primera hora, y luego de una apelación demasiado corta, el jurado encontró a Taehyung culpable de todos los cargos condenándolo a pena de muerte, debiendo ser trasladado al corredor de la muerte en una prisión en Nueva Jersey dentro de un periodo de catorce días. 

Por otro lado, ese era el mismo lugar dónde Jin había pedido que se trasladara a Jimin por seguridad, lo había hecho ni bien supo el veredicto del caso Taehyung, no fue muy complicado convencer a los jueces de que Jimin corría un gran riesgo ya que los presos habían oído que era policía y no era seguro que se quedara allí. Aceparon el traslado y saldría el mismo día que Taehyung, todo iba saliendo según el plan.

El juicio de Jungkook y el de Jimin aún no acababa, pero tampoco estaba yendo muy bien, ya habían demostrado que el cerebro de todo era Taehyung, por lo que Jin estaba seguro que conseguirían a lo mucho una cadena perpetua. Lo que no importaba porque Jimin escaparía antes de que se dictara sentencia y Jungkook aceptaría cualquier cosa con tal de poder seguir apelando hasta salir.

Todo marchaba según el plan y sin embargo, ni Jungkook ni Tae se sentían felices, el pelinegro sentía una culpa que cada día crecía más, culpa porque aunque Kun era lo correcto, no quería que lo fuera, por una vez en su vida quería hacer lo que él quería y no lo que debía. 

Su determinación aumentó el día que le permitieron ver al niño, Kun a pesar de que lloró y le dijo que lo extrañaba, le aseguró que Jin y Namjoon lo trataban con mucho amor, preguntó también si podía vivir para siempre con ellos, y muchas otras cosas más, el niño comprendía que su papá no iba a volver por mucho tiempo, pero no comprendía la razón, lógicamente. 

Luego de que Namjoon se llevara a Kun, Jin se sentó con él y le sonrió, no era una sonrisa feliz, era una sonrisa angustiada.

— Sigues pensándolo, nunca te había visto dudar tanto en lo que respecta a Kun

— No lo entiendes, amo a mi hijo, pero...

— Pero amas a Taehyung también — Jungkook lo miró a los ojos y aunque no dijo nada más, Jin lo abrazó, lo besó y le susurró un par de cosas al oído para luego levantarse, despedirse de los guardias que estaban presentes, e irse.

*Dia D: frase utilizada para decir que llegó un día importante que lo determinará todo. Y que creo que tiene origenben el desembarco de Normandia, era el dia D, el comienzo del fin de la segunda guerra.

Espero que les esté gustando, no quedan muchos más capítulos. Mi idea era darle un final algo abiero, aunque aún no se si hacer una segunda parte o sólo unos extras :D gracias por el apoyo

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