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Capítulo 2

Nueva York, 1 enero año 2009

Taehyung se despertó ese día como cualquier otro. Antes de siquiera poder estirarse, un brazo rodeó su cintura. Cruzó el entrecejo durante unos segundos, ¿Qué había pasado la noche anterior?

Se dio media vuelta y para su sorpresa allí estaba su mejor amigo, Jeon Kai, el muchacho estaba semi desnudo y con el cabello revuelto. 

Casi tan rápido como lo notó, Taehyung se llevó ambas manos a su trasero intentando verificar si todo estaba en su lugar no notó dolor o incomodidad por lo que no habían hecho lo que él creía, a menos que la situación haya sido otra.

JK despierta — El muchacho gimió y se dio la vuelta, algo enojado, siguió gruñendo como respuesta ante cada sacudida del rubio — ¡Que me duele el culo, mierda!

JK abrió los ojos, vio a su mejor amigo semidesnudo y al igual que el rubio se llevó ambas manos a su parte trasera. Los ojos de ambos se cruzaron y comenzaron a reírse. Taehyung volvió a acostarse, pero esta vez entre los brazos de Kai el cual abrazó con fuerza intentando no apoyar su erección matutina contra el chico. 

— Si fuéramos gays, esto sería extraño, ¿Verdad?

— Tú y yo pasamos la barrera de lo extraño hace años y lo sabes — JK descansó su cabeza entre el espacio de la clavícula y el cuello ajeno aspirando profundamente, como si de alguna forma amara el olor de Tae por las mañanas, pero no era un pensamiento que podría confiarle al rubio o por lo menos sabía que no tenía sentido hacerlo. 

Suavemente y con disimulo apoyó sus labios depositando un dulce beso.

— ¿Tienes algo que hacer hoy? — Susurró Tae. Sintió como el pelinegro tragaba saliva con dificultad ya sabía la respuesta no debía decirle nada. Taehyung se liberó de los brazos del chico.

— Tae, espera... no es que no quiera, es que...

— Es tu deber... y no pueden vernos juntos, bla, bla, bla. Ya lo sé. — Se incorporó sin siquiera estirarse quería irse, quería estar lejos, quería aguantar la angustia hasta que Kai no pudiera verlo. 

Tomó su camisa y se la puso apresuradamente, los botones quedaron mal abrochados, pero ¿Quién mierda se tomaría su tiempo para ver a un simple mayordomo? Era parte del maldito decorado de esa maldita mansión.

— Tae no es así, por favor... — Kai se estiró para alcanzar el brazo de Taehyung, pero este se zafó de su agarre.

— Ten cuidado, amo Jeon, no vaya a ser que le contagie la pobreza — Kai suspiró enojado, no había hecho nada, el simple hecho de cancelarle para el día había sido suficiente para que Taehyung sintiera la presión de la diferencia de estatus entre ambos, cualquier mínima provocación lo hacía sentirse inferior. Jamás había buscado dañarlo, pero siempre se tomaba las cosas de la misma manera.

Tae se terminó de vestir, se dio la vuelta haciendo una reverencia saliendo apresuradamente dejando a Kai angustiado y enojado. 

El rubio corrió a lo largo del pasillo, bajó las escaleras del personal de servicios y terminó llegando a la cocina, allí por primera vez en meses se permitió llorar en paz era injusto que Kai no correspondiera su amor, era injusto que le recordara lo diferentes que eran y, aún así su corazón seguía pensando en el pequeño beso que le había dado sobre su hombro minutos atrás.

Un crujido lo hizo parar por completo, segundos después, la puerta se abrió y su mamá entró con un gran costal de harina.

— ¿Qué haces ahí parado sin hacer nada? Ayuda a tu madre — Y aunque sonó brusca, y ruda, luego de dejar el costal, le dio un pequeño beso en la mejilla.

Nueva York, 1 de febrero del año 2022

Jungkook había terminado de leer el informe por lo menos las primeras cuatro apelaciones pasadas en el 2021. 

Si bien los abogados que las sucedieron eran buenos, el juez siempre fallaba a favor de la familia Jeon y ¿Cómo no hacerlo? Al parecer se trataba de la familia más influyente de los últimos tiempos o por lo menos con grandes sumas de dinero con el que podían hacer que todos mirasen hacia otro lado, lógicamente para sostener una acusación como esa debían tener pruebas, algo que él seguramente no conseguiría o todos los abogados que trabajaron anteriormente en el caso hubieran logrado sobreseerlo.

Dejó de mirar a la cara a Taehyung, cuando se trataba de casos, sobre todo casos tan complejos, se guiaba por su instinto y este le gritaba inocencia.

Se levantó de la silla, tenía el trasero adolorido, llevaba unas cuantas horas sin cambiarse de lugar y eso a la larga terminaría jodiéndole la espalda.

Salió de su oficina dispuesto a almorzar, en el camino se cruzó a Nam las ojeras violetas ahora eran más prominentes, lo que le preocupaba ligeramente.

Abrió la boca a punto de preguntar al respecto, pero la mirada que le dirigió el hombre fue tal que volvió a cerrarla, no estaba dispuesto a morir por preguntar algo que no debía. 

En lugar de eso, sonrió para mostrar su apoyo y ambos se dirigieron hacia el ascensor, al parecer ese día a ninguno le apetecía comer en la empresa, o simplemente necesitaban estirar las piernas y alejarse del ajetreado mundo de la abogacía al menos hasta terminada la hora del almuerzo.

— ¿Qué opina Jin de que comas en un Burger King? — Nam río por lo bajó algo avergonzado. Hacía ya casi un mes había empezado junto a su marido una dieta. 

— No es que debamos bajar de peso, Jin es el ser más hermoso del mundo, sus hombros anchos, su pequeña cintura, sus labios carnosos y rojos a los cuales amo morder, Jin es perfecto pero yo no, por lo que tengo permitido romper la dieta, total él me ama por como soy— Dijo el mayor. 

Esto hizo reír al menor, hasta que comprendió que lo decía muy enserio, no quiso ponerse modo tierno y decirle que él también era lindo, aunque le daba cierto asco admitirlo.

Jungkook y Namjoon se sentaron en la única mesa libre de todo el restaurante de comida rápida habían pedido un combo Whopper con papas y gaseosa, a lo que les entregaron un pequeño aparato el cual vibraría cuando su pedido estuviera listo no tenían más que sentarse y esperar.

— Tenías razón, si es interesante — Mencionó Jungkook continuando la conversación del desayuno.

— Se de lo que hablo, aunque deberías tener cuidado, por algo el caso es tan complejo, tantas apelaciones, tantos descuidos por parte de todos, pruebas que desaparecen, pruebas que aparecen y que no estaban antes, testigos sorpresa, incluso abogados defensores desaparecidos... — Jungkook lo miró a la cara, debía de ser una broma, ¿verdad?— ¿No has buscado el nombre de los abogados que tomaron el caso? En tan solo un año, tres abogados desaparecidos. Y no hablo de que dejaron el caso, hablo de desaparecidos, salieron del juzgado y nunca más llegaron a sus casas.

— No tengo miedo— Aclaró el joven, por si era eso exactamente lo que se preguntaba Namjoon.

— No lo digo por eso, lo digo porque sé que muchas veces te tomas los casos en broma, y este no lo es, los Jeon son muy influyentes. Los rumores los asocian con la mafia, asique por lo que más quieras Jungkook... ve con cuidado, pero por sobre todo, busca la verdad.

Las luces led del aparato se encendieron y comenzó a vibrar escandalosamente. Nam se incorporó y fue en busca de sus almuerzos, las palabras de éste resonaron nuevamente en la cabeza de Jungkook debería estar aterrado, debería retirarse, debería dejar pasar ese caso, pero ¿Cómo resistirse? La mayoría de los abogados se pasan toda una vida esperando una oportunidad así este caso era para él lo mismo que un "all in" en un juego de Póker, la jugada podría ser muy buena o quitarle todo lo que había conseguido con sudor y lágrimas.

Cerró la mano en puño nadie le había ganado antes en su propio juego y no dejaría que el caso Jeon versus Kim fuera le excepción a la regla, si ellos traían testigos sorpresas, haría lo mismo, si aparecían pruebas, las haría aparecer también, porque si las reglas ya habían sido rotas, sería para ambas partes, el juego sucio, sucio estaba, y no temía embarrarse con tal de liberar un inocente.

Nam apoyó con fuerza las bandejas con sus comidas, sacando del trance al joven. Comieron pacíficamente, como siempre, ignorando el caos a su alrededor.

Jungkook acomodó nuevamente su trasero sobre su silla ergonómica, aunque tenía un año de haberla pedido, el acolchado interior ya se había aplastado con la forma de sus glúteos, demostrando la cantidad de tiempo invertido en ella.

Sabía cuál era el siguiente paso, investigaría sobre las desapariciones de los abogados, sólo quería preparar el terreno por si acaso debía huir del país o algo similar.

Luego de encender el aparato, tecleó el primer nombre que aparecía en las primeras apelaciones, el doctor Lee Baek.

Noticia de última hora:

El doctor Lee Baek especializado en derecho penal, quién presentó los recursos de amparo para el caso más famoso de la historia, ha desaparecido, lo último que se tiene por seguro es que impartió una convención fuera de la ciudad.

El articulo seguía con una nueva actualización.

¡Atención lectores del Times, noticias impactantes!

El auto del doctor Lee apareció en una zanja fuera del camino, la policía ya ha catalogado el suceso como un incidente de choque y fuga, por el momento no tenemos más noticias, pero lo que si tenemos en claro es que no hay rastros de los documentos originales para el caso que cargaba el doctor, ¿Quizá decidió desaparecer antes de que lo hicieran desaparecer?

Jungkook detuvo la lectura de la noticia, ¿Cuáles eran las posibilidades de que aquel hombre de 58 años siguiera con vida? Tenía tres hijos y dos nietos, una esposa y un adorable perro bulldog, uno no decidía simplemente desaparecer de todo eso, debía existir una razón de peso para ello, y él no podía imaginarla.

Pasó nuevamente al motor de búsqueda y tecleó Jung Hwan, el mismo periodista del mismo portal de noticias había cubierto la noticia del caso.

El segundo abogado, quién tomó el caso luego del desastroso incidente, el licenciado Jung Hwan, salió de su casa esta mañana a su hora habitual, pero jamás llegó a su trabajo.

Las cámaras de seguridad lo captaron perdiéndose al final de la calle, pero no apareció por el otro lado, partió de un punto A a un punto B y desapareció en el medio, al igual que en el primer caso, la policía seguía investigando, pero dado que se trata de un adulto, el caso tiene baja prioridad por el momento. 

El siguiente abogado en su lista fue buscando en la sección de noticias de la misma página, lo que encontró le asombró demasiado.

La joven Park Dayung, quién había tomado el caso maldito, ha desaparecido de su departamento, el lugar del hecho muestra señales de lucha y sangre por doquier, pero no hay más pistas y la policía insiste que no pueden hacer mucho más que seguir las pocas pistas que hay.

La desaparición de Dahyung era intrigante pero a la vez le generó un temor profundo en su cuerpo, si no se andaba con cuidado, terminaría como ella.

Comenzó a notar ciertos patrones por ejemplo, el juez encargado de cada apelación, incluso del caso inicial había sido el doctor Bahk Yoon, aquellos abogados que decidían presentar un recurso de amparo para modificar esto, terminaban desaparecidos o sino simplemente dejaban el caso de un día para el otro.

Jungkook volvió a mirar la foto de Taehyung que había guardado en el escritorio de su computadora, un recordatorio de por quién se jugaría su carrera. ¿Qué pretendía esconder la familia Jeon? ¿Por qué tanto empeño en impedir que la justicie juzgue adecuadamente al chico?

El muchacho hizo a un lado las noticias que había estado leyendo la última media hora, si bien había leído sobre el caso, decidió que debía indagar más entre la relación del chico y la familia Jeon. Luego de teclear rápidamente sobre su navegador de internet, y de descartar varios sitios que sólo hablaban del caso en sí, encontró una pequeña noticia de un diario amarillista.

El joven Jeon Kai ha sido visto saliendo del motel de la mano de un acompañante masculino, se presume podría tratarse de su pareja, por lo que los rumores sobre su homosexualidad son correctos. El joven no ha hecho más que deshonrar el apellido Jeon, mi más sentido pésame a la familia por tan vergonzosa noticia.

La noticia tenía fecha de octubre del 2010, aproximadamente un año antes del asesinato de Jeon Kai. Según recordaba, en el reporte del caso, se identificaba a la víctima como pareja del supuesto victimario, por lo que los rumores sobre su relación habían comenzado por esas fechas.

Siguió buscando noticias relacionadas a los Jeon durante el año 2010, lo siguiente que le llamó la atención, fue un portal de noticias serio, el New York Times, bajo la noticia de una fuerte ola polar y en un encabezado un poco más pequeño, se leía:

Gran inauguración del centro Jeon para niños y niñas en situación de calle. El día 25 de diciembre del presente año (2010), el señor Jeon Yongmin en conjunto de su adorable esposa Jeon Ha-neul, su hijo Jeon Kai y una acompañante femenina, procederán a realizar el corte ceremonial.

Discurso:

Jeon Yongmin: Es un honor poder aportar nuevamente mi ayuda a la comunidad, hemos preguntado cómo podíamos ayudar, y le respondemos a Nueva York de esta forma.

Jeon Ha-neul: Es un honor saber que los ciudadanos y ciudadanas de Nueva York abrieron sus corazones y sus fronteras, a la familia Jeon. Luego de muchas tribulaciones, nuestra familia llegó a Estados Unidos, con un sueño, y entre todos, hemos comenzado a construirlo juntos.

Jeon Kai: Es un honor saber que Corea es escuchada a través de lo que nosotros podemos ofrecerle a Nueva York. Doy gracias a todos los contribuyentes que han unido fuerzas hoy por todos los ciudadanos y ciudadanas. Agradezco también, que la ciudad me permita disculparme por mi comportamiento inaceptable, y para evitar malos entendidos, me gustaría que conocieran a Isabella Walton, mi amada Isabella y yo decidimos hacer pública nuestra relación, y luego de que su padre el señor Walton me diera su bendición, me gustaría saber si mi amada, acepta este anillo como símbolo de nuestro amor perpetuo...

Jungkook detuvo la lectura de la noticia, ya que la nota continuaba durante las siguientes tres páginas acerca del futuro matrimonio, de la feliz pareja. Al final del artículo se leía algo sobre los rumores infundados que algunos noticieros habían difundido sin respaldo alguno.

Jungkook minimizó la pestaña, la cara de Taehyung le devolvió la mirada, las preguntas asaltaban su cabeza ¿Cómo te sentiste luego de que tu pareja te rechazara en público? ¿Lo sabías? ¿Sabías que esto iba a pasar? ¿Te advirtió? ¿Te explicó por qué? El chico lucía tan feliz en aquella foto de la mano de Kai, sabía que por un segundo había sentido que su vida estaba realizada. 

El joven suspiró agotado, si realmente el informe oficial lo había llamado "amigo muy cercano", era claro que durante el 25 de diciembre del 2010 y el 30 de diciembre del 2011, algo había sucedido entre el trío de jóvenes y que cada decisión que tomaron todos los llevó a esa noche de muerte dónde todos perdieron.

El abogado se recostó contra el respaldo de su silla, con los dedos índice y su dedo medio se apretó con fuerza el puente de su nariz, cerrando los ojos en un intento de descansar sus ojos fatigados. Una explosión de color blanco encandiló sus ojos durante unos segundos, el sonido de un arma siendo disparada.

El pelinegro estuvo por caer hacia atrás, estaba tan agotado que acababa de dormirse unos segundos mientras pensaba en el caso, significaba que era hora de terminar con eso, el caso se estaba metiendo en su mente como un pequeño gusano en la tierra, tantas preguntas, dudas y misterio, se estaba metiendo en medio de una historia que podría matarlo, claramente estaba asustado.

Un golpe en su puerta lo hizo volver en sí, sin darle tiempo a responder, Seokjin entró rápidamente, cerrando la puerta a sus espaldas. 

Jungkook lo miró de arriba abajo, sin poder dejar de pensar en la detallada descripción que Nam había hecho de él, ¿Realmente su cintura era tan estrecha cómo decía? Inclinó su cabeza, como si de algún modo pudiera medirla con tan solo mirarla. 

Chasquidos de dedos lo volvieron a traer a la realidad, esta vez su jefe ya había recorrido la distancia entre los dos, y estaban frente a frente.

— Hubo un gravísimo error Jungkook, no debí apartar el caso para ti. Cuando... Cuando mandaste tu pedido apenas estaba entrando a la... no importa. Fue un error, no es necesario que sigas investigando — Jungkook levantó una ceja, una costumbre demasiado arraigada en él, y que ponía de los nervios a sus mayores, ya que era una señal de irrespetuosidad, pero Seokjin estaba tan sobresaltado, que simplemente no dijo nada.

— Respire Jin-Hyung... Señor Seokjin — rectificó el muchacho cuando fue su jefe esta vez quién le levantó una ceja. —. No fue un error de su parte, leí el caso antes de pedirlo —Mintió descaradamente, no era lo mejor, pero no iba a perder esto.

— No sabes dónde te estás metiendo

— ¿Te preocupas por mi seguridad o por la imagen de la empresa? 

Seokjin retrocedió levemente, Bingo, pensó el chico, sabía que su jefe se debatía entre ambas situaciones la primera dónde su empresa se veía afectada por tomar el caso más polémico de los casos ad honoren Jeon versus Kim y la segunda, dónde el muchacho que había tomado bajo su ala, cuidado y formado, tomaba un caso con un pasado sangriento y lleno de desapariciones. — Se que tienes miedo, pero todo va a terminar bien. Míralo — Señaló a la pantalla, Taehyung aún les devolvía la mirada, mientras más se perdía en esos ojos, más convencido estaba que haría lo que sea por ese chico.

— Jungkook, tienes un hijo, una esposa... si te metes con los Jeon... no puedo garantizarte su seguridad

Exhaló con brusquedad, no le gustaba ser abogado y no poder tomar los casos a gusto, sin que alguien le hiciera pensar en lo peligroso que era tomar casos controversiales, estaba más que claro que Kun era primero, pero también estaba seguro de poder cuidarlo y separar las cosas. Atravesarían ese río cuando debieran, por lo pronto sólo quería una cosa.

— Arregla un encuentro entre Kim Taehyung, su nuevo abogado quiere entrevistarlo— Esta vez fue el turno de Jin de suspirar pesado, sabía que si un caso se metía entre ceja y ceja del pelinegro, ya nada podía sacarlo de allí. Lo único que podía hacer ahora es animarlo a seguir.

— ¿Soy tu secretaria? Arréglala tú, y ponte la corbata bien, pareces que estas a punto de colgarte con eso así— Jungkook sonrió, amaba molestar a su hyung, más allá de estar en horas de trabajo y que no debía hacerlo allí. Jin había cuidado de él desde el día que se habían conocido en ese hospital. Detuvo sus pensamientos allí, no quería embarcarse en un viaje a "recuerlandia", tenía cosas que hacer.  

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