Capitulo 3: estado de inconsciencia
Mitsuki y boruto habían sido despertados por hinata para desayunar, el día prometía ser nublado al parecer una pequeña tormenta se avecinaba por la gran ciudad de konoha, el rubio comía un poco avergonzado, cuando se despertó se dio cuenta que abrazaba a mitsuki, temía que su madre le regañara pero solo recibió un "que tiernos se ven" con una dulce sonrisa, el peliceleste sonreía también le gustaba lo tierno que podía llegar a ser el ojiazul.
Entretenido el ojidorado conversaban con la señora hinata, mientras que himawari se apresuraba a desayunar para poder practicar con su tía hanabi piano, la pequeña era un ramo de talentos, sabia bailar, tocar piano y cantar, todo gracias a su tía que estuvo día y noche explotando sus habilidades hasta pulirlas, la ojiazul se esforzaba mucho para seguir adelante su sueño era ser como su madre y tia, ser como las dos es una de las metas de su vida, ser tan inteligente y exitosa como la mujer que le dio a luz y al igual que hanabi ser una estrella con sus talentos.
En tanto boruto también escondía sus virtudes el mayor de los hermanos sabe tocar violín y cello, además de tener una mente brillante, pero eso nada mas lo compartía para el mismo, el único que sabía que él era músico era su abuelo, quien fue el que lo apoyo para seguir adelante con sus habilidades, el ojiazul tocaba cuando nadie estaba en la casa practicando con esmero de ser mejor cada día, el no tenía un sueño definido aun no encontraba que quería ser en la vida, todavía no creía que fuese el momento justo para pensar en ello, aunque era más que obvio que la compañía de su padre se le seria heredada cuando cumpliera la mayoría de edad, eso no estaba en su mente ser un corriente empresario, él quería algo mejor una vida libre llena de aventuras.
-tierra al planeta boruto – le llamaba la atencion de una forma cantarina hima, el rubio despertando de sus pensamientos, atendiendo al llamado de su pequeña hermana – boruto, hijo ya te acabaste la comida te quedaste picando el plato por un largo rato – decía su madre un poco preocupada hace momentos que dejo de hablar con mitsuki para poder levantar los platos y lavarlos – eh... lo siento solo pensaba ya saben... en cosas, ttebasa... - dijo desocupando su asiento esquivando la mirada de su madre, esta solo suspiro resignada a veces su hijo se mantenía en las nubes.
-mama me voy al salón a practicar – comento la pequeña dándole un gracias y un abrazo a su madre, hima tenía un horario elaborado por hanabi que debía ser cumplido hasta los fines de semana, ya solo quedaban los tres en el comedor, la señora hyuga le comento a su hijo que debía salir al laboratorio y de paso a la compañía uzumaki para hablar con su padre de una cena que tendrían dentro de unos días con la familia uchiha, por ahora le ordeno que se quedaran en casa mientras ella volvía.
*
Eran las 8:30 de la mañana y los dos jóvenes estaban sentados en el jardín platicando, el rubio también se disculpo por lo de hace unas horas, excusándose que está acostumbrado a abrazar a una almohada mientras dormía, el peliceleste no le dio importancia aunque para él era muy extraño sentir ese tipo de afecto mientras descansaba – oye siempre te he querido preguntar algo – soltó el ojiazul llamando la atencion de su amigo – dime – le siguió la pregunta curioso de que quería saber su amigo.
-bueno...la pregunta es ¿Quién te enseño a pelear?, eres bueno – le confeso de forma muy emocionante el rubio, una de las cosas que le fascinaban al chico eran las peleas, su padre sabe defenderse el había tomado clases cuando era niño, y boruto quería aprender de él pero su padre nunca tenía tiempo, el peliceleste con una mano se sostenía la mejilla el ojiazul le lanzo una buena pregunta.
-veamos...- este puso su mano en su barbilla recordando para poder proseguir - fue a los 3 años mi padre sabe artes marciales mixtas y fui su único aprendiz así que desde esa edad se pelear – le respondió las dudas a quien lo miraba de forma expectante, el rubio estaba asombrado mitsuki llevaba 15 años entrenando artes marciales mixtas eso si que era interesante – ¡genial!, oye ¿me enseñarías a pelear? – pregunto emocionado, el ojidorado medito por un momento no sabía si era buena idea el hacerlo, pero cedió tiempo después – sí, pero créeme no será fácil – finalizo parándose de la silla viendo fijo al chico de cabellos rubios.
Boruto grito eufórico, levantándose también guiando a mitsuki a un lugar de la casa, era una cancha de ejercicio su padre la usaba para mantenerse en forma, el ojidorado observaba los sacos y los muñecos para golpear, que bueno que la ropa que tenían puesta era versátil para las luchas – muy bien lo primero que debes hacer es ganar resistencia, vamos a hacer ejercicio – ordeno el albino al rubio, este solo asintió, en la habitación habían, cauchos gigantes , sogas gruesas y cajas para saltar de diferentes tamaños.
-lo primero que harás son flexiones 200 para ser exactos, 150 sentadillas, 100 abdominales y para finalizar 50 flexiones con salto, el segundo trabajo será serpentear las sogas con cada brazo creando arcos 20 con cada extremidad, 20 saltos en la caja más pequeña, saltas luego flexionas y para terminar te levantas y vuelves a atrás para volver a saltar y para acabar con el ejercicio 20 levantamientos de caucho, todo lo hare contigo así que no estarás solo, en el levantamiento de cauchos yo te ayudare ya que es mucho para ti, empezamos en 3...2...1 – al finalizar de de decir esto boruto reacciono rápido haciendo lo que le decía mitsuki tratando de seguirle el paso.
Las flexiones ya las había hecho, las sentadillas lo torturaban sentía que sus piernas se quemaban no podía dejar que sus piernas fallasen, después de un rato ya completando los abdominales, lo único que quedaba eran las flexiones con salto, cuando el peliceleste le mostro como se hacía trago grueso, se ve que era forzado pero ya había realizado los otros ejercicios no iba a dejar pasar por alto esto, mitsuki los hacía rápido y motivaba al rubio a seguir, solo le faltaban cinco los cuales con mucho esfuerzo logro hacer quedando tendido boca abajo en el suelo.
-¿te rindes? – pregunto el albino con una sonrisa burlona inclinándose para tenderle la mano a boruto – nunca, solo... dame un respiro – decía agitado el rubio colocándose de rodillas para tomar la mano de mitsuki, el menor estaba sudado y su camiseta se le pegaba al cuerpo, el ojidorado disfrutaba de esa vista, sacando esas ideas de su mente, llevando al ojiazul a las sogas para serpentearlas.
El albino le mostro la forma correcta de hacerlo, el rubio con toda su fuerza logro formar los arcos con las sogas estas eran pesadas pero eso no lo detendría – wow tienes mucha fuerza – le felicito mitsuki aplaudiéndole por su notable entusiasmo, boruto solo sonrió y ya frente a las cajas tomo el valor para saltarlas cada uno hacia un salto hasta lograrlos todos, el ojiazul ya comenzaba a cansarse pero no quería parar lo único que faltaba era el levantamiento del neumático y podrían empezar a pelear o eso creía el.
Tal y como le explico mitsuki, los dos levantaron la enorme llanta moviéndola a lo largo de la cancha ya acabando con lo mas forzado del entrenamiento – muy bien, lograste hacer todo lo que te ordene, ¿Cómo te sientes? – le animaba el albino, el rubio por su parte respiraba profundo no quería caer desmayado y eso que apenas era el comienzo – estoy bien, solo dime que tengo que hacer y lo hare – esto hizo sonreír a mitsuki, de verdad estaba dispuesto a aprender.
-bien ahora te enseñare a golpear y donde es más factible acertarlos, escucha el estomago, piernas, cabeza y pecho son los puntos más accesibles a los golpes así que debes aprender a pegar fuerte, pero las rodillas, costados y el cuello son los puntos que de verdad dañaran a tu oponente – le explicaba más a fondo mitsuki, el rubio se memorizaba todo lo que su amigo le decía no quería olvidar nada, el ojidorado le enseño a ponerse en guardia y los golpes fundamentales en los puntos accesibles haciendo que boruto los repitiera hasta quedar agotado, para cuando le enseño a atacar las rodillas, cuello y costados el joven pedía descanso, su cuerpo le pesaba y sus músculos le ardían – si quieres parar solo dilo, otro día será el ideal para continuar – el comentario de su amigo lo fastidio no quería detenerse.
-no quiero detenerme, dejame respirar, ttebasa – exigía el rubio inflando sus mejillas, para boruto nunca era tarde para ser infantil – pero si me pedias descanso y además te ves como si no pudiese mas contigo mismo – se burlaba mitsuki acercándose al ojiazul empujándolo levemente, este cayó al suelo quejándose por eso, pero sus quejas fueron calladas cuando el ojidorado lo estampo contra el suelo, este estaba sentado en el estomago del rubio presionando su antebrazo en su cuello y con el otro sujetaba las dos manos del ojiazul .
-si no estás cansado entonces defiéndete – le retaba mitsuki con esa sonrisa socarrona, hecha totalmente para provocar a boruto, este buscando una forma de salir de esa situación le dio un cabezazo al albino, haciendo que lo soltara, el rubio aprovecho y lo empujo para levantarse, al estar de pie, el chico de tez pálida sonreía satisfecho boruto fue muy listo buscando una forma de escapar del agarre – te felicito, lograste que me quitara de encima, ahora quiero que intentes luchar – dicho esto el peliceleste ataco a su amigo, el uzumaki no se quedaba atrás y torpemente le aplicaba los golpes que recién había aprendido a su compañero, fue cuestión de tiempo para que el ojiazul quedara tendido nuevamente en el suelo de la misma forma con la que empezaron la pequeña pelea – me... me rindo, ttebasa – respiraba agitado el uzumaki.
-¿tan rápido?, pensé que durarías mas – le reto muy divertido ayudándolo a levantarse – si me dejaste muerto, ttebasa - el rubio se veía muy agotado sí que dio todo de si aprendiendo a pelear – terminamos – alegaba mitsuki caminando al lado de boruto – gracias por esto – el ojiazul le ofrecía una de sus mejores sonrisas, la cual cautivo al albino, habían pasado toda la mañana entrenando tal y como se pronosticaba el cielo se nublo y comenzó a llover a cantaros.
Boruto corría junto a mitsuki hacia la entrada de la casa ya que la cancha estaba un poco lejos de ella, ya dentro de ella estaban mojados la lluvia los alcanzo y quedaron completamente empapados – santo cielo ¿Qué hacían afuera? – los dos jóvenes fueron tomados por sorpresa una de las señoras de servicio fue la que lanzo la pregunta – ah señora saeko, es que estábamos en la cancha de entrenamiento y nos alcanzo la lluvia...jeje – el rubio se rascaba la nuca mirando a la señora mayor con una sonrisa nerviosa – descuide señora, boruto me pidió que le enseñara a pelear, por eso estábamos fuera, nos encargaremos de limpiar – le dictaba mitsuki de forma respetuosa a la mujer mayor para que su amigo no fuese reprendido al parecer ellas eran estrictas con los niños.
-no, yo me encargo de la limpieza vayan a bañarse o tomaran un resfriado, les diré a las demás que les lleven ropa seca, vamos no se queden allí – demandaba la señora, boruto y mitsuki no les quedo de otra que aceptar las ordenes, riéndose de lo que acababa de pasar.
*
Ya aseados después de una mañana muy activa bajaron y se encontraron con todo limpio y la mesa servida, las señoras habían preparado todo, ellas se encargaban de la comida cuando hinata no estaba en la casa, himawari no estaba tampoco su tia se la llevo al estudio media hora después de que hinata se fuera así que estaban solos ellos dos con las mucamas, ellas no estaban presentes, boruto le comento a mitsuki que ellas comían en otro lugar en la casa en el jardín para ser exactos, el albino dedujo que esto pasaba muy seguido y una pregunta se le paso por la mente "¿acaso estaba solo la mayoría del tiempo?".
Aun en el silencio, el rubio se le notaba feliz, "¿será porque no está solo?" pensó para sus adentros el ojidorado llevándose una bola de arroz a la boca, ya cuando terminaron de almorzar, el rubio recogió la mesa y lavo los platos, eran la 1:00 pm y los dos chicos buscaban una forma de entretenerse, estando en la habitación del uzumaki a boruto se le antojo comer un dulce, y le dijo a mitsuki que lo esperara mientras buscaba algunos, para mala suerte el ojiazul llego resignado a su pieza, su cara lo decía todo no encontró los dulces.
-señora saeko eres cruel... - decía boruto tumbándose en su gran cama, el albino vigilaba cada acción de su amigo este iba a intentar animarle pero el rubio de un salto se volvió a levantar sorprendiendo al ojidorado, el uzumaki salió nuevamente de la habitación y al poco tiempo llego con una caja que al parecer eran chocolates – ¡sabia que allí encontraría dulces! – exclamando por lo bajo, mitsuki tenía una ceja alzada el niño interior de boruto estaba presente en ese momento.
El rubio se olvido por un momento de que no estaba solo y al girarse, mitsuki se reía de la forma infantil en la que actuaba su compañero, haciendo que boruto se sonrojase hasta las orejas – ¡no te burles ttebasa! – decía cubriéndose el rostro de la vergüenza – oye no te pongas así, solo estas siendo tu mismo – le animaba el peliceleste brindándole una sonrisa, el ojiazul se había calmado y se sentó al lado de su amigo a comer los chocolates.
El albino al probarlos supo que no eran chocolates normales estos estaban llenos de alcohol y estaban fuertes, para cuando quiso advertirle a boruto este ya se había comido 2, tomando la caja en sus manos leyendo la descripción decía que estos estaban rellenos de sake y la mezcla de chocolate tenia ron y behili, no estaban nada mal, boruto quedo extrañado por el sabor pero no le tomo importancia y siguió comiendo – ¿estás seguro de seguir comiendo? – el peliceleste preguntaba comiendo un poco más tranquilo ya que el licor era fuerte y comérselos muy rápido como lo hacía su amigo le traería consecuencias lastimosamente aun con solo dos chocolates que llevaba se estaba mareando.
-¿de qué hablas?, si están delicioso – reclamaba boruto con un leve sonrojo a causa de los chocolates, estos ya le hacían efecto - tienes razón están buenos –le afirmo el albino llevándose otro a la boca – ¿te digo una forma de que sepan mejor? – Le pregunto el rubio – Mmm ¿Cuál? – le siguió curioso de saber de que hablaba el ojiazul, este se sostenía la cabeza no pensó que le afectarían tan rápido, desprevenido boruto lo tomo del rostro y le robo un beso.
Mitsuki trataba de asimilar lo que estaba sucediendo boruto estaba encima de el besándolo de una forma desesperada, el albino respondió al beso apegando mas al rubio a su cuerpo, el beso sabia dulce el ojiazul se metió un chocolate a la boca, este se derretía con el aliento ambos, al cabo de unos segundos se separaron por falta de aire – de esta forma – susurro el rubio cerca de los labios del peliceleste.
Boruto no estaba consciente de lo que hacía quería continuar pero mitsuki lo tuvo que detener, el albino tenía ganas de devorarlo en ese momento pero no le servía en el estado de ebriedad en el que se encontraba el uzumaki, en ese estado cedería a cualquier cosa, en esa forma no le temería, no le causaría ese pavor que estaba dispuesto a transmitirle, con delicadeza se separo del rubio luego lo levanto, este se tambaleaba de un lado a otro, este sentó al rubio y le busco agua – ten, bébelo – le ofreció para que se hidratara.
Tomando el vaso boruto bebió el liquido cristalino, este decía muchas incoherencias, el albino solo negaba agarrando del brazo a su amigo, lo guio hacia su cama para que se recostara, pero el ojiazul no quería que mitsuki lo dejase así que lo jalo del brazo haciendo que el albino cayera encima de él, este iba a separarse pero la puerta fue azotada con fuerza – boruto, ¿estas aq...- una chica azabache de lentes rojos llego con rudeza a la habitación del chico buscándolo, la pregunta quedo incompleta y en el aire cuando vio la escena de los dos chicos en una posición muy prometedora dejando en la nubes a la recién llegada.
Una acción equivocada, en el momento equivocado, ahora mitsuki tenía mucho que explicar para no meterse en un lio y lo último que quería era amenazarla.
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Un dia emocionante para el rubio, un error haber comido esos chocolates, un beso bajo el efecto una droga legal, y un malentendido por parte de una nueva allegada, acompáñenme a ver que pasara en el siguiente capítulo, tendrá que mitsuki usar la fuerza o intentara llevar la situación de forma calma sin tener que mostrar su verdadera persona, sin más me despido con una reverencia su fiel escritora miravi-san.
Hola, se que les explique en la entrada anterior que no podría publicar, pero adivinen busque la una solución, no los quería dejar así, me están apoyando y sería malo de mi parte no encontrar una forma de actualizar este fic
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