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Capitulo 26: resiste.

Lejos de poder sentirse bien, ver todo en cámara lenta, sentirlo y desorientarse. Buscando equilibrio cuando todo a tus pies esta en movimiento, tratas de respirar, pero el miedo te a privado de ese privilegio, el martilleo en tu pecho es una secuencia que aturde, siendo estos los latidos de tu corazón que bombea abruptamente despertando el pánico, tu garganta se cierra después del primer estallido, no logras que tus cuerdas vocales emitan un sonido, porque estas quebrado. Por mucho que no lo aceptes, estas en colapso.

Y no solo era eso, aveces se olvidan de las lágrimas. Ellas dificultan la vista, siendo por dolor al ser derramadas quemaban y se quedaban como cicatrices, justo ahora Himawari lloraba y con una gran fuerza se sostenía de su padre, viendo a la lejanía como las figuras de sus compañeros desaparecían para el resto de su vida.

— ¡papa!, ¡tenemos que ayudarla! —. Pronunció histérica, sintiéndose nuevamente como cuando la habian secuestrado. Estaba asustada y aparentemente en shock, no conforme. La pelirroja se logró zafar del agarré apartándose de su progenitor y compañía bloqueándoles el paso.

— Himawari... Ya no se puede hacer nada —. Dijo Naruto con preocupación, el ver a su hija fuera de sus sentidos por lo que vio. Ya tenia claro que no estaba bien, sus ojos azules estaban turbios y la mirada era de alguien perturbado, nunca pensó en ver a su niña de esa forma a tan corta edad, sin falta alguna sabía que estaba traumatizada.

— ¡no quiero dejarla allá!, ¡no quiero que se quede aquí como si fuese basura!, ¡ella no merece eso! —. exclamó enojada la uzumaki, con el color rojo subiéndose a la cara por el cólera que estaba sintiendo.

— de verdad lo siento —. Ese lamento solo desanimó la fortaleza de la pelirroja, cayendo de rodillas derrotada mientras el llanto la ahogaba en frustración.

Naruto quien volvió a ir hacia la menor, esta se aferro en un abrazo a su padre, admitiendo su derrota, siendo nuevamente cargada por el rubio. Quien trataba de consolarla.

— ¿puedes cargarla y seguir el ritmo? —. Interrogó la pelinegro, demostrando un gesto de preocupación, podía tener un corazón despiadado pero, cuando se trataba de algo así. No podía evitar conmoverse.

— se a desmayado... —. Rectificó Gaara, detallando la mirada pérdida que tenia Himawari estando en los brazos de Naruto.

— puedo y mas, continuemos —. Culminó el ojiazul apretando los dientes con furia, nunca perdonaría el daño que le hicieron a sus hijos y amigos.

*

El “karma" es algo justo, prácticamente es “recibes lo que das". Sasuke amaba esa frase, le generaba un poder muy grande que los demás no lograban entender, Murata ya era inservible, luego de invalidar al dueño del circo, matar al payaso que tenia de rehén fue mas bien por capricho.

— te ves asustado, debe ser difícil aceptar lo que te tocaba por derecho, ¿conoces el dicho “ojo por ojo"?  —. Habló frío y tajante el Uchiha, demostrando una sonrisa torcida que, poco a poco se fue convirtiendo en una linea recta debido a la seriedad.

Sarada estaba desvanecida, el Uchiha al haber encontrado por fin a su hija, este la encontró  arrodillada sobre un colchón desgastado y sucio, sus brazos amoratados se extendían ya que estaban colgados debido a las cadenas que la sujetaban. El esbelto cuerpo de la fémina presentaba hematomas y lesiones que a simple vista se hallaban mas que dolorosas.

Kaito, el líder de esa banda de tan poco prestigio y reconocimiento; salvó por su único trabajo llamativo. El cual fue el desastre en el distrito escolar, solo eran unos fracasos manipulados por Momoshiki, ni se les comparaban a la verdadera organización, daban lastima.

El moreno al borde de la muerte por los disparos que recibió en puntos vitales. Fue obligado a caminar con esas heridas como tortura, justo ahora miraba con horror al Uchiha, jamas había visto una mirada tan llena de malicia y frialdad.

Nunca imagino que lo obligarían a caminar con una rodilla destruida por un disparo y el hombro dislocado junto a una mano rota, incluyendo los disparos en sus puntos vitales. Teniendo que andar sin poder perder la conciencia ya que no quería morir.

— esto es por mi esposa —. Soltó el azabache dando un disparo certero en el estómago. En tanto kaito gritaba sosteniendo su abdomen por el dolor — esto es por mi hija —. El segundo disparo. Dio directo en la entrepierna del moreno, quien se retorcía por el terrible dolor que eso le causaba.

A paso lento y firme. Sasuke se acercó lo suficiente, inclinándose a la altura del aquel hombre herido, kaito en su cuello tenia la llave de las cadenas de la Uchiha y de un tirón, esta fue arrancada por el azabache. El cual apuntaba directamente en la cabeza del quien justo ahora iba a dejar de ser el jefe de esa organización.

— dejame decirte una cosa, todo aquel que se une a ese maldito clan acaba muerto, que mala suerte la de ustedes —. Soltó Sasuke recibiendo una mirada llena de odio, acto que lo incitó a descargar el arma, asesinando a kaito sin piedad alguna.

Con la llave en mano y un sentimiento de frustración apoderándose de el por el hecho de que su hija estaba en un mal estado, solo le quedó completar el trabajo. Tomando su teléfono para llamar a Sai, para que este se encargará de los que fueron capturados.

Al finalizar la llamada. Acercarse a su hija y notar que estaba desvanecida mientras su brazos cargaban con la mitad de su peso, causo en el un irremediable deseo de asesinar a todo aquel que se encontraba cerca, deseando que el muerto se estaba en el suelo volviera para aniquilarlo cuantas veces le viniese en gana.

Ya en autocontrol, el azabache liberó a Sarada de su prisión de tan reducidos metros cuadrados, cuando caminaba con la adolescente en brazos, se consiguió a karin. Esta exploraban el recinto buscando que no quedara ni un solo criminal, pero dejo eso de lado cuando diviso a Sasuke y a su hija.

— mierda... Sasuke ven, tengo experiencia medica, tenemos que aplicarle los primero auxilios —. Dijo la pelirroja acercándose a la joven, en tanto sasuke le lanzaba una miraba llena de desconfianza, la cual fue evadida con autoridad — orochimaru me dijo que viniera preparada y el aspecto de tu hija es el mismo de alguien que va a pasar a mejor vida, así que puedes confiar en mi, ¿entendido?—. Culminó karin, haciendo entrar en razón al preocupado adulto.

Al salir, lo primero que hicieron fue dirigirse al camión donde llegaron, en el momento en que llegaron en donde estaban los demás con los prisioneros, Suigetsu y Juugo custodiaban a los que dejaron vivos y solo pudieron helarse al ver pasar a sasuke con el cuerpo de quien al parecer era su hija.

Sarada había sido dejada en el suelo del container, Karin en tanto de un maletín que contenía medicinas y auxiliares para heridos, saco lo básico que era; solución, antiséptico, vendas, analgésicos y un respirador manual.

Karin concentrada, revisó el pulso y notó que era muy lento, además de pedirle a sasuke que la sostuviese mientras revisaba sus pulmones con el estetoscopio. Una anomalía la preocupó, otra vez dejando el cuerpo recostado, hábilmente. Karin procedió a palpar el cuerpo en busca de lesiones, dándose de cuenta de que sus sospechas eran ciertas, tenia tres costillas rotas y estas habían perforado el pulmón derecho.

— ayuda con el respirador,  colocalo en su nariz y boca. Y presiona la bomba contando 5 segundos al apretar y otros cinco para volver a hacerlo —. Ordenó karin con rapidez. A lo que ella preparaba la solución intravenosa para combatir la deshidratación y los analgésico para el dolor — sigue así hasta que la ayuda llegue —. Continuó haciendo referencia al cuerpo policial y los paramedicos.

— gracias —. Expresó el Uchiha en su labor muy concentrado, presenciando de vez en cuando como la subordinada de orochimaru limpiaba las heridas y vendaba a la menor, sobre todo en sus pecho y parte intima que, al terminar. Cubrió el cuerpo con un cobertor térmico por la baja temperatura que el cuerpo de Sarada presentaba y eso dando crédito a la madrugada tan helada que estaba haciendo.

*

— tenemos información importante, uno de los vigías subterráneos antes de morir, notificó que Uzumaki Naruto esta bajo el territorio y al parecer con su hija, señor —. Comunicó un sirviente de la casa mas importante del distrito, información dirigida nada mas que al responsable de todo el caos de las familias enemigas.

— avistamiento —. Soltó de malas el albino.

— sector c, debajo de las industrias forestales —.

—que conveniente, avisa a todos los vigías de ese sector y avisa que; quien me traiga el cadáver del Uzumaki. No se preocupara de pasar su vida con deudas, sera libre —. Dijo con suma satisfacción Momoshiki, decidido a aniquilar a la plaga que se infiltro en su territorio.

Aquellas ordenes al ser acatadas. El sirviente se fue silenciosamente, algo que ya estaba al tanto el Outsuzuki. Era que con esa noticia la organización falló y su juego se estaba volviendo cada vez mas pesado, su plan era como habían deducido Naruto y Sasuke. El albino solo buscaba que se mataran entre ellos, esperando que los resultados fuesen favorables, aunque ya sabia el resultado y este era lo que sucedía justo ahora.

Aun así, planeaba tener a las dos chicas para usarlas para el comercio sexual, pero al escaparse la hija de Naruto, decidió primero que la encontraran y luego las iría a ver personalmente. Dando la orden de que podían hacer lo que les diera la gana con ellas, pero sin que las mataran.

Sabia que al tenerlas, obligaría a ambos adultos a entrar en el distrito, volviéndolos vulnerables, solo que no salió todo de acuerdo a lo que quería, aunque tenia variables. Con la llamada de Kaito informando la fuga de la menor y la dirección que pudo haber tomado, estaba seguro de que esta llegó a adentrarse en la cuidad, pero lo que mas le resultaba extraño era la desaparición de la niña, ni un solo policía, vigía o habitante. Vio a alguien con la apariencia de Himawari.

Pero, ahora Naruto fue visto con una niña que al parecer era su hija, ¿como la encontró primero que el?, esa duda invadía la mente del albino, seguro y alguien la había ayudado, luego el mismo se encargaría de ello, las actividades sospechosas rara vez se las pasaba por alto, simplemente esa ciudad era controlada a su antojo, eso incluyendo a las personas.

*

Ya se habían cumplido mas de media hora caminando hacia donde los esperaba el padre de Mitsuki, según el. En el punto donde se debían encontrar con Himawari para llegar a donde estaba el esperando, se iba a ser mas extenso y retroceder a los pasos. Daría hincapié a ser tomados por vigías y contrabandistas.

En ello tenía razón, pero por muy bueno que fue dado ese consejo, los cuatro adultos fueron abordados por muchos enemigos que, hirieron a Kurotsuchi en el hombro y Gaara en la pierna izquierda, en tanto ponían a Himawari a salvo para enfrentar a los perseguidores.

— ya falta poco para llegar, pero son demasiados —. Gritó Naruto por culpa del sonido de las balas  rebotando en las paredes de los túneles, siendo el mismo junto a sus acompañantes capaces de eliminar a muchos con disparos certeros.

— ya perdí la cuenta de a cuantos mate, ¿algún plan? —. Soltó la azabache matando a dos de un tiro, quejándose por el dolor de su hombro.

— hemos asesinado a mas 8 personas y según lo que veo deben de haber otros 20 mas —. siguió Gaara, maldiciendo porque ya las municiones se le habían acabado.

— si tengo uno, Gaara no es el único sin munición, las pocas reservas que tenia las acabó de usar quedándome solo con tres balas e imagino que a ti tampoco te queda Kurotsuchi —. Naruto dando una pequeña pausa para poder continuar — sólo tenemos una oportunidad, voy a derrumbar esto —.

— espera Naruto, ¡¿acaso te volviste loco?! —. Exclamó la fémina dando negativa a esa idea tan descabellada.

—  es eso o que nos maten a disparos, necesitó que se lleven a Himawari. Me se la ruta de memoria, los alcanzó luego —. Ordenó el Uzumaki entregando el comunicador y encargándoles a su hija.

— hagamoslo —. Expresó Gaara con seriedad.

— ¡¿que!? —.

— Kurotsuchi, si no lo hacemos mas personas llegaran y jamas saldremos de aquí, ¿entiendes? —. Término por decir el pelirrojo, estando también en desacuerdo, pero sin alternativa alguna.

—prometo alcanzarlos —. Dicto Naruto, viendo como Gaara cargaba a su hija aun estando herido. En tanto desaparecían de su vista, justo ahora podía pasar a ser como un loco suicida, con las pocas balas que le quedaban y el inconveniente de encontrarse con tantos vigías, no le daba otra opción de usar lo que menos quería, explosivos.

El canal del agua era bajo en esa zona en particular, su mayor ventaja. Era que la corriente era en dirección hacia donde venían los perseguidores que hasta ahora no había dejado de disparar y eso no era todo, justo en la parte superior de esas instalaciones había ductos que al parecer eran de gas.

Respirando profundo, dejó caer en el agua un explosivo y de reojo, ocultándose lo mejor que podía para no recibir un tiro, al estar muy cerca de aquellos hombres, accionó la bomba que fue de muy poca magnitud, pero suficiente para distraerlos y herirlos.

Logrando que las balas cesarán, Naruto salió de su escondite tomando el resto de los explosivos, arrojándolos al punto medio de la bóveda del túnel, creando una gran explosión en cadena por haber reventado la tubería, buscando cubrirse en el agua por la magnitud del fuego que fue disminuyendo poco a poco.

Justo ahora tenia que salir de allí, todo se estaba viniendo abajo y no fue en vano, vio como muchos retrocedieron asustados y como otros caían aplastados por los escombros, lo bueno era que logró deshacerse de los enemigos.

Por muy buena que parecía la situación, se empezó a ahogar por la falta de oxígeno y el calor que generaba ahora el escape de gas y el fuego que este generaba, colocándose de pie. El Uzumaki tosió varias veces, su cuerpo estaba adolorido por haber sido empujado con fuerza al fondo de el canal por la onda expansiva y a medida que se alejaba, el derrumbe se hacía más grande y ya nadie le seguía el paso o eso creía.

En una reacción rápida debido al sonido de unos pasos, con sus últimas municiones disparó justo donde provenía el sonido. Frente a el a poca distancia un cuerpo cayó derribado, el polvo lo había ocultado muy y bien, en lo cual el sujeto  aprovechó la situación para ir escondido a matar al rubio, pero no le funcionó.

Naruto pudo asesinarlo solo con escucharlo, ya dispuesto a irse. Sintió un dolor agudo en su abdomen y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, resultaba que el asesinado si había disparado y como Naruto lo hizo al mismo tiempo, el sonido fue opacado y no se percato de haber recibido el tiro.

“mierda". Pensó el Uzumaki tomándose la herida, avanzando con rapidez para poder alcanzar al resto, teniendo que esforzarse mucho debido a la sangre que estaba perdiendo y el dolor que experimentaba en ese instante, presenciando como la fuerza se le estaba escapando y de como se adormecía poco a poco.

Kurotsuchi y Gaara al sentir la explosión y de como los pernos y la tubería sobre sus cabezas temblaban, se cubrieron evitando que los tornillos les dieran. Los tres a pesar de las faltas, después de aquel susto con la tubería de gas, lograron llegar a su último destino. Teniendo  como sorpresa un ultimátum.

Orochimaru les había notificado que, si Naruto no aparecía en menos de 10 minutos. Lo tendrían que dejar, iniciando así la discusión entre tres adultos por la descabellada decisión, la cual fue ganada por el azabache teniendo la razón. Siendo esta reforzada por Kurotsuchi al decir que muchos perseguidores estaban buscando matarlos allá abajo, motivo por el cual aquel hombre serpiente pudo defender su punto, quedando la discusión como concluida.

— Naruto por favor sal, tus hijos te necesitan —. Pidió a la nada el pelirrojo con la niña aún en brazos, sintiendo que el tiempo se les estaba agotando rápido.

Aquellos minutos se hicieron eternos y nada aparecía entre la oscuridad de la noche, ya estaban creyendo que había muerto con la explosión, quedando en perdida toda la misión a pesar de recuperar a Himawari

— se acabó, ya no podemos seguir mas aquí —. Dicto Orochimaru dirigiéndose al auto, con mayor pesar. Ambos adultos al ir a adentrarse al auto, la azabache al tomar la palanca de la puerta escuchó un ruido que llamo su atención al igual que la de Gaara, el pelirrojo dejando a la niña dentro del auto, ambos pidieron esperar un momento.

Recargados nuevamente, a paso lento los dos sigilosamente se dirigían a donde escucharon el ruido que al parecer sonó a un estruendo, dudando por la neblina de la noche y la oscuridad, para su asombro, al llegar se encontraron al Uzumaki desplomado en medio de la calle, respirando pesadamente y desangrándose.

— dios mio, Gaara vamos a ayudarlo —. Soltó la fémina escondiendo su arma, alzando al ojiazul con ayuda del pelirrojo, llegando al auto casi corriendo, teniendo a Himawari inconsciente por el estrés de la pelea y a naruto herido de gravedad por lo mismo.

— resiste, no puedes rendirte ahora que recuperaste a tu hija —. Expresó Kurotsuchi enojada, manteniendo presión en la herida del rubio en tanto pedía a Orochimaru que se apresurara, cosa que no hizo falta pedirlo, justo ahora todos temían la muerte del Uzumaki.

*

Recostados en su recamara, Boruto después de haber firmado. Se retiró dejando a Mitsuki hablando un poco con yubia, a pesar de haberse dado una ducha larga y tratar de descansar en la mullida cama, no pudo siquiera conciliar el sueño. La ansiedad que tenía por la falta de comunicación con su familia le estaba haciendo mucho daño.

Solo esperaba que amaneciera y le dieran noticias de su hermana, pidiendo para sus adentros que nada malo le hubiese pasado contando a su padre, además de que su mejor amiga también iba a ser rescatada, ¿estaría su tío sasuke bien?, todo sus pensamientos poco a poco lo estaban consumiendo y lo único que podía hacer era esperar en silencio.

Mitsuki por su parte estaba también despierto, sabía del malestar que el rubio cargaba y no quería dejarlo solo y en cuanto llegó a la habitación, al recostarse en la cama. Boruto lo abrazó sin decir palabra alguna, lo cual dio a conocer al albino que este no quería hablar.

El único sonido en la habitación era el ruido externo, los grillos y los animales nocturnos junto a la brisa fría, era lo que ambientaba la pieza. El ojidorado mirando el techo, jugaba con el cabello rubio del Uzumaki dándole pequeñas caricias muy cerca de la oreja y nuca, siendo la respuesta Boruto el abrazarlo con mas fuerza y esconder su rostro en el pecho del albino.

— eso se siente bien... —. Habló por primera vez Boruto después de tanto tiempo en silencio, encontrando su propia voz perezosa, señal de que comenzaba a tener sueño.

— esa es la idea —. Le siguió Mitsuki quien tenia los ojos cerrados y permanecía en completa calma, aliviado de que estuviese logrando ayudar a Boruto con su malestar.

— eres tan gentil... Eso me hace feliz —.

— a mi también me hace feliz oír eso, sabes que no te dejare solo —. Soltó con el mismo tono de voz bajo y perezoso, sintiendo que el agarre de Boruto se hacia mas flojo.

— gracias... Por estar conmigo —. Finalizó el rubio logrando quedarse dormido al igual que mitsuki quien sonrió ante el comentario, adoraba lo sincero que se ponía el rubio y esto solo aumentaba las ganas de cuidarlo y estar con el.

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Holis uwu, acá les traigo un nuevo capítulo 💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖💖

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