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capitulo 21: solo hazlo

Boruto no entendía como la situación había acabado así, quería separarse y demostrarle que aun seguía molesto pero también quería que lo tomara allí mismo, aunque siendo aun mas inteligente este comenzó a seguirle el beso, emocionado este se separó y le pidió al albino que quería estar arriba.

Tras dudar un poco del rubio. Mitsuki y el se miraron, siendo el albino quien levantó una ceja dando una expresión interrogativa, el ojiazul nervioso por lo que iba a hacerle; no quería sonar muy entregado, su novio no era estúpido y eso era bien sabido por el uzumaki.

Arrugando el entrecejo, boruto enroscó sus piernas en la cintura del mayor y no pudo evitar sonreír ya que su novio ya tenia una erección.

-¿por que me miras así? -. Preguntó con una ingenuidad fingida haciéndose el ofendido, ya que el albino si sospechaba que algo pasaba o mas bien que algo tramaba.

Relajando el semblante; mitsuki por no querer empeorar la situación. Se quitó de encima de boruto con las manos en alto como si le estuviesen apuntando con un arma, sentandose en el sillon igual con las manos alzadas, conforme, el rubio se subió encima y tuvo que contener la respiración al sentir la erección, controlando sus impulsos para no ceder, se maldecía para sus adentros por sentir ganas cuando estaba enojado.

Tentado, estaba permitido aunque sea desahogarse un poco, ¿porque no sentir un poco de placer?, el peliceleste quien parecía impaciente observaba el sonrojo de su novio y la mueca que puso al sentir la erección, boruto si que se encabrono porque al peliceleste se le escapó una risa ante aquella reacción.

- ¿tienes un arma allí o solo estas feliz de verme? - preguntó el uzumaki con cierto humor metiendo la mano en el pantalón del peliceleste, quien soltó un jadeo por el trabajo manual que le estaban haciendo.

- ¿tu que crees? -. Respondió mitsuki atrayendo al menor para besarlo, entre el beso a boruto se le salieron varios gemidos, el mayor también había tomado la oportunidad para desabrocharle el pantalón a su rubio, masturbándose mutuamente. Ambos chicos empezaron a sentir calor puesto que llevaban sus sudaderas, siendo mas atrevido boruto tuvo que interrumpir lo que hacia para quitarse su chaqueta mientras que soltaba un sonoro gemido, el ojidorado sonrió cuando boruto arqueo sus espalda al sentir como estimulaban su entrada.

Gustoso, el uzumaki tenia en su cara una expresión muy lujuriosa, este maldecía para sus adentros por la propia razón de que su novio sabia como hacerlo sentir bien, así estuviese encolerizado por la mentira, estaba experimentando mucho placer, tal vez las emociones fuertes que estaba teniendo lo estaban excitando mucho.

- ah... No... Ten calma -. Pidió entre gemidos el ojiazul, mitsuki solo se disponía a besar su pecho usando su legua para estimular sus pezones, utilizando su mano libre para continuar con lo que hacia boruto ya que este se había detenido para abrazarlo por la reacción de hace unos momentos.

- De verdad lo siento, se que no... No es la manera de pedir disculpas, no te quise hacer daño -. Se sinceró el albino levantando la mirada encontrándose con una expresión que denotaba derrota, deteniendo lo que estaba haciendo, su rubio tenia los ojos cerrados y una mueca se le coló entre sus labios mientras negaba con la cabeza.

Boruto quien en su lío interno por seguir o parar como castigo, simplemente no podía ser tan vengativo y mucho menos por algo en lo que había aceptado no tener razón, sintiéndose mas en calma y menos encolerizado. Abrió los ojos y su expresión ahora relajada fue la aceptación de que su furia no era punto de partida para hacerle una maldad a la persona que tanto amaba.

- tonto, ¿quien te dijo que te detuvieras? -. Expresó el uzumaki posando sus manos en el rostro del ojidorado sonriendole.

- boruto... Lo digo en serio-. Musitó el pelicelste mirando los labios ajenos y a momentos conectaba miradas con aquellos ojos color cielo.

- ya lo se, mitsuki si quieres que te perdone, hazmelo, pero llevame a la cama primero -. Pidió besando con dulzura a su pareja.

Mitsuki divertido siguió con el beso y tomando con fuerza de los glúteos a boruto tomó impulso y se levanto cargándolo, ambos se dirigieron por donde vinieron y subieron las escaleras donde estaba el cuadro de la abuela de boruto, el rubio al mirar hacia donde estaba la señora retratada, escondió el rostro en el hombro de mitsuki ya que sintió mucha vergüenza.

Llegando al piso de arriba, caminando lentamente mirando las puertas, a ambos lados tanto izquierda como derecha, cada una tenia los nombres de los chicos y sin la menor de las dudas, el albino entro en la que tenia su nombre.

La habitación era muy lujosa y era muy hermosa, estaba decorada con muebles negros y las paredes también lo eran, había detalles en plateado y estaba cargada con electrodomésticos avanzados, televisor, estéreo y no se querían imaginar el baño.

Boruto quien se dejo caer en la cama con el peliceleste encima, no pudo evitar detallar la pieza.

- wow, que hermoso - dijo sintiendo la mullida cama que le estaba abrazando el cuerpo.

- si me da lastima que manchemos las sabanas -. Expresó el mayor entrelazando su mano con la de boruto.

- si...-. Soltó boruto como respuesta para momentos después mirar a su novio con picardía, besándolo; quitándole importancia a lo que acababa de pasar.

Al separarse, mitsuki procedió a quitarle los pantalones junto con los boxers al ojiazul, el ojidorado quien deslizó sus manos delicadamente por las piernas de su chico, dibujaba lineas invisibles con sus dedos sobre la acanelada piel.

- veo que eres muy sensible en esta parte -. Tanteo el albino pasando su legua por los muslos del rubio quien se estremeció por esa acción, marcándolo con varios chupetones, mitsuki no pudo evitar soltar un silbido al ver tan buena imagen.

- eres un pervertido... -exclamo el menor rojo como un tomate por como lo estaba observando mitsuki.

Sin palabra alguna que decir, nada mas que una sonrisa; este sujeto de los tobillos a boruto con una sola mano alzándole las piernas.

- tenemos que trabajar en tu flexibilidad, tu cuerpo no es tenso y eso es bueno, ahora si eres tan amable de sostener tus piernas, si las sueltas te voy a castigar -. Expresó sonriente el mayor cambiando su semblante por uno mas serio, viendo como el uzumaki le hacia caso.

- uhm, mitsuki que vas a... Ahh -. Intentó cuestionar el rubio pero se detuvo al sentir como mitsuki le chupaba su entrada. - espera... Ahh, allí no... -.

Recordando las palabras de su novio, sujeto con fuerza sus piernas abrazándolas, poco a poco sentía que perdía las fuerzas por la extraña sensación que estaba experimentando, no podía parar de gemir y sentía su cuerpo muy caliente.

Dejando su trabajo oral, el albino mojo dos dedos en saliva introduciéndolos en la entrada del ojiazul. quien solo jadeo y gimió el nombre de la persona que tanto quería.

- esto fue lo que me pediste, ¿no? -. Dijo el mayor entreteniéndose con el trasero del menor.

- por favor, solo hazlo -. Gimoteo el uzumaki quien suplicaba por mas.

- que lastima, adoro esta vista, pero también me gusta ver esa cara tan linda que tienes colorarse por la excitación y vergüenza. - expresó el ojidorado sacando sus dedos del interior de su pareja, al separar con brusquedad las piernas del rubio. Se encontró con la escena mas encantadora que vieron sus ojos.

Boruto respiraba agitadamente y su cara estaba sonrojada, los hermoso ojos azules que tenía estaban vidriosos y varias lágrimas se deslizaban por sus mejillas encendidas.

Posicionándose entre las piernas del menor, alzándole la cintura, miraba con malicia al chico retándolo.

- ¿que quieres que haga con exactitud, mi solecito? -. Interrogó cambiando su expresión a una mas inocente, haciendo molestar a boruto. - quiero que lo digas -. Ordenó el albino quien comenzó a masturbar al rubio, mirándolo a los ojos con una expresión cálida y llena de lujuria.

- uhmm, maldición mitsuki, solo cogeme -. Pidió molesto boruto por los juegos de su novio, eso no duró mucho ya que fue embestido con fuerza cortándole la respiración, lento pero con con rudeza, mitsuki lo embestía sacándole fuertes gemidos al chico y por su parte los jadeos y suspiros expresaban el placer que sentía.

Luego de aumentar el ritmo, la voz de boruto comenzó a salir diferente demostrando que le estaban dando en aquel lugar que le daba olas de placer.

- justo aquí, ¿no?-. Se dirigió el ojidorado inclinándose para quedar a centímetros de los labios ajenos, boruto fue quien rompió la distancia besando con deseo a mitsuki, haciéndolo mas profundo, donde aquellos sonoros gemidos eran ahogados, separándose así para poder respirar.

Llegando al clímax, ambos chicos estaban tomados de la mano, después de varias embestidas, los dos se vinieron teniendo su orgasmo, estos se estaban mirando sonrojados y sastifechos, complácidos. Mitsuki le sonrió besando nuevamente a boruto, un beso amoroso que al separarse, el albino se tumbó al lado de su chico atrayéndolo hacia su pecho, el rubio quien no se negó, abrazó a su pareja acurrucandosele, cayendo así el par en un profundo sueño.

*

11:45 am himawari

Himawari había pasado el resto de la noche disparando, solo dos horas de práctica y ya no podía mas por el sueño, a pesar de haber dormido mucho aun necesitaba descansar, el arma le era pesada y un poco molesta, mirai con paciencia. Le guió en la forma de su postura y como sostener el arma, luego de varios intentos; hima comenzó a rozar las latas y sacos a los que disparaba, hasta que por fin dio en el blanco.

Estuvo así hasta estar segura de que su puntería no fallaba, la cual era muy buena y exacta luego de agarrarle el gusto.

Otra vez siendo de mañana. Estaba en el campo disparando, sola ya que la sarutobi se fue a comprar víveres, la mayor la había dejado con un silenciador. Puesto que al ella salir, no debía de haber ningún ruido cerca, ya siendo la única en practicar tiro por esa zona y vaya que los vecinos eran muy observadores en eso.

12: 33 pm mirai

Mirai quien estaba en la cola para pagar las cosas mantenía discretamente el tinte de pelo y el color de este, rezaba para que la cajera no mirase el producto y empezará a preguntar, la joven morena que estaba en la caja era la que siempre le cobraba a la sarutobi, aveces entablaban conversación y para su suerte eso ayudaba a que no estuviese al tanto de las compras.

- pero si es la señorita mirai, cariño tenia tiempo sin verte -. Soltó la morena reventando su bomba de chicle, para después formar una sonrisa amistosa. - ¿papel o plástico tesoro? -. Pregunto después la fémina mientras chequeaba productos para facturarlos, a lo que mirai deslizó el paquete del tinte rápido, que para sus suerte no fue para nada detallado, solo pasado por el sensor para ser registrado.

- bolsa ecológica, nunca salgo sin ella, amayo -. Soltó mirai alzando la bolsa que tenia en el brazo.

- cierto, pero no esta de mas preguntar, bueno en total son ciento cincuenta y tres por todo -. Soltó la cajera registrando los productos, la castaña saco su tarjeta y pagó de inmediato a la vez que guardaba los víveres en su ecologista bolsa.

- bueno no vemos, pase un buen día, señorita sarutobi -. Culminó la chica pasándole la factura a mirai, quien fue directo a su auto después de sonreirle al personal presente. Estando en el auto suspiro aliviada, dejando la bolsa en el lado del copiloto, tenia que culminar la transformación de esa niña cuanto antes.

12: 53 pm himawari.

La pequeña luego de gastar todo el cartucho de balas, quedó complacida al ver el como sus blancos estaban todos acertados, siendo todos los disparos letalmente fulminantes.

El ruido del auto la hizo tomar guardia y esconderse en los matorrales que le pidió mirai que hiciese, esta le explicó que si escuchaba un auto o cualquier ruido, se escondiera hasta que ella hiciera acto de presencia o la llamara. Lo cual así fue, la castaña salió del auto y fue llamada por su nombre de chico, la niña de ojos azules salió al ver a la fémina, quien sonreía con la bolsa en mano.

- Daki, es hora del cambio -. Soltó la castaña mostrando un tinte rojo sangre, inconsciente hima se tomó el pelo e hizo una mueca de inseguridad, no estando del todo lista para despedirse de su pelo negro azulado, medito un momento por lo que estaba apuntó de pasar - solo hazlo -. Respondió la menor dispuesta a dejar ir su vieja apariencia.

De fondo, la canción Irresistible de fall out boy con demi lovato, la musica estaba a todo volumen y daba un poco de calidez al ambiente.

Llevaba media hora que se decoloró el pelo oscuro y ahora tenía la mezcla roja en su cabeza, esta le picaba mucho y olía muy fuerte, estuvo así otros treinta minutos hasta que se lo quito mirai, un momento con el secador de cabello y el rojo brillante se hizo presente, se veía muy bonito y con algo de esperanza esperaba que la niña no lo repugnada.

Tras dudar en verse, la uzumaki al darse la vuelta, se quedó muda y no podía creer lo que veía, sus ojos azules brillaban de emoción, fue amor a primera vista, su cabello ahora rojo sangre le encantaba mucho, nunca pensó que le seria tan bonito el verse así, no pudo evitar hasta mover sus cejas la cual también fueron cambiadas de color.

- nada mal, ¿que tal un pearcing, en la ceja? - preguntó la sarutobi agitando una bolsita con un anillo dentro de el.

Un poco aterrada, pensó en aquella propuesta y bueno no era mala idea, así no la reconocerían tan fácil y sin mas remedio cedió a colocarse el anillo.

Un solo dolor, fue lo que le recorrió en la piel de la ceja y el anillo ya estaba colocado, también se hizo una raya en la otra con una navaja, ahora si que parecía un muchacho.

- me veo muy extraño -. Dijo la menor viéndose en el espejo - oye mirai, ¿de donde salio esta ropa masculina? -. Preguntó a su vez la pelirroja.

- era mía, nunca me gusto la ropa de niña -. Explicó la mayor quien ciertamente andaba en una camisa sin mangas dejando ver los tatuajes de su brazo derecho y un pantalón tiro alto suelto. Sujeto por un cinturón, junto a unas botas de seguridad, lo mas raro de ese estilo es que la chica se maquillaba y muy bien.

No sabia el porque pero se sonrojo un poco, al parecer se sentía un tanto incómoda con aquel cambio de apariencia y lo fácil que podía hacer para lucir como un niño, sinceramente lo que tenía que trabajar era su forma de actuar.

*

Eran las tres y diecisiete minutos de la tarde, sasuke quien había pasado el tiempo en el hospital después de la partida de los adolescentes, veía a su esposa dormir, casi la mayoría del tiempo la anesteciaban para su recuperación, no quería ir a su casa ya que estaba vuelta un lío todavía y la limpieza tomaba tiempo, lo mas seguro era que se mudarían a otro lugar, lo que era antes un hogar acogedor, llego a convertirse en un cementerio por todas las muertes que ocurrieron allí.

Había tenido la noche pesada sin poder conciliar el sueño, había planeado los funerales y preparado la mayoría del papeleo, con su laptop de bolsillo y con su abogado pegado al celular nuevo que se compró, suspirando de toda esa locura, a su mente venia su hija, a la cual preocupado hervía de furia por no haber podido evitar aquel secuestro.

-sa...rada... -. Llamó la pelirrosa moviendo un poco su brazo extendiéndolo, la mujer en recuperación soñaba con la niña, llorando por que en el fondo sabía que la estaba viendo en una ilusión.

El azabache preocupado observo el monitor de frecuencias cardiacas y como este se elevaba, demostrando que el ritmo cardiaco de su esposa aumentaba, este la tomo de la mano y comenzó a despertarla poco a poco de lo que parecía ser una pesadilla, los ojos verdes de sakura los cuales estaban dilatados y vidriosos se posaron en su esposo antes de volver a caer rendida junto a un corazón menos acelerado.

- sasuke... Mi niña... -. Fue todo lo que pudo decir la adulta soltando algunas lágrimas.

Maldiciendo por lo bajo, salió de la habitación, pidiendo a las enfermeras vigilar bien a su esposa, estaba cada vez mas enojado, siendo llevado por la furia. Se monto en su auto para conducir a donde sea solo para despejar la mente; ya que dentro de unas horas tendría que ir a ver a su mejor amigo junto a todos para planificar la emboscada.

*

Sintiendo las frías sabanas, el rubio abrió sus ojos con lentitud, mostrando sus hermosos ojos zafiro, este se estiró como pudo ya que estaba siendo abrazado por el albino, aprovechando para volver a acurrucarse en el pecho del peliceleste, al percatarse de la ventana debido a un golpeteo. Notó como la lluvia empañaba el cristal, haciendo sentir al menor una calma profunda.

- ¿disfrutando el clima? -. Preguntó el mayor quien se había despertado por un trueno, a lo que el rubio tomó el cobertor y se escondió en el sin soltar a su pareja.

- ya no... -. Soltó el uzumaki debido a aquel estruendo.

Una risita se hizo presente, mitsuki se reía por el susto que se dio su chico, eso era nuevo, el saber que boruto le temía a lo truenos le parecía algo adorable.

- no es gracioso -. Comento el ojiazul rojo por ser tan indiscreto.

- no tengas miedo, son solo ruido, además estas conmigo - mitsuki quien se divertía con la situación, tomo de la pierna al joven rubio para que lo abrazara con ella, deslizando su mano hacia el glúteo del menor, sorprendido salió debajo de las sabanas reclamando por el toqueteo.

-¿ves?, conmigo no te da tiempo de pensar en la tormenta -. Expresó de manera relajada el ojidorado, tomando al menor del rostro para besarlo.

- creo que seria bueno que hubiesen tormentas todos los días -. Se confesó el uzumaki al separarse del beso.

- no me provoques -. Le siguió el mayor dándole una sonrisa amistosa que provoco un leve escalofrío en boruto.

Tras un rato de jugar en la cama, con besos y una que otra caricia sin pasar a mayores, ambos chicos decidieron levantarse para ir a comer algo, o mas bien ir a prepararlo, después de ducharse y sacarse la pesadez del viaje, bajaron y al entrar en la zona de la cocina se encontraron con la mesa puesta y con comida recién hecha, curiosos por aquella bienvenida, miraron con cautela su espacio hasta que una voz aclarándose por detrás suyo los sorprendió.

- veo que ya despertaron, me alegra que hayan conseguido sus prendas de ropa -. Habló a sus espaldas una chica que media menos que ellos, parecía una niña, ambos chicos al girarse se encontraron con una chica de cabello gris verdoso y con un uniforme de sirvienta.

- un placer, soy boruto y el es mitsuki mi... -.

- si su pareja, el señor uzumaki nos contó todo, ahora mis señores sientese a cenar, deben estar hambrientos por tan pesado viaje.

- no hace falta tanta formalidad, señorita -. Se limito a decir el peliceleste quien sonreía aliviado por ver la razón de tal escena.

- soy yubia, seré su ama de llaves a partir de este momento, si me disculpan iré a a ver que necesitan en sus recamaras -. Explicó la mujer desapareciendo por la puerta directo hacia el primer piso.

Luego de que la sirvienta se fuese, boruto quedo procesando lo que la mujer había dicho hasta que cayó en cuenta de algo en especifico.

- espera, ¿mi padre sabe de nosotros? - exclamo pálido el rubio, se había convertido en un mar de nervios y sobre todo se había colorado.

- umm, sabia que se me olvidaba algo, tu padre se entero de lo nuestro, me lo dijo personalmente -. Contestó despreocupado el albino mirando a el uzumaki quien sonreía con una mueca torcida.

- ¿eh?, ¿en serio? -. Siguió el ojiazul, mientras se sostenía el estómago por miedo.

- hey, no hay de que preocuparse, tu padre esta de acuerdo con nosotros, me dijo que te dijera. Que cuando se volvieran a encontrar hablarían al respecto, con tu mama claro; para ella si es secreto -. Aquella respuesta alivio un poco a boruto, quien ya sin aguantar el peso de esa noticia fue directo a tomar fuerzas con la comida.

Tras un poco de incertidumbre por lo de su padre, tenia que tener mucho cuidado en sus acciones de pareja, ya que tenían en claro que solos no estaban, pero no esperaban ver a una niña trabajando, ambos chicos había tomado asiento, disfrutando de la comida, su conversación era sobre recorrer la casa lo cual harían después, sobre todo encontrar el lugar donde entrenaría a su novio.

Con un semblante serio, mirando hacia su plato, se preguntaba si podía llegar a ser tan fuerte, en silencio sin decir nada, mitsuki lo tomó de la mano y lo miro preocupado.

- todo estará bien, siempre y cuando me sigas. No habrá problema boruto -. La mano blanca del peliceleste, tomaba la suya con seguridad, sacándole una sonrisa torpe por su parte, tras quitarse la duda, decidió confiar en su pareja, sin la menor idea que pasaría la peor de las torturas debido a lo que seria su entrenamiento.

- confió en ti dattebasa -. Respondió el menor sonrojado, conmovido mitsuki sonrió ya que tenia tiempo que no escuchaba el tic de su pareja, sin duda alguna le parecía algo adorable así como su novio.

*

Buenassss mi amoresss, aquí con un nuevo cap uwu💖💖💖

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