capitulo 17: rehén
Sasuke uchiha iba a toda velocidad mirando de vez en cuando el retrovisor, debido a una ardua persecución producida momentos antes, todo comenzó en su trabajo primero las cosas iban bien y seguro, nada de lo que preocuparse pero todo se fue abajo en cuestión de segundos, el azabache después de largas horas laborales decidió contactarse con la tutora personal de su hija para hacerle seguimiento y saber como se encontraba su primogénita, pero esta no respondía. Lo mas normal seria pensar que estaba ocupada y que no podía contestar lo cual fue descartado al instante ya que la tutora respondía siempre de inmediato cosa que nunca paso en esa ocasión. El jefe de familia uchiha preocupado intento contactar a su esposa pero esta tampoco dio respuesta “demonios". Pensó el azabache meditando sobre el asunto ya que algo le daba mala espina.
Reclinándose en su silla de oficina miro su celular con desconfianza y justo cuando lo fue a desbloquear algo extraño paso, no podía acceder a el y lo único que apareció a través de la pantalla fue el mensaje de la tutora donde claramente se podía leer lo siguiente: “ven por tu hija, uchiha”, seguido de un vídeo que se reprodujo solo, en este se veía como la gente en su casa era asesinada donde se clarificaba con exactitud como la maestra de sarada era disparada en la cabeza y su celular se le era arrebatado mientras que a la joven uchiha la cual estaba dando pelea era paralizada con una pistola de choques haciéndola perder el conocimiento al instante.
El azabache se le había detenido la respiración. Su única hija estaba en peligro y lo peor del caso es que su esposa tampoco le contestaba, era lógico que no recibiera las llamadas debido a que su teléfono estaba hackeado y apenas se dio cuenta por lo de momentos atrás, decidido lo primero que tenia que hacer y eso era contactar a su viejo amigo siendo de igual forma lo mas sensato ir al domicilio uzumaki, ya listo para dejar su edificio; este escuchó como se acercaban a su oficina y se notaba que eran muchos, no había tiempo para revisar las cámaras de seguridad, tomando su arma blanca se escondió detrás de la puerta al momento que miraba como esta era derribada, con su arma blanca localizo a un disparador y le corto el brazo a uno de los intrusos y para rematar lanzo un cuchillo directo en el medio de las cejas a otro, en ese momento comenzaron a disparar y como pudo se ocultó detrás de su escritorio y sin darle de otra busco debajo de su mesa un botón que al accionarlo a través del reflejo del bote de basura metálico vio con claridad como una trampa se abría camino entre los atacantes los cuales se reunían en grupo para matarlo.
Todo el grupo enemigo fue atravesado por cuchillas alargadas las cuales salieron de todas direcciones de las pareces y techos de la oficina, muchos de ellos habían muerto pero los que seguían vivos estaban paralizados en el suelo debido a su heridas, cuando el uchiha intento asomarse por encima de la mesa un disparo impacto cerca suyo alertándolo, este por el reflejo del cubo vio como uno de los hombre soltaba a uno de los matones arrojándolo al suelo, este lo había utilizado de escudo y solo dos cuchillas lo habían alcanzado en puntos no vitales — ¡Sasuke uchiha!, ¡no seas cobarde, no sabes las ganas que tengo de llevarte conmigo! —. Exclamó aquel hombre el cual se acercaba listo para atacar, a Sasuke se le acaban las opciones y su trampa ya había sido accionada. Lo único que le quedaba era usar su cabeza pensando con la mente fría; se quedo allí detrás del escritorio sentado de manera relajada expresando una serenidad hostil.
Cuando el hombre se detuvo frente a el, no le sorprendió ver quien era, ese hombre no era mas y nada menos que urashiki ōutsusuki el cual le apuntaba con una mágnum 44 el tipo de arma cuya munición era de balas blandas es decir; balas expansiva, con frialdad el uchiha vio como su atacante lo miraba con una sonrisa desquiciada — pero mira que tenemos aquí, no te preocupes si quisiera matarte ya lo hubiese hecho, la idea es llevarte vivo, otro tiene la tarea de aniquilarte, así que si intentas escapar tu rodilla será destrozada —. Expresó el mercenario y con un deje de diversión. El ōutsusuki le ordenó al azabache que se levantara pero este no hizo caso en cambio de sus labios se formó una sonrisa ladina llena de malicia dando a entender que no daría su brazo a torcer.
— ¿que te parece tan gracioso uchiha? —. Preguntó el peliblanco entre dientes por la desobediencia listo para disparar, sasuke en su lugar solo lo miro a los ojos de manera serena enfrentando al desquiciado hombre — nada solo veo lo tonto que eres para acercarte de esa manera en mi territorio —. Se expresó el azabache con burla viendo como el albino se enojaba y al momento que intento disparar su mano no respondió — que demo... —. Busco decir urashiki pero no consiguió terminar ya que el ojinegro pateo unas de piernas haciéndolo caer, buscando clavarle el arma en la cabeza, el ojiblanco ladeó la cara evitando el impacto soltando el arma al mismo tiempo, sacando una pequeña hoja este corto al uchiha aprovechando así para zafarse de esa situación, aquel hombre mientras caminaba lejos de aquella mesa su cuerpo se comenzó a paralizar por el lado de su hombro izquierdo y pie derecho donde habían caído las cuchillas dándose de cuenta que estas tenían veneno “maldito astuto”. Pensó el ōususuki enojado.
Saliendo de aquel escritorio el uchiha era esperado para continuar la pelea y en guardia se abalanzó hacia urashiki a pelear. Sin duda alguna no lo dejaría escapar, a mano limpia se confrontaban los dos adultos debido a que el arma blanca del ojionix se quebró debido al impacto del duro suelo momentos atrás, ambos hombre se daban estridentes golpes con intención de matar, muchos del uchiha fueron acertados dejando al albino mas propenso a perder y en tanto los golpes de el eran rápidos pero descoordinados y solo acertaba uno que otro a la vez que era tumbado nuevamente al suelo; este aprovecho para tomar un arma de uno de sus aliados y disparo hacia la cabeza de sasuke pero este le sostuvo el brazo haciendo que el tiro se desviara y chocara contra la cámara de seguridad, el ojinegro furioso tomo la pistola y la desarmó y con un fuerte golpe dejo en jaque a urashiki pero este no se rendía; cuando el azabache se levantó el también lo hizo y corriendo directo hacia el, sasuke lo sujeto del cuello de la camisa y estampó su cabeza en el ventanal de vidrio de su oficina fragmentándolo en mil pedazos haciendo que la brisa inundara aquella sala — el infierno esta allá abajo —. Soltó con parsimonia y frialdad el ojinegro quien dejaba el agarre, justo cuando el peliblanco sangrando se iba a alejar de aquella ventana rota una patada le azotó en el rostro cuya fuerza lo desplomó al vacío, segundos después se escuchó un leve choque llevado por el viento.
Caminando con mas calma el uchiha ya sabia de antemano que no podía bajar al estacionamiento por el camino normal así que caminando hacia el armario busco una puerta oculta, allí solo la abrió y descendió por unas escaleras de emergencia diseñadas para situaciones como esa, al ya estar en el estacionamiento buscó su auto con la mirada y allí estaba kinshiki custodiando el lugar. Este se encontraba solo pero aún así Sasuke no tenía ganas de pelear eso le quitaría mas tiempo. Con sigilo fue caminado de auto en auto ocultándose entre estos hasta llegar a su vehículo cuidando de no ser atrapado, al poner las manos en la manija esta parpadeo con un sensor y la puerta se abrió sin hacer ningún ruido, era un sistema de capta de huella dactilar y permitía solo acceso al dueño de tal transporte, la idea que tenia Sasuke era descabellada pero tenia que salir cuanto antes de ese lugar, de su guantera saco un arma y quito el seguro al ya estar preparado, solo le basto colocar sus manos en el volante cuando el motor rugió con fuerza alertando al enemigo.
De un chirrido los neumáticos resonaron por todo el lugar, kinshiki quien se alertó preparó su arma soltando una maldición seguido del sonido de un seguro quitándose, cuando vio el auto soltó disparos a diestra y siniestra dando todos a la lamina del auto debido a la velocidad en la que iba, ya descargado el cartucho y sin dar en el blanco, Sasuke aceleró e intento arrollarlo pero este se quito de en medio tirándose al suelo momento en el que el azabache le disparo en la rodilla con precisión, dejando tirado al Outsusuki dando a fondo.
Pocos minutos de paz se hicieron presentes en la carretera después de aquella escena para ser remplazada después por el rugido de otro motor detrás de el, persiguiéndolo a toda potencia — eso, sigueme—. Comento el Uchiha con una sonrisa en su rostro por la adrenalina.
Varias veces chocaron la parte de atrás de su auto y uno que otro disparo chocaban con el vidrio semi blindado, unos 8 disparos con esa arma destructora y perdía el cristal, colocando el piloto automático, este tomo la osadía de bajar la ventanilla y sentarse en la orilla de la puerta y comenzar a disparar; así muchos dieron en el cristal delantero de su perseguidor hasta una bala dio en el hombro haciendo que el auto se descontrolara mientras entraban en un túnel de doble vía, de repente el auto señalo una alarma de un pedazo de calle en construcción y recuperando el volante con toda la puntería alineada disparo desde el punto débil del cristal rompiéndolo seguido de la bala reventando un neumático de su perseguidor, momento justo en donde el pelinegro se descarrila y abre espacio utilizando el retroceso viendo como kinshiki chocaba con las señales de advertencia y caía en los escombros de la carretera en construcción haciendo volcar el vehículo, sasuke se adelanto y se estaciono delante de kinshiki y bajándose recargo su arma hiendo directo al lado del conductor, al revisar con cautela el albino yacía respirando con dificultad y buscando salir de allí, el uchiha sin piedad abrió la puerta y saco de un tirón al gran hombre dándose a notar varias fracturas en aquel gigante.
— que pena, tu y yo daremos un paseo —. Alegó sasuke en tono burlesco y despreocupado agarrando su arma apuntando directo en la cabeza a su atacante —camina hacia el auto —. Ordenó con frialdad el azabache sin recibir respuesta alguna de kinshiki, el uchiha exasperado disparo tres veces hacia la pared muy cerca del rostro del albino haciendo que este cerrara los ojos asustado — tu decides, ¿que tu jefe te quite la vida de una manera atroz o te evito ese sufrimiento con una sola bala?—. Preguntó a secas el uchiha encañonando el la arma caliente en la frente del peliblancos el cual gritó al sentir como se quemaba.
Sin chistar kinshiki se levantó y caminó casi a rastras debido a sus heridas y como pudo se tiró en la parte trasera del auto del uchiha no antes sin ser revisado y desarmado por completo, ya no podía luchar y lo único que quedaba era esperar la muerte segura, sintiendo como el auto avanzaba se desvaneció en el mismo infierno
*
Las chicas caminaban a paso seguro en aquellas instalaciones, sarada estaba cubierta de sangre y a mas de uno asesino momentos atrás sin contemplación alguna y por su parte hima no se quedo atrás desobedeciendo a su amiga saliendo detrás de la uchiha con una palanca de hierro que consiguió en una puerta que servía como seguro, pocos extraños se colaban por su camino y lo muertos no eran mas de cuatro y al parecer guardias de turno que sabían de su existencia por el secuestro, la azabache reconoció a pocos debido a que los vio fugazmente mientras regresaba del cuarto donde la torturaban, al momento de enfrentarse a alguien casi es derribada y asesinada de no ser porque la uzumaki agarró la palanca y la estampó en la cabeza de aquel sujeto viendo como este caía inconsciente con su cráneo roto dejando todo en un charco de sangre.
Sarada quien respiraba aceleradamente vio a hima con asombro y esta sólo le tendió la mano para que se levantara — si queremos sobrevivir no puedo dejarte todo a ti —. Respondió con voz temblorosa a la reacción de su amiga, la mano de la ojiazul estaba mas pálida y fría, parecía que en cualquier momento se iba a desmayar y para colmo las ganas de llorar la estaban delatando “señor naruto, señora hinata, boruto... Perdonenme, le salve la vida pero no la inocencia". Pensó la uchiha cerrando sus ojos con pena levantándose para poder continuar.
Después de caminar rato y preguntar a algunos matones donde era la salida, todo era en vano; ellos se negaban a hablar y la solución era asesinarlos, revisaban teléfonos o cualquier cosa que diera a entender que había una vía de escape, pero no había nada, su suerte estaba en caminar a ciegas esperando a encontrar una salida para escapar sin toparse con los secuestradores los cuales las matarían de inmediato — hima, cambiemos de táctica trata de golpear y romper piernas y dejame lo de matar a mi, solo si estoy en riesgo entrometete, ¿ok? —. Dicto la ojinegro viendo por un momento hacia atrás dándose de cuenta que la uzumaki vigilaba con la palanca en alto, y en un instante la niña la miro y asintió mirando nuevamente hacia atrás en guardia.
La situación lejos de ser favorecedora para las dos chicas no tuvieron otra opción que disfrazarse, ambas féminas aprovecharon que dos guardias estaban distraídos y de dos cachazos por parte de la uchiha, ambos hombre yacían inconscientes; revisando un cuarto de mantenimiento para poder cambiarse, usaron sus propias prendas rasgandolas en tiras para usarlas como vendas. Las chicas se vendaron los pechos aplanandolos para luego desnudar a los hombres inconscientes y vestirse de chicos, lo ventajoso de la situación era lo holgada que les quedaban las piezas de ropa y eso disimulaba sus curvas femeninas, cuando ya estuvieron listas las dos chicas se miraron mutuamente y ambas en acto reflejo se tomaron del largo cabello lo cual era contraproducente, armada de valor hima agarró un cuchillo del uniforme que tenia puesto y de un solo tirón corto su larga melena lo mas reducido posible acción imitada por la uchiha.
Volviéndose a mirar las dos amigas se echaron a reír por un momento mientras se revolvían el cabello — volverá a crecer —. Comentó sarada volviendo serio su gesto seguido por la menor — lo sé —. Señalo la uzumaki tomando la palanca aventándola en las cabeza de los hombres inconscientes matándolos al instante — en estas situaciones, la apariencia no es importante —. Continuo la ojiazul en un tono apagado recogiendo la palanca y sacudiéndola para limpiarla, la azabache con el corazón en la boca tomo a la menor en brazos y la rodeo con fuerza. El abrazo fue corto pero reconfortante para las dos, lo que mas le preocupaba a la mayor era la perturbación en los ojos de la niña, estaban apagados pero en un estado de alerta esas horas habían transformado a la menor en algo que jamas hubiese imaginado, en una asesina para poder sobrevivir ambas se habían convertido en eso.
Respirando profundo la azabache soltó a la niña y se concentraron en salir de allí de una vez por todas, lo bueno era que la suciedad les ayudaba y les daba una apariencia varonil, sin duda engañarían o eso era lo que esperaban.
*
Rato paso desde que mitsuki despertó, boruto preocupado lo primero que hizo fue darle las pastillas para el dolor, ya que su novio había despertado sobresaltado y tomándose con fuerza el lado donde ya no estaba su ojo debido a la herida sanada, el albino sin chistar tomo el medicamento el cual poco a poco iba haciendo efecto, el dolor después de unos minutos se convirtió solo en una molestia que de vez en cuando le daba punzadas en la cabeza.
— duele... como mil demonios —. Alegó con voz ronca el peliceleste gracias a que momentos antes estaba dormido y que aun su voz estaba arruinada por la aspereza del humo mientras bajaba los pies de la cama sentándose haciendo que el rubio lo regañase por realizar tanto esfuerzo — solo quiero estirarme un poco... Ayudame —. Siguió el ojidorado quien fue tomado del brazo para poderse levantar, con cuidado boruto le ayudaba con los paso y estiramientos los cuales fueron breves debido al cansancio por todo el caos del día anterior, ya eran las 12:45 AM y el uzumaki no había dejado la habitación temiendo dejar solo a su novio cosa que le asustaba — ¿como te sientes? —. Preguntó el menor dándole la mano al pálido chico el cual en respuesta la entrelazó con la suya sin dudarlo — Un poco mal, en este estado no podemos tener sexo —. Respondió de manera picara el chico de ojos finos mirando con su único ojo el rostro ruborizado de su pareja — ¡mi-mitsuki! —. Exclamó avergonzado el ojiazul tapándose la cara con su mano libre. — perdona eso sonó muy rudo, si no estuviese así te haría el amor para que te sientas bien —. Dicho este mitsuki besó la mano de su chico y sin meditarlo boruto se le acercó de manera coqueta y unió sus labios con los del albino de forma suave y juguetona.
— esta es la única anestesia que te puedo dar por los momentos —. Dijo el menor separándose de su pareja brindándole una bella sonrisa — hmp, es suficiente para mi pero te advierto cuando me recupere no tendré piedad —. Desafío con picardía el mayor acción que fue remplazada por una risa; a boruto le rugía el estómago y esto avergonzó mas al rubio — no eres el único con hambre —. Se sumó el albino sosteniendo su barriga — ¡bien iré por algo de comer, necesitamos reponernos si necesitamos recuperar a himawari, aunque se que estaba bien ya que mi hermana es muy fuerte! —. Animo con fuerza el uzumaki levantando su puño en alto; a mitsuki le alegraba ver el entusiasmo de su chico repuesto y no como estaba horas antes.
Saliendo de la habitación el menor se dirigió a su casa y justo cuando iba a mitad de camino vio como las chicas del servicio llevaban a alguien quienes estaban siendo seguidas por su madre y otro sujeto el cual no distinguía bien, a paso rápido este los siguió en silencio y pudo observar como entraban por una puerta del otro lado de la casa de las sirvientas encerrándose en ella, boruto quien se moría por la curiosidad se fue de allí para no caer y se dirigió con prisa a su casa, en la mesa de la cocina se encontró una nota de su madre y dos cestos pequeños con la cena, la nota describía que su madre se fue a descansar y que las chicas estaban afuera vigilando lo cual era mentira, dirigiéndose a la puerta de entrada vio un auto estacionado y al ver la placa se dio cuenta que era el auto del papa de su amiga sarada, cuando volvió a la cocina en el teléfono fijo se hallaba un mensaje de voz que al activarlo era su padre avisando que venia en camino y que traía noticias.
Boruto alarmado tomo los dos cesto y se fue corriendo a la casa de las chicas y justo cuando entro a la habitación sobresaltado le explico a mitsuki que comiera rápido porque estaba a punto de ocurrir algo importante, como pudieron ambos chicos terminaron rápido. El albino que estaba sin camisa se cubrió con la sabana debido al frío y a paso lento se dirigieron al otro lado de la casa, cuando ambos se estaban asomando en la ventana divisaron una luz de un auto y apresurándose se escondieron al pie de la pared del pequeño hogar; cuando el auto se estacionó de este salieron dos hombres conocidos, habían llegado su padre y sai y a paso rápido entraron al lugar, rato después su padre volvió a salir y en tanto otros autos se estacionaban allí, dando por contado a tres carros, las personas que se bajaban no se podían distinguir solo voces en tono muy bajo y los pasos dirigiéndose a la casa seguido de la puerta cerrándose, mitsuki miró a boruto y ambos asintieron ya sabían lo que tenían que hacer.
La casa estaba conectada y era sencillo descubrir cual era el otro lado que seguía en donde ellos se encontraban y volviendo a donde estaban antes, recorrieron con cautela la casa y empezaron a buscar cualquier cosa que diera a conocer la estructura de la residencia y justo en una pared estaban las salidas de emergencia de esta y su estructura, justo al lado de la cocina se podía ver que el espacio era abierto pero al asomarse una pared la cubría del otro lado debía de estar el lugar donde estaban aquellas personas, moviendo una estantería de la cocina se hallaron con una ventanilla lo suficientemente amplia para entrar, esa era su oportunidad para averiguar lo que pasaba en ese preciso instante.
— en la casa justo en la cocina el teléfono tenia unos mensajes de voz los cuales fueron enviados por mi padre, antes de buscar la comida vi a las chicas llevando un gran bulto enorme seguidos por mi madre y un hombre que no distingui por la oscuridad —. Susurro el menor mientras pasaban al otro lado de la ventanilla, el albino pensativo sostenía el celular con el cual alumbraban su alrededor, estando ya al otro lado se dieron cuenta que se encontraban en una gran habitación que al iluminarla mejor ya que estaba a oscuras se encontraron con armas de todo tipo parecía una escena de película de acción solo una parte de la habitación estaba llena de armamento mientras que el resto era una simple recamara con una silla de metal en ella la cual se podía ver a través de las estanterías donde estaban las municiones. Mitsuki quien miro al rubio el cual se encontraba inquieto rodeado de tanta artillería solo sonrió por la expresión de su chico.
—¿crees que sean los cohetes para el año nuevo? — comentó el mayor en tono burlesco mientras tocaba un rifle, la risa por parte de boruto no tardo en aparecer — eres increíble — soltó el menor entre risas imaginando la locura que seria usar eso como fuegos artificiales — lo siento no pude evitarlo, lo bueno es que te hice reír —. Prosiguió el chico quien tomó a boruto y lo Haló hacia el en un movimiento brusco seguido de un “shhh", ambos chicos yacían escondidos entre unas cajas de aquella despensa de armas viendo a través de las rejillas de las entanterias; boruto con la boca tapada y mitsuki con el celular el cual apagó hace unos momentos.
La habitación entera quedo iluminada salvo en donde se encontraban las grandes armas para acto seguido ver como entraban el señor uzumaki y su amigo sasuke uchiha, a rastras detrás de ellos un grandulon de Cabellos y ojos blancos apareció cojeando mientras unas de las chicas de servicio le apuntaba en la cabeza, este fue obligado a sentarse mientras unos gruesos grilletes eran cerrados al rededor de brazos y piernas, una de las gemelas fue la encargada de requisar su cuerpo buscando cualquier pista u objeto que le facilitara la información que necesitara, aquel hombre gigante no dijo palabra alguna ante aquella humillación y solo se limitaba a ver con odio a los dos hombre frente suyo.
—listo ya pueden pasar—. se oyó decir al rubio padre de boruto quien no dejaba de ver a su rehén con un odio descomunal, abriéndose la puerta se pudo apreciar a una joven chica atractiva de cabello corto y negro la cual lucia un vestido rojo y ajustado hasta las rodillas cuyo nombre era kurotsuchi, atrás de ella apareció un hombre de cabello rojo el cual vestía un traje informal que consistía en unos pantalones de vestir y una camisa negra de manga corta la cual dejaba mostrar un brazo lleno de tatuajes “el tío gaara" pensó el rubio menor quien se sorprendió al verlo a través del estante, las personas que debían estar allí no eran muchas después del pelirrojo aparecieron un peliazul cuyo nombre era chojuro y otro hombre moreno de pelo rubio llamado Darui; todos viejos amigos de su padre.
— vaya vaya, jamas pensé ver al perro faldero de momoshiki en ese estado, ¿no ladra verdad?— canturreo la joven pelinegro ajustando sus guantes negros los cuales tenían unas afiladas garras de plata en las puntas para acto seguido raspar el metal de la silla hasta quedar detrás del ōutsusuki posando sus dos manos en los hombros del gigante clavando en el las garras para después arrastrarlas hacia arriba cortando a aquel hombre causándole un estremecimiento — wow que fuerte, no se queja pero si tiembla —. Continuó volviendo al lado de sus compañeros.
— ¿comenzamos? — preguntó el pelirrojo a lo que los demás adultos asintieron, antes de entrar a esa habitación ya el azabache de un solo brazo había notificado como lo capturo uniendo así los cabos sueltos de sai y naruto en el trabajo de este hace unas horas atrás.
Cuando iban a empezar con la interrogación se oyeron las voces de las chicas del otro lado de la habitación y fue cuestión de tiempo cuando la hyuga seguido del policía entraron en la habitación, esta con la mirada tan helada como un témpano de hielo por la ira y el azabache pálido intentando calmarla, boruto quien miraba con atención observo a su madre tan llena de furia no se parecía en nada a la mujer que le dio a luz.
—hinata no es bue...— soltó a medias Naruto.
—no, necesito estar aquí, por favor querido —. Pidió la peliviolaceo viendo a los ojos de su esposo el cual solo suspiró y asintió para consiguiente pedirle a Sai que se quedara al lado de la hyuga.
Mitsuki al analizar la situación le quito la mano de la boca a boruto haciéndole una seña para que hiciera silencio, el peliceleste se veía agitado y su frente estaba empapada en sudor cosa que preocupó al rubio el cual tocó la frente del chico dándose cuenta que su temperatura estaba elevada tenia fiebre y en el parche de su ojo se notaba pequeñas manchas de sangre, al parecer hacer que el ojidorado se levantara fue una mala idea, este deslizó su mano hacia la mejilla del mayor y en un pequeño susurro le dijo “vamonos" acto negado por el otro ya que en ese mismo instante estaban presenciando algo de suma importancia.
Boruto quien estaba muy preocupado solo le quedo asentir y ver lo que estaba pasando; entre los adultos se escuchaba una conversación neutra las cuales consistían en preguntas hacia el rehén seguido de Gaara quien ante las evasivas respuestas se encargaba de dar uno que otro golpe a aquel grandulon el cual solo escupía en el suelo sangre debido a su nariz y boca rotas — veo que no te gusta ensuciarte las mano uzumaki —. Soltó con amargura kinshiki mirando directo al hombre de cabellos rubios quien solo se limitaba a hacer el interrogatorio.
—preciso que usemos otro recurso para sacarle las palabras que queremos oír —. Indicó el uchiha quien no veía progreso en el interrogatorio. — si, también pensé lo mismo —. Indico el ojiazul mientras sacaba de su bolsillo tres parches los cuales colocó dos en las sienes del albino y el tercero en la parte central de la nuca. Mientras soltaba otra pregunta la cual fue evadida; no fue menos cuando el uzumaki presiono su muñeca haciendo que kinshiki recibiera como respuesta una punzada de dolor en la cabeza tan agudo el cual bajaba a su corazón sintiendo como se detenía por un momento y el dolor se extendía hasta sus globos oculares cegándolo por breve periodo de tiempo.
— ¿te gusta mi nuevo aparato, no fue tan difícil hacerlo, ya que los golpes no funcionan que tal algo que te atormente hasta que sientas que te explote la cabeza? —. Pronunció el hombre jefe de la familia con suma frialdad este mantenía su mano artificial presionada en su muñeca justo donde tenía un brazalete de frecuencias variables con el cual controlaba aquellos parches de pulsos electromagnéticos — puedo subir o bajar el volumen de los pulsos así como puedo hacer que se detengan o simplemente mantenerlo allí y aumentar la agudeza del dolor —. Continuó mientas veía como aquel hombre se retorcía en su silla — ¿en donde están nuestras hijas? —. Preguntó esta vez Sasuke; era la quinta vez que le hacían esa pregunta y el albino solo negaba mientras trataba de decir algo entre balbuceos era como si estuviese convulsionando momento en el que Naruto dejo de usar los parches mientras que el grandulon parecía medio muerto con la saliva escurriéndose por su boca tratando de recomponerse — no... No les diré nada —. Soltó arrastrando las palabras dejando caer su cabeza hacia atrás.
Los demás adultos estaban a la expectativa y querían ver a hasta que punto podía llegar el uzumaki con la tortura, ya que el punto focal de esa reunión con el rehén no era solo salvar a las niñas sino también matar a todo ese clan de locos y es por eso que llamó a sus viejos amigos necesitaban la ubicación exacta para poder desplazarse y lograr su cometido, además todos allí son enemigos de momoshiki ya que el albino jefe del clan ōutsusuki se a encargado de interferir con todos los planes de los demás debido al terrorismo y actos ilegales que han afectado a la economía de distintos países y estados.
En tanto los dos adolescentes miraban con atención. Boruto se sentía intimidado por la frialdad de su padre y las miradas gélidas de los demás adultos incluyendo a su madre, todos allí parecían haber dejado la humanidad de lado con tal de obtener lo que deseaban; tanto fue el miedo que tomó del brazo a mitsuki y lo apretó con fuerza ver a sus familiares de esa manera tan desalmados le causaba pánico.
Lo siguiente fue la parálisis permanente lo cual sacó un grito desgarrador de kinshiki el parche en su nuca le había cortado las función motriz de sus piernas a través del pulso de alto volumen enviado hacia su cerebelo mientras que el de las sienés le perforaban la cabeza logrando que sus ojos se inyectaran en sangre agotando toda capacidad del adulto el cual ya divagaba en su dolor, este parecía estar perdiendo la cabeza y justo cuando ya no podía respirar bien soltó un nombre en un alarido desgarrador.
— murata, solo es un nombre con eso aun no tenemos nada —. Soltó Darui de brazos cruzados.
— te equivocas si significa algo, las intersecciones donde hubo el supuesto derrumbe hace 4 años, se hace el rumor que allí se moviliza el grupo terrorista que perdió crédito al perder los miembros originales, se suponía que sólo era un rumor y sólo trabajaban en robos menores. — dicto kurotsuchi mirando al moreno.
—no solo eso, ese grupo sólo tiene bajo perfil ideal para trabajar desde las sombras con un clan de gran renombre con el mundo criminal como lo es ōutsusuki, nadie a querido meterse en ese pozo sin fondo ni la policía quiere meterse con ellos —. Siguió chojuro entrando en la controversia.
— además de tener subdelegaciones de rangos bajos en la policía; esos a los que llaman los desertores guiados por las influencias del gobierno corrupto —. Continuó el pelirrojo buscando las respuestas que surgían gracias al nombre que soltó el grandulon.
— eso se a tenido bajo custodia durante muchos años, e visto a compañeros perder la vida y ser remplazados por esa corrupción solo el estado de defensa pudo dar un alto ignorando lo que ocurría a trasfondo — explicó el jefe de los policías uniendo cabos sueltos.
— según tengo entendido un agente tuyo intento matar a los chicos en el interrogatorio hace días, ese hombre era yamato —. Dijo el uchiha mirando con desconfianza a Sai.
— ese hombre había desertado hace años y la información allegada hace unos días aclaró que se hizo pasar por uno de mis hombres falsificando identificaciones y pases de seguridad —. En ese instante el pelinegro se sobresalto debido a un vago recuerdo. — hace años la razón por la que yamato se volvió corrupto fue porque su compañero le notifico de un trabajo de robo de alta magnitud que ocasiono la caída del principal cabeza del renovado grupo terrorista akatsuki, desde luego eso quedo como un caso abierto ya que el socio de yamato desapareció sin dejar rastro luego del asesinato de uno de los hijos del gobernador de estado por un objeto de alto valor monetario —.
— ¿supones que el tiene algo que ver?, tu mismo lo dijiste esta desaparecido e incluso puede que este muerto —. Dijo obstinada la azabache de vestido rojo.
— por favor basta, Sai si tienes a alguien en mente que pueda ser el sospechoso, es momento para que lo digas —. Pidió la hyuga hablando por segunda vez desde que entro a la sala, el azabache quien miro a todos asintió dando el nombre de aquel desertor desaparecido mostrando una foto de su celular para que tuvieran una idea de quien era.
Cuando el nombre fue revelado el estado de alerta se despertó en mitsuki, era obvio que el nombre no le sonaba en nada referente a una persona pero si a la matricula del auto del hombre que se hizo pasar por el inspector horas atrás, este la pudo divisar justo cuando en el semáforo aquel sujeto en el auto aceleraba a fondo — lo tengo —. Susurro el peliceleste quien era observado por su novio, ahora solo quedaba esperar que los adultos se fueran para poder salir de su escondite improvisado.
— si todo esto es correcto ya tenemos un lugar, un sospechoso y desde luego una esperanza —. Suspiro Naruto mientras que la risa maniática de kinshiki resonaba en todo el lugar.
— podrás haber logrado sacarme información lastima que sus hijas ya solo deben estar como trapos utilizados —. Soltó con cizaña el albino mientras reía con las fuerzas que le quedaban sobresaltando a boruto quien estaba escondido.
— que pena que te convirtieras en un traidor de tu familia, saluda a toneri en el infierno —. Respondió el uzumaki con frialdad el cual había disparado en la cabeza a kinshiki matándolo de una vez por todas salpicando la pared de sangre tras aquel enorme hombre siendo espectado por todos en la sala incluyendo a los chicos.
Al instante aparecieron las chicas de servicio siendo mandadas a limpiar todo el desastre, estas asintieron mientras que los adultos se retiraban seguidos por las de servicio quien iban a buscar los productos de limpieza. La ultima en salir fue una de las gemelas quien se detuvo al escuchar un ruido quedándose quieta esperando que sólo fuese su imaginación, los adolescentes estaban intentando irse cuando boruto tropezó con una caja de municiones causando un leve sonido, la muchacha dispuesta a ver que sucedía fue suerte para los chicos que esta fuese llamada por la señora saeko y dejado de lado averiguar si había alguien aparte del muerto en la silla.
*
Devuelta en su habitación mitsuki le hablaba a Boruto del nombre dado por Sai explicando las posibilidades de que encontraran a ese hombre primero y poder salvar a la uzumaki, era solo una idea pero estaba seguro de que había gato encerrado en todo eso, ese nombre lo vio en la matrícula del auto del falso inspector y sabia que los guiaría a la niña.
—mitsuki antes que le dispararan a ese hombre el se refirió a “Hija” en plural asi como lo hizo sasuke; lo cual es ilógico ya que tengo entendido que secuestraron a mi hermana nada mas, a no ser que...—. Se quedo a la deriva mientras las palabras se le cortaron. — por favor espera aquí tengo que hacer unas preguntas, tomalas para que te sientas mejor —. Soltó el menor mirando a su novio entregándole las píldoras al albino quien solo asintió viendo como el chico se iba de la habitación.
— así que sarada también fue secuestrada —. Soltó al aire el chico de ojo dorado cerrándolo mientras esbozaba una sonrisa torcida — que lástima —. Siguió abriendo su ojo sano mirando el techo mientras su sonrisa se borraba por completo tragándose las pastillas quedándose así dormido en aquel inevitable caos.
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Holaaaaa tomates, no mamen adivinen a quien le dio bloqueo ;-;, pero ya estoy mejor y llena de ideas, así que disfruten queridosss💖💖💖💖💖
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