Todos se encontraban reunidos en la gran sala, boruto como podía daba su testimonio de lo ocurrido horas antes, su madre quien no podía ocultar su dolor lloraba al pensar en su hija la cual había desaparecido debido a un secuestro, naruto miraba a su hijo y luego al albino que yacía tirado en el mueble desmayado mientras era atendido por sus chicas de servicio, al adulto lo único que se le pasaba por la mente era como debía tomar acción y claro estaba a quien pediría ayuda. Pero su amigo el uchiha no daba señales de vida y eso era preocupante — sr naruto, mitsuki necesita atención médica inmediata —. Interrumpió sus pensamientos la jefa de las chicas las cuales habían preparado una camilla improvisada para trasladar al chico a algún lugar.
— llevenlo a la habitación de atención y hagan lo necesario por ayudarlo —. Expresó el adulto mirando al chico el cual estaba mal herido, boruto quien ya había terminado se levantó de manera brusca para ir a donde mitsuki estaba; pero fue detenido por su madre la cual le tomó el brazo con fuerza. El menor intento replicar pero su padre lo atajó en seguida — hinata dejalo ir, estarán bien además boruto también necesita atención —. Continuo el mayor dándole aprobación a su hijo el cual se soltó de su madre y se fue directo a donde llevaban a su pareja dejando a los adultos arreglar lo que sucedía.
*
Boruto estaba sentado en suelo de una sala completamente iluminada por un maquina especial este estaba con una mascarilla la cual le brindaba oxigeno; ya hace un rato que fue atendido por una de las gemelas y le había encontrado daños menores, le habían vendado la mano junto a un cicatrizante que ardía como mil demonios, su cabeza también tuvo el mismo procedimiento y lo único que quedaba era sus pulmones los cuales estaban débiles por la traga de humo y el esfuerzo por salir de ese terrible lugar el cual ya no quedaba rastro de ser una escuela.
El albino estaba recostado en una camilla aun inconsciente siendo examinado a ojo de lupa cualquier detalle que perjudicara su vida, lo único llamativo era las dos cortadas al costado de su cara justo el lado donde su ojo estaba perdido, una de las chicas le administraba anestesia local mientras que otra lo suturaba, la cabeza y la pierna herida ya estaban listas, el mayor problema era el ojo. Saeko las jefas de las chicas era la que sacaba las astillas del globo ocular la cual momentos antes había limpiado la sangre y suciedad de dicha área, para eso no habían puesto anestesia y una que otra ocasión mitsuki se movía inquieto por el dolor preocupando al menor quien miraba asustado tan delicado trabajo, el menor no sabia que ese lugar en su casa existía para ser exacto era en la casa de las sirvientas pero el nunca había estado allí antes, estaba desconcertado y a la vez temeroso por el estado de su novio, pero eso no era lo peor ya cuando la sra saeko termino con las astillas esta tomo el párpado amoratado del joven y lo abrió de manera delicada recibiendo un quejido del ojidorado el cual se movió por puro reflejo — ¡espera! —. Gritó el ojiazul sacándose la mascarilla para ir donde el chico pero fue retenido por las gemelas mientras que las otras chicas sostenían al albino. Una de ellas lo tenia por las piernas, otra por los brazos y la ultima por la cabeza mientras que la adulta tomaba acción.
De manera habilidosa la sra saeko saco el ojo dañado de un tirón a la vez que preparaba una esponja esterilizada para luego ser introducida dentro de la cuenca vacía, el albino había recuperado la conciencia debido a aquel dolor insoportable acompañado de un grito desgarrador, de su cuenca salia mucha sangre la cual era limpiada poco a poco, las muchachas le hablaban para calmarlo ya que se había puesta a la defensiva a lo mejor pensaba que estaba en peligro lo cual estaba en lo cierto, boruto quien miro la escena tan bizarra como pudo se zafó del fuerte agarre de las chicas y se acercó al peliceleste el cual aún forcejeaba para liberarse lo cual era imposible ya que estaba muy débil.
— ¡mitsuki!, calma esta bien, soy boruto. Ellas te están ayudando —. Soltó el ojiazul tomando la mano del chico la cual fue apretada con fuerza. El ojo empañado del albino se poso en el rostro de su pareja el cual se veía borroso, luego de unos momentos mitsuki se había relajado dejando de moverse facilitando el trabajo a las chicas las cuales terminaban con el menor. Este escuchaba las palabras del rubio entendiendolas a la perfección, boruto lloraba a medida que lo calmaba; el dolor que le causaba ver a su novio de esa forma era insoportable — boruto... —. Soltó el mayor cerrando nuevamente su ojo para poder descansar mientras que la Sra saeko terminaba con la herida de su cuenca vacía.
— esta bien, solo esta descansando, será mejor dejarlo dormir —. Ordenó la Sra la cual se limpiaba las manos para luego colocarle una mascarilla de oxígeno al albino quien también la necesitaba. Esta miro la hora y se fijo que eran las siete de la tarde y era hora de preparar la cena. — yo me quedo con el —. Se dirigió el menor mas en una orden que en aviso, todas las chicas asintieron en forma de respeto y también en disculpas por lo sucedido momentos antes, todas se retiraron para poder trabajar excepto Saeko quien tomaba de un gran armario unos medicamentos — cuando despierte va sentir mucho dolor así que dale esto —. Dijo la adulta extendiendo el brazo con las cosas a su joven amo — una de cada una cada ocho horas sin falta—. Siguió la adulta acomodando el lugar, en manos del ojiazul se encontraban frascos de antibióticos y de píldoras para el dolor, este había asentido ante la orden y cuando vio que la mayor se iba a ir este la detuvo para preguntarle como sabia hacer todo eso — mis subordinadas están especializadas en enfermería y yo soy medico, es por eso —. Respondió la mujer saliendo de la habitación aclarando la duda del chico el cual solo pudo relajar la mirada ante aquella revelación “debo de conocer mas a los que me rodean” pensó el chico mientras miraba al peliceleste dormir tranquilamente.
*
Naruto hace unas horas que había llegado al domicilio de los uchiha junto a Sai, ambos habían decidido salir a buscar al ojinegro ya que les parecía raro no tener respuesta del adulto, el siempre estaba al tanto en situaciones de emergencia y no tener señales de el era preocupante.
Al llegar los dos adultos consiguieron todo en orden nada les parecía raro, eso era lo que aparentaba las afueras del hogar de su amigo que era tan grande como el suyo; pero todo dio un giro drástico de 180 grados, al entrar encontraron un desastre además de sangre y cosas destruidas dentro del domicilio junto a un horrible hedor, los dos adultos se pusieron en guardia sacando sus armas y lo mas aterrador del caso es lo que se podía leer en la pared en letras deformes y sangrientas “tenemos a su hija, intenten salvarla", era lo que delataba aquel escrito, en el suelo había cuerpos de personas muertas en avanzado estado de descomposición, eran los del servicio de la gran casa salvó uno el cual no formaba parte de aquel grupo asesinado. Sai que era un experto en esos casos revisó unos de los cuerpos y dio por entendido que llevaban días sin vida dos para ser exactos, y lo peor todavía era que tenían a la hija de sasuke y este aun no hacia presencia.
— llamare a sakura —. Se dirigió el azabache al uzumaki quien examinaba con detenimiento aquella horrible escena, a todos les habían disparado en la cabeza y lo mas atroz era el tipo de munición, no querían que quedara nadie vivo para contarlo; todas las salidas de la bala eran enormes agujeros dejando ver todo — esos malditos usaron balas blandas —. Expresó el rubio con enojo — esas son solo utilizadas para cazar además de ser ilegales —. Continuo el chico pálido con el teléfono en mano intentando contactar a la esposa del uchiha pero esta tampoco daba señales de vida — mierda —. Mascullo el detective debido a la falta de información para acto seguido ir hacia donde estaba el ojiazul. Este miraba hacia el suelo buscando reconocer un objeto y resulto ser un celular destruido.
Sai lo levantó para examinarlo mejor y se dio cuenta de quien era; mirando así a naruto al mismo tiempo — sakura..—. Dijeron al unisono reconociendo a quien le pertenecía el dispositivo levantando así mismo sus armas poniéndose en guardia; ambos hombres salieron disparados gritando el nombre de la pelirrosa buscando señales de ella, los dos buscaban por las habitaciones mientras apuntaban — ¡sakura!—. Gritó el uzumaki a la vez que entraba en la habitación principal la cual estaba oscura encontrándose con un destello en la oscuridad seguido de un débil pero audible “alto", Sai quien reconoció aquella voz fue directo al interruptor para encender la luz y al deslumbrar la habitación se encontró con la ojiverde tirada en el suelo sentada contra la pared sosteniendo su abdomen el cual estaba lleno de sangre, esta sostenía un arma con su mamo libre buscando defenderse y al reconocer a ambos hombres quienes se acercaron a ella para atenderla. Esta bajó dicha arma y se relajó soltado un audible sollozo lleno de dolor y rabia, esta sangraba por la boca y de vez en cuando tosía — naruto... Mi.. Hij.—. Intentó hablar la adulta pero le fue imposible debido a lo grave que estaba.
—shhh lo se, te prometo que la traeremos de vuelta, mi hija también fue secuestrada — se dirigió el adulto viendo a los ojos a la pelirrosa la cual no pudo evitar derramar lágrimas por aquella tragedia —hima... También...—. Consiguió decir la chica en un esfuerzo cerrando los ojos debido al dolor.
—la ayuda ya viene, e llamado a refuerzos y a una ambulancia — se dirigió el azabache viendo el estado de la herida la cual era muy grave, sakura como pudo logró detener el sangrado ya que era medico y eso le daba cierta ventaja — hace... Días que no venia a casa... Por...por las guardias...y al entrar...—. Se explicó la adulto tomando aire para poder hablar — en... Encontré esta masacre... Tampoco... Me di... Cuenta que me... Que me estaban... Esperando —. Continuó dando una gran exhalación para proseguir — justo hoy... En la tarde.... Al llegar... Vi todo destruido y el... Men... Mensaje en la pared, fui... Fui disparada por la... Espalda, me... Había derribado... Pero ya tenia mi arma en mano... Así que lo mate... Antes de que lo hiciera conmigo...— culminó sakura respirando con mayor dificultad.
— así que como pudiste llegaste y te encerraste a oscuras en la habitación esperando que alguien apareciera debido a tu herida, además que tu celular quedo destruido — la ojiverde asintió ante la deducción del azabache quien terminaba de vendarle el abdomen. — hace días que paso esto y lo tuyo sucedió hoy, sasuke no responde y no sabemos donde están nuestras hijas, hoy bombardearon el colegio de mi hijo y su amigo resultó herido de gravedad debido que también fueron cazados para ser asesinados, maldición nos tienen ventaja...—. Se expresó el rubio con furia escuchando como se acercaban las sirenas de los policías y de la ambulancia.
— el mensaje no era al azar, era para ti querían que fueses tomada por sorpresa, te la pasabas fuera debido a tus obligaciones como médico dejando a sarada en casa siendo objetivo fijo para esto, tu hogar tenia el sistema de seguridad apagado y cabe destacar que la señal no les llegó —. La mujer quien ya le pesaba la mirada asintió con pesadez todo lo que su amigo decía ella ya lo había formulado teniendo razón, su hija fue secuestrada hace dos días y allí se formo gran desastre en su casa, su esposo no respondía y hoy fue atacada por sorpresa en su propio domicilio pero logró sobrevivir.
Los funcionarios quienes habían entrado a la casa se impresionaron con el desastre mientras eran dirigidos por el azabache quien guió a los para médicos a la habitación donde sakura estaba desmayada, estos se la habían llevado y solo quedaban buscar pruebas y pistas sobre el paradero de la joven y del padre de esta, Sai había dado ordenes a los forenses de trabajar lo mas rápido posible y que examinaran el cuerpo inerte del asesino de todos las víctimas el cual yacía boca abajo con un tiro en la cabeza, la ojiverde si que tenia buena puntería.
Ambos adultos ya sabían quien era el responsable y ya estaban hartos de dicha situación, los dos suspiraron y dejaron atrás aquella casa llena de muerte mientras iban en camino al trabajo del uchiha, veinte minutos después recibieron el mensaje de un agente el cual informaba que la herida había llegado sin problemas al hospital y que mas tarde daba los resultados.
— va a ser una noche larga —. Soltó el uzumaki en un suspiro dando a toda marcha al auto.
*
Las dos chicas tanto sarada como hima estaban buscando la forma de salir de ese lugar tan sombrío, la ojinegro estaba arrodillada agarrándose el costado tratando de levantarse lo mas rápido posible, tenia la mala sensación de saber que es lo que le harían a la menor si llegaban a entrar en esa oscura habitación. Ignorando todo su dolor se puso de pie y tanteando comenzó a caminar de manera dispareja y coja, podía sentir como su cadera le hacia daño y que a cada paso le crujía el costado y una punzada le hacia detenerse cada cierto tiempo; armándose de valor la azabache comenzó a hacer pequeños tactos en su zona pelvica buscando algo fuera de lugar que le estuviese provocando esa momentánea discapacidad.
Sarada contenía la respiración a medida que sentía mas dolor en donde tenía la zona mas dañada y al tener un punto fijo esta le pidió a la uzukami que la ayudara a ubicarse mejor, la joven de 12 años quien desesperadamente buscaba alguna salida además de la puerta dejó todo de lado para ayudar a su amiga, la azabache armada de valor estaba dispuesta a cometer una locura con tal de asegurar su escape con la hermana de su prometido, la ojionix le explicó a la joven que era lo que tenia que hacer, al principio las protestas fueron mas que solidas y fueras de lugar hasta que la mayor la hizo entrar en razón.
Himawari aterrada pero manteniendo sus ganas de llorar y semblante sereno, ayudo a su amiga a recostarse boca abajo en aquella placa que hacían llamar cama — hima estoy lista puedes empezar en cualquier momento —. Habló la uchiha en calma respirando cada vez mas profundo, la ojiazul quien tragó grueso hizo lo mismo buscando controlar sus nervios, tal y como le indico la mayor esta se colocó de rodillas y afincó su codo en todas las vertebras centrales de la espalda de su amiga mientras que con su mano libre la convertía en una palma firme pero a la vez insegura, lo que le estaban ordenando hacer era muy riesgoso y el pavor no tardo en acosarla poniéndola a temblar si reparó — hima se que lo harás, tenemos que sobrevivir — expresó con dulzura sarada quien ya se estaba relajando mas de la cuenta, hima quien respiró profundo para controlar sus nervios palpó la parte que la azabache le indicaba y notó que algo no estaba bien, cerrando sus ojos para concentrarse exhaló y tras eso dio un fuerte golpe donde destacaba la lesión dejando a la uchiha paralizada de dolor ya que esta sintió como algo se movía en su cadera junto a un crujido — a no puede ser, lo siento —. Se disculpó la joven quien dejaba de hacer presión por la angustia.
— sigue, lo estas haciendo bien —. Aclaró la azabache quien no perdió la calma a pesar de tanto dolor, por segunda vez hima trato de no llorar y dando otro golpe mucho mas fuerte hizo que sarada gritara una mala palabra; esta sabia que había pasado algo pero no tenia en cuenta si esa locura resultó en bien o en mal, al principio el dolor fue intenso y después solo sintió la pierna derecha dormida cosa que le preocupo por un instante haciendo que hima le diera mas ansiedad. Sarada como pudo se volteó en esa cama tan incomoda y de un tirón estiro su rodilla derecha hasta su pecho haciendo que su cadera diera unos crujidos horribles, a la uzumaki no le impresiono mucho eso. Ella era bailarina y era normal ver como sus compañeras de mayor edad hacían lo posible por arreglar lesiones con tal de bailar, pero la azabache no era bailarina y lo que estaba haciendo era algo de locos.
— sarada...—. Llamo la joven viendo como la amiga de su hermano se quedaba rato en esa posición, la azabache quien exhaló profundo bajo la pierna y se sentó en la cama para después levantarse de ella, esta empezó a caminar de manera coja pero de alguna forma mejor que hace unas horas y ya no sentía tanto dolor, señal que le dio a entender que ahora si podía moverse con mas libertad — funcionó —. Dijo sarada quien ahora ayudaba a la menor a ponerse de pie — oh dios gracias —. Se expresó la joven suspirando de alivio cosa que fue detenida al instante.
—alto aun no se puede cantar victoria hima, aun estamos aquí y tenemos por entendido que nos van a torturar hasta la muerte y eso no lo vamos a permitir, ¿ok? —. La ojiazul quien tragó grueso ante esa respuesta miro a su alrededor con desconfianza apretando sus puños con fuerza cambiando su semblante temeroso por uno mas enojado — recuerda como te capturaron y de quienes te han separado, ahora no te ven como a una niña, para ellos solo eres objetivo de venganza y diversión, si vamos a salir de aquí sera peleando —. Culminó la ojinegro colocándole la mano en el hombro a la niña quien temblaba de impotencia por lo que le estaba pasando.
— entendido —. Expresó la uzumaki sonando mas firme de lo que había planeado mirando a la azabache a los ojos, sarada por un instante creyó ver los ojos de la madre de la joven, tan fríos y transparentes dándole un escalofrío era como si mirara a través de ella — pelearé —. Finalizo la menor colocando ella ahora su mano sobre el hombro de la uchiha la cual sonrió aliviada al tener una respuesta tan positiva por parte de alguien que momentos antes lloraba asustada “eres fuerte". Pensó la pelinegro dirigiendo su mirada a la puerta de la celda.
— alguien se acerca —. Alertó hima tensandose de pies a cabeza mirando hacia la misma dirección que la mayor.
— hora de sobrevivir —. Sentenció la uchiha acomodándose mejor sus lentes preparándose para lo que sea que viniese a buscarlas.
*
—mira esto naruto, son las grabaciones de las cámaras de seguridad —. Añadió el azabache registrando la computadora de la oficina principal del uchiha, el rubio quien estaba fuera de si recordando lo de haces unos momentos atrás no presto atención al llamado; este observaba como todo estaba hecho un desastre, el gran edificio en el cual se encontraban ambos adultos estaba vacío, la jornada laboral ya había terminado y todos los trabajadores yacían en sus casas descansando, lo que mas les llamo la atención fue la seguridad, la cual tal y como estaba en la casa de sasuke se halló apagada junto a unos guardias ausentes, todo con el mismo modus openrandis. Por fuera todo normal; pero por dentro un desastre total.
Ambos hombres al llegar al edificio que para su sorpresa estaba abierto en la recepción justo en el mostrador hallaron un papel que decía: “para encontrarme, tienen que subir". Punto de iniciativa para que a ambos adultos se sintieran encolerizados, junto a la nota al lado de las palabras se encontraba una flecha que apuntaba hacia izquierda donde estaban los ascensores, los dos con cautela se dirigieron a ellos presionado el botón para que la plataforma bajara, segundos después las puertas se abrieron encendiendo la luz junto a un “los espero" escrito en el espejo, con desconfianza el primero en entrar fue Sai seguido de naruto quien nada mas de ver el tablero encontró el numero diez encerrado en sangre, no tomo mucho para presionarlo y que la plataforma ascendiera — esto parece una maldita película de terror —. Soltó el uzumaki mirando como los números del tablero cambiaban señalando cada piso por el cual subían.
—a esos bastardos se les nota que son creativos a la hora de hacer su trabajo —. Le siguió el ojinegro colocando su mano justo al lado de su cintura tocando su arma, gesto copiado también por el ojiazul quien también esperaba una emboscada cuando llegaran a su destino, las compuertas al abrirse se encontraron con una gran calma, ambos apuntaban hacia al frente con sus armas pero nadie en aquel pasillo los esperaba, revisando cada punto ciego de aquel lugar dieron por hecho que no había nadie, solo un grotesco piso lleno de huellas de manos hechas con sangre junto a unas huellas de zapatos. Varios para ser exactos — ¿que significa esto?—. Se pregunto en voz alta el hombre pálido con su arma aun en mano.
—una invitación —. Secundó en respuesta naruto quien caminaba sin prisa a aquel lugar donde los llevara ese pasillo, a cada paso que daban los dos hombres mas sangre había y eso nos les daba buena espina, al llegar se encontraron con un laberinto de cubículos en total orden salvo por la sangre en el suelo, el rastro seguía hasta una oficina con puertas de cristal. El rubio quien no se contuvo corrió hacia donde paraba el rastro seguido de un grito de Sai quien fue tras el.
Al abrir aquella puerta se encontraron con un gran caos y sentado en una silla de oficina se encontraba un hombre alto el cual no se movía y tampoco respiraba, este tenia un saco en la cabeza el cual le cubría el rostro, temiendo de quien fuese quien creían, presos del pánico. Naruto quitó aquella máscara improvisada dejando ver aquella víctima sin vida.
Aliviados pero a la vez llenos de rabia ambos hombres soltaron un suspiro cansado, en la silla no estaba sasuke pero si un viejo amigo el cual cumplía su deber como guardia de seguridad de la empresa del uchiha, alrededor del aquel hombre se encontraba todo el cuerpo de defensa del edificio, estaba en claro que querían dejar sin apoyo al azabache — esto no lo pudo hacer una sola persona —. Indicó el rubio saliendo de aquel lugar viendo como frente a ellos en una de las paredes de los cubículos presenciaban la palabras: “escaleras" junto a otra flecha que señalaba hacia la derecha.
— esos Ōutsusukis ya me están hartando con tanto misterio —. Respondió con fastidio el ojinegro quien se dirigía con cautela hacia las escaleras — su objetivo es darnos un show quieren que encontremos a sasuke desde su punto de vista, los cual les parece divertido —. Señalo el mayor viendo como llegaban al piso dieciséis. — sabían que vendrias a ayudarlo y esta fue su bienvenida, además esto de usar las escaleras; ¿no sera un truco para agotarnos?—. Continuo en duda el azabache.
— lo dudo, si quisieran atacarnos ya lo habrían hecho. Esto solo lo hacen para sacarnos de quicio, bueno mas de la cuenta —. Contestó el adulto mirando hacia el número en la pared, estos habían llegado al piso veinte justo donde se encontraba la oficina principal de la empresa; es decir del dueño, ambos adultos entraron y se encontraron con objetos destruidos a leguas se notaba que hubo una fuerte pelea, allí en el suelo se hallaban los cuerpos sin vida de un total de seis hombres todos vestidos con el emblema de los ōutsusukis en la espalda, todos con heridas de arma blanca — ese sasuke, nunca se intereso por las armas de fuego—. Soltó al aire el uzumaki, mientras que el detective registraba las computadoras del uchiha.
Entre tanto los pensamientos del rubio fueron interrumpidos por su compañero el cual veía con asombro las grabaciones de las cámaras del aquella oficina y de todo el edificio, en esta se encontraba una gran pelea pero a mitad de algo importante esta se apagó debido a una bala la cual impacto en la lente y las demás camaras al momento de matar a los guardias ya estaban apagadas lo que se veía en las grabaciones solo eran repeticiones con las fechas cambiadas — maldición — mascullo el ojiazul con enojo despegando la mirada de la pantalla tomando su celular en mano. —¿no es lo que creo, verdad? —. Preguntó el adulto mirando a naruto soltando un suspiro en señal despectiva.
— es hora de pedir refuerzos Sai —. Sentenció el adulto llamando a sus viejos amigos.
*
A las dos chicas se les había congelado el tiempo tan solo por cinco minutos, desde el otro lado de la puerta se escuchó la voz de aquella mujer que se encargaba de torturarlas y esta venía por himawari, en pánico la uchiha toma a hima del brazo y la colocó detrás de ella de forma protectora, a medida que pasaban los segundos aquellos pasos se detuvieron pero la puerta nunca se abrió dejando en la incertidumbre a aquellas chicas, luego de un momento de silencio se escucho un timbre al parecer de un teléfono celular junto a un “maldicion, justo cuando me iba a divertir, te doy solo cinco minutos, habla ya ”. Emitido por aquella mujer.
Dando a toda maquina la mente de sarada ideo un plan fuera de lugar, esta observo el espacio con detenimiento y solo halló una lámpara de aceite muy alta pero no lo suficiente como para no alcanzarla — hima busca un recipiente, ¡ahora! —. Ordenó la mayor mientras buscaba algo mas con lo cual accionar, tanteando en uno de los estantes de la habitación se encontró con alcohol clínico dentro de una lata de aluminio, mas bien de una lata de cerveza. “bingo” pensó la ojinegro ya su plan tomaba forma.
— lo conseguí —. Añadió la ojiazul entregándole a sarada un recipiente de aluminio perteneciente a una gran lata de comida vacía, pronto la azabache le pidió a hima que se subiera arriba de ella parándose en sus hombros para que pudiera alcanzar aquella lámpara de aceite, himawari tal y como recibió la orden, con cuidado de no apagar la mecha esta drenó medio aceite de la lámpara y para su suerte encontró una cajetilla de fósforo en ella, al bajarse todo se encontraba en manos de la uchiha quien se sintió feliz al tener los cerillos a su disposición.
“dos minutos ”.
Ya todo en posición y elaborado. Lo ultimo que le quedaba era hacer enloquecer a aquella mujer para tener mayor ventaja y eso era lo mas escandaloso de ese plan — himawari, necesito por favor que mueras por sesenta segundos—. Pidió la uchiha colocando su mano en el hombro de la menor —¿espera, que? —. Cuestiono la uzumaki anonadada.
“un minuto".
— ¿confías en mi? — pregunto sarada mirando a los ojos a la joven quien en repuesta asintió apretando su boca en un gesto alentador —bien—. Prosiguió la mayor pidiéndole a hima que se relajara por completo, esta abrazó a la niña por la espalda y coloco las dos manos de esta hechas un puños en su pecho mientras que las de sarada presionaban las manos de himawari justo en el corazón como impulso — ok respira profundo, relaja tu mente, luego de hacer esto no podrás respirar, y tu corazón dejara de latir levemente; es decir tu pulso ira bajo e imperceptible, podrás escuchar, y ver todo yo me encargare de que así sea, pero estarás inmóvil como un cadáver, todo tan solo por sesenta segundos, luego de eso ya sabrás lo que harás con los instrumentos que acabamos de encontrar, ¿entendido? —. Prosiguió la uchiha quien solo recibió otro asentimiento como respuesta.
Contando desde tres al ultimo número esta le pidió a hima inhalar con fuerza lo cual hizo muy bien y justo cuando fue a exhalar sarada le hizo con gran fuerza una presión inquietante, hima sintió como su respiración se detenía y su corazón paraba, de sus oídos se escuchaba un pitido molesto y su cuerpo quedo colgado en brazos de la mayor, la uzumaki tal y como le dijo la mayor podía ver todo y escuchar pero no se podía mover o hablar.
Himawari sintió como era llevada hacia un extremo de la cama donde estaban los objetos, por la forma en la que estaban organizados y ocultos solo a la vista de ella en ese ángulo ya sabia que era lo que planeaba sarada.
“se agoto el tiempo”.
La gran puerta de metal se abrió con un notorio estruendo, la impresión que dio aquella bienvenida no se dio a relucir ya que sarada estaba sentada al otro lado de la habitación escondida en sus rodillas llorando, la vista de aquella mujer se posó en la azabache quien sollozaba sin reparó y al caer en cuenta de que no veía a la niña miró hacia la cama y se encontró con un cuerpo inerte al pie de esta —¿que demonios? —. Cuestionó la adulta cerrando la puerta de golpe y acercándose a hima, esta se quedo paralizada al no encontrar pulso en la niña —¿que hiciste?—. Prosiguió aquella mujer quien estaba perdiendo la paciencia acercándose a la adolescente con paso amenazante
—la mate—. Soltó sin remordimiento alguno la uchiha sin levantar la mirada sonando tan quebrada como aparentaba estar.
— maldita perra. Esto te saldrá caro, ¿porque lo hiciste?—. Interrogó aquella mujer halando con fuerza el pelo de la azabache levantándola de un tirón.
—ella... Me lo pidió —. Dicto sarada escupiéndole el rostro a su torturadora.
En respuesta ella golpeo la cabeza de la adolescente contra la pared con fuerza arrancándole un quejido para luego después empujarla haciéndola caer, la uchiha se arrastraba hacia atrás fingiendo que su cadera estaba aun lesionada, la mujer en su furia halo el pie derecho de esta para evitar que se alejara mas aunque era obvio que no había escapatoria.
Himawari quien contaba los segundos al ya pasar lo treinta y ocho su corazón dio un espantoso brinco y el pitido en sus oídos volvió a aparecer, mientras escuchaba tanto alboroto. Esta movió su mano derecha con pesadez pero con tanta insistencia logró moverla con mayor eficacia era como si estuviese dormida, poco a poco se empezó a mover levemente y tomando el alcohol. Intentando respirar; inhaló con fuerza ya los sesenta segundos habían terminado, e ingiriendo el alcohol sin tragárselo se hizo notar tratando de levantarse lo cual le fue imposible.
Mientras que sarada luchaba por no morir, esta recibió un puñetazo en la cara que le saco sangre en la nariz para seguido dar una sonrisa burlona — ¿de que te ríes, idiota? —. Preguntó encolerizada la adulta quien presenció un leve movimiento por la niña que minutos antes creyó muerta, dejando de lado la golpiza esta se levantó y corrió hacia el cuerpo de himawari el cual estaba boca a abajo y al girarla se encontró un gesto frío y transparente como lo era la muerte.
La uzumaki escupió el alcohol en el rostro de la mujer la cual se cegó por el ardor, ya que la sustancia le había caído en los ojos, impactada esta se levanto buscando como quitárselo de encima pero luego sintió como era bañada con algo espero y extraño que le dificulto aun mas la visión, himawari le había tirado encima el aceite, esta ya se encontraba de pie y dando fuertes inhaladas y exhaladas mirando como la torturadora buscaba con esperanza la forma de limpiarse la cara. La cual se estaba quemando debido a que el aceite era de motor.
Tanteando para levantarse. Sarada que por fin logró ponerse de pie, carraspeo para llamar la atención de la mujer la cual se detuvo ante la voz de la uchiha, pudo ver y escuchar como sarada movía la cajetilla haciéndola sonar como un sonajero — hora de arder~—. Canturreo la ojinegro encendiendo un cerillo “¿de donde los saco?". Pensó la mujer en pánico tratando de correr hacia la puerta, pero ya era demasiado tarde su cara estaba en llamas y su ropa también, himawari quien corrió hacia sarada escondió su rostro en el hombro de esta asustada, la mujer en su desesperación por un momento quedo helada desde su punto de vista la adolescente tenia unos ojos brillantes que destellaban en la oscuridad, pero tal ves solo fueran ilusiones de ella por culpa del fuego. Entre gritos de la mujer; la azabache le arrancó la llave junto a un arma de fuego y sin esfuerzo alguno abrió la puerta para cerrarla después dejando que su torturadora ardiera en ella justo en su propio infierno.
Ya libres pero no del todo por estar en terreno desconocido sarada le quito el seguro al arma y verifico las balas — de ahora en adelante, detrás de mi todo el tiempo, ¿entendido?—. Ordenó la uchiha mirando a la joven la cual ya había recuperado todos sus sentidos — entendido—. Confirmo la uzumaki con valentía, sin duda alguna sobrevivirían.
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Buenasssssssss mis amoresssssssss vengo con el desmadre de siempreeeee, espero que hallan leído esto con palomitas en mano, llegare con mas drama la semana que viene.
Los amo mis tomates <3
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