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Capítulo 5

Me encuentro en la biblioteca de la universidad Technische, es inmensa pisos de mármol unas áreas están alfombradas mesas de madera. Es de tres plantas la arquitectura es increíble todo es de cristal y vigas de madera, es como si todos los libros del mundo estuvieran dentro de este maravilloso lugar. Todo está por secciones desde literatura hasta libros de medicina. La librería municipal de Dortmund es así como la llaman.

—¡Yana vamos se nos hace tarde para la clase de alemán! —Grita Maya dejo el libro de finanzas y agarro mi bolso salgo tras ella, el día está nublado bien pareciera que quiere caer un aguacero la brisa fresca acaricia mi rostro y me hace cerrar los ojos deleitándome de la naturaleza, respirar el aire a húmedo y frio me encanta. Estos días se antojan para estar cercas de un bosque en una cabaña con la chimenea encendida, tal vez bebiendo una taza de café o té, además de leer un buen libro y estar con el amor de mi vida, ja, se vale soñar.
Aunque soñar no cuesta nada es gratis, salgo de mi pensamiento al notar que Maya se ha detenido en seco, me toma por el brazo a lo que sonrío en mis adentros. Lo primero que mis ojos aprecian es a los hermanos Müller parados fuera de la camioneta negra, Ancel le dice algo a Adler y este parece estar molesto.
Pasamos por su lado y noto como Ancel cambia su postura al mirarme, Maya me lleva sostenida del brazo está estupefacta por mirar a su amor platónico. Ingresamos a las instalaciones de la universidad y nos dirigimos a la clase de alemán.

***

Llevamos media hora de clase y Maya no para de enviarse recados con los demás compañeros, está chica es muy amigable lo contrario a mí. A los minutos deja el bolígrafo y voltea hasta mí.

—Yana esta noche hay una fiesta en casa del capitán de fútbol americano, nos han invitado —

—No como crees maya, mi hermana Abbey no me dejaría ir ni en sueños —le digo

—Le dirás qué estudiaremos está noche ya que mañana tenemos un examen sorpresa que por ahí lo escuchamos de una muy buena fuente, le dirás que te quedarás en mi casa. No me conoce pero tendrá que darte la confianza, si no quiere que repruebes "el examen de mañana" —hace comillas con sus dedos.

—No lo sé maya, ¿y que tal y se da cuenta? ¡Me matará! y tu llevarás esa culpa de por vida en tu cerebro —le digo alarmada y a la misma vez divertida jamás le he mentido a mi hermana o familia, pero una primera salida no estará tan mal. —, Está bien lo intentaré — le respondo y esta aplaude eufórica.

—Ya veraz que no te vas arrepentir Yana, está noche a las ocho paso por ti, y te vas a vestir en mi casa  —me dice emocionada.

***

Pasan las clases más rápido de lo que pensé, vengo directo a mi casillero a guardar los libros de cálculo y me dirijo a la salida, dónde Maya espera por mí, me toma del brazo, las camionetas nuevamente están estacionadas en la acera.

—Nuevamente están ahí Yana, los hermanos Müller son tan atractivos y tan alcanzables, no todas son dignas de ellos. Mira todas las chicas de la universidad están que babean por ellos —me dice triste a lo que me armo de valor y la tomo de la mano.

—Sígueme —le ordenó, bajo la mirada atenta de las chicas de la universidad nos dirigimos hasta —los hermanos Müller.
Ancel al mirarme sonríe de medio lado se recarga contra la camioneta y cruza sus piernas, mete ambas manos a los bolsos de sus pantalones, su sonrisa se me antoja sexy.
Llego hasta ellos y hablo.

—Hola Ancel, Adler ella es mi amiga Maya —digo soltando el aire contenido este hombre hace que mi corazón lata desbocado con solo mirarme.

—Ancel se recompone y acorta la distancia, me toma por la cintura. Deposita un beso en la comisuras de mis labios a lo que me sorprendo. No pensé que fuera hacer eso, este hombre es muy directo e impulsivo Maya tiene literalmente la boca abierta de la impresión y Adler sonrie complacido.

—Hola nena —susurra en mi oído a lo que hace que mi sonrojo se dispare por mis mejillas, Maya me mira como preguntando <<que rayos pasa aquí>> me separó de Ancel y le extiendo la mano a Adler ignorando al pelinegro.

—Hola rubia es un honor volver a mirarte y está vez de pie, no tendida en el suelo —dice burlón, el ojos verdes suelta mi mano y dirige toda su atención a Maya.

—Hola Adler, está vez no me apeteció estar tirada en el suelo observando a toda la universidad  —le respondo divertida mirando a los ojos a Ancel, el me sonríe coqueto.

—Hola, Maya es un placer conocerte —dice agarrando la mano de mi amiga con suma delicadeza  deposita un delicado beso en el dorso de esta, Maya me mira asombrada sus mejillas se han tornado rosadas, está que brinca internamente, miro alrededor de la universidad y las chicas están que nos tragan con la mirada por estar con los inalcanzables Müller.

—Hola, mucho gusto Adler  —le responde nerviosa, la noto que no tiene que decir y hablo.

—Nos tenemos que ir fue un gusto volver a mirarlos —digo y miro a Ancel.

—Sí, está noche el capitán de fútbol americano dará una fiesta, y estamos invitadas —Miro a Maya con cara de <<Más tarde te mato>>.
Ancel frunce el ceño y me observa, no aparta la mirada de mi hasta que Adler habla.

—A claro si estoy enterado, ya que el capitán es de mi clase y por ende mi amigo, sinceramente no sé si asistiré, ¿ustedes irán? —

—No sabemos en realidad creo que no pero ya vamos —agarro a Maya por el brazo y la arrastro hasta la parada de autobuses, para mí suerte llega el autobús y subimos observo a Ancel y Adler mirar a nuestra dirección, por las ventanas del bus los miramos y es cuando Maya suelta un grito que casi me deja sorda. Se gana las malas miradas de los pasajeros al instante.

—¡No lo puedo creer, a dicho que es un gusto conocerme! —grita nuevamente la histérica de mi nueva amiga.

—Tranquila Maya  —le digo palmeando su hombro tratando de calmar su euforia.

—¿Hay algo que no me has contado Yana? — me interroga quedándose quieta unos minutos pensando como si hubiese puesto a trabajar los engranes de su cabeza lo que me hago la desentendida, no quiero que nadie se entere de lo que pasó entre Ancel y yo.

—Nada importante, Maya —le resto importancia a su pregunta y ella parece ignorarlo ya que gracias al cielo viene estupefacta por lo de Adler.

Llego al lugar donde me deja el bus a diario, ha comenzado la llovizna. Maya se ha bajado cinco cuadras antes, trato de apresurar el paso ya que no quiero que se moje mi bolso, al llegar al edificio puedo apreciar las tres camionetas estacionadas en la acera. Mi corazón se comienza acelerar, es nuevamente él. Solo que no se alcanza apreciar quien viene dentro de las camionetas ya que tienen los vidrios tintados en color negro.

Paso por un lado de estás y entro al edificio, presionó el botón del elevador y este llega a los segundos, ingreso dentro de la caja metálica y pulso el número de mi piso.
A los segundo se abren las puertas y me dirijo a mi apartamento, inserto la llave en la cerradura y entro a mi piso. Saco todo el aire contenido, menos mal y no me ha seguido como el día de ayer o tal vez no era él en Alemania a de haber demasiadas camionetas como las de él.

***

—¡Abbey solo iré a estudiar! Mañana nos toca examen y aún no estoy preparada —le digo hasta este punto me siento muy molesta con ella, que siempre quiere mandar en mi vida y tomar mis propias decisiones aún yo siendo mayor.

—Te he dicho que no conoces bien a esa chica Yana, no puedes ser tan confiada —

—Es una compañera de mi clase además de que no es mi culpa que tu no confíes en nadie Abbey ya es tiempo de que le des la oportunidad a las personas que llegan a tu vida, no siempre tiene que ser así —le digo ya al borde de la molestia.

—Esta bien ve, pero mañana me llamas cuando estés en la universidad, para saber que estás bien, me toca hacer el cierre y saldré muy noche de la cafetería —aplaudo en mi interior, pensé que sería más difícil convencerla.

Estoy en mi recámara en un bolso grande e puesto dos mudas de ropa, una para la universidad de mañana y otra para la fiesta, el timbre del apartamento suena y tomo mis cosas, salgo de mi recámara y Abbey está sentada en la encimera de la cocina leyendo un libro. Que acompaña con una taza de té, al sentir mi presencia levanta la cabeza y retira los auriculares supongo que escucha música.

—¿Ya te vas Yana? ten mucho cuidado se pone de pie y me da un abrazo, por un momento me siento mal por mentirle pero después se me pasa. Al saber que por primera vez asistiré a una fiesta universitaria.

—Te llamaré mañana Abbey, te quiero —le doy un abrazo y me dirijo a la salida, Maya me espera fuera del apartamento.
Cierro las puertas a mis espaldas y le sonrío a mi amiga.

—Lista rubia esta noche será una completa locura —Me dice, ¿a quién se le ocurre hacer una fiesta en jueves Maya? —le pregunto ya que llegamos a la planta baja del edificio, salimos a la calle aún llueve bien parece que no cesará la lluvia.

—Traje el coche de mi madre Yana —a lo que señala un pequeño auto rojo, muy precioso cuatro puertas creo que es un Toyota.

—Es muy bello, tu madre tiene muy buen gusto —digo subiendo al asiento del copiloto, Maya quien ya a ingresado del lado del chófer y pone en marcha el auto, cinco minutos después estamos fuera de una casa pequeña pero muy bonita, es un vecindario precioso nada lujoso pero hermoso.

—Hemos llegado a casa —anuncia a lo que bajamos del coche y nos dirigimos dentro de su casa, su madre está sentada en la pequeña sala de estar.

—Mamá esta es Yana mi amiga de la  universidad, la chica de la que te hable —le dice maya, a lo que la señora vestida con una falda de tubo negra y blusa blanca se pone de pie, está descalza y viene hasta mi. Tiene los ojos grises es muy bella, el cabello de ella es rubio al igual que el mío, se parece mucho a Maya es muy bella la señora.

—Un gusto Yana soy Rachel Klein —se presenta ella me abraza fuertemente, gracias por ser amiga de mi hija ya que es muy solitaria y un poco tímida —dice la señora a lo que observo de reojo a Maya, si la señora supiera que se manda recados con toda la clase y que la invitan a las fiestas quitaría esas palabras de su boca.

—Mamá estudiaremos hasta tarde —dice la muy sinvergüenza la miro mal y ella se encoge de hombros, sonriente.

—Está bien iré a dormir estoy muy cansada hija, no se duerman muy noche ¿de acuerdo? —

—Si mamá no te preocupes —dice Maya a lo que la señora se va directo a lo que supongo es su recámara, en cuanto cierra la puerta, Maya me toma de la mano y me dirige hasta su habitación, es muy linda pintada de negro, y los muebles son blancos y grises para nada femenino.

Tomo una ducha rápida y Maya hace lo mismo, seca mi cabello que llega hasta la cintura y crea unas ondas con la pinza, me maquillo sencillamente nada exagerado, coloco mi cremas de fresa que huele exquisito.
Tomo los vaqueros para vestirme.

—¡Alto! ¿No me digas que irás así vestida? — me pregunta —,Mi abuela se viste mejor que tú Yana — va a su armario y busca entre sus cosas sacando una falda de tubo de puro encaje en color negra, un croptop de la misma tela que tiene mangas y es descubierto de los hombros, me escandalizo jamás he vestido de esa manera.

—No como crees Maya, jamás he usado ropa de ese tipo—-

—Yana, ¡por Dios! Es momento de que comienza a vivir los veinte, te pondrás esto sin negarte e iremos a esa fiesta —me ordena a lo que pienso en mis adentros que tiene razón, tomo la ropa y voy directo al baño me visto, enseño la piel de mi abdomen que está descubierta, me coloco unos tacones negros de Maya, tal parece usamos la misma talla.
Me coloco una pulsera negra en mi mano izquierda y estoy lista.

Maya se viste con una falda de tubo negra en encaje hasta la rodilla, un croptop de mangas tres cuartos y abierto del área de sus pechos, para mí gusto enseña mucha piel. Pero tal parece sentirse cómoda con ello. Se coloca unos tacones negros con brillos y se recoge el cabello en una cola de caballo, pinta sus labios en color vino y está preciosa su cuerpo es escultural a sus veinte años.

—Si Adler te mira vestida de esa manera se volverá loco por ti —digo halagando a mi amiga.

—No te quedas atrás nena, si Ancel te mira así ¡te hará gemelos! —Expresa burlona.

—Estas loca Maya —le digo sonrojada por la vergüenza lo dice con tanta naturalidad

—¡Vamos nena! Si tienes un cuerpo de infarto, mírate no sé por qué no enseñas tus atributos, tu culote es lo que de seguro a de traer loco al joven Müller —

—No me avergüences Maya, él y yo nada que ver —le respondo.

***

Vamos llegando a la fiesta hemos venido en taxi, ya que si nos veníamos en el coche de la madre de Maya se daría cuenta, colocamos almohadas debajo de las cobijas simulando ser nosotras.
Vamos llegando a la mansión por decirlo así, hay muchos autos estacionados en la acera, la música se escucha por lo alto pagamos la tarifa al chofer del taxi y bajamos. Estos tacones son muy altos a lo que temo caer de bruces, así que me sostengo de Maya ya que ella parece una diva en una pasarela y yo un pollo espinado.

Llegamos hasta la entrada de la mansión, nos adentramos a la casa, la música es muy alta. El lugar está abarrotado de estudiantes algunos ebrios y otros no, algunos ya están dormidos en el suelo de lo bebidos que están. Y otros en pareja besándose en las esquinas sin importar quién los observa.

Maya me lleva tomada de la mano y vamos directo a la cocina, recibimos la mirada de varios chicos creo que somos el centro de atención, maya toma dos vasos de plástico, el contenido huele alcohol, le tomo un sorbo y mi garganta quema de fuerte que es el trago, Maya lo toma de golpe y me sonríe, pasan los minutos y la música está muy buena han improvisado una pista de baile en el centro de la sala, a lo que los jóvenes bailan muy animados.

Me encuentro un poco mareada está sensación es nueva para mí, ya que jamás he bebido Maya ha ido al baño y la estoy esperando miro mi móvil marca las tres de la mañana, ya es tarde deberíamos de irnos. Pasan los minutos y mi amiga no baja decidida subo las escaleras por dónde se ha ido y voy directo a la puerta donde hemos entrado varias veces, tocó varias veces y nadie responde giro el picaporte y la escena que miro no me parece, tomo al chico que está besando a Maya mi amiga está inconsciente en el suelo y este se trata de propasar con ella. Lo halo con todas mis fuerzas y golpeó muy fuerte su rostro, un chico alto llega en mi ayuda.

—¿Qué está pasando aquí? —me pregunta a lo que le explicó, este chico llama a otros y ordena que saquen de su propiedad a él abusador, es cuando recuerdo las palabras de Adler. <El capitán es de mi clase y por ende es mi amigo> rápidamente deduzco que él es el dueño de la casa y detengo al chico por el hombro que ya está por irse.

—Oyes me puedes pasar el número de Adler Müller por favor —le suplico y él me mira de pies a cabeza.

—¿Y por qué haría eso? —me pregunta, a lo que no se que responder hasta que una idea se viene a mi mente.

—Soy novia de Ancel el hermano de él —le digo una mentira piadosa.

—¿Y por qué no le llamas a Ancel si se supone que eres su novia?—

—He perdido mi móvil y no recuerdo su número —El chico me vuelve a escanear de pies a cabeza y sonríe.

Minutos después me encuentro marcando al número de Adler del móvil de mi amiga la inconsciente ya que se han retirado todos, y han continuado la fiesta como si nada hubiese pasado. Da un tono, dos, y responde.

—¿Diga? pregunta del otro lado de la línea con voz somnolienta.

—Adler disculpa que te moleste a las tantas de la noche, se han tratado de propasar con Maya, creo que la han drogado necesito tu ayuda y no conozco a nadie más en Alemania—

—¿Eres tu Yana? —me pregunta en tono preocupado.

—Sí, Adler soy yo perdona por molestarte no sabía a quién más recurrir —me disculpo sollozando.

—¿Siguen en casa de Carter? —me pregunta el tono de voz le ha cambiado suena molesto.

—Por desgracia sí —le respondo sollozando

—Ya vamos Yana, tranquilízate en menos de cinco estamos ahí —corta la llamada, como puedo saco a Maya del cuarto de baño, a rastras la llevo hasta la escalera mi amiga sigue inconsciente sabrá Dios que le darían a beber.

Efectivamente pasan cinco minutos cuando observo que entran hombres armados a la fiesta, todos se hace a un lado, la música se a detenido de inmediato me entra el pánico ¿Dónde nos hemos metido? Me preguntó a mi misma. Detrás de lo hombres armados entran Ancel y Adler con la postura tan imponente que causan miedo, los noto muy furiosos Ancel me mira ya que me e puesto en pie y corre hasta mí, seguido de Adler.

—¿Estas bien nena? —acorta la distancia y me pega a su pecho yo niego y Ancel mira a mi amiga Maya que permanece inconsciente en el suelo, Adler llega a ella y le toma el pulso rápidamente la toma en brazos baja las escaleras y Ancel me toma de la mano para ayudarme a bajar, ya que aún traigo los tacones.

—Mañana hablamos Carter —Sentencia con voz furiosa, a lo que el chico asiente intimidado.

Salimos de la enorme casa y están aparcadas dos de las camionetas, los hombres armados que según yo son sus guardaespaldas suben a cada camioneta falta una, en medio de estas dos se encuentra un Audi en color negro, Adler se lleva a Maya hasta una de las camionetas y sube con ella. Rápidamente Ancel me lleva hasta el auto y abre la puerta para mí, subo y él hace lo mismo del otro lado.
Lo pone en marcha y llama a Adler.

—La llevaremos a la clínica, para saber que le han dado a beber, necesito realizarle análisis de sangre —Dice Adler del otro lado de la línea, se nota muy preocupado y corta la llamada.

—Yana, te has puesto en peligro, ¿sabes que en ese tipo de fiestas se vende droga? — habla con tono furioso a lo que yo niego.

—No, no lo sabía, si hubiese sabido lo contrario créeme que no hubiese asistido, además de que en mi vida había asistido a una fiesta es la primera vez que lo hago —me excuso casi en un susurro 

—No sabes ni lo que me pasó por la cabeza al recibir la llamada de mi hermano, cuando dijo que estabas en peligro imaginé lo peor y por un momento quise que ardiera Alemania  —estira su mano y la posa en mi pierna.

—Lo siento Ancel, no quería causar molestia —me disculpo con él a lo que niega con la cabeza y toma mi mano entrelazando nuestros dedos, besa el dorso de mi mano a lo que me sonrojo, gracias al cielo todo está oscuro ya que el auto tiene los vidrios tintados y Ancel no podrá notar mi rostro, él se ha puesto muy serio en lo que queda de camino.

—No te había dicho pero estás jodidamente preciosa esta noche Yana, con ese atuendo —dice de pronto, a lo que sonrío.

—Gracias Ancel —

Hola mis amores aquí otro capítulo más, gracias por sus votos y comentarios. Me siento muy feliz de que les esté gustando la historia muchos besos y abrazos para todos ustedes.

Los ama.

Lili...

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