
Capítulo 25 (Maratón 3/3)
─¡¿Acaso he escuchado bien?!. ─ grita mi madre al borde de la histeria.
─Madre perdóname solo sucedió no es algo que planeamos. ─me excuso
─Yana ¿Qué pasará con tus estudios? los planes que tenías a futuro hija, bien sabes que un hijo a tu edad no es la mejor decisión. ─Habla mi madre conciliadora.
─Madre aún no se que es lo que haré, apenas está mañana me he enterado de la noticia y realmente me ha caído por sorpresa pero a la misma vez me ha hecho muy feliz. He decidido tenerlo madre y formar una familia junto a Ancel. ─mi mafioso me toma de la cintura y me acerca a él.
─Señora Emilia, me disculpo por esta falta de respeto pero quiero que hacerla saber que amo a Yana con todo mi corazón y las fuerzas que tengo. Prometo hacerla la mujer más feliz sobre la faz de la tierra, a mi lado jamás le faltará nada. ─pronuncia muy seguro de sus palabras.
─Lo sé hijo se ve que eres un buen muchacho, se nota tu devoción hacia mi pequeña hija, espero no equivocarme en mi perspectiva hacia ti.─
─Le aseguro que no se arrepentirá señora Emilia, pronto Yana será mi esposa y usted no tendrá de que preocuparse, seremos una familia. ─decido hablar paso saliva tomo un fuerte respiro.
─Gracias madre la amo con todo mi corazón y le aseguro que este hombre me hace muy feliz. ─mi madre se pone de pie y nos regala un abrazo a ambos, como señal de aprobación a nuestro compromiso.
─¿Ahora díganme como es que se conocieron?.─pregunta mi madre y es cuando pasamos la noche le contamos la manera en la que nos conocimos, la primera vez que salimos y las historias de nuestro viaje a Milán. Mi madre está maravillada con Ancel, aún ella no ha preguntado a lo que se dedica él y su familia y para mi eso está perfecto, Ancel se fue a las tres de la madrugada prometiendo venir a recogernos para ir a una cena familiar en casa a de sus padres.
****
─¿Madre ya está lista? Ancel ya ha llegado ─pronuncio emocionada
─¡En un minuto hija, ya casi termino solo me pongo un poco de perfume! ─grita desde la habitación de Abbey. Aclaro que esa mujer que tengo por hermana se ha pasado el tiempo con Mikail, se nota que está muy enamorada del otro mafioso y eso me alegra en demasía, ya que ya era hora que fuera feliz en su vida pero asumo también que es una cobarde me ha dejado sola con toda esta situación.
Muy temprano se pasó por el apartamento, se duchó y arregló para ir a trabajar Mikail la llevó. Salimos del apartamento llegamos hasta la salida y ya como de costumbre ya están las camionetas esperando por nosotras, Ancel está al pie esperando por mi, en sus manos sostiene un gran ramo de rosas rojas y un pequeño regalo. Llegamos hasta él y a mi madre se le nota la alegría en su rostro.
Me he puesto un vestido en color negro con unos tacones del mismo color un abrigo color vino, me he echo ondas en las puntas de mi cabello rubio que decidí en dejarlo suelto. Ancel lleva puesto el típico traje negro con la camisola del mismo color y sin corbata, el cabello lo lleva peinado hacia atrás y está jodidamente sexy. Mi madre se ha colocado un pantalón de vestir con unos tacones negros, una blusa de estambre en color perla y un abrigo negro, su cabello rubio lo ha rizado luce espectacular.
─Pero que bellas damas me he encontrado esta noche, creo que estoy de suerte. ─ nos alaga Ancel coqueto.
─Gracias hijo eres todo un caballero. ─dice mi madre, Ancel toma su mano y deposita un beso en el dorso de la misma mi madre sube a la camioneta con ayuda de Dominik que deja su arma de lado para tomar la mano de mi madre y ayudarla a subir.
─Luces jodidamente sexy nena, si no fuera por que tu madre viaja con nosotros te levantaría ese jodidos vestido y te diera duro, hasta hacerte gritar mi nombre.. Una y otra vez. ─termina por decir a mi oído y yo estoy roja de la vergüenza ¿y que tal y mi madre lo escucha? sería bochornoso.
─Me tienes loca amor, eres un romántico. ─le digo con sarcasmo por tanto descaro al cuál ya estoy acostumbrada.
─Es que la verdad me encantas de pies a cabeza tu me matas, tu mirada me hipnotiza Yana. Quiero que seas mía cada minuto, cada segundo eres mi diosa. ─no se que decir, me endulza el oído con tan semejante majaderías envueltas en romanticismo, utilizando su tono meloso para robar mi atención eso hace que mi corazón se acelere con descontrol. Pero aún no puedo decirle que lo amo, tengo miedo que al yo expresar lo que siento él se aleje de mi.
─Gracias por tus palabras amor, quien lo creería que de bajo de esa armadura y fachada de hombre malo, eres un verdadero Romeo romántico. ─ digo y él me da un beso en la frente, en sus labios se forma una sonrisa que hace lucir sus labios muy apetecibles, ambos subimos a la camioneta y a los segundos se ponen en marcha.
Llegamos a la mansión de los padres de Ancel, es enorme y bellísima mi madre se deslumbra ante tal fachada.
─Yana pellízcame está es la casa más bella y enorme que mis ojos han visto. ─susurra a mi oído Ancel logra escucharla y sonríe.
─Pronto vivirá con nosotros en mi mansión y que también es de Yana al ser mi prometida, no espere que la deje regresar a Carolina del Norte a vivir sola. Sé que no es mi decisión pero Yana y Abbey se sentirán más tranquilas si la tenemos cercas, ya que si no quiere vivir con nosotros le puedo comprar una para usted solita. ─sugiere y yo estoy con la boca abierta por tan semejante oferta mi madre abre los ojos como plato.
─¡Como crees! Con todo respeto no puedo aceptarlo hijo, qué más quisiera quedarme a vivir aquí en Dortmund, cercas de mis hijas pero no es una opción mi vida entera está en Carolina del norte. Además de que allá está mi querido Jason descansando, no abandonaría su lápida. ─se excusa mi madre, una lágrima resbala por sus mejillas y las limpia con delicadeza.
─Piénselo comenzaría una nueva vida, sería un cambio para bien. ─le sugiere Ancel, aunque me parece un poco extraña su insistencia hacia mi madre.
***
La cena fue muy amena, charlamos en familia y mi madre formó una linda conexión con los padres de Ancel, hemos pasado a la sala de estar a tomar el té, mi mafioso y su padre fueron al despacho a hablar sobre asuntos del negocio.
─Buenas noches familia. ─saluda mi cuñado Adler llegando hasta la sala, toma asiento.
─Hijo te esperábamos para la cena y no llegaste a tiempo. ─lo reprende la señora Gretchen.
─Señoritas perdonen mi falta de respeto, pero tuve que cubrir por unas horas a un compañero del hospital, espero y disfrutaran la cena.─
─Si no te preocupes hijo, solo que no se repita nuevamente por que me harás enfurecer.─
─De acuerdo madre. ¿Y mi padre y mi hermano?.─
─En el despacho. ─responde la señora tajante
─Con su permiso damas, el deber me llama. ─dice Adler saliendo de la sala.
─Estos muchachos son tan responsables, adoro a mis hijos Emilia.─
─Lo sé, los hijos son lo más maravilloso del mundo. Ellos son los que nos dan la fuerza y el coraje para salir adelante. ─expresa mi madre, en eso entra la bastarda de Abbey de la mano de Mikail, ambos sonrientes que al mirarnos se sueltan de golpe.
─Buenas noches. ─dice Abbey con la voz entrecortada.
─Buenas noche señorita. ¿Se puede saber dónde has estado todo el día? ─le cuestiona mi madre y claramente puedo notar la molestia en su voz, sinceramente mi hermana no ha querido pasar mucho tiempo con nosotras por miedo a los interrogatorios que mi madre haría. Cuestión que ya está solucionada pero que no se lo haré saber para que se le quite lo perra. En parte me alegro que mi hermana este con Mikail pero por otro lado mi madre está aquí y merece ser tratada de la mejor manera durante su estadía.
─Perdóname madre no volverá a pasar, si es necesario pediré unos días de descanso en la cafetería. ─promete Abbey a lo que mi madre pasa de la molestia a ser comprensiva.
─No como crees hija, solo no te desaparezcas. ─dice mi madre tomando la mano de mi hermana.
─Lo prometo madre. ─seguimos platicando amenamente cuando de pronto se escucha una explosión, salen del despacho Ancel viene a mi con su arma en la mano.
─Madre vayan al escondite pónganse a salvo. ─ordena mi hombre dejando un casto beso en mis labios, en segundos todo se vuelve caos dentro de la casa gritos disparos la señora Gretchen me agarra de la mano y Abbey me sostiene, mi madre viene agarrada de ella. Entramos a la habitación que supongo es de mis suegros, detrás del clóset hay una habitación escondida con prisa jala de la madera del clóset cerrándose quedamos en silencio, mis sollozos son ahogados.
─¿Qué está pasando aquí? alguien me puede explicar. ─pregunta mi madre en susurros.
─Dios mío que no le pase nada a nuestra familia, que mis hijos y mi esposo estén con bien. ─pide la señora Gretchen mirando al cielo suplicando a Dios.
─Tranquilícense todo estará bien, ellos son muy buenos en lo que hacen ─dice Abbey segura de sí misma que todo estará bien o tal vez solo para calmar nuestros nervios.
Ya han pasado dos horas, no hemos tenido noticias alguna los disparos han cesado muero de la angustia de no saber nada, así que tomo valor y decido salir.
─¿A dónde vas hija?. ─pregunta mi madre alarmada.
─No puedo estar así madre muero de la angustia, iré a buscar a Ancel. ─aseguro agarrando mi cabello en una coleta alta.
─Hermana esto es prácticamente un suicidio lo que quieres hacer, no vayas puedes poner en peligro la vida de tu hijo. ─suplica pero no estoy dispuesta a quedarme de brazos cruzados y con la impotencia de no saber qué ha pasado allá afuera.
─De todas maneras iré, necesito saber si Ancel o los chicos y mi suegro están bien. ─sentencio decidida.
─Yo te acompaño Yana, no irás sola aquí tenemos armas podemos tomar algunas por si las llegáramos a necesitar. ─asegura la señora Gretchen abriendo un baúl negro está lleno de armas de todos calibres y modelos tomo una Glock 9mm parecida a la de Ancel, la pongo en el liguero de mi pierna tomo una daga que tiene la empuñadura de madera muy elegante, la pongo en el liguero de mi pierna izquierda y por último agarró un rifle AK 47 una potencia. Ancel me ha estado enseñando de armas últimamente.
Gretchen toma una Beretta 9mm revisa que esté cargada y la coloca en el liguero de su pierna al igual que yo agarra una daga que trae su funda y la mete entre sus pechos.
─Lista Yana vamos a defender a nuestros hombres. ─ambas salimos del escondite y nos posicionamos a cada lado de la puerta de la habitación, se escucha total calma con cautela salimos de la habitación y caminamos a paso lento yo sostengo el arma apuntando alerta por si cualquier persona que se me atraviese la asesino.
─Yana yo iré a buscar a los chicos tu ve por el otro lado nos encontraremos en la sala de estar.─
─Perfecto vaya con cuidado. ─Gretchen se va y yo solo respiro para mantener la calma, llegó hasta la cocina y puedo observar cuatro cuerpos sangrantes tirados sobre el suelo, uno de ellos sostiene su arma y me apunta, es cuando la adrenalina se apodera de mí con rapidez bajo el arma ya que el tipo agoniza y saco la daga de mi liguero la dirijo hasta su cuello y le corto la garganta con premura, a mi ser llega una total satisfacción de saber que escorias como estas ya no andarán más en las calles.
vuelvo a tomar el arma y salgo de la cocina con dirección hacia el jardín, nuevamente se escuchan disparos en la parte de afuera el olor a muerte es palpable en el aire, salgo de la mansión me dirijo hacia el patio trasero me sorprendo al mirar a Adler tirado en el suelo. Un hombre le está apuntando a la cabeza con un arma larga, al parecer mi cuñado está herido no lo pienso dos veces con cautela me acerco hasta el hombre y disparó a quema ropa una ráfaga de balas, Adler me mira sorprendido se pone en pie.
─¿Estas bien?. ─solo pregunto eso y continúo caminado sosteniendo mi arma.
──Gracias cuñada te debo l vida y si estoy bien solo es un rozón, sanará pronto pero vamos salgamos de aquí antes de que vengan a buscarnos, busquemos a mi padre Ancel y Mikail no se donde están. ─mi adrenalina está al tope necesito encontrar a los demás.
─¿Puedes sostener un arma?. ─le pregunto y él sonríe.
─Tienes agallas cuñada, dame tu arma yo te protegeré. ─le entregó la AK 47 y saco de mi pierna izquierda la Glock 9mm. El me mira sorprendido y solo mueve la cabeza en negación.
─Vamos Adler no hay tiempo que perder encontremos a los demás tu madre también anda en busca de ellos.─
─Cúbreme la espalda, a quien consideres enemigo dispara no te tientes el alma es nuestra vida o la de ellos. ─ordena y yo obedezco encantada.
─Vamos a matar a quien sea que trate de dañarnos. ─aseguro la Yana sumisa ya se ha largado ahora queda esta versión de Yana emperrada.
Nos dirigimos al frente de la mansión disparos se escuchan hay muchos cuerpos tendidos en el piso, hombres vestidos de camuflaje estilo militar le echo una mirada a mi cuñado.
─Son del bando contrario no te preocupes casi no hemos tenido bajas de nuestros hombres. ─asegura el médico sicario.
─No sabía que se podía tener doble profesión Adler. ─le digo sarcástica.
─Lo mismo pienso yo de ti, no sabía que detrás de esa chica pasiva y dulce existe una mujer sanguinaria, creo que tenías ese talento oculto y ya salió a la luz, es por eso que mi hermano te eligió.─
─Supongo que sí, pero busquemos a mi hombre que este bebé no puede quedar huérfano.─
Llegamos hasta el garaje de la casa cuando me jalan de la coleta haciendo que caiga sentada pongo el arma hacia atrás y le disparó en la frente al tipo robusto que me sostiene, al instante cae al suelo y yo entro en pánico estoy bañada en sangre, Adler me toma del rostro y escucho que me habla pide que respire y así lo hago lentamente el aire entra nuevamente a mis pulmones y vuelvo a ser yo.
Escucho la voz de Ancel, y salgo corriendo del garaje mis ojos no dan crédito a lo que ven lo tiene sobre sus rodillas con las manos esposadas hacia atrás, Mikail está de la misma manera que él, unos tipos los están golpeado con sus armas, los oigo preguntar por mi él niega con la cabeza y el tipo le propinó otro golpe en las costillas.
─Aquí estoy hijo de perra, ¿me quieres a mi?. ─le pregunto envalentonada con el arma en mis manos apuntando hacia el. El tipo de viene contra mi y yo estoy más que alerta.
─Слушай, у нас просто есть сука. (Pero mira nada más tenemos a la perra). ─dice en su idioma creo que es ruso.
─Lo siento querido no entiendo tu idioma, si quieres que nos entendamos háblame en español o inglés, o por si las dudas la tuya.─
─Al fin te encuentro tu noviecito es muy duro para hablar, ya veo que te sientes la muy valiente, a ver si te comportas igual cuando te tenga en la cama haciéndote mía, gritarás como la perra que eres y pagarás la ofensa hacia la familia del patrón.─
─Ahora veo no eres más que un maldito lame botas y ahora que recuerdo tu eres el cerdo cobarde que me ha llamado por teléfono, déjame decirte que no te tengo miedo. ─poco a poco está más cerca de mi, lo sigo apuntando con el arma.
─Tu no matas ni a una rata, el idiota de mi primo solo estuvo en el momento incorrecto dame esa arma y veras como yo te haré feliz. ─dice relamiéndose sus asquerosos labios y colocando su mano en su parte íntima en una seña obscena, me causa náuseas al instante.
──No me provoques o correrás con la misma suerte del imbécil de tu primo si vieras como disfrute asesinarlo rogaba por su vida.─
─Eso lo veremos no te resistas ricura, que solo pienso en lo sexy que luces con ese vestido y en las ganas que tengo de arrancarlo de tu cuerpo, te haré el amor hasta que ese bastardo que llevas en tu vientre decida salir. ─como si todo se nublara a mi alrededor veo rojo de coraje, llena de rabia descargo el arma contra su cuerpo, Adler llega con sus hombre y se desata el infierno saco la daga de mi pierna y me abalanzó al cuerpo sin vida del bastardo que se atrevió a mencionar a mi fruto creciente. Le propinó una y otra y otra puñalada en todas las partes de su miserable cuerpo unos brazos me toman por la cintura y otra persona me quita la daga estoy ensangrentada, solo veo negro.
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