- Sé muy bien que la cagué y que te hice mucho daño - escucho la voz de Marc y yo suspiro mirando hacía los lados para asegurarme de que estamos solos - sé que tú hiciste muchas cosas para intentar llamar mi atención y que yo no me he trabajado ni la mitad de esto pero Ander tiene razón, no solo yo soy el malo de la historia.

- Como te hayas intentando quedar solo conmigo para intentar insinuar que la culpa de todo fue mi ya puedes ahorrarte el discurso - respondo antes de llenar de aire mis pulmones mientras cojo mi bolsa - yo mismo me culpo de hacerme ilusiones con algo imposible, aunque en algo inevitablemente si que tienes la culpa, porque fue la inocencia de sus ojos cada vez que pasabas, la ilusión con que respondías siempre a cada detalle, las que me animaron a montar todo a esto, a dejarme llevar por mis sentimientos como un completo idiota.

- Sé que mi respuesta hacía todo eso no fue la mejor, pero nos hicimos demasiado daño mutuamente y sabes tan bien como yo que aunque intentemos evitarlo nos vamos a necesitar el uno al otro para poder sanar - explica y yo niego con mi cabeza mientras empiezo a caminar para salir a vestuarios intentandome negar a escuchar nada más que saliera de sus labios en ese momento- que me quieras cambiar por Unai porque te niegues a perdonarme cuando a penas empiezo a arrastrarme no te da derecho a dejarme en la estocada, ahora soy tu capitán debes hacer lo que yo te diga.

- Lo que yo haga con mi vida primera no le importa en absoluto capitán, ya que, está no entorpece en nada mi juego - aseguro serio girándome de nuevo hacía él para mirarlo a los ojos - y lo que tenga o no con Unai, es asunto mío y de él, porque ahora yo no soy el malo de la historia por intentar ser feliz, cuando tú no has dejado de pensar en ti desde que perdimos ese partido.

- Deja de insinuar que soy egoista porque no es así - avisa y yo me encojo de hombros mientras observo como su mandibula empieza a hacerse un poco más notoria lo que me hace saber que empieza a cabrearse - Unai no tiene porque tener ninguna historia metida entre nosotros dos pollito, lo sabes.

- Yo ya no soy tu pollito, deja de llamarme así - reprocho y él intenta acercarse a mi pero yo rotrocezo todo lo que puedo hasta chocarme con la pared - perdiste el derecho de llamarme así cuando me dejaste solo en mitad del césped.

- Eres mi pollito Aleix - responde colocando sus brazos a ambos lados de mi cabeza para que ambos quedasemos cara a cara - y nadie más tiene el derecho de llamarte así, porque este pollito es completamente mio - añade antes de unir sus labios con los mios.