Capítulo 30
Nicholas Pritch.
Hay veces en la vida en donde debemos de perdonar los errores de las personas que nos han hecho daño antes de que sea demasiado tarde, nunca sabes en qué momento ese ser puede terminar su historia en este mundo. Yo ya he perdonado a mis padres desde hace mucho por haberme abandonado, no lo voy a olvidar pero ya no tengo rencores hacia ellos y creo que con ello puedo avanzar demasiado en mi propio destino. Solo que estas últimas semanas he estado enojado con Max porque lo culpo de una forma u otra de la violación de Kate, si no me hubiese separado de ella jamás podría haber pasado ello y me enfado por el hecho de querer llevársela a otro país, y ahora lamento tener ese sentimiento.
Nos encontrábamos en el hospital desde que recibimos la llamada de Asher esperando alguna noticia acerca de Max. Le había ocultado la razón del porque estábamos aquí a la castaña, solo le dije que su hermano estaba muy enfermo y se encontraba en un estado muy grave. No quiero decirle que le dispararon por meterse en cosas ilegales, sé que la mataría internamente y con lo que ha pasado con Jeremy solo haría que pudiera tener un daño más grave.
Asher es quien ha estado avisándome de que está pasando con el hermano de mi chica, pues llevan horas tratando de salvarlo mediante una operación. Si le llegara a pasar algo a Max la castaña podría volver a recaer en ese estado tan pésimo que tenía hace tres semanas, no sé qué haré si eso sucede, jamás me perdonaré por estar haciéndole el amor a Kate por primera vez mientras el pelinegro sufría, no estuvimos con él.
Mientras estábamos sentados tomados de las manos vi que Asher venía a nuestra dirección haciéndome una seña de que fuera con él —malas noticias—. ¿Qué podría ser lo peor? ¿Qué esté en coma? ¿Qué necesite una transfusión de sangre u órgano? No puede pasar nada malo porque a pesar de todo Max es una gran persona hizo todo por su hermana y eso es algo que hay que admirar. La gente buena no debe de tener finales tristes ¿Ciertos?
Me levanté de mi asiento para caminar hacia Asher con pasos lentos y nerviosos porque no puedo evitar sentir una gran opresión en mi corazón con la noticia que podría tener, debo de ser fuerte porque yo seré el soporte de Kate en cualquier cosa que suceda.
—¿Qué sucede? —pregunte con voz en cortada.
Pude ver que el psicólogo tenía una bolsa de tela con el logo del hospital, me preocupaba lo que tuviera en su contenido porque no tenía ese objeto en sus manos hace unos minutos.
—Max falleció en el quirófano —soltó mirando al suelo.
No.
No puede ser.
¿Cómo le voy a decir a Kate que ya no tiene familia? ¿Cómo le puedo decir que su hermano acaba de fallecer? Se lo que significa estar sola en el mundo sin ningún padre u otra figura familiar, sé que me tiene a mí pero no es lo mismo que tener a Max quién es un lazo de sangre y han estado juntos desde bebés. Simplemente no puedo dar yo esta noticia.
—¿Cómo? —logré preguntar.
—Max fue a un bar a las 10:28 p.m, pidió ron y le colocaron droga, salió del establecimiento para regresar a casa y fue cuando lo balacearon —explicó Asher—. Los forenses detectaron que su muerte fue inmediata a las 5:05 a.m.
—Esto no es cierto —pasé una mano por mi cabello.
—Aquí está sus pertenencias —me dio la bolsa—. Antes de morir él le enviaba a Kate un mensaje.
Abrí la bolsa con mi mano temblando, de reojo pude ver que había un celular iPhone negro —el que siempre utilizaba—, una billetera de cuero, un encendedor naranja y una servilleta junto a una pluma de tinta azul, sin mencionar que estaba esa chaqueta de cuero negro que siempre utilizaba y lo distinguía. Esto no es fácil, simplemente no puedo creer lo que está sucediendo.
—Los doctores preguntan si quieres cremarlo o enterrarlo —comentó en voz baja
—Cremarlo —me apresuré a decir.
—¿No le quieres preguntar a Kate? —cuestionó.
—Por ella pido esto —espeté.
—Esta bien —hizo una mueca.
Asher asintió con algo de disgusto. El hecho de tomar esa decisión es por bien de Kate, tengo una idea que a ella le agradará y en donde los dos podrían disfrutar. No hay pruebas de que los culpables hayan sido las personas con las que tenía problemas Max, pero sé que ellos fueron y sin él en el camino creo que la castaña estará a salvo, es decir no hay el por qué mudarse. Sé que el pelinegro quería que su hermana menos tuviera una buena vida y pienso cumplir ese sueño.
Mire detrás mío lentamente y vi cómo Kate estaba a unos pasos de mí con sus ojos cristalizados y sus mejillas tan rojizas como un tomate, no sé si escuchó lo que me dijo Asher, pero pienso que sabe lo que está ocurriendo en estos momentos. Sin decir nada caminé hacia ella con lentitud para tomar su cadera pegándola a mi pecho suavemente mientras besaba su cabellera, unos sollozos provenían de mi novia haciendo que me partiera el corazón.
Tenía que decirle a la chica que está pasando exactamente, pero no es el lugar indicado para tratar una situación como esta, pero ¿Cómo estar bien después de esto? ¿Cómo seguir con tu vida cuando perdiste a tu único familiar? Simplemente creo que luego de esto vendré al hospital para darle un poco de prioridad al traslado del cuerpo de Max.
—Es hora de ir a casa amor —tomé su mano.
Sin decir nada tomé la chaqueta de Max colocándosela haciendo que prestara toda su atención a la prenda. No pude comentar algo, así que solo le di un beso en su mejilla para irnos de este horrible lugar que no trae nada bueno.
(...)
Cuando llegamos al departamento lo único que hizo Kate fue dormir en mi habitación despertándose en ciertas horas por pesadillas. No se como la puedo tranquilizar o calmar para decirle lo que esta pasando, así que me dediqué toda la mañana acariciar todo su cuerpo con ternura para estabilizarla. No quiero que siga sufriendo la castaña pesando que lo que pasa es por su culpa, pues según Asher ella se siente mal consigo misma por alejar a las personas que ama. Quiero apoyarla en esta situación, sin embargo mis padres me abandonaron no murieron como Max, no sé cómo se siente la pérdida.
Haré lo que Max siempre quiso para Kate, olvidáremos todo lo que está pasando aquí para comenzar un nuevo futuro para ambos. Solo falta un mes para graduarme de la facultad en leyes y tengo cartas de acreditación para entrar a un despacho en Nueva York, así que cuando finalice mis estudios me llevaré a mi novia lejos de este estado, sé que en la gran manzana la castaña podrá encontrar otra carrera en donde se desenvuelva de mejor manera.
Me levanté de mi cama para tomar la bolsa del hospital en donde estaban las pertenencias de Max, necesito ver que decía el la servilleta que había dejado junto a esa pluma para poder suavizarle las cosas a Kate.
Estando en sala saque primero la billetera de Max mirando su contenido, había varias tarjetas de débito, una foto de su hermana cuando era pequeña —se veía muy tierna— y credencial de identificación, prosiguiendo a eso tomé su celular que tenía una clave de seguridad que no pude desbloquear —luego lo mandaré a hackearlo—. Finalmente tomé esa servilleta notando que tenía una carta escrita en esta.
"Para mi princesa"
<<Es para Kate>>
"Para mi princesa.
Kate en estos momentos me encuentro en un bar, hay dos hombre mirándome desde afuera y otros tres dentro del lugar inspeccionando mis movimientos, estoy seguro que el barman le colocó algo a mi bebida, así que este es mi fin, no sé en dónde estaré cuando estés leyendo esto o si lo vas a leer.
Linda, quiero que sepas que di y doy la vida por ti, es por eso que abrí una cuenta de banco para tus estudios, vida personas o cualquier cosa que se te ofrezca, tienes una vida segura porque también está la casa. Hice varias cosas de las cuales me lamento Kate, el malcriarte desde pequeña porque pensé que era lo correcto, no era un buen ejemplo a seguir y solo quería que tú fueras feliz pero no sabía el daño que te ocasionaba.
Sé que Nicholas está a lado tuyo ahora, apoyándote como lo ha hecho desde que te conoce, quiero que seas feliz con él y crezcas en un ambiente bueno.
No estés triste mi reina porque si llego a morir ahora que mi garganta quema, quiero que sepas que estoy en paz dejándote con un hombre que lo da todo por ti, aunque tampoco deseo que dependas de él porque eres capaz de todo. Te amo con todo el corazón y quiero que me perdones.
Te amo Kate, siempre serás la reina de mi corazón, mi primer amor y yo seré tu noble jinete.
Sé que no entenderás que está pasando pero quiero que algún día lo entiendas y me perdones, quiero que sepas que nunca quise un mal para ti.
Te amo".
No podía con esto.
Lágrimas salían de mis ojos sin que me pudiera contener, en serio me duele mucho las palabras de Max porque no debió terminar así, es decir ¡Rayos! Sé iban a mudar de país por el bien de Kate para que esto no pasara, sino fuera por Jeremy él jamás hubiera ido a ese bar, ¡Nunca hubiera muerto! Me siento tan culpable porque dentro de mí sabía lo que podría ser capaz el rubio teñido.
De pronto escuché un ruido detrás de mío distrayéndome de mis sentimientos. Miré que estaba pasando y pude notar que Kate había tirado una pequeña lámpara de la mesa de noche que estaba atrás del sillón en donde me ubicaba sentado, por su mirada sabía que estaba desconcertada, sus mejillas encendidas y sus labios titubeando. Debo de decirle que está pasando, Max sabía que iba a morir y aún así estuvo consciente de ello asumiendo la terrible verdad.
—Amor —la llamé.
—Mi hermano murió ¿Cierto? —su voz se hizo chillona.
Rápidamente extendí mi mano para que la casta la tomará y así se sentará en mis piernas para poder explicarle la situación. No estaba preparado para tener esta conversación, pero no le puedo negar la verdad a su propia hermana, sé que puede traer problemas a su conducta mental sin embargo es lo correcto.
—L-lo siento —logré decir.
—¿Ya no estará más conmigo? —comenzó a sollozar.
—Te cuidara desde el cielo —traté de hacerla sentir mejor.
—¡No existe el cielo! No existe nada de lo que mi hermano dijo —chilló Kate levantándose de mi regazo.
Kate salió enojada de la sala con lágrimas en sus ojos, no tarde en seguirla a pesar de que le quería dar espacio para que pudiera analizar la situación con tranquilidad. Entré a la habitación en donde se había encerrado mi novia para poder consolarla, al adentrarme pude notar la triste escena en donde la castaña estaba abrazada de la chaqueta de Max mientras sollozaba con demasiada fuerza que me partía el corazón. La chica al verme se levantó rápidamente para irse del cuarto, sé que no quiere que la hostigue de alguna manera, pero no puedo dejarla sola cuando más me necesita.
Antes de que pudiera salir de la puerta a lado mío, tomé con fuerza la cadera de la castaña para colocarla en la pared poniendo mis manos a lado de su cuerpo para que no se fuera. Sé que Max era su hermano, su soldado y protector, pero yo soy su novio y somos una pareja, es por eso que debemos afrontar esto juntos. Las lágrimas no dejaban de salir por parte de mi novia, ni siquiera los suspiros de tristeza, solo quería que parara.
Kate comenzó a moverse incomoda en mis brazos comenzando a golpear mi pecho con un poco de fuerza, sé que debe de sacar toda su frustración e irá, pero esta no es la chica que siempre ha estado conmigo, así que lo único que pude hacer fue resistir cada acto violento por parte de ella para que sacara lo que siente.
—Kate —la nombré con voz cortada.
—¡Mi hermano me mintió y tú también! Los príncipes no existen ni las princesas, no hay magia como siempre me dijo, Max me prometió quedarse conmigo siempre porque me amaba y ya no está —pegaba con fuerza mi pecho.
—Kate las princesas y los príncipes existen, solo no del modo como las has visto —acaricié sus mejillas—. Existe la princesa Diana, el príncipe William o incluso hasta Anne Hathaway.
—No quiero estar aquí —masculló.
—Kate se que estas sentida, pero no quiero que me hables así, estoy contigo amor —traté de razonar con lágrimas en mis ojos.
—Tu te vas a ir, todos se van —aventó mi cuerpo.
Sé que Kate está enojada con todo lo que está pasando, pero el hecho que me diga que no quiere estar aquí conmigo en serio me duele, he estado con ella cuando su hermano no estuvo porque estaba en otras cosas ilegales y ahora que me mantengo a su lado con la partida de Max solo me quiere apartar. Me lastima igual esta situación y por eso estoy llorando a mares cuando jamás he sollozado de esta manera, ambos estamos afectados pero no deseo que digamos cosas que no sentimos.
No tengo ni idea como calmar a la castaña por la manera tan frenética en que me está pegando, se supone que es mi novia y debería saber cómo tratarla ¿Cierto? Sin embargo, jamás se ha comportado así porque no había tenido ningún problema que no sea sacar una nota mínima o no encontrar una de sus muñecas, esto era lo que no quería que pasara, se lo dije a Max y no me escuchó.
Me hinqué en el suelo con lentitud tomando las manos de Kate suavemente para que me mirara y notara que también estoy afectado con la noticia, me rompe el corazón verla tan frágil y con sentimientos encontrados que sé que nunca había sentido. Su vida era de color rosa, encerrada en una burbuja y ahora está viviendo algo que no debería pasar nadie de nosotros, ellos eran una familia disfuncional pero el cariño que había no se dudaba.
—Kate, no te puedes ir de aquí, tu hermano te dejó a mi cuidado, Kate yo te amo y si tu te vas me vas a matar —hablé con sinceridad—. Max ya no está pero yo si ¿Me vas a apartar de tu lado?
—Quiero a Max —negaba con la cabeza—. Quiero a mi hermano devuelta Nicholas ¿Por qué no puede ser?
Besé ambas manos de Kate mientras ella seguía mirándome tranquilizando su respiración. ¿Cómo puede ser que hace unas horas estábamos haciendo el amor riendo y ahora estamos de esta manera? Sé que a Max no le hubiera gustado verla de esta manera, pues siempre quiso su felicidad. Cuando noté que mi novia había dejado de llorar con fuerza y ahora estaba un poco más calmada, tomé su fina cadera con cuidado para ir a la cama en donde la senté en mi regazo, no podía verla de esa manera más porque solo se hace daño así misma.
—Kate a tu hermano no le gustaría verte así —le quité una lágrima.
—No —susurró
—Amor desde ahora yo siempre te voy a cuidar, eres mi novia y de ahora en adelante tu serás mi prioridad —acaricié sus mejillas.
—Te quiero Nicholas —me abrazó.
—Te amo Kate, eres lo único bueno en mi vida y no pienso despejarme de ti nunca más —la besé.
Con cuidado acosté a Kate en la cama para poder comenzar su rostro y acariciar cada parte de su cuerpo para que se pudiera relajar, con tanto sollozos la castaña comenzó a cerrar sus ojos con tranquilidad mientras seguía llorando, ya no era con la misma intensidad que hace unos minutos pero seguía demasiado destrozada. Debía descansar con tranquilidad para seguir con esta gran tragedia el día de mañana, debemos afrontar la situación de algún modo y otro.
No se donde rayos estés Max pero te prometo que cuidaré a Kate con mi vida.
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