Capítulo 13
Nicholas Pritch.
En toda la noche no pude pensar en otra cosa que no sea que ya soy novio de Kate, sé que muchos me van a criticar, pues ¿Cómo puedo ser pareja de la castaña sabiendo su comportamiento? No me importa la verdad, estoy con ella para ayudarla a crecer en este mundo y nadie le haga daño.
Desde que llegamos a la Universidad no he dejado de lado a mi novia, pues les demuestro a todos quién es la nueva pareja del instituto que va a hacer la envidia de todos aquí, pues cada vez que tengo oportunidad la beso enfrente del equipo de futbol y de las animadoras. Como he dicho anteriormente, no soy un santo y por eso me gusta la atención pero con cosas buenas, no seré conocido por los alumnos por ser el chico con quien se acuesta con media escuela como lo hace Max y Cody, tampoco soy el guapo inteligente como Alex, simplemente soy yo.
Algo que me gusta de Kate es que no pone objeción con lo que hago como besarla, tomarla de la cintura y colocar mi brazo alrededor de su cuello cuando yo quiera, pero cada vez que hago una acción le pregunto si está contenta con ello, pues lo último que quiero en estos momentos es incomodarla. Quiero ir lento con ella, pero cada paso que hagamos lo quiero dar firme y sin vuelta atrás.
Caminamos al salón 3H, en donde Kate tenía clase de español con un nuevo maestro de gran edad. Quería decirle que nos saltáramos la clase, pero debía asistir a esta materia para que después haga su examen que tanto le costó estudiar ayer por la noche. Además de que me da tiempo de ir a hablar con Cody y pedirle disculpas por mi comportamiento, aunque no me arrepiento de defender a la castaña con base a mis creencias.
Algo que doy gracias, es que no me he encontrado a Lisa, pues no quiero estar cerca de ella cuando se entere que finalmente soy novio de Kate. Una cosa que no voy a permitir es que le haga daño a la castaña, ya que sé cómo es la actitud de la pelirroja cuando no tiene lo que consigue, no quiero que le falte respeto a mi novia.
—Vendré por ti cuando termines tus clases ¿Si? No te vayas sin mi —comenté cuando llegamos al salón.
—Esta bien —sonrío Kate.
—Te quiero —besé sus labios.
Vi como la castaña entraba a su salón con una gran sonrisa, pues es la única persona que conozco que le gusta entrar a clases animadamente. Al verla tan feliz causó una risa por parte mía, transmitía tanta paz en mi interior que me sentía tranquilo.
Miré a lo lejos a Cody quien estaba bebiendo un café de Starbucks, estaba recargado en una de las paredes con pancartas de los candidatos a reyes de la fiesta de graduación de fin de año. Como cada ciclo escolar, se escogen al rey y la reina del baile, no sirve de nada, solo tienes la atención de toda la universidad y te dan ciertos regalos como maquillaje, lociones, ropa o dinero en cupones. Los favoritos de este año es un chico del equipo de americano quién es presidente estudiantil y la ex-novia o actual novia de un antiguo amigo, Stephen James.
Mi amigo rubio hablaba con una chica rubia, quien jugaba con su cabello juguetona para coquetear. ¿Acaso las chicas no saben otra cosa que acariciar su melena para llamar la atención? Con nervios caminé hacia Cody mientras tragaba saliva.
Le di una mirada a la chica para que se fuera de donde estábamos, pues algo que detestaba era a la gente que se entrometiera en asuntos que no son suyos. Cada quien tiene una vida privada y en ella problemas, así que no quiero saber la de los demás y de esa manera ellos no en la mía.
—¿Qué necesitas? —cuestionó Cody cuando la rubia se fue.
Disculparme por algo era algo que me costaba mucho trabajo, pero no me molestaba hacerlo siempre y cuando supiera que era mi culpa, ya que no iba a pedir perdón por algo que no hice.
—Lo siento —hablé claro—. Yo no quería reaccionar de esa manera —admití.
En el pómulo del rostro de mi amigo rubio se podría aparecer un pequeño hematoma de color morado, esa parte estaba un poco hinchada.
—Lo sé, en el fondo también sé que yo tuve la culpa orden seguir con mis cosas —susurró bajando la cabeza.
—Solo dabas tu punto de opinión, eso hacen los amigos —sonreí.
Cody saltó sobre mí para abrazarme, el cual yo correspondí con una pequeña risa, pues algo que se y puedo asegurar es que mi amigo se ha criado en un ambiente lleno de amor con una familia amorosa, así que es normal que cuando esté feliz con alguien de abrazos.
—Así que ya son novios Kate y tu —se separó de mí el rubio
—Por supuesto, ayer se lo pedí y acepto con gusto —reí.
—Me alegra por ti hermano, te hace ver feliz —admitió.
-—Lo sé —sonreí.
—¿Significa que no iras a las carreras?
Me di la vuelta para encontrar a Alex quien se ubica detrás mío con los brazos cruzados y con su semblante serio.
Últimamente no hemos estado el trío de amigos no ha estado tan unido como antes, ya que mis diferencias de amistad con Alex han afectado nuestro círculo social y el quien está pagando las consecuencias de nuestros conflictos es Cody.
Las carreras de auto es otro negocio que tengo, me hace ganar mucho dinero que he ahorrado para mi futuro, no quería dejarlo tan pronto porque todavía no termino de juntar el dinero que me había propuesto, pero ya es lo suficiente para comenzar una buena vida. Esta deporte es completamente ilegal, así que no puedo llevar nuevamente a Kate a uno de esos lugares, aunque debo de ir para for fin salirme de estas cosas.
No le iba a dar el gusto a Alex de hacerme quedar mal con todos los que asisten a las carreras, así que por última vez correré sin importarme las opiniones de mis amigos. Ir con Kate significa mucho para mí, pero tendría que preguntarle primero si quiere acompañarme, esta vez haré lo correcto.
—Iremos, claro —sonreí.
—Ese es mi amigo —exclamó Cody.
—Te recuerdo que tienes novia, debes de cuidarla —masculló mi amigo pelinegro.
—Ella está bien —bufé.
Si Alex fuera el novio de Kate harían las actividades que mi amigo hace o las de ella, pero yo soy su pareja, así que vamos a hacer lo que a la castaña y a mí nos gusta, esta vez será a mi manera y mañana será a la suya.
—Vamos Alex, debes de estar feliz porque el indomable Nicholas ya tiene dueña —sonrío Cody.
No puedo decir que soy una persona indomable, pues si quería tener una pareja, pero deseaba tener una novia la cual en serio me gustara física tanto mentalmente, no pedía a una chica que solo fuera bonita, sino también anhelaba a una linda mujer que tuviera un gran corazón para que este a mi lado en las buenas y malas. Es difícil encontrar a alguien así hoy en día y Kate es todo lo que busco.
—Creo que todos sabemos que no es el indicado para ella —masculló Alex.
—¿Y quién es? ¿Tú? —me burlé.
Lo bueno de este momento, como Kate, todos están en sus salones y como no hay un perfecto que nos mande a nosotros al nuestro porque está enfermo, pues no tenemos la preocupación de que alguien nos vea peleando. Además, es una escuela pública, no nos prestan tanta atención como en un instinto particular o internado.
—Se que puedo ser mejor pareja que tú —dio un paso mi amigo hacia mi.
—Lastima que yo soy el novio de Kate, no tu —me crucé de brazos.
—Basta chicos, creo estamos demasiado alterados —se interpuso Cody en medio de nosotros dos.
—¿Qué pasaría si Kate tuviera la inteligencia para darse cuenta de que unas actividades que haces son ilegales? —cuestionó Alex tratando de pasar por encima de mi amigo rubio.
—¿Si tuviera la inteligencia? Ella no es tonta imbécil —espeté.
Ahora sí estoy furioso, no puedo creer que si Alex quisiera de alguna manera a Kate, le llamara de esa forma, creyéndose superior a ella ¿Quién se cree? Sé que la castaña no tiene idea del mundo exterior porque vive en su burbuja, pero ingenua no es ni mucho menos tiene un retraso mental como lo está insinuando mi amigo. La voy a defender con piedras de quién sea, pues esas acusaciones están fuera de lugar y no es para decirlo en la escuela.
—No quise decir eso —murmuró enfadado mi amigo pelinegro.
—¡Lo dijiste! No te permito que te expresas de esa forma de mi novia —exclamé pegándole en el pecho.
—Tiene razón Alex, Kate es una chica inteligente para que te expreses así de ella —intervino Cody alejando a Alex de nosotros.
—Tu no te metas Cody, arregla tus asuntos de salir del clóset —gritó el pelinegro.
¿Salir del clóset? ¿Cody es gay?
Mi amigo rubio dejo de poner resistencia entre nosotros tres para tomar su mochila del suelo e irse corriendo por el pasillo perdiéndose por el. No dejó que ni siquiera reaccionara para decir algo o defenderlo ¿Qué está pasando?
¿En serio Cody es homosexual? Es decir, no tengo nada si lo fuera pues es mi amigo, pero siempre lo vi con rubias en las fiestas, jamás vi que se interesara por un chico. ¿Por qué nunca me lo dijo? Siempre le he demostrado que puede confiar en mí, no soy una persona que juzgue las orientaciones sexuales, siempre he tenido mi mente abierta, aunque yo tengo definido que soy heterosexual.
No puedo creer que Alex haya dicho algo tan frágil como eso en estos momentos, era nuestra pequeña pelea y no tenía que poner en ridículo a Cody. Estaba en serio muy molesto con el pelinegro, primero Kate y después el rubio, sé que no está feliz con mi relación con la castaña, pero no voy a permitir que se comporte de esa manera.
Debo de hablar con el rubio para que no se sienta mal, tal vez debe de pensar que lo voy a odiar o detestar por ser quien pero al contrario, si me hubiera dicho podía haberlo ayudado a decirle a todo el mundo que es gay y quien se metiera con él lo iba a golpear. Se lo duro que es expresar que eres homosexual, he visto a miles de chicos con esa orientación sexual pasar por la escuela e irse por el bullying que sufren, no es agradable vivirlo ni mucho menos apreciarlo, pero eso no le iba a pasar a mi amigo mientras estuviera vivo.
Sé que los padres de Cody son muy cristianos, es decir, su fe es muy apegada a Dios, no sé si es por eso que no ha salido del clóset como dicen, pero puede ser libre con sus amigos.
—Eres un idiota ¿Lo sabías? —exclamé molesto.
Caminé hacia las canchas de basquetbol para ver si ahí se encontraba mi amigo dejando solo a Alex, pues cuando está mal también va al cuarto secreto debajo de las gradas de ese salón.
Tengo que volver por Kate en 4 horas, así que me da tiempo para hacer lo que tenía planeado desde ayer en la noche y hablar con Cody, debo apurarme antes de que sea demasiado tarde.
(...)
Como no encontré a Cody, fui a buscar a la persona que tenía planeado encontrar desde ayer. Más tarde buscare al rubio, sé que necesita su espacio y posiblemente distraerse, si lo presionó tal vez pueda explotar o peor aún, alejarse sintiendo que no pertenece aquí.
Me dirigía al campo de futbol americano, en donde el equipo está entrenando ahora mismo mientras las porristas ensayaban su rutina para este sábado que habrá partido. Estamos a 3 juegos de poder llegar al campeonato por primera vez, sé que esta vez ellos pueden ganar, pues su estrategia ha cambiado mucho para bien, todos los chicos han entrado más duro que antes y eso se ve reflejado a la hora de jugar.
Hace días habíamos ganado el campeonato local, pero esta vez lo podemos ganar a nivel estatal. Recuerdo que cuando el equipo ganó, fue el día que me encontré a la castaña en la fiesta, así que tal vez si ganan pueden ser mi amuleto de la suerte. En estos tipos de juegos es donde viene reclutadores para ver cuál no juegan los chicos y contratarlos para sus escuelas obteniendo una beca por completo o llevárselos directamente a los entrenamientos oficiales de la NBA.
Mis pasos se dirigieron a debajo de las gradas, ya que desde lejos pude ver a Max quien estaba fumando un cigarrillo de marihuana —lo sé por su peculiar olor— junto con sus amigos.
Ayer me cuestioné demasiado sobre mi futuro con Kate, si quiero tener una relación estable con esta niña debo de obtener el permiso de sus padres, en este caso de su hermano mayor. No quiero ser novios cuando teníamos 12 años, en donde nuestros papás no se debían de enterar porque podríamos obtener un regaño, esta vez ya soy lo bastante maduro para aceptar lo que tengo con la chica que me gusta y lo que conlleva seguir a su lado. Es por eso que debo de hablar con Max, para que esté al tanto de nuestro noviazgo y que sepa que voy a cuidar a su hermana sin importar que.
Hace un año se infiltró un rumor en la escuela en donde todos decían que el hermano mayor de mi novia estaba involucrado con la vente de drogas con unos narcotraficantes, ya que muchos vieron como unos tipos mayores golpearon de forma brutal a Max vaciándole todos sus bolsillos en busca de dinero, aunque jamás se demostró nada. Ahora, espero que eso no sea cierto, no me gustaría que Kate estuviera cerca de su propia sangre si se dedicará a ello.
Aunque ¿De dónde saco el dinero Max para comprar una casa como la quiere? O ¿Cómo le compra tantos lujos a Kate si no tiene trabajo? De todo corazón quiero que los rumores de hace un año sean falsos, el pelinegro no se puede arriesgar de esa forma sabiendo que tiene una hermana pequeña la cual depende totalmente de él, pues Kate todavía necesita un tutor y una figura de autoridad en su vida. Sé que lo que yo hago también es ilegal, pero meterte con personas narcotraficantes es, si algo no sale bien de sus negocios, se desquitan con la vida de uno de sus familiares o con el culpable; en mi caso solo irían tras mi, además ya lo pienso dejar para que no suceda nada grave.
Cuando estuve demasiado cerca del grupo de Max podía distinguir los aromas de más de dos drogas —esto es horrible—. Nunca me ha gustado ingerir sustancias tóxicas a mi cuerpo ni tanto alcohol, pues se que me puedo convertir en lo que eran mis padres —unos drogadictos o alcohólicos—, es algo que temo ser y por eso me alejó de ello.
—Max —lo llamé— ¿Podemos hablar?
Por unos instantes fue el centro de atención del grupo de amigos del pelinegro, me sentía un poco intimidado por estas personas, pues ni siquiera estudian en esta escuela ¿Qué hacen aquí? El hermano mayor de Kate ignoró mi llamado, no quería decirle para que quería hablar con él delante de todos, pero no me deja otra opción.
—Es por tu hermana —volví a hablar.
Al escuchar esas palabras, Max se levantó rápidamente de su asiento el cual consistía en un bote de basura hecho de metal, el cual se ubicaba al revés para que la parte inferior estuviera arriba y perder sentarse cómodamente. El pelinegro caminó rápidamente hacia mi, por un instante pensé que me iba a golpear sin si quiera hacer algo, pero después me tranquilice un poco cuando tomó fuertemente mi brazo derecho para sacarme del lugar y caminar detrás de los baños que son exclusivos para los del equipo de futbol.
—¿Qué es lo que quieres? —espetó Max aventándome a la pared de ladrillos.
Por la manera en cómo actúa el pelinegro puede que lo más importante para él sea su hermana, pero no sé porque en los años que llevo en la universidad conociéndolos a ambos, nunca los he visto juntos.
—Es Kate —susurré entre un suspiro.
Cuando Max me aventó a la pared sentí como el aire se iba de mi cuerpo, pues mi espalda pego con los ladrillos haciendo que soltara un gemido de dolor.
—Te dije que te apartaras de ella —tomó el cuello de mi camisa.
—No lo voy a hacer y quiero que me escuches —aparté sus manos de mi cuerpo.
—Solo tienes 5 minutos —espetó dando un paso hacia atrás.
Tuve que dar una gran bocanada de aire para poderme concentrar en lo que iba a decir, no quería terminar con el rostro golpeado después de decirle que su hermana es mi novia y quiero que se venga a vivir conmigo para que este a salvo conmigo.
—Kate y yo hemos estado saliendo un par de veces, así que le pedí que fuera mi novia —expresé rápidamente.
Antes de que pudiera decir otra palabra, recibí un golpe en mi mejilla derecha haciendo que escupiera un poco de sangre, ya que creo que Max había roto mi labio un poco. En este semestre he cruzado más palabras con el hombre que está enfrente mío que es los últimos 3 años que llevo aquí, jamás tuve problemas con él, nunca me crucé en su camino como él tampoco en el mío. Kate va a ser mi perdición.
—¡Espera! —exclamé alejándome de Max.
—¿Estás con mi hermana? ¡Eres un imbécil! —gritó el pelinegro.
Antes de que Max volviera a soltarme un golpe, tomé sus brazos colocándolos detrás de su espalda mientras yo me ubicaba detrás de él para que no pudiera hacerme daño ya que no era tan fuerte como él, pero gracias al boxeo se defenderme muy bien.
—Quiero a tu hermana con todo el corazón, si me dejaras explicarte cómo son las cosas —gruñí apretando el agarre.
No quiero golpear al hermano de mi novia, ni mucho menos dejarle hematomas que se puedan ver a plena vista para que Kate los pueda ver después preguntando qué sucedió.
—Tienes ahora 2 minutos —masculló Max soltándose de mi agarre.
—Quiero a tu hermana con todo locura —di un paso hacia atrás—, solo quiero tu aprobación para estar con ella sin miedo a que nos mates o al menos a mi —hice una mueca.
—¿Por qué ella? —susurró—. Es decir, hay muchas chicas en la universidad, mi hermana no es para ti Nicholas, sé que eres buen chico pero estás con Lisa —dijo entre dientes.
—Deje a Lisa hace mucho tiempo, créeme que si, quiero a tu hermana Max y el hecho que venga aquí soportando tus golpes y gritos, demuestra que estoy loco por Kate —murmuré mirándolo directamente a sus ojos avellana como los de la castaña.
La mirada de Max me decía mucho, creo en sus palabras, tengo buena reputación que hace que demuestre que soy bueno para Kate, jamás le haría daño a una mujer y nunca lo he hecho. Se el miedo que debe de tener el pelinegro al saber que su pequeña hermana pueda estar en los brazos de cualquier hombre que le puede o no hacer daño, la mentalidad de la castaña no permite que se defienda sola, así que entiendo si el chico la quiere cuidar del mundo exterior.
—Ella es solo una niña Nicholas, créeme ella no es para ti —se arregló su chaqueta de mezclilla.
—No es una niña, ella está feliz conmigo, puedes ir y preguntarle —hice un ademán con la mano—. Solo quiero tu permiso, más que nada quiero que Kate sepa que cuenta contigo para esto —hablé con sinceridad.
—¿Al menos Kate sabe que está en una relación contigo? No me mal entiendas, pero mi hermana no creo que sepa lo que conlleva salir con un chico dos o tres años mayor que ella —se cruzó de brazos.
—Dos años, pero estoy dispuesto a retroceder un paso para que ella esté en confianza, la quiero Max en serio la quiero y si está conmigo sabes que es puede crecer —traté de razonar.
—Fue en esa fiesta ¿Cierto? —cuestionó.
—Antes —admití.
En ese momento vi pasar a Cody detrás de Max, no podía dejar pasar el asunto de mi amigo. Debía dejar a un lado este asunto con el hermano de mi novia para ir tras el rubio.
—Lo siento, me tengo que ir —recogí mi billetera del suelo—. Pero, solo quiero que sepas que voy a andar con tu hermana te guste o no, solo te venía a avisar de nuestra relación.
No dejé que Max hablara para correr tras mi amigo quién era el que necesitaba mi ayuda.
Le prometí a Kate que todo estaría bien, ¿Cómo lo voy a lograr si su hermano no me acepta? Sé que una cosa es que ya le haya informado acerca de nuestra relación y que no se extrañe si ande ahí tomado de la mano de su hermana, pero otra cosa es que me acepte en su pequeña familia, que sepa que la castaña este a salvo conmigo y cualquier cosa yo voy a estar ahí.
Visualicé a Cody quien salía de campo de futbol para ir a la parte trasera del estacionamiento de la escuela, de seguro se piensa ir del instituto para no hablar del tema. No pienso permitir que mi amigo se vaya pensando que ser gay es algo malo, porque todo lo contrario, ser homosexual no tiene nada que ver con la persona que uno es.
Lo único que puedo decir que me molesta porque sea gay, es que si tenía esa orientación sexual no tenía porque enrollarse con todas las chicas del colegio, sé que muchas personas quieren ocultar lo que uno es realizando otras acciones, pero no debió crearse esa fama de playboy.
Antes de que Cody se subiera a su auto color rojo metálico grité su nombre para que se detuviera, pero lo único que hice fue que acelerará su paso para meterse dentro de su vehículo, así que corrí para tomar la manija del coche y abrir la puerta, aunque ya era demasiado tarde, el rubio había puesto los seguros.
Mi rostro dolía lo suficiente para soltar unas lágrimas y el hecho que este batallando para hablar con uno de mis mejores amigos me hace sentir demasiado frustrado porque todo lo que quería hacer no lo he logrado, mis planes están fallando y no sé qué hacer.
Si Cody arranca el auto no lo seguiré, estoy demasiado cansado de que todos se enojen conmigo cuando yo no tengo el problema, al contrario, yo debo de ser quien arregle las cosas pero ya no más. No le voy a rogar a Alex ni mucho menos a Max que acepten mi relación con Kate, tampoco voy a estar detrás del rubio para que me explique sus problemas y decirle nuevamente que soy una persona de fiar.
—Esta bien —me alejé del auto—. ¡Haz lo que quieras! —exclamé alzando las manos.
El rubio me miró con sus ojos decaídos y tristes, es muy fácil leer las expresiones del rubio, pero ya no voy a seguir tras él.
De pronto oí como Cody quitaba los seguros del auto, vi cómo se pasaba al otro asiento del copiloto para después abrir la puerta del piloto haciendo una seña de que me sentara a lado suyo. Sin dejar pasar mucho tiempo, me adentré al vehículo para volver a cerrar el coche para que estuviéramos más cómodos.
Los ojos de mi amigo se cristalizaron como cuando se murió su gato, esto causó que sintiera compasión por él, pues aunque sea un mujeriego, es el chico más tierno y carismático que he conocido. A pesar de todos los problemas, Cody sabe cómo sobrellevarlos y es el alma de la fiesta como de nuestro equipo de amigos, solo pocas veces lo he visto llorar, ya que él nunca chilla por cosas insignificantes, debe de pasar algo muy serio para que que lo haga.
—Soy gay —admitió para derramar una lágrima por todo su rostro.
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