Nicholas Pritch.

Me he quedado embobado viendo la cabellera castaña de Kate mientras vemos Megamente en mi cama con una ensalada de frutas y un batido de chocolate, ya que no quería comer más palomitas ni refrescos después de haber ido al cine.

Habíamos llegado a mi departamento a las 10:00 p.m. y lo primero que hicimos fue cambiar nuestras prendas, le había prestado a Kate una playera de mangas largas negra que en su pequeño cuerpo lo hacía lucir como si fuera un vestido. Por mi parte me coloqué un pantalón deportivo con una camiseta de tirantes blanca, ya que normalmente yo acostumbro dormir con el pecho descubierto por el calor que luego se siente.

Si cualquier chica estuviera a lado mío en estos momentos ya me hubiera desnudo con la mirada, además de que con Lisa siempre dormía en bóxer y no me preocupaba tanto por cómo lucir enfrente de ella, aunque debo de decir que siempre la cuide en el ámbito sexual, porque aunque no fuera mi pareja sabía que no debía tratarla mal.

Mirar a Kate me hace dudar de que ella tenga 19 años, ya que desde que comenzó la película traté de acariciar su pierna con una de mis manos delicadamente sin ninguna doble intención, solo con motivo de mimo, pero ella no se muto en responderme con alguna sonrisa o movimiento, así que después de esa acción solo me dediqué a pasar mi brazo por su espalda y pegarla a mi pecho.

Mañana teníamos escuela, así que debíamos de dormir lo más pronto posible, pero al tener a esta chica a lado mío no podía dejar de sentir nervios por tal motivo me mantenía despierto acariciando su brazo. Había comprado un conjunto para que Kate lo utilizará, lo compré en una tienda de segunda mano ya que cuando lo vi en el mostrador no dude en adquirirlo pues no se veía desgastado y es el tipo de ropa que la castaña utiliza. 

Mi mirada se fue a la derecha en donde pude ver que Kate se había quedado perdidamente dormida mientras yo veía la infantil película, debo de admitir que este filme me parece algo gracioso y muy peculiar, no lo odio como a los demás y eso es un gran avance. Así que tomé el control de control remoto de la mesa de noche izquierda para apagar la televisión y poder acomodar mejor a la castaña en una posición más cómoda que no se lastime el cuello. Le di un beso a la mejilla a la chica mientras sonreía para poder cerrar los ojos segundos después.

(...)

La universidad está por acabar, y deseo acabarlo con Kate a mi lado, así que debo de pedirle que sea mi novia lo antes posible, pues cuando quiera recibir mi diploma quiero que ella esté junto a mí.

Miré a mi lado a Kate quien llevaba puesto un vestido verde agua el cual había comprado, su cabello estaba en una coleta alta dejando al descubierto su cuello que la hacía lucir más tierna de lo que es. Íbamos de camino a la escuela y estaba ansioso porque me vieran bajar nuevamente con la castaña.

La mayoría de los chicos apuestos de la Universidad como mis amigos, los del equipo de futbol americano y yo, tenemos el estándar de estar con chicas bonitas para que nuestra reputación no sea burlada, pues si escoges a una mujer que para los ojos de otras personas sea fea estás acabado por los últimos años que te quedan en el instituto. Por mi parte debo aceptar que tengo prejuicios sobre la gente que esté a mi lado y confieso que cuido mi imagen, aunque nadie lo acepte todo lo hacen, de hecho no conozco a alguien que no se preocupe por eso, ya que por más que uno diga que se enamora de alguien por sus sentimientos o por su forma de ser, primero té fijas en lo físico y depuesto en cómo es en realidad, yo lo acepto pero sé que nadie más lo hace.

Además, Kate es muy bonita físicamente y tiene una mentalidad con una actitud que en serio me enamora, pero si no tuviera algo que me llamara la atención no me importaría que fuera la más guapa del mundo, sencillamente no sería para mí y la dejaría como lo hice con Lisa, es con todos los hombres aunque no lo acepten algunas chicas, nosotros buscamos primero un cuerpo y rostro perfecto para después fijarnos en los sentimientos, si no nos gusta como son mentalmente solo podemos satisfacernos con su físico.

Me estacioné en el lugar de siempre, a lado mío estaba ubicado el auto de Alex quien siempre llegaba temprano. Bajé rápidamente para abrirle la puerta a Kate e irnos a la instalación tomados de la mano, parecía un total marica y enamorado porque llevaba la mochila color rosa pastel de la chica cargando en mi espalda, me sentía algo tonto porque mis amigos del equipo me veían con una sonrisa de burla, pero no me importaba en lo absoluto.

Mientras nos dirigíamos a la cafetería —porque ambos teníamos clase libre— pude darme cuenta que mis amigos no me veían como centro de burla, ya que unos estaban sorprendidos por cómo trataba a Kate pues se que ellos esperaban que la chica fuera algo de un solo día, en realidad yo jamás pensé llegara ese punto.

Cuando llegamos a la mesa de los populares Kate se puso algo rígida, quería que ella se involucrara con mis amigos para que entre en confianza y conozca más personas, además será divertido que ella también conozca cómo me divierto, pero no sabía porque no quería juntarse con ellos, se que el equipo de americano y las porristas molestan a muchas personas en especial a los nerds y se que nunca le han caldo respeto a mi chica.

—¿Qué pasa linda? Conocerás a mis compañeros —sonreí con algo de tranquilidad.

—Me siento muy incómoda con muchas personas a mi alrededor —admitió con voz baja.

—Te harán sentir cómoda, no te preocupes —hablé con una sonrisa en mi rostro.

Normalmente en esta mesa solo nos sentamos 13 personas —Cody, Jeremy, Alex, seis chicos del equipo de americano, tres porristas y yo—, nunca hemos invitado a nadie más que no pertenezca a las grandes jerarquías de la escuela, pero esta vez Kate se sentara en mi mesa, se que no le harán daño pues encajara a la perfección.

Tomé con un poco más de fuerza la mano de Kate para conducirla a la mesa en donde la mayoría se nos quedó mirando como si tuviera un fantasma a lado mío, para suerte nuestra no estaba Lisa, Alex ni Jeremy ya que ellos compartían clase y al parecer su maestro si había asistido, pero Cody si y no parece sorprendido por mi acción, de hecho puedo decir que es el único amigo que me apoya en esta relación.

—Chicos ella es Kate —la presente—. Kate, mis amigos.

Presentarla ante ellos hacía más formal lo que fuera que tuviéramos la castaña y yo, aunque ni si quiera la había besado, así que no sé qué significa en este momento nuestra relación.

—Así que el gran Prtich está domado —río con gracia el capitán de futbol americano.

—Lo sé —sonreí.

Guíe a la chica que estaba tomada de mi mano para que se sentara a lado de la chica que estaba encima de las piernas de Cody, ya que ella estando con alguien conocido sé que entrara en confianza. Minutos antes de entrar Kate me había dicho que no tenía hambre, así que por eso no tenemos charolas de alimentos como los demás.

—Kate dime, ¿Nicholas es bueno contigo? —cuestionó la rubia quien estaba sentada encima de las piernas de mi amigo rubio.

—Si —susurró muy bajo la castaña.

—Es un gran chico —sonrío la chica—. Todas te envidian.

—¿Envidia? —cuestionó Kate algo confundida.

—Pero quien no —río otro chico del equipo—, si eres muy hermosa, se porque Nicholas te quiere.

Kate se encogió en su mismo lugar, sé que se siente algo incomoda, pero debo hacer que salga de su pequeña burbuja de donde está para que pueda disfrutar más cosas, aunque no me lo está permitiendo por más que quiera. No quiero que se sienta fuera del lugar aquí con mis amigos, pues a veces pueden ser algo indecentes o sin tacto, así que si veo más la incomodidad de mi chica nos iremos.

—Dime Kate ¿Irás a la fiesta de Jeremy? —preguntó un porrista morena con los mechones pintados azules.

La castaña me miró con unos grandes ojos, creo que me estaba tratando de decir que le explicara lo que le estaban preguntando, pues en realidad estaba bastante perdida además de nerviosa, lo podía normal porque se estaba comenzando a rascar su mano izquierda.

—Tenemos otros planes —hablé por ella.

Las fiestas de Jeremy siempre se salen de descontrol, la diferencia a las demás es que con mi compañero hay mucha droga y nadie se pone un alto para beber, así que no es una reunión a donde quiera meter a Kate, si fuera yo solo claro que iría solo por no pasar un sábado sin nadie, pero esta vez tengo a alguien.

—Oh vamos, es una de las mejores fiestas —exclamó uno de los chicos—. Dime linda ¿Qué es lo que más consumes? —se dirigió a la castaña.

Ok, creo que esto ya es más que suficiente.

—Vamos Justin, no la asustes —intervino la chica de Cody—. Si gustas linda, podemos salir los 4 en una doble cita—sonrío la rubia ante Kate.

Miré a Cody con una sonrisa de burla, pues su mirada era de sorpresa pues se que el jamás pediría salir con alguien y menos en una cita, así que creo que esta chica se está ilusionando rápidamente con mi amigo. Mi vista se dirigió a la de la chica que estaba a lado mío, la castaña no se veía para nada cómoda con mis compañeros, así que por el bien de ella creo que la debo de sacar ya de aquí.

—Kate y yo tenemos otros planes, pero gracias —reí un poco—. Es hora de irnos linda —me dirigí a la castaña.

Tomé la cadera de la castaña para irnos de la cafetería despidiéndome de todos.

Tal vez no debí insistir tanto con el tema de mis amigos, pues ahora Kate parece muda y está muy pálida, no quería que esto pasara, solo quería que ella hiciera más conocidos para que crezca un poco más. Tengo que empezar a leer la mente de mi pareja, pues ahí adentro pude verla tan aterrada como si los chicos fueran monstruos.

No tengo planes para Kate y yo el día de la fiesta, pero sé que puedo ingeniármelas para hacer algo divertido, tal vez ir a un parque de diversiones que hace tiempo he querido ir pero no me gustaría ir solo. Ir al cine de nuevo serie algo soso, pues no quiero caer un la costumbre y que la chica se aburra de mí tan fácil.

Desde lejos pude ver que Jeremy y Alex se dirigían hacia nosotros mientras conversaban entre ellos con risas. Ayer me había comentado Kate que le incomodaba mi amigo de cabello pintado, le pregunté el por qué de su confesión pero simplemente se dedicó a subirme los hombros como respuesta. Quería volver a poner celosos al pelinegro, así que tomé la cadera de la chica que iba a lado mío y la acerca más a mi cuerpo dándole un beso en su hombro para que los dos hombres pusieran la vista en nosotros dos.

Al llegar con ellos, Jeremy tenía una sonrisa para nada agradable, este hizo que Kate se escondiera tras mío tomando mi mano en la suya, aunque Alex se encontraba con una mirada llena de sorpresa, creo que pensaba que después de la pelea que tuve en el gimnasio la castaña no iba a hablarme, pero esta muy equivocado y lejos de la realidad.

—¿Ya son novios? —cuestionó Jeremy mordiendo sus labios.

—No, todavía no —miré a Kate con una sonrisa.

—Kate —la llamó Alex—. Si sabes que Nicholas golpeó demasiado a ese chico ¿Cierto?

Mis puños se cerraron completamente con gran rabia, Alex no tiene ningún derecho a volverle a recordar a Kate acerca de lo que hice y sobre todo ¿Quién se cree para hablarle de mi único trabajo a Jeremy? Él no sabe acerca de lo que hago.

—Nick prometió que nunca iba a golpear a nadie más —susurró Kate mirándome con mucha inocencia.

—Además no es tu problema Alex —espeté con rabia.

—Nick —oí la dulce tierna voz de la castaña.

—Vaya amigo, tu chica en ese estado se ve demasiado adorable —comentó Jeremy.

Miré a Kate quien en serio se encontraba demasiado confundida con lo que estaba sucediendo. Quería decirle a Jeremy que no podía mirar a la castaña como si fuera un pedazo de carne, pero me rehusé para no armar un escándalo, de hecho puedo decir que a Alex tampoco le agradó la actitud de nuestro amigo.

No puedo olvidar que Jeremy fue quien drogó a Kate para que me pudiera acostar con ella, así que debo de tener cuidado con él y más sabiendo que asecha a mi pareja como si fuera un trofeo.

—Es hora de irnos —ordené.

Caminé con Kate a lado mío para ir a su salón de derecho familiar, pero una voz me detuvo a seguir caminando.

—Espero que la lleves a mi fiesta, se va a dar un gran festín —oí decir a Jeremy.

Quise voltearme y golpear a mi amigo en su rostro dejándola deforme, pero al contrario, miré a Kate tratando de buscar paz para no caer en las palabras de Jeremy. No iba a pegarle a alguien que no lo valía, además la castaña no creo que esté contenta con lo que vaya a suceder.

Sinceramente creo que estar con esta chica me hace bien y no la voy a decepcionar.